martes, 9 de abril de 2013

Capitulo 78

Capitulo 78


Me recosté en la cama e intenté calmarme. No podía demasiado alterada cuando Nico viniera, de otro modo no querría dejarme sola. Yací allí, contando las losas de espuma en el techo, intentando no pensar en algo más. Llegué a 867 antes de que Nico entrara corriendo a la habitación. Lucía realmente cansado y estresado. Apostaría mi último centavo que no había dormido muy bien anoche. Me atrajo a un abrazo suavemente e intenté no estremecerme mientras lastimaba mi estómago y caderas.

—Mierda, La, esto es malo. —Sacudió su cabeza, luciendo ambos enojado y preocupado al mismo tiempo. Asentí; necesitaba sacarlo de aquí rápido.
—Nico, necesito que vayas a la estación de policía y veas si hay algo que puedas hacer por Peter. No me dejarán salir hasta esta tarde, así que no puedo ir —ordené, presionando su mano.
Él asintió, luciendo preocupado.
—¿Estás segura de que no quieres que me quedé aquí contigo por un rato? ¿Estás bien?
Asentí y sonreí débilmente.
—Sólo necesito que Peter esté bien. Así que si puedes hacer eso por mí, Nico — pedí, asintiendo hacia la puerta. Me abrazó de nuevo.
—Bien. Te llamaré si escucho algo. —Besó la parte superior de mi cabeza y puso un bolso con mi ropa en el suelo junto a mi cama—. Si te dejan salir, llámame y vendré a buscarte y te llevaré a casa —dijo severamente.
Asentí y lo atraje a otro abrazo para no tener que mentirle a la cara.
—Bien. Por favor anda a ver si puedes hacer algo —rogué.
—Cierto. Te veré en un rato. —Sonrió de modo tranquilizador antes de girarse y correr fuera de la habitación.

Le di un minuto para irse antes de que apretara el botón de llamada en la muralla. Una enfermera entró en un minuto.

—Hola, ¿cómo te estás sintiendo hoy? ¿Necesitas más analgésicos? —preguntó, sonriendo amablemente.
Sacudí mi cabeza.
—No, necesito darme de alta. Mi hermano fue a buscar el auto. Mi mamá ha tenido un accidente. Necesito irme —mentí, balanceando mis piernas fuera de la cama.
—Lali, no puedes sólo irte, tuviste una cirugía ayer —frunció el ceño.
—El doctor dijo que podía irme a casa esta tarde. Son sólo unas pocas horas antes —repliqué, agarrando el bolso que Nico trajo y comenzando a ponerme mi ropa, estremeciéndome levemente mientras me movía.
—¡Lali, no deberías salir de la cama todavía! Aún si eres dada de alta esta tarde sería para estar en cama por un par de días —explicó, frunciéndome el ceño.
—Mira, aprecio tu preocupación, pero me iré de este hospital ahora. No puedes mantenerme aquí en contra de mi voluntad. Conozco mis derechos. Puedo darme de alta temprano siempre que firme una forma diciendo que me voy contra las órdenes del doctor para que no pueda demandarlos después —dije severamente. Ella comenzaba a molestarme; no tenía tiempo para esto.

Me miró un poco sorprendida antes de asentir.

—Iré a buscar un doctor —murmuró, dirigiéndose a la puerta.
—Dígale que traiga las formas con él, no tengo tiempo para esperar —solicité, mordiendo mi labio. Estaba ansiosa para terminar con esto; necesitaba a Peter fuera de problemas, ahora. Terminé de vestirme y guardé mis cosas y me senté en la cama, impacientemente observando la segunda manilla del reloj avanzando.

Finalmente, luego de lo que se sintió por siempre pero probablemente como tres minutos, un doctor entró mirándome severamente.

—Lali, no recomiendo que dejes el hospital todavía —declaró. 
Sacudí mi cabeza.
—Mi mamá ha tenido un accidente; necesito ir con mi hermano. Está en el auto esperándome, necesito irme ahora. Sólo muéstreme dónde firmar. —Asentí hacia el sujetapapeles en su mano.

Él suspiró y me pasó la forma apuntando el final.

—Básicamente es un permiso, diciendo que te he recomendado quedarte en el hospital y te estás yendo en contra de mis órdenes —explicó mientras firmaba mi nombre en los tres lugares que apuntó. Asentí y se lo devolví, agarrando mi bolso—. Necesitas tomarlo con calma, Lali. Si comienzas a sentirme mareada o débil, regresa. Si comienzas a sangrar mucho o tienes dolores fuertes, más fuertes que los normales calambres menstruales, tendrás que volver inmediatamente — ordenó, mirándome preocupado.

Asentí confirmando.

—Lo haré. Necesito irme. Gracias por cuidarme —repliqué, ya haciendo mi camino hacia la puerta. No me detuve para mirar atrás; caminé lo más rápido que pude hacia la parada de taxis y salté en el primer taxi disponible, dándole la dirección de mi padre.

Tomé mi teléfono y revisé la batería, haciendo un nuevo grupo familiar con Nico, Peter, Vico, Melody, y el teléfono de mi mamá en él.

Escribí un mensaje para Nico, listo para enviarlo cuando llegara allá. Adiviné que serían como quince minutos de manejar rápido de la estación de policía a la casa de mi padre, lo que sería lo suficiente para hacer que mi padre quitase los cargos y que Nico llegase antes que algo sucediera. Al menos, esperaba que lo fuera.

Cuando el taxi se detuvo afuera de su casa estaba tan nerviosa que mis manos estaban temblando.

—¿Estás bien allí, cariño? —preguntó el conductor, mirándome preocupado.
—Sí, estoy bien. Gracias —murmuré, pasándole el dinero, tomando profundas respiraciones para intentar y calmarme. Cierro la puerta del taxi y le envío a Nico el mensaje que tenía ya escrito:

           “Estoy en lo de papá. Por favor ven a buscarme, ahora.
                      NO ME REGRESES LA LLAMADA. Lali x”

28 comentarios :

  1. ++++++nove+++++nove+++++nove+++++nove

    ResponderEliminar
  2. que nico lea el mensaje

    ResponderEliminar
  3. ojala queden bastantes

    ResponderEliminar