domingo, 19 de mayo de 2013

Capitulo 40

Capitulo 40

Cuando regresaron al hotel, Peter necesitó una hora para ducharse y ponerse al día en algunas obligaciones de la banda. Después de eso irían a cenar.

DarLynn esperó por ella en la suite del hotel.

―¿Han tenido un buen día?

Ella burbujeó con emoción como uno de los chicos en su cumpleaños. Fue aparente lo mucho que quería que Lali encontrara la felicidad.

―Lo tuvimos, gracias. No puedo creer que en verdad estemos aquí. Nunca podré agradecértelo lo suficiente.
―Aw, ha sido un placer. No he tenido tanta diversión desde, bueno, desde nunca. Fui a un concierto de los Lanzani, hice amistad con la mamá de Peter y me hospedo en un hotel ostentoso. Los chicos nunca creerán todas nuestras historias. Mira todas esas cosas maravillosas que Claudia trajo para los chicos, y todo está autografiado.

Lali miró la pila de camisetas, gorras y CDs de los Lanzani. Los chicos adorarían esos obsequios.

―Oh, y el papá de Peter ha arreglado la camioneta, así que podemos irnos en cualquier momento.

La cabeza de Lali se giró con rapidez. Ella sabía que tenían que irse pronto, pero aún así, el anuncio la agarró fuera de guardia. Aún no quería enfrentarse a la realidad. Necesitaba un poco más de tiempo.

―Y el mediodía es demasiado pronto ―continuó DarLynn―. Llamé a casa hoy y todo el infierno está desatado. El motel cerca a Greenville tuvo un incendio y ahora Twilight es muy deseado. El bebé agarró la gripe, así que Bea ha estado limpiando todo el día. La mamá de Jimmy no puede soportar el estrés demasiado bien, suena como si estuviera bebiendo de nuevo. Ella es mucho mejor como un adorno brillante que como una adulta ensuciándose las uñas. Oh, y dijo que Penny está corta de otra mesera. Aparentemente Vera se fugó con su novio. ¿Puedes imaginar lo mucho que sucede en sólo un par de días?

Lali imaginó a la pobre Penny tratando de mantener en rueda su negocio cuando estaba corta de dos meseras. La mujer debía estar agotada. Y Robby enfermo, el pequeño encanto. Las realidades de la vida la golpearon con frialdad sobre la cara; era el momento para que su viaje de fantasía terminara y regresara.

―¿Cuándo quieres irte? ―preguntó Lali, dispuesta a hacer lo que fuera necesario. Ella y Peter todavía no habían resuelto el futuro. Ella no quería dejarlo, pero sabía que tampoco podía quedarse.
―Oh, cariño, podemos esperar hasta mañana. No quiero estropear tu reunión con ese chico atractivo tuyo. Maldición, no me dijiste que él podía derretir chocolate con esas miradas atractivamente buenas. Eres la chica más afortunada que conozco.

Lali sonrió ante su comentario. Afortunada sí, a pesar de toda la pérdida y dolor en su pasado. Justo entonces Peter entró en la suite. Sus ojos se iluminaron con emoción.

―Hola DarLynn ―saludó.
―Hola a ti también. ―DarLynn sonrió tímidamente.
Él cruzó la habitación hacia Lali.
―Hablé con mi mamá y mi papá y hemos arreglado todo.
―¿De qué estás hablando? ―preguntó ella.
―De nosotros. De nuestros planes.
―Oh. ―Tragó saliva, el momento había llegado.
―Hay buenas y malas noticias. ―Él parecía como un niño pequeño con un gran secreto.
―De acuerdo, dime. ―Ella luchó contra la risa.
―Primero, las buenas noticias. ―Se detuvo para dar efecto―. Vas a venir en el tour conmigo. Empieza a principios de Septiembre, pero puedes quedarte con nosotros. Viajarás por todo el país. Tenemos un segundo autobús ahora, así que no tendremos que ser molestados por mi familia todo el tiempo. Por supuesto, mis padres insistieron en que uno de ellos, o Roger, estén por ahí, pero estaremos juntos.

Ella nunca lo había visto tan eufórico.

―Ahora las malas noticias. Tengo que irme esta noche. No puedo creer que esto esté pasando, pero el primer ensayo de nuestro nuevo álbum va a lanzarse en unos días junto con el video musical. Hubo alguna confusión en la compañía de edición y perdieron un minuto completo de grabación. ―Él se pasó las manos por su cabello―. Algo sobre un sistema que falló y un sistema de respaldo inadecuado. Es una sesión en el exterior, en el Mercado Fisherman en Seattle.
―De acuerdo. ―Ella trató de seguir su explicación confusa.
―El problema es, una tormenta se acerca y la única ventana de tiempo para hacer la sesión es mañana, así que Agus, Tacho y yo tenemos que volar esta noche. Lo siento. ―Se veía decepcionado―. Pero, puedo volver mañana en la noche o al día siguiente con seguridad. Mierda, eso no es verdad. El día después, tenemos ensayos para los premios MTV, pero aún así podrías volar y unirte a mí. Serán un montón de cosas de la industria, pero al menos estaremos juntos parte del tiempo.

Ella miró a DarLynn que fingía ocuparse con el control remoto del televisor.

―Peter, ven conmigo. ―Lali lo tomó por la mano y lo llevó al balcón en busca de privacidad. Una vez que cerró las puertas del patio, se pararon en la barandilla mirando el hermoso horizonte del centro de Denver. A ella le encantaría compartir su loca vida de estrella de rock, pero en el fondo sabía que no podía.
―¿Estás bien? ―La preocupación apareció en su cara.
―Estoy bien. ―Ella asintió y tomó una respiración profunda en busca de coraje y esperó manejar esto bien―. Te amo. Sabes eso, ¿cierto?
―Sí, lo sé. ―Él apretó su mano.
―Cuando te conocí, fuiste la luz brillante que me salvó que las profundidades de la oscuridad. Mi vida era muy miserable en Rockville con mi tía Tina y fuiste la estrella brillante que me llevó a la felicidad. Y después de eso, cuando todo se desmoronó y creí que no querías verme de nuevo, todavía me mantuviste fuerte. La felicidad que me trajiste se transformó en determinación para dejar de ser dejada a un lado. Me diste el poder de salir de la casa hogar y empezar a tomar mis propias decisiones. Nunca podría haber hecho sin ti.
Peter parecía preocupado. Sus cejas bajaron y su mandíbula se apretó. 

―¿Qué estás haciendo? ―dijo.
―Estoy tratando de explicarte esto. Necesitabas saber lo profundamente que has afectado mi vida.
―Lali, por favor no.
―Aquí está el asunto. Tacho tenía razón. ―Ella fijó sus ojos en los de él.
―¿Qué?
―Cuando Tacho me llamó el otoño pasado y nos apartó. Todas las cosas que dijo eran ciertas.
―Deja de hablar así. ―Peter trató de alejarse.
―No, piensa en ello. Tienes tantas obligaciones, eres necesitado en tantos lugares todo el tiempo. Tienes música que escribir, personas que conocer, videos que grabar, y conciertos que hacer. Pero igual de importante es mi vida.

Él escuchó. 

―También tengo obligaciones. En realidad no son tan glamurosas como las tuyas, pero son igual de importantes, para mí. ―Pensó en los tres chicos pequeños de DarLynn y supo que no podía alejarse de ellos ni de Penny o DarLynn, que había sido tan generosa.

Los ojos de Peter se entristecieron.

―Me encanta que quieras que me una a ti en el tour. Esto va más allá del nirvana. Pero si hay algo que he aprendido todos estos meses, es que necesito vivir mi propia vida. Necesito tomar la iniciativa y hacer que mi vida siga. Necesito ir a la universidad, obtener una buena educación y ser capaz de hacerme cargo de mí misma el resto de mi vida. Tanto como me encantaría estar contigo, sólo te retendría.
―Eso no es verdad ―discutió él.
―No puedo tener una educación universitaria persiguiéndote por todo el país y el mundo. Tienes cosas que necesitas hacer, y las harás. También tengo cosas sorprendentes que hacer.
―Podemos hacerlas juntos. ―Él buscó sus ojos.
―Justo ahora hay un montón de personas en Pebble Creek que movieron cielo y tierra para ayudarme a llegar aquí para estar contigo. Y ahora tengo que volver y ayudarlos de regreso. Necesitas ir y tomar tu avión y hacerte cargo del video. Peter, tanto como ambos queramos esto, no veo cómo puede funcionar. No puedo echar atrás mis objetivos.

He perdido demasiado y no puedo jugar con mi futuro. Eres la persona más talentosa que he conocido. Sería tonto pensar que puedes alejarte de las oportunidades frente a ti. Eres demasiado listo para eso.
Peter la soltó, descansó sus brazos sobre la baranda del balcón y miró hacia la distancia.

―Estas veinticuatro horas pasadas han sido geniales. Una fantasía hecha realidad, pero es hora de volver a nuestras vidas. Sólo tengo unas semanas para arreglar las cosas en Georgia, antes de irme a la universidad.
―Siempre te amaré y te seguiré con mi corazón donde sea que estés en el mundo. Ahora que nos hemos encontrado, quiero que permanezcas en contacto, pero poner la presión de una relación sobre ti es demasiado. Es demasiado para ti y demasiado para mí. Cuando esté en la escuela, necesito concentrarme y trabajar duro. No puedo irme unos días para encontrarme contigo. Nunca lo lograría. Y tú no lo lograrías tratando constantemente de escaparte para estar conmigo. ¿Tiene sentido todo esto?
―No voy a contestar eso ―dijo tercamente.

Ella sonrió. Lo entendía. Simplemente no quería admitirlo.

Tomó su mano y la puso sobre la de él, enterrando su cara en su cabello.

―Maldición, Lali. ¿Por qué tenías que ser tan sensata? ―murmuró en su oído―. No sé cómo dejarte ir. No creo que pueda hacerlo. ―Su voz se quebró con emoción.
―No tenemos elección. Tienes que ir en una dirección y yo tengo que ir en otra. Pero llevaremos este amor con nosotros. Nadie nunca podrá quitárnoslo.
―No me gusta eso.
―A mí tampoco ―susurró ella.

Un golpe en la puerta del patio los interrumpió. Agus asomó su cabeza. Ellos se soltaron. Peter le dio la espalda a la puerta, escondiendo la angustia en su cara. Lali le hizo gestos a Agus para que se uniera a ellos.

―Hola Agus ―dijo, su tristeza clara.
―Hola. ―Él parecía preocupado, mientras se fijaba en sus expresiones torturadas―. Siento interrumpir, pero Peter, tenemos que irnos.

Pobre Agus parecía miserable sabiendo que ella y Peter podrían ser separados otra vez.

―Estaré allí en un segundo ―dijo Peter, sin mirarlo a la cara.

Agus los dejó a solas silenciosamente, cada uno en su dolor privado. Lali luchó por mantener su compostura, pero cada momento se volvía más desgarrador.

Peter se giró hacia ella abruptamente.

―No dejaré que hagas esto.
―Nunca funcionará. No puedo estar allí para ti, y tú no deberías estar allí para mí ―dijo.
―Detente. ―Él puso un dedo sobre sus labios, luego se inclinó hacia adelante y lo reemplazó con sus labios. Su beso fue gentil y suave como si curara una herida. Luego se volvió más urgente como si le enviara un mensaje, una promesa de que algo más sucedería. Ella se agarró a él, queriendo prolongar su tiempo juntos. Las lágrimas cayeron de sus ojos. Peter las alejó con besos. Ella luchó por contener sus emociones.

―Quiero que me llames. Te daré mi número. ¿Prometido? ―Sus ojos estaban oscuros y tristes en el crepúsculo del atardecer, como si sostuvieran el peso del mundo. Cuando ella no contestó le dio una pequeña sacudida―. Prometido.

Ella asintió, pero sabía que no lo haría. Sería más fácil dejarlo ir de esta manera. Él no necesitaba detenerlo.
Se giraron ante el sonido de Roger abriendo la puerta del patio.

―Es hora ―dijo, evitando contacto visual, luego se fue discretamente, pero dejó la puerta abierta. Los padres y hermanos de Peter esperaban dentro de la suite al lado de una DarLynn sombría.

Lali se arrojó a los brazos de Peter y lo abrazó fuertemente, queriendo recordar todo sobre él.

―Te amo ―susurró, luego lo soltó y se giró hacia el horizonte―. Ahora vete, antes de que me avergüence en frente de tu familia.
―Esto no ha terminado ―murmuró en su oído.

Ella se quedó allí por varios minutos, observando las luces de la ciudad encenderse mientras el sol se hundía detrás de una montaña en la distancia. El ocaso creó una exhibición espectacular de colores sobre el cielo de la tarde. Cuando se giró, la suite del hotel estaba vacía, excepto por DarLynn empacando el bolso de Lali.

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