lunes, 8 de abril de 2013

Capitulo 75

Capitulo 75

—¿E…embarazada? —tartamudeó Nico. Peter asintió, mirándome con preocupación.
—Voy a hacerte pagar por esto, ¡pequeña mierda! —gritó mi padre desde la puerta. Nico y Peter ambos se movieron para levantarse pero yo tomé la mano de Peter, no quería estar sola de nuevo.
—Sal de aquí antes de que te mate yo mismo, y si ella pierde su bebé lo juro por Dios, estás muerto —gruñó Nico venenosamente.
—Nico, por favor —susurré, sin querer más problemas.
—¿Bebé? ¿Está embarazada? La pequeña zorra —gruñó mi padre.

Peter estaba tan enojado que todo su rostro estaba rojo cuando se movió para levantarse una vez más. Justo en ese momento pude oír las sirenas aumentando haciéndose más intensas. El rostro de Peter voló al mío, sonrió débilmente.

—Está bien ahora, Ángel, la ayuda llegó. Todo va a estar bien —dijo suavemente. Levanté la mirada para ver que mi padre se había ido; Nico estaba de pie en la puerta esperando la ambulancia.

Peter me estaba mirando, sus hermosos ojos Verdes apretados con preocupación. Lo amaba tanto, ¿cómo me las voy a arreglar cuando él me deje y se vaya a la universidad, y todo lo que me quede sea lo que podría haber sido?

El paramédico se acercó con Nico.
—¿Qué sucedió? —le preguntó a Peter.
—Está embarazada. Ángel, ¿te golpeaste el estómago o algo? —preguntó Peter, sosteniéndome la mano con fuerza. Asentí, asustada de moverme en caso de que el dolor se pusiera peor, no podía soportar mucho más.
—¿Cuán avanzado está el embarazo? —preguntó el paramédico.
—Cinco semanas —respondió Peter, mirándolo en forma suplicante.
—De acuerdo. Bueno, te llevaremos al hospital; te revisaré en la ambulancia. ¿Te duele en otro lugar, Lali? —preguntó el paramédico.
—Me duele la espalda, y las caderas. —Hice una mueca cuando me guió para que yaciera sobre la espalda.

Él asintió.

 —Eso puede suceder a veces. Parece que podrías tener un aborto —dijo en tono de disculpas. Asentí mostrando mi acuerdo. Ya sabía eso, no había manera que no estuviera teniendo un aborto, esto era demasiado doloroso para ser otra cosa. Peter sostuvo mi mano todo el camino, sólo mirándome, sin hablar. Su rostro era la imagen del dolor. Él estaba sufriendo mucho; podía ver el dolor en sus rasgos mientras me miraba. No me iba a perdonar.

Cuando llegamos allí fui llevada en una camilla a un pequeño cubículo y un doctor vino casi inmediatamente.

—De acuerdo, Lali, voy a tener que mirar y ver si tu cérvix está abierto —explicó, poniéndose unos guantes. 

Miré horrorizada a Peter, apretando su mano con más fuerza.

—Shh, todo está bien. Estoy aquí. Todo está bien —me calmó, frotando su mano libre suavemente contra mi rostro. Grité cuando el dolor me atravesó, hacienda que nuevas lágrimas cayeran mientras el doctor hacía su examen. Peter las besó suavemente, mirándome, con el corazón roto.
—Lo lamento, pero tu cérvix está abierto, estás teniendo un aborto. Necesitamos hacer un procedimiento para apresurar las cosas. Sólo tienes cinco semanas así que ésta es la manera las rápida y segura —dijo el doctor, arrojando lejos sus guantes manchados de sangre.
—¿Qué procedimiento? —preguntó Peter.
—Se llama EPCR. En un proceso quirúrgico. Necesitará ser hecho bajo anestesia general y retirará todos los rastros del embarazo —explicó, mirándome con un poco de tristeza. ¿Proceso quirúrgico?

—¿Eso es seguro? —preguntó Peter, apretando mi mano con más fuerza.
El doctor asintió.
—Es la forma más segura. Podríamos dejar que se expulsara solo durante la siguiente semana aproximadamente, pero eso podría tener un alto riesgo de infección. Es mejor para Lali si lo sacamos rápidamente.

Asentí. Quería que esto terminara; no quería estar sangrando abundantemente por una semana, especialmente si era así de doloroso todo el tiempo. Peter me miró, esperando porque yo tomara la decisión.

—De acuerdo —murmuré, cerrando los ojos.
—De acuerdo, bien, iré y me aseguraré de que haya un quirófano libre. Es un proceso muy rápido. Volverás aquí después —afirmó el doctor, asintiendo hacia Peter mientras se iba rápidamente.

Sorbí por la nariz y me volví hacia Peter.

—Lo lamento tanto, Peter, esto es todo mi culpa.
Él jadeó, y sacudió la cabeza con fiereza.
—¡Podrías dejar de decir eso! No es tu culpa, Ángel. Deja de culparte. Ese imbécil te hizo esto, no tú. —Si inclinó y me besó la frente con suavidad.
—No. No debería haber dejado tu casa. Me dijiste que me quedar allí. Debería haberte escuchado, y ahora he matado a nuestro bebé —sollocé, sintiendo mi corazón romperse una vez más.

Él salió cuidadosamente de la cama y me envolvió con sus brazos, intentando no moverme.

—Nada de esto es tu culpa; tú no mataste al bebé, Ángel. Es sólo una de esas cosas. Sabes que soy un firme creyente en que todo sucede por una razón; no se suponía que tuviéramos este bebé. No tienes la culpa. Si alguien tiene la culpa, ese soy yo, si no le hubiera dicho que saliera de encima de ti él podría no haberte golpeado —dijo quedamente. Sacudí la cabeza y sepulté mi rostro en su pecho, aferrándome a él con fuerza, esto no era su culpa, nada de esto era su culpa—. Te amo —susurró una y otra vez en mi oído, hasta que el doctor volvió y me llevó al quirófano.

Peter caminó junto a mi cama hasta que llegué al cuarto y no se le permitió entrar más. Me besó suavemente, los ojos brillantes con tristeza y dolor.

—Estaré aquí cuando despiertes. Te amo más que a nada —me prometió. Sonreí ante sus palabras. Él todavía me amaba, todavía me quería. Sólo esperaba que no estuviese diciendo esas cosas porque yo estaba disgustada o dolorida. Recé porque él realmente todavía me quisiera después de lo que había hecho.

Peter

Tan pronto como ella pasó esas puertas y estuvo fuera de mi vista, me hundí en el piso y puse la cabeza en mis manos. Todo mi cuerpo dolía. Ella tenía tanto dolor y no había nada que yo pudiera hacer. Habíamos perdido al bebé, y por alguna estúpida razón ella se culpaba porque ese idiota lo hiciera. Apreté mis manos en puños, presionándolos contra los ojos, intentando no pensar en él. Más pensaba en él, más quería salir de aquí y arrancarle la cabeza; pero no podía hacer eso. Necesitaba estar aquí para mi chica cuando ella despertara. Ella no necesitaba nada más de que preocuparse ahora mismo.

Creía lo que le había dicho antes. Si se suponía que debíamos tener ese bebé, entonces así hubiera sido. Ella no lo hubiera perdido si así hubiera debido ser. Siempre había creído que todo sucedía por una razón – pero eso no hacía que perder este bebé doliera menos. Un pequeño, perfecto bebé que había imaginado luciría justo como su mamá en todos los aspectos. Cerré los ojos y apoye la cabeza contra la pared, esperando que ella saliera. Apenas noté cuando Nico vino y se sentó junto a mí, pasando un brazo por mi hombro.

—Lo perdió —murmuró.
El brazo de Nico se apretó alrededor de mis hombros.
—Sí. Estará bien, Peter —me aseguró, apretando mi hombro.

Estaba sorprendido de que no me estuviera pateando por haber dejado embarazada a su hermanita, pero para ser honesto, no podía importarme menos. Él no podía causarme más dolor del que ya sentía, la única que podía lastimarme así era mi Ángel. Ella era la única que tenía el poder de matarme.

Después de alrededor de cuarenta minutos la sacaron de la cirugía, todavía dormida por la anestesia. Me puse de pie de un salto, mirándola.

—¿Está bien? —pregunté desesperadamente, dando saltos alrededor de la cama mientras la empujaban por el corredor.

—Todo salió bien. Sacamos todo. Estará bien. Podría comenzar a despertarse de la anestesia en una hora. La mantendremos aquí durante la noche, y la dejaremos ir mañana en algún momento de la tarde. Tendrá que estar tranquila por un día o algo —confirmó el doctor. Asentí y la seguí hasta su cuarto, sentándome junto a su cama, sosteniendo su mano con fuerza. Nico y yo nos sentamos en silencio junto a la cama, no había nada que decir, nada que pudiera mejorar esto.

58 comentarios :

  1. LLORO !!! MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS POR FAVOOOOOOOOOOR !

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  2. lo perdio :( pobre lali y peter

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  3. firmen put.as firmennnnnn

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  4. maaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  5. massssssfirmennnnnnnnn

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  6. otro otro otro otro

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  7. maaaaaaaaaaaaaaaaaaas

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  8. Ay que triste se volvio la historia..espero mas!besos!Giu

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