jueves, 2 de mayo de 2013

Capitulo 23

Capitulo 23

Lali

Estaba harta de este espacio. Incluso aunque las enfermeras fueran realmente agradables, extrañaba mi dormitorio. Me gustaba mi alfombra rosada mullida y mis muñecas Bratz. Le pregunté a mamá si podíamos ir a recogerlas, pero dijo que estaba muy lejos. No quiso dejarme por mucho tiempo, y yo tampoco quise que ella se fuera por durante un rato. Ahora que la Abuela regreso a casa para ver a su doctor, éramos solamente mamá y yo. Ella fue a conseguir algo de café y algo caliente para comer, me dijo. Sé que no durmió muy bien en la silla al lado de mí, que se convirtió en una cama. Pero me alegré de que se quedara. 

De noche me da miedo. La habitación era muy oscura y a veces mi puerta se abría y nadie estaba allí. Mamá dijo que los fantasmas no eran reales, pero yo no estoy tan segura. 

Ya extrañaba a la Abuela. Ella me lee un cuento cada mañana. Quise preguntarle a mamá si me podía leer una historia, pero sus ojos se veían muy somnolientos. Metí la mano bajo mi almohada y saqué el bonito alfiletero en forma de corazón que la abuela me había dejado. Siempre me gusto cuando lo llevaba puesto sobre sus camisas. Dijo que mi abuelo se lo dio el día de su boda. Él le había dicho que ahora ella tenía su corazón. Eso era una tontería, pero sonaba del tipo de cosas dulces. Yo lo tenía ahora, porque tenía el corazón de la abuela. Siempre podría recordar que ella me amaba. 

La puerta se abrió y entro un chico que yo no conocía. Él no vestía de blanco o azul, así que no era un medico o una enfermera. Su cabello negro era un poco largo al frente, pero se ondulaba al final. Unos ojos realmente verdes me estudiaron y lo miré fijamente de vuelta. Tenía las pestañas largas como una niña, pero él llevaba una chaqueta negra de cuero y vaqueros desaliñados y un par de botas negras pero no eran muy femeninas. ¿Era el hermano mayor de alguien y se había perdido? 

—Hola, Lali —dijo con una voz cálida, profunda, que me hizo sentir a gusto.
—Oye, ¿Cómo sabes mi nombre?
Él se rio un poco. 
—Porque vine para hablarte de algo.
—Se supone que no debo hablar con extraños —Contesté, sacudiendo la cabeza y señalando mi dedo hacia la puerta. A mamá le daría un ataque cuando regresara a la habitación. Le daría un ataque cuando regresará y lo encontrara aquí.
—Eso esta bien, pero yo no soy exactamente un extraño. Tú me verás otra vez pronto. Estoy aquí para explicarle algo y necesito que me escuches, ¿Bien? 


Asentí. 

—Tu cuerpo está enfermo. Los médicos no van a ser capaces de hacerlo mejor. Pero tu cuerpo es sólo una cáscara. Eres un alma. Cuando éste cuerpo se este demasiado enfermo, el alma tendrá que dejarlo y es aquí donde entraré. Estaré aquí para sacarte de este cuerpo enfermo y luego te presentaré a una joven muchacha hermosa que te recordará a una princesa de hadas. Ella te llevará a un lugar donde te darán un nuevo cuerpo. 

—Pero, ¿Cómo me conocerá mi mami si estoy en un cuerpo diferente? Ella solamente conoce este cuerpo.
—Eso es verdad. Ves, la vida que tienes ahora morirá. ¿Te acuerdas de cuando tu abuelo murió? 


Asentí. 

—Bueno, su alma dejó ese cuerpo, fue enviado arriba y se le ha dado un nuevo cuerpo. Una nueva vida. Su siguiente vida, su alma estará cerca del alma de su mamá y las almas de todas las personas que amas. Las almas se unen en cada vida. No recordarás esta vida, pero tu alma recordará las almas que ama. 

Entonces, tendría que sentarme y esperar a mami en el Cielo ¿La volvería a ver otra vez? 

—Bien.
El chico pareció feliz con mi respuesta. 
—Buena chica. Ahora, la próxima vez que me veas sabrás que es la hora. Vendrás conmigo. No intentes quedarte con tu cuerpo, porque quieres tener otra vida, ¿bien? 

No entendí realmente, pero asentí. Entonces recordé el bonito corazón de mi abuela. Lo apreté fuerte y pregunté 

—¿Puedes tomar esto y dármelo después de que mi alma abandone mi cuerpo? Quiero tenerlo conmigo.
El chico frunció el ceño y alcanzó el corazón de color rosa en mi mano extendida.
—Creo que podría hacer eso —Respondió. 


Vi como lo deslizó en sus pantalones vaqueros. La puerta se abrió y entró mi mamá. 

—Oye, mi amor, te he traído un poco de ese zumo de naranja que tanto te gusta —dijo con voz feliz. Miré al chico y él puso su dedo sobre los labios, negó con la cabeza y luego se fue. 

***

—¿Qué es esto? —Le pregunté, levantando el vestido de seda extraña que había encontrado en mi cama cuando me desperté.
Pablo dejó una bandeja llena de rosquillas, frutas, crema, pan, queso crema y tocino antes de contestarme. 
—Es el vestido ceremonial que usarás esta noche.
—Umm, no, yo quiero mis pantalones vaqueros. 
Pablo apretó su mandíbula y se levantó. 
—No, Lali , usarás lo que te diga que uses. Estoy cansado de que seas tan difícil. Acuérdate que, si yo hacía los arreglos para el alma de Nacho fuera entregada a un transportador, tú harías todo lo posible para que esto funcione.

Bien, mierda. 

—No sabía que tú tendrías que escoger mi vestuario a partir de ahora, eso es todo —Me quejé y dejé caer el vestido negro de nuevo a la cama y cogí una rosquilla llena de crema.
—Lo sé, y, normalmente, no va a ser así, pero hay ciertos momentos que tienes que usar ciertas cosas. Este es uno de esos momentos. Estarás conmigo en posición de mi princesa estando con Ghede.
—Pero parece que una camisa de dormir —Argumenté.
—Se verá encantador en ti —respondió Pablo.

Volví a mirar a la pieza de seda ofensiva. ¿Ghede hacía todo lo que tenía en su mano para que fuera tan sexual?

—Te cubrirá adecuadamente. Te lo prometo. Sin embargo, deberías sentirte cómoda con tu carne. Aquí se venera y aprecia. Hay pocos que la ocultan. Lo único que cubre la carne, está destinado a aumentar el atractivo, no a ocultarlo.

Quería mis vaqueros. Ahora. Sólo de oírlo hablar de mi carne, puso mi piel de gallina. Si esperaba que le enseñara mi cuerpo a su pervertido padre, estaba loco. Accedí a hacer este trabajo, no en convertirme en una prostituta.

—Sólo hace falta tiempo para acostumbrarse.
—¿Cuándo vamos a darle el alma de Nacho a un transportista? — Realmente quería cambiar de tema.
—Esta noche.
Bueno. Tenía la esperanza de que fuera hoy. Tomando la copa de plata, me detuve y la levanté hacia el Pablo. 
—¿Qué hay en esto?
—Zumo de uva. Es fresco y no se parece a nada de lo que hayas probado —dijo Pablo, con una sonrisa divertida.

Dado a que estaría aquí por la eternidad, tenía que empezar a confiar en él. Puse la copa en los labios y tomé un sorbo tentativo. El jugo dulce golpeó mi lengua y rápidamente bebí más. Tenía razón. No se parecía a nada que alguna vez haya probado. El rico sabor despertó mis papilas gustativas y me sentí un poco mareada. Se encendió la alarma en mi cabeza y rápidamente deje la bebida y alcance el tazón de bayas.

—Fue un subidón de azúcar, Lali. Nada más —dijo Pablo cuando alcanzó su copa.

Yo no estaba tan segura de eso, pero también me encontraba algo paranoica. Con una buena causa.

—¿Te gustaría visitar a Nacho antes de que él se marche?
—Sí, por favor. —Me las arreglé para parecer amable en ese momento.

Evidentemente complacido, Pablo sonrió intensamente.
 
Terminé con mi desayuno, y esperé que Pablo tomara eso como una indirecta para irse. Él había tocado la puerta y me preguntó si quería el desayuno, y luego me dio tiempo apenas suficiente para deshacerme de la ropa que me había dado ayer por la noche como mis pijamas. Las cuáles eran de franela, gracias a Dios.

Tuve un sueño anoche, de un recuerdo, que absolutamente no tenían que ver con Pablo. Él no entró en mi cabeza. Solé con el día que Peter fue a mi habitación en el hospital, y yo le había dado mi broche. Las lágrimas quemaron mis ojos al recordar el broche que ahora se encontraba al lado de mi cama. Era la única cosa que lamentaba no haber traído conmigo.

—Me llevaré esta bandeja, y volveré pronto. Tal vez finalmente podamos tener ese recorrido —dijo Pablo en tono jovial. Tenía mucho para ser feliz. Había ganado.
—¿Podrías enviar a Nacho a verme? —Eso fue todo lo que realmente importaba.
Pablo asintió con la cabeza. 
—Por supuesto.
Cerró la puerta detrás de él y me pregunté si esto alguna vez iba a mejorar.

5+

2 comentarios :