Capitulo 17

Capitulo 17

—Mi mamá me lo dio después de un viaje que ella y mi papá hicieron.

Le gustaba cómo el cordón de cuero yacía contra la piel de Peter. Peter suspiró, su tono serio.

—Oh, Lali, ¿estás segura? —Sus ojos buscaron los de ella—. Es demasiado importante.

—Si no lo quieres, está bien, pero si lo haces, me encantaría que lo tuvieras. No creo que sea muy femenino, creo que era realmente pensado para un chico, pero mamá y yo pensábamos que era genial.

—Sí, lo quiero. —Cerró su mano sobre la de ella—. Y no es femenino en absoluto. Me preguntaba por qué siempre lo llevabas.

Lali le apretó la mano, feliz de compartir esta conexión. Consolidaba todo en su corazón y demostraba la bondad de Peter. A su mamá, él le hubiera gustado mucho.

—Ayúdame. —Peter se acercó.

Colocó la delgada cuerda de cuero alrededor de su cuello y unió el broche, luego dio un paso atrás. Satisfecha, asintió con la cabeza.
—Me gusta. —Su cuello parecía desnudo sin él, pero en Peter el colgante parecía perfecto, como si estuviera hecho sólo para él.

Peter tocó la figura contra su piel.

—A mí también. —Se inclinó y la besó, enviando pequeñas emociones a través de su cuerpo.

Dejaron atrás el río y deambularon por la calle principal, su brazo colgaba sobre el hombro de ella, y su cabeza descansaba contra el suyo.

—El pueblo es muy tranquilo. ¿Dónde están todos, un viernes por la noche?

—En el partido de fútbol. La ciudad prácticamente se cierra para el fútbol del viernes en la noche.
—¿Prefieres ir al partido?
—Dios no, ¿y pasar el rato alrededor de esos idiotas? De ninguna manera. Además, no tienes que preocuparte de ser reconocido. Toda persona menor de cuarenta años está en el partido.
—¿Qué los hace idiotas?
—Ellos siempre me trataron horrible. No nací y crecí aquí, así que eso me hizo una intrusa inmediata. Y mi tía es una chiflada total, así que eso no ayuda. Saben lo de mi familia. —Ella dejó de hablar durante un minuto. Peter la miró, su rostro era sincero—. No conocen los detalles, sólo que mamá murió y papá me dejó aquí.

Hablar de su familia dolía. Los extrañaba mucho. Su garganta se cerró.

—Oye, no estás sola ya. ¿Está bien? —Se detuvo, sus ojos se centraron en ella.

—Está bien. —Comenzaron a caminar de nuevo. Peter la rodeó y la sostuvo cerca.—De todos modos, la gente en esta ciudad son tan pequeños de mente, sobre todo en la escuela. Cualquier persona diferente es un marginado. Ya lo superé. —Deslizó su brazo por la cintura de él y enganchó el dedo pulgar en el borde de su bolsillo trasero. Se sentía bien pertenecer a algo de nuevo.

Después de la película, Peter los llevó de vuelta a la agobiante granja. Su instinto le dolía pensando en dejar a Lali con su tía fumadora de marihuana.

—¿Segura que estás bien ahí?

—Está bien. Estoy acostumbrada a ello. —Suspiró.
—Bueno, he estado pensando…
—Eso es peligroso —intervino su voz.
Alargó la mano y apretó la pierna de ella.
—¿Guardarías silencio? Esto es serio.
—Sí, señor —rió.
—En realidad hay dos cosas. —Devolvió la mano al volante—. Primero, creo que es hora de que te saquemos de aquí.

 Allí, lo había dicho.

—¿De qué estás hablando? —Se sentó derecha y se quedó mirándolo a través de la oscuridad.

—Es terrible para ti estar aquí. No tienes lazos con nada, excepto con tu tía psicópata. Suena como malas noticias, y sinceramente, estoy sorprendido de que tu padre te dejará con ella. —Lali se sentó en silencio y absorbió sus palabras. Él sabía que estaban cerca de casa—. Lo siento, eso fue cruel. Estoy seguro de que tu papá hizo lo que pensó que era mejor. —Peter no podía imaginar cómo un padre podría dejar a su propia hija. Si alguna vez perdía a Lali, se volvería loco. 

—Está bien, sé lo que quieres decir. Él no estaba en su sano juicio.
—El dolor es algo muy poderoso y ambos perdieron mucho. Escucha, tengo dieciocho ahora y quiero que vengas conmigo. Estarías más segura.

Lo había dicho. Finalmente. Peter podía imaginar la diversión que tendrían juntos y lo feliz que Lali estaría lejos de Rockville. Esperaba que ella estuviera de acuerdo.

Se quedó sentada, con los ojos abiertos. Abrió la boca para hablar y luego se detuvo. Casi podía ver las ruedas girando en su mente.

—Me encantaría escapar de esta ciudad y estar juntos 24/7, pero ¿cómo haríamos eso? ¿Dónde viviría? ¿Iría de gira contigo? —Lali preguntó las mismas preguntas que rodaban en torno a su mente.

—No lo he averiguado, pero estoy trabajando en ello.
—No me malinterpretes, me encantaría irme contigo, pero de alguna manera no creo que tu familia estuviera muy entusiasmada acerca de una chica extraña apareciendo. ¿Qué pasa con la escuela? Y ¿qué pasa con mi papá? Va a regresar.

Peter quería decir que si no había regresado durante el último año, no era probable que volviera pronto, pero se lo guardó para sí mismo.

—Lo sé, hay mucho en que pensar, estás en una mala situación, rodeada de gente que no se preocupa por ti, pero yo me preocupo, y te quiero conmigo. — Alcanzó su mano y la sostuvo con firmeza—. Tengo mucho dinero, debería ser bueno para algo. Tal vez pueda ayudar a sacarte de aquí.

—Eso es lo más lindo que alguien me ha dicho alguna vez. —Sonaba optimista—. Di la palabra y me voy de aquí. Estoy tan feliz que podría llorar, pero ya he hecho bastante de eso por un día.
—Bien, no creo que pueda tomar más lágrimas. Cuando vives en una casa con cuatro chicos, llorar no existe. Tacho me hizo superar eso cuando tenía tres años.
—Entonces, ¿cuál era la otra cosa que querías decirme?

Peter no podía esperar a decírselo a ella.

—Creo que deberíamos ir a tu Baile de Bienvenida. —Vio su reacción.

Lali se le quedó mirando con la boca abierta.
—Estás loco. Acabas de estar de acuerdo con que no tengo nada aquí y, ¿ahora quieres ir al Baile de Bienvenida en Rockville?
—¿Por qué no? Nunca tuve la oportunidad de ir a un baile de la escuela y es algo que todo el mundo debería hacer una vez. Sería normal. Yo nunca puedo ser normal, y piensa cuan sorprendidos estarían de verte conmigo.
—¿No estamos un poco saturados de nosotros mismos? —dijo ella—. En realidad estarían sorprendidos de verme con una cita. Diablos, estarían sorprendidos de verme después de las cinco.
—Entonces es una cita. —Quería a Lali a su lado. Quería mostrarle al mundo su hermosa novia.
—Creo que estás loco. ¿Cómo sabes siquiera si puedes hacerlo? ¿Qué pasa si tienes un concierto o algo?
—Si tengo un concierto, entonces obviamente no va a funcionar. Creo que vamos a tener que colarnos en algún otro baile escolar. Consigue la fecha y lo resolveremos desde allí.
—Voy a tener que lidiar con el asunto de la tía loca. No estoy segura de cómo esta noche va a terminar. Podría estar encerrada en la torre del castillo durante el próximo mes.

—Entonces vendré a rescatarte. —Y lo haría. En cualquier lugar. En cualquier momento.
—Genial.

Peter pasó por delante de la entrada a la reserva.

—¿Adónde vas? Necesitas dejarme.

—No te voy a dejar en los bosques por la noche. Supongo que el lugar de tu tía esta adelante.
—Sí, pero no vayas allí. Déjame en la esquina, no quiero que ella te vea.
—No. —Giró al lado del camino que llevaba a la vieja casa de la granja y lentamente se detuvo en la entrada de grava, luego enfrentó a Lali. 

—Esta fue la mejor noche de mi vida, ¿sabes? —dijo ella.
—Para mí también. —Sonrió. Su cita eclipsaba por mucho cualquier concierto que jamás hubiera tocado. Se inclinaron juntos, él puso su mano detrás de su cuello, la sostuvo gentilmente y le dio un beso de buenas noches.

La puerta de Lali se abrió de golpe, la luz inundó el Jeep. Una mujer enloquecida, que debe ser su tía, los miró. La parte blanca de sus ojos se destacó al lado de sus dientes amarillentos. Lali se encogió y se apartó.

—¿Dónde has estado? —chilló. 

+5