sábado, 18 de mayo de 2013

Capitulo 23

Capitulo 23

—Tacho, ¿qué demonios es esto? —Peter estaba en la suite del hotel agotado por un largo día lleno de entrevistas. En su palma yacían las piezas de su teléfono roto.
—¿Qué estás haciendo entrometiéndote con mis cosas? —La cara de Tacho se puso roja y tensa.
—Estaba buscando tu teléfono para poder llamar a Lali, pero encontré el mío en su lugar. ¿Qué pasa?
—Oh sí, eso. Bueno, veras, tu teléfono tuvo un pequeño accidente. No quería decírtelo, porque sé cómo reaccionas exageradamente cada vez que tu pequeña bombón está involucrada.

Peter se enderezó. Tacho era demasiado arrogante, incluso para él. Algo estaba pasando. Cuando Tacho se ponía así, era porque se había entrometido en los asuntos de otras personas. Cauteloso, Peter le preguntó:

—¿Qué pasó?
—En realidad nada. —Los ojos saltones de Tacho se quedaron fijamente en él.
Peter sabía que mentía. Un mal presentimiento se sentó en la boca de su estómago.
—Hijo de puta, ¿qué demonios hiciste?
—En realidad, te hice un favor. De hecho, deberías agradecerme por limpiar tus enredos. Ya no tendrás que lidiar con tu chica granjera del medio oeste.

Peter dejó caer los trozos rotos del teléfono en la mesa lateral. Atravesó la habitación y agarró a Tacho por el frente de su costosa camisa y lo sacudió, rasgando la camisa en el proceso.

—Óyeme, imbécil, es mejor que empieces a hablar y rápido. —Lo apretó con más fuerza y levantó a Tacho de sus pies. La tela se rasgaba bajo sus manos.
—Cálmate hombre, ¿quieres? Estás arruinando mi camisa nueva. ¿Ves lo que quiero decir? Una mención de tu noviecita y enloqueces.

Peter estaba a punto de responder cuando Agus entró, perdiendo el tiempo con su cámara. Les echó una mirada a Peter, y Tacho.

—Amigo, ¿qué estás haciendo? Mamá y papá están como a tres metros de distancia.

Peter empujó lejos a Tacho, disgustado, pero su penetrante mirada se mantuvo. Tacho se encogió de hombros y puso el cuello de su camisa de nuevo en su lugar.

—Caray, ¿qué has hecho para molestar a Peter? ¿Golpear a su novia o algo así? —Agus se dejó caer en el sofá entre los dos.
—Agus, cállate —dijo Peter con los dientes apretados.
—Más bien como algo. —Tacho hinchó su pecho.
—Oh, mierda, tengo que escuchar esto. —Agus puso sus pies sobre el sofá y sonrió de oreja a oreja, con la cámara lista.
—La pequeña amiga acosadora de Peter no lo molestará más. Resulta que fue abandonada hoy. —Tacho se cruzó de brazos luciendo satisfecho de sí mismo.
—Peter, ¿dejaste a Lali? —Agus bajó su cámara, la confusión en su rostro. Peter habló lentamente, sus palabras medidas y su mandíbula apretada.
—No, no he hablado con Lali hoy. Tacho, es mejor que me digas que hiciste ahora o Dios me ayude, te romperé el maldito cuello. —Mantuvo a la fuerza sus manos en puños a los costados, no confiando en sí mismo.
—Esta mañana, mientras estabas corriendo, llamé a tu amiguita. —Tacho amaba las audiencias, incluso si sólo era Agus —. Le dije de lo aburrido que estás con ella y que quieres que se aparte. Para siempre—Tacho levantó una ceja, un desafío claro hacia Peter.

Los ojos de Agus se abrieron como platos por la sorpresa.

—Tacho, eres hombre muerto.
—Peter no tiene las pelotas para eso. Además, él prefiere ir a escribir una canción sobre eso, que arriesgarse a romperse una uña en su mano para tocar.
—Estás mintiendo. No te atreverías a llamar a Lali. —La rabia venció a Peter ante el pensamiento de la interferencia de Tacho.
—Hice más que atreverme, fui bastante convincente. ¡Incluso hice que la compañía telefónica cancelara su servicio!

Peter se lanzó a través de la mesa de café e hizo que un arreglo floral se estrellara contra el suelo. Se estrelló contra Tacho y lo dejó sin aliento, mientras golpeaban el suelo. Rodaron por el suelo de madera dura, mientras Peter golpeaba y trataba de inmovilizar a su hermano. Tacho se estrelló contra una mesa de teca, golpeándola junto con una lámpara decorativa que se hizo añicos con el impacto. Sordo a todo, excepto por su malicioso hermano, Peter exhaló cada respiración. Agarró a Tacho por los hombros y lo golpeó contra el suelo. Un ruido sordo sonó por el impacto de su cabeza contra la madera dura. Tacho ya no podía evitar los fuertes golpes de Peter. Peter lo inmovilizó y ciego de rabia entregó golpes directos.

Su cuerpo vibraba con un impulso nunca visto. Se dio cuenta el gusto a sangre en su boca por un golpe afortunado que Tacho logró darle. Pero no importaba nada más que el hecho de que Tacho había ido tras Lali y la había lastimado. Eso era imperdonable. Ella había sufrido demasiado, y esta vez fue por culpa de su hermano egoísta, y hambriento de poder. Iba a darle otro golpe cuando sintió que fue apartado de un tirón del combativo Tacho. Su papá y Roger hicieron todo lo posible para frenar a Peter. Su madre observaba con horror.

—Peter, ¿qué diablos está pasando aquí? ¿Estás loco? —bramó su padre.
—Jett, cálmate. No es bueno para tu corazón —imploró la madre de Peter, tomando a su padre por el brazo.

La respiración de Peter llegó en rápidas ráfagas fuertes, mientras la adrenalina recorría su cuerpo. Se resistió a la tentación de golpear a Tacho hasta el olvido. Lo último que quería era más problemas cardíacos para su papá. Se apartó de su agarre con un encogimiento de hombros.

—Claudia, estoy bien. —Su padre miró de Peter a Tacho, esperando una respuesta —. ¿Tacho, quieres explicar por qué Peter sintió la necesidad de luchar contigo sólo unos minutos después de que un equipo de cámara dejara la habitación?

El sonido de la cámara de Agus haciendo clic llenó el vacío. Él descansaba en el sofá, sin ninguna preocupación en el mundo. Una sonrisa despreocupada en su cara, capturó imágenes de la acción, disfrutando del drama.

—Agus, ¡baja la maldita cámara! Lo último que necesitamos es evidencia de este desastre —dijo su padre.
Tacho estaba en el suelo, con el pelo cuidadosamente estilizado en un desastre, y los inicios de un labio hinchado creciendo.

—Simplemente está un poco enojado porque llamé a Lali, y terminé con ella por él.
—¡No lo hiciste! — Su madre se giró hacia Tacho con incredulidad —. ¡Qué está mal contigo!

Por qué eso sorprendió a cualquiera de ellos, Peter no lo podía decir. Tacho hacía lo que sea que le fuera de más utilidad a Tacho.

—Alguien tenía que hacerlo. No es que no hubiéramos hablado de cuán perturbado ha estado Peter desde que empezó a salir con ella. —Tacho se puso de pie, su camisa rota fuera de su pantalón y arrugada, un hematoma empezando a formarse en su rostro —. Sólo soy el único que tiene las agallas para seguir adelante. —Se tocó el labio hinchado y se estremeció.

Peter no podía creer lo que oía. ¿Su familia hablaba acerca de su relación con Lali? Empujó su cabello hacia atrás con frustración.

—Claro, papá incluso estuvo de acuerdo. Dijo que la banda estaría mejor si perdieras el peso muerto.
—Tacho, eso es suficiente. —La voz de su padre era severo, pero Peter notó sus ojos culpables.

Peter se dio cuenta de que era verdad, estaban hablando a sus espaldas. Se volvió hacia su padre.

—¿Cómo pudiste hacernos esto a nosotros, a mí?
—Peter, cálmate —le ordenó su padre como si Peter todavía fuera un niño pequeño que no se salía con la suya, sin embargo, no lo miraba a los ojos.
—¡No, no me voy a calmar! —gritó Peter —. ¡Dejaste que Tacho hiciera esto! ¡No lo apartaste! —De todas las cosas manipuladoras que Tacho había hecho en los últimos años, esta era por mucho la peor. Su familia estaba interfiriendo en su vida. No podía creer que se volverían en su contra. Habían cruzado la
línea.

—Esta pequeña cosa con ustedes dos ha tenido el tiempo suficiente. Es hora de ponerte serio con tu música. Tenemos mucho por venir —dijo su padre.
—¿Qué quiere decir que ha tenido el tiempo suficiente? ¿Estás poniendo una cronología en mis relaciones?
—Difícilmente era una relación, hijo. Eres joven, saldrás con montones de chicas.
—No quiero montones de chicas, quiero a Lali, y SI, es un relación. Ella me entiende. No se preocupa de todo esto. —Agitó sus manos alrededor de los adornos de lujo de la habitación —. ¿Y desde cuando no soy serio con mi música? ¡No te atrevas a usar eso como una excusa! Nunca hemos sido tan buenos o exitosos como lo somos ahora.
—Así es, y ahora chicos tienen la oportunidad de llevar esto al siguiente nivel. No necesitas ningún tipo de distracciones.
—¿Oh, las llamadas a la línea caliente de Tacho después de cada espectáculo no son una distracción? —los acusó Peter.

Su madre lanzó una mirada sorprendida y decepcionada a Tacho. Negó con su cabeza. 

—Trataremos contigo más tarde. 
—¿Qué? Las mujeres me aman. —se jactó Tacho.
—¡Dios mío, papá! Lali no es una distracción, es mi cordura. —Había sido más feliz este último par de meses que nunca antes.
—Tienes a tu familia para tener cordura. Eso va a tener que ser lo suficientemente bueno —dijo su padre, señalándolo con el dedo.
—¿Estás bromeando? ¡Esta familia me está presionando hasta el borde! Estoy rodeado de ti día y noche. —Peter se paseaba por la pequeña área —. ¡Si no estamos encerrados en un estudio de grabación, estamos en ese maldito autobús! ¡Nunca tengo un momento para mí, una conversación telefónica privada o la oportunidad de escribir sin alguien interrumpiendo o dando sus opiniones!
—Peter, es suficiente —intervino su madre tratando de calmar su ira.

Dejó escapar un profundo suspiro.

—La quiero, mamá. —Miró a su papá, quien se alejó y puso los ojos en blanco, y luego a su mamá que le ofrecía una mirada de compasión.
—Cariño, ella no es lo que parece. —Colocó una mano sobre su hombro.
—¿De qué estás hablando? —Apartó su mano con un encogimiento de hombros.
—La madre de Lali tiene un historial policial —dijo.
—¿Qué? —Él negó con la cabeza —. ¡No, no! No lo tiene. — No podía creer lo que estaba oyendo. ¿De dónde venía esto y por qué su madre repite una mentira tan horrible?
—Peter, Roger tiene una copia historial policial para demostrarlo.
—¿Qué? ¿La hicieron investigar?
—Bueno, estabas gastando todo tu tiempo libre hablando con ella o yendo a verla. Nunca hemos conocido a la chica. Incluso tu hermano pensaba que la situación era un poco extraña —confesó.

Peter miró a sus hermanos. Agus disfrutaba del drama familiar, y Tacho lucía una mirada arrogante de superioridad.

—¿Desde cuándo escuchas a Tacho? Sólo está haciendo esto porque quiere algo. No puede soportar verme feliz.

Se volvió hacia su madre.

—Te equivocas acerca de la mamá de Lali.

Sus padres intercambiaron una mirada de preocupación. Peter necesitaba que ellos entendieran y conocieran la verdad sobre Lali.

—Su madre está muerta. Murió en un accidente automovilístico hace un par de años, por lo que verán, que no puede tener un historial policial. Es por eso que Lali está viviendo en Rockville con su tía. Lali ni siquiera es de Wisconsin.

Su madre lo miró con simpatía.

—Ella te ha dicho algunos cuentos chinos, quería gustarte. Estoy segura de que no quería hacerte daño.
—¡No me estás escuchando, ninguno de ustedes! Toda la familia de Lali estaba en el automóvil. Su hermana menor también murió ese día. Lali tiene cicatrices para demostrarlo. Después del funeral de su padre se desubicó y fue dejada conde su tía. No es culpa suya si su tía es una criminal. ¡Dios mío! — Levantó sus manos en el aire, frustrado más allá de la credulidad. Miró a cada miembro de la familia deseando que entendieran. La pena en el rostro de su madre, le dijo que ahora entendía.

—Roger se equivocó. Mamá, nunca deberías haber permitido que esto pasara. —Peter negó con la cabeza, se acercó a su madre y habló en voz baja —. Necesito hablar con ella, tengo que arreglar esto. No puedo ni imaginar lo que está pensando. Ni siquiera sé cómo localizarla sin ir a Rockville.
—Nadie va a ninguna parte —interrumpió su padre, cruzando sus brazos —. La gira europea está a punto de ponerse en marcha y ya estamos atrasados con el horario.

Su madre le acarició la espalda.

—No te preocupes, vamos a localizarla. Todo estará bien. Sé que parece terrible en este momento, pero te sentirás mejor mañana.
—No, no me sentiré mejor hasta que pueda hablar con ella y asegurarme de que sepa que estamos bien. —Gracias a Dios, mamá entendía. Siempre podía contar con ella en una crisis.

♫ ♪♫

Esa noche, Lali, que llevaba una camiseta holgada, vagaba por su dormitorio, sin poder dormir. No quería estar en la escuela y ahora tampoco quería estar aquí. Cuando llegó a casa, la tía Tinale dio el tratamiento del silencio, lo cual estaba bien. El acre hedor de la marihuana llenaba el aire. Una bolsa de marihuana estaba ubicada en el mostrador de la cocina como un gran elefante en la habitación. Lali supuso que ahora que los negocios de la tía Marge estaban al descubierto, ella no sentía la necesidad de ocultar nada.

La tarde avanzó como una lenta tortura hacia la noche. Más que nada, quería a Peter. No le importaba lo que dijo Tacho. A sus ojos Peter siempre sería perfecto. Lo amaría por el resto de su vida.

Se descompuso y trató de llamarlo, con la vana esperanza de que Tacho estuviera equivocado, pero su teléfono no tenía servicio. Tacho había cortado el servicio telefónico y como resultado había sacado a Lali de la vida de Peter. Había terminado. Sin vuelta atrás. Este teléfono llamativo no era más que una concha vacía. Toda la vida y el amor que contenía ahora oscura y muerta.

Su estómago gruñía de hambre, pero no se atrevió a bajar en busca de alimento. No confiaba en sí misma en torno a la tía Marge. Lo que realmente quería hacer era encender el granero en llamas y ver a su tía enloquecer mientras perdía lo único que le importaba yéndose con el humo.

Lali se dejó caer de nuevo en la cama, miserable, deseando poder dormir. Eran más de la once de la noche y su cuerpo no se daría por vencido. Alguna monstruosa adrenalina por la pérdida de Peter consumía su cuerpo. Se quedó mirando las sombras que la luz de la luna proyectaba a través de su habitación. Trató de bloquear todos los recuerdos dolorosos. Su mamá cubierta de cristales rotos. Su hermana conectada a máquinas que no podrían salvarla. Su padre grande y fuerte desmoronándose ante sus ojos. Su automóvil alejándose. Los recuerdos se transformaron en pensamientos igualmente dolorosos acerca de Peter, él cantándole en Glen Parfrey, la forma en que la sostenía en sus brazos y sus ojos mirando profundamente dentro de los de ella.

Un estruendo sonó abajo. Saltó en la cama y oyó otro ruido enorme, y luego voces gritando. Se sentó paralizada en su cama sin saber qué hacer. Escaleras abajo los gritos de su tía llenaban la casa.

Alguien estaba entrando a la fuerza en la casa.

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