miércoles, 10 de abril de 2013

Capitulo 81


Capitulo 81

Me desperté cuando sentí a alguien subiéndose a la cama. Abrí los ojos atontada y eché un vistazo para ver a Peter metiéndose en la cama conmigo. Rompí en llanto y arrojé mis brazos alrededor de él. Nunca había estado tan feliz de ver a nadie en mi vida. Él me abrazó con fuerza, acariciándome el cabello, meciéndome suavemente mientras presionaba sus labios contra mi cuello, de la manera que siempre hacía cuando yo estaba alterada. Metí mis manos en su cabello y no quise soltarlo nunca. Jamás lo quería lejos de mí otra vez.

—Todo está bien ahora, Ángel. Todo está bien. ¿Cómo te sientes? —preguntó en voz baja mientras se echaba hacia atrás para mirarme. Sus hermosos ojos verdes me miraban preocupados. Sonreí y lo besé, presionándome apretadamente contra él. Sonrió contra mis labios y retrocedí.
—Estoy bien. Contenta de verte —prometí, recorriendo su hermosa cara con mis manos. Se pasó la mano por el cabello, sólo mirándome tiernamente durante un par de minutos.
—Nico me dijo lo que hiciste —dijo, su cara volviéndose dura.
Tragué saliva e hice una mueca.
—Lo siento, tenía que hacerlo —murmuré en tono de disculpa.

Hundió la cara en el costado de mi cuello.

—No voy a gritarte, si eso es lo que estás pensando —respondió, riéndose entre dientes contra mi piel. Dejé escapar el aliento que no me di cuenta que estaba conteniendo y me relajé. Se alejó para mirarme—. Aunque estoy seriamente enojado contigo. No me gusta que hayas hecho eso, pero no necesitas que se te añada más presión de la que ya tienes. Ya has pasado por mucho —dijo con tristeza, su mano deslizándose hacia abajo para descansar sobre mi estómago ahora vacío—. Sólo voy a decir esto; nunca te pongas en una situación así de nuevo. Jamás te pongas en peligro otra vez. No me importa cuál sea la razón; no es una razón lo suficientemente buena para que salgas herida. ¿Me entiendes? — gruñó.

Asentí, pude ver que hablaba en serio; estaba dementemente enojado, también quería decir mucho más de lo que dijo, pero no lo estaba debido al bebé.

—Entiendo. —Asentí, sonriendo con aire de culpabilidad—. Te amo, Peter, mucho. —Él era lo más importante para mí. Toda esta situación me demostró cuanto lo amaba, haría cualquier cosa por él, incluso enfrentarme a mi peor pesadilla.
—Te amo también, Ángel —susurró, inclinando la cabeza y besándome suavemente. Para el momento en que se apartó los dos estábamos un poco sin aliento.
—Peter, ¿puedo preguntarte algo? —murmuré mientras él se acomodaba en la cama junto a mí. Asintió, tomando mi mano y entrelazando sus dedos con los míos—. ¿Todavía quieres estar conmigo? Contéstame con sinceridad. Después de que perdí el bebé y todo,  ¿todavía me quieres? —pregunté, mordiéndome el labio, aterrada de que dijera que no.
Me miró como si estuviera loca.
—Ángel, siempre te he querido. Siempre te querré. Siempre —dijo con fiereza.

Sonreí, con la felicidad burbujeando dentro de mí. Muy bien, pregúntale, vamos Lali puedes hacerlo.

—Cuando nos enteramos que estaba embarazada dijiste que estabas pensando en pedirme que me mudara a Boston contigo —empecé nerviosa.
Asintió con la cabeza.
—Sí. —Se veía un poco confundido respecto a dónde iba esta conversación.
—Boston es una maravillosa oportunidad para ti, ¿no? Y si pudieras harías cualquier cosa para ir allí, ¿verdad? —pregunté, necesitando confirmación antes de preguntarle.
Parecía aún más confuso.
—Sí, pero está bien, quiero quedarme aquí contigo. Eres lo más importante en el mundo para mí —respondió, besando mi sien suavemente.
Sacudí la cabeza, esa no era la respuesta que quería.
—Peter, responde a esto honestamente, no pienses en mí. Lo mejor para tu carrera es Boston, ¿no es así?
Asintió con la cabeza.
—Sí, pero… —comenzó. Puse mi mano sobre su boca para detener su respuesta.
—Quiero ir contigo, si todavía quieres que lo haga. Antes dijiste que querías pedirme que fuera contigo. ¿Todavía quieres eso? —pregunté, mirando su cara sorprendida, él no esperaba eso en absoluto. No respondió; seguía mirándome, con la boca abierta—. Peter, ¿quieres que vaya contigo? —repetí, apretándole suavemente la mano.
—¿Harías eso por mí? —preguntó, mirándome con tanto amor que hizo que mi corazón se derritiera.
Asentí.
—Sí, te seguiría a cualquier lugar si me lo pidieras.
—Pero estarías dejando mucho atrás, Ángel. Tu escuela. Tus amigos. Nico. Tu casa —susurró, ahuecando suavemente mi mejilla inflamada.
Asentí con la cabeza.
—Sí, pero lo haría para estar contigo, de modo que hace que todo valga la pena. —Me encogí de hombros.
—¿Cómo demonios conseguí una chica como tú? —preguntó, acariciando suavemente mi mejilla con su pulgar.
—Tal vez fuiste un asesino en una vida anterior —bromeé, haciéndolo reír.
Asintió.
—Asesino serial —bromeó, haciéndonos reír a los dos de nuevo. Se inclinó y me besó con tanta suavidad y ternura que me hizo sentir la chica más especial y más afortunada del mundo.

Se apartó del beso demasiado pronto para mi gusto.

—¿Te mudarías a Boston conmigo, Ángel? —preguntó.
Sonreí y lo abracé fuerte.
—Me encantaría, Peter.

Necesitaba un nuevo comienzo. Habían pasado tantas cosas aquí que necesitaba irme y comenzar de nuevo. Necesitaba olvidar todo y mirar hacia el futuro, mi futuro con Peter.

3 comentarios :