sábado, 18 de mayo de 2013

Capitulo 25

Capitulo 25

―Pásame la salsa, tío ―le dijo Peter a su joven primo Ryan.

Estaban reunidos alrededor de la mesa de Acción de Gracias con su grande y extensa familia. Peter se preguntaba por Lali atrapada con su tía loca. Él dudaba que una cena con pavo estuviera involucrada. Todo lo que podía imaginarse era a ella sola, pensando que él la dejó. Trató de llamarla usando otro móvil, pero el idiota de Tacho había cancelado el servicio de llamadas a su número. Ahora Peter tenía que esperar hasta el día siguiente para restablecer el servicio a Lali y reemplazar su móvil.

―Este está vacío. ―Ryan levantó la mirada hacia él, con ojos angelicales.
―Aquí, Peter. Este bol está lleno. ―Carly, la hijastra de su tío Steve, ofreció otro bol de salsa de pavo humeante. Ella le dirigió una tímida sonrisa y otras cosas por el estilo, como el pestañeó de sus ojos. Peter pretendió no notarlo. No quería darle ánimos.

Determinado a enterrar su preocupación por Lali, se embutió con la comida. Usualmente amaba el Día de Acción de Gracias, pero este año la reunión de veintitantas personas era más de lo que podía manejar. Tomó el bol de las ansiosas manos de Carly.

―Gracias. ―Forzó una sonrisa y añadió la salsa a su segunda porción de pavo relleno y una cacerola de papas que sabía a queso, convirtiendo el contenido de su plato en un espeso estofado.
―¿Dónde pone toda esa comida? ―comentó la abuela Lanzani, mirando su amontonado plato. Peter le sonrió a la abuela y engulló otro bocado. Su madre lo miró afectuosamente.
―Desde que Peter cumplió catorce años, siempre está comiendo y corre todos los días, así que eso aumenta aún más su apetito. Es casi imposible mantener a estos chicos alimentados.

Peter respondió con una oscura mirada. No estaba de buen humor para ser amable con su familia. Ellos aún parecían traidores.

―No puedo imaginar tu cuenta del supermercado ―comentó Becky, la nueva esposa del tío Steve―. Mi Carly come como un pajarillo. Juro que algunos días se olvida comer.

La tía Becky alardeaba sobre el ultra delgado cuerpo de su hija. La chica usaba prendas tan ajustadas que dejaba poco a la imaginación. Carly tomó un pequeño bocado de judías verdes y fingió avergonzarse.

―Los chicas de ahora son demasiado flacas ―dijo la abuela―. Parece como si pudieron ser llevadas por el viento.

Al otro lado de la mesa, Tacho estaba sentado al lado del tío Steve, el hermano mayor genial de mamá, quien siempre conducía buenos coches y salía con chicas aún más buenas. La tía Becky finalmente lo pescó la primavera pasada y se convirtió en su segunda esposa. Ella podía pasar por debajo de los treinta, pero Carly tenía diecisiete, así que no era probable.

―Ahora que hemos tragado la mayor parte de esta comida, ¿quién quiere empezar con sus gracias? ―preguntó su mamá. Cada año ella los forzaba a participar en ese ritual. Peter y su hermano gruñeron, mientras que Carly miraba alrededor de la mesa, confundida por la mención de esta desconocida tradición.

Su madre los miró.

―Chicos, me decepcionan. Este año, más que cualquier otro, tenemos mucho por lo que estar agradecidos.

Peter apuntaló con el tenedor las patatas de la orilla de su plato y se las metió a la boca. Miró directamente a su mamá y se encogió de hombros.


―Está bien. Yo empezaré. ―Se limpió las comisuras de su boca con una servilleta de lino, después la dejó a un lado―. Estoy agradecida por los maravillosos doctores y el personal médico del Cedars-Sinai. ―Estiró su mano y tomó la de su esposo―. Sin su dedicación y talento, te podría haber perdido. ―Ella miró a su padre, con lágrimas en los ojos.
―Y yo que pensé que ibas a decir que estabas agradecida por conseguir unos cuantos días de libertad mientras estaba en el hospital ―dijo su padre.

Su mamá puso mala cara.

―Estoy agradecido de que vayamos a nadar después de la cena ―dijo Ryan alegremente.
―Pero no hasta media hora después de la cena ―dijo la abuela.
―Aw ―respondió Ryan.
―Mamá, ese es un cuento de viejas. No molestes a los chicos ―dijo el tío Steve.
―Disparates. Si la regla te mantuvo vivo todo estos años, obviamente funciona.
―Estoy agradecida por los videojuegos ―propuso Ella, la hermana mayor de Ryan, retomando exitosamente la conversación.

Cada persona, por turno, propuso algo por lo que estaba agradecido.

El siguiente era Tacho.

―Estoy agradecido por el tan débil gancho izquierdo de Peter ―él rozó su mejilla magullada para dar efecto.

Su mamá atravesó a Tacho con una poderosa mirada. Carly pasó su mirada de Peter a Tacho y de vuelta a Peter, intrigada. Peter dejó su tenedor en la mesa, su mandíbula tensa.

Él hubiera deseado pegarle un porrazo de nuevo. El idiota se merecía eso y mucho más.

―¿Por qué estás agradecido Peter? ―preguntó la abuela, inconsciente de la tensión entre los dos hermanos.


Peter pasó su mirada de Tacho a sus padres.

―Por absolutamente nada ―él controló su enojo. No quería enojar a la abuela.
―Peter ―advirtió su padre―, todos tenemos algo por lo que estar agradecidos. Inténtalo de nuevo.

Por dentro, estaba furioso. Estaba agradecido por tener a Lali; sin embargo, Tacho desbarató eso y él aún no había sido capaz de encontrarla. Ellos habían seguido el rastro del número móvil de su tía. Pero no hubo respuesta. En todo lo que podía pensar era en su necesidad de hablar con ella y aclararlo todo. Quería a Lali con él. Aparte de que sólo podía sentirse furioso; furioso por la interferencia de su familia, furioso por estar atrapado en esa falsa celebración festiva y feliz y furioso por la despistada chica sentada a su lado, deslumbrada por cada palabra suya

Todos los ojos se concentraron en él, incluyendo los de su padre.

―Está bien. ¿Por qué estoy agradecido? Veamos. Podría decir por nuestra gira toda vendida o nuestro álbum platino, pero no, eso es muy superficial.

Le dio a cada uno de sus hermanos y padres una mirada mordaz. Pensó en Lali y cuan sola se debía sentir.

―Estoy agradecido por tener una familia con la cual puedo enojarme. Aun cuando ellos hacen de mi vida un infierno viviente, al menos existen. ―Sus palabras eran cortas y breves―. Porque si no tuviera familia, estaría solo en el mundo. ¿Pueden imaginar cuán solitaria y difícil sería la vida si no tuviera a mamá siempre merodeando o a papá preocupándose lo suficiente para meterse en nuestros asuntos, o hermanos con lo que enojarse y con los cuales discutir?

Peter impuso una desafiante mirada a sus padres, dejando asentada la triste realidad de la vida de Lali. Su mamá bajó la mirada a su plato.

―Es suficiente ―dijo su padre. Un vacío silencioso llenó el cuarto, mientras los parientes compartían miradas incómodas―. ¿Por qué no haces algo útil? Hay un montón de platos en esta mesa que necesitan lavarse. Tal vez eso aclare tu mente.


Los invitados observaban la incómoda batalla. Sus jóvenes primos parecían confusos.

―Está bien para mí. ―Peter se apartó de la mesa, agarró sus platos y se fue a la cocina.
―Te ayudaré. ―Carly saltó y corrió detrás de él.

+5



9 comentarios :

  1. Hay como lo amo kkkkk

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  2. odio aa fila d peter

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  3. Que peter vaya a buscar a lali antes que la lleven

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  4. al padre y taho sobre todo

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  5. Mas mas mas mas mas mas mas mas mas maa mas masMas mas mas mas mas mas mas mas mas maa mas masMas mas mas mas mas mas mas mas mas maa mas mas

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  6. La prima de peter le esta tirando onda kkkk

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