jueves, 4 de abril de 2013

Capitulo 67

Capitulo 67

Las cosas habían sido muy tensas durante la última semana entre Vico y yo. Sabía que él sabía sobre lo que mi padre nos había hecho, bueno, una parte de cualquier modo. Nico me aseguró que no le dijo demasiado acerca de mí porque sabía que no querría a gente sabiendo acerca de eso. Le había dicho a Vico que no quería hablar acerca de nada de eso, lo que él respeto. Parecía pasar el rato con Nico y Peter más de lo que lo hacía conmigo y Cande en el momento. Siempre estaban fuera hablando en silenciosos susurros, y pararían en cualquier momento en que yo estuviera cerca. Me pregunté si estarían hablando de mí, pero para ser honesta realmente no quería saber. No quería volver a hablar acerca del hombre nunca más, así que si eran felices de hablar sobre mí y dejarme fuera de ello, entonces bien.

Cuando me desperté el viernes por la mañana, Peter ya estaba despierto y vistiéndose silenciosamente.

—Oye, ¿estás haciendo la caminata de la vergüenza? —bromeé, preguntándome por qué se estaba escabullendo de mi cuarto. Nunca se levantaba antes que yo.

Se rió y se puso su camiseta antes de trepar de nuevo a la cama. Enganché mis dedos en las presillas del pantalón, tirándolo más cerca de mí.

—La única vergüenza que tengo es que tengo que salir de tu cama. Felizmente me quedaría en la cama contigo para siempre, pero tengo algo que necesitó hacer hoy así que me tengo que ir. —Me besó suavemente, causando los acostumbrados pequeños revoloteos en mi estómago que sus besos evocaban en mí. ¿Algo que necesitaba hacer? ¿De qué trata?
—¿Qué necesitas hacer, chico amante? —pregunté, jalándolo más cerca de mí, deteniéndolo de que se levantara.
Sonrió y rodó en su espalda, tirándome encima de él.
—Nada interesante. Sólo necesito hacer algo acerca de la universidad eso es todo —replicó, viéndose incómodo. ¿Me estaba mintiendo? Miré a su rostro, sus ojos estaban un poco estrechos, definitivamente se estaba viendo incómodo acerca de algo.
—Peter, ¿algo está mal? —pregunté preocupada. Oh mierda, ¿está viendo a alguien más o algo?
Sonrió y enredó sus dedos en mi cabello.
—Nada está mal. No preocupes a tu linda cabecita acerca de nada. Es sólo un par de reclutadores que quieren encontrarse conmigo, y este era el único momento en que podían venir —explicó, aún viéndose incómodo.

Asentí, obviamente tenía algo que estaba tratando de mantener en secreto de mí, me diría eventualmente. Confiaba en él. Estaba segura de que no me engañaría, que había sido un pensamiento estúpido del momento. Sabía que me amaba. Me incliné hacia adelante y lo besé, alejándome para morder su barbilla, amaba cuando hacia eso. Sus manos se apretaron en mi cintura mientras su respiración empezaba a acelerarse; sonreí y mordí el lóbulo de su oreja.

Gimió.

—Ángel, necesito irme. No me provoques —se quejó.
Sonreí contra su cuello y me incorporé, haciendo pucheros, decidiendo tener algo de diversión con él antes de que se fuera. Suspiré dramáticamente.
—Está bien, bueno supongo que sólo tendré que ducharme sola entonces.
Gimió de nuevo.
—Ángel, no me hagas eso, no es justo tú sabes —gruñó, frunciendo el ceño.
No pude evitar reírme ante su lujuriosa expresión mientras trepaba fuera.
—Bueno, diviértete con los reclutadores. Ve e impresiónalos con tus asombrosos talentos, chico amante —instruí, besándolo suavemente de nuevo.
Cepilló mi cabello detrás de mi oreja.
—Te amo. Te veré después de la escuela.
Fruncí el ceño. ¿No va a ir a la escuela?
—¿No vas a venir a la escuela después? —pregunté, decepcionada que no podría verlo mucho hoy.
Suspiró y sacudió su cabeza.
—No, sin embargo te veré después —contrarrestó, besándome de nuevo mientras salía de la cama.
—¿Peter? —lo llamé justo cuando estaba apunto de salir por la puerta. Se detuvo y me miro, curioso—. También te amo, y buena suerte con los reclutadores. Sólo recuerda, ellos tendrán suerte de tenerte, no al revés —dije honestamente.

Los reclutadores estaba tropezando sobre si mismos por Peter, no necesitaba trabajar muy duro para impresionar a la gente, sus habilidades hablaban por si mismas. Sonrió y me guiñó antes de dirigirse fuera por la puerta.

Me duché y salí para tomar algo de desayuno; Nico estaba sentado ahí con pijamas incluso aunque era casi tiempo de irse.

—Hey, será mejor que te apures o llegaremos tarde —lo regañé, frunciendo el ceño ante el pensamiento de una detención.
Sacudió su cabeza.
—No me estoy sintiendo bien, así que no iré. Le pedí a Pablo que te llevara porque Peter está con los reclutadores —dijo en voz baja.

Nico difícilmente se enfermaba alguna vez. Caminé hacia él un poco preocupada, y puse mi mano sobre su frente. No se sentía caliente o algo.

—No creo que tengas temperatura. ¿Qué está mal? —pregunté, preocupada.
—Me siento enfermo eso es todo. Voy a volver a la cama. Pablo estará aquí en quince minutos —replicó, parándose y dirigiéndose al pasillo.
—¿Quieres que te traiga algo, Nico? —pregunté.
Meneó la cabeza.
—Estaré bien, La. Te veo después. —Agitó la mano sobre su hombro y desapareció dentro de su cuarto.

6 comentarios :

  1. simplemente gracias por subir :)!! esperando el prox!

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  2. Sigo desde el celuu suele otro

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  3. Cuando comento desde el celular no llegan o si??

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  4. mmmm no se no se! hay algo raro, ojala que no le pase nada a nico aunque me parece que tiene mal de amores ajjaja! Quiero mucho laliter ajja!besos!Giu

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  5. Dios!! Estos tres van a hacer algo en contra de su papá... Estoy segura, solo espero que no dejen evidencias, seria muy triste si terminan de arruinar su vida por culpa de ese maldito hombre TT^TT

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