lunes, 8 de abril de 2013

Capitulo 74

Capitulo 74

Lali

Oí el coche estacionar, así que di un salto y corrí hacia la ventana. Me estremecí cuando lo vi salir del coche y caminar furioso hacia la casa. Me sentí enferma. No podía dejarlos hacer esto, se iban a meter en tantos problemas. No podría soportar perder a ninguno de ellos.

No quería que Nico se metiera en problemas, pero en serio me mataría si Peter estaba en problemas por esto.

Mordí mi labio, pensando. Tal vez podría ir y ser otro testigo, entonces de esa manera cuando él empiece algo primero podría decir que fue en defensa propia también. Otro testigo ayudaría sin duda a su caso. Oh, mierda, ¡Peter me va a matar por esto! Salí corriendo de su casa hacia la mía. Podía oír gritos provenientes de adentro y me detuve, sentí el temor familiar que siempre sentía cuando era una niña. No podía moverme del lugar, era como si estuviera congelada. Podía oír su voz, gritando, y me helaba la sangre —pero esos eran Nico y Peter allí, siempre estaban cuidando de mí, siempre. Podía hacer esto por ellos, todo lo que tenía que hacer era presenciar como él lanzaba el primer golpe.

Me acerqué a la puerta, no estaba cerrada, sólo la empujé.

—¡Esto es todo por tu maldita culpa! Tú y Lali tenían que abrir sus sucias bocas y decirle a Victorio lo que pasó. Has arruinado todo para mí, todo, pedazo de mierda. Debería haber empujado a tu jodida madre por las escaleras o algo así, cuando me dijo que estaba embarazada de ti —gritó mi padre enojado.

Gemí a causa de las horribles palabras que acababa de decirle a mi hermano. Mi padre siempre fue una desagradable pieza para trabajo, pero eso fue bajo, incluso para él.

Escuché una explosión y un gemido, así que abrí la puerta, para ver a Peter sosteniendo a Nico, tratando desesperadamente de mantener a Nico lejos de mi padre, que estaba parado contra la pared, mirándolos con rabia.

—¡Así no! Nico, ¡así no! —gritó Peter, a Nico mientras lo sujetaba en sus brazos.

Nico no estaba calmándose. Su rostro estaba rojo de ira, lo único que podía detenerlo cuando estaba así, era yo. Odiaba verme alterada ni algo, era tan sobreprotector.

—¡Nico, cálmate! —supliqué desesperadamente.

Él dejó de moverse, Peter lo apartó y me miró sorprendido y un poco asustado. Se movió hacia mí y vi a mi padre, moverse al mismo tiempo, estaba mucho más cerca de mí que Peter, y estaba bloqueando su camino. Ni siquiera tuve tiempo de alejarme antes de que agarrara mi muñeca, apretándola fuerte, su cara enojada y roja. Me estremecí mientras me apretaba más fuerte haciendo al dolor disparar por mi brazo. Intenté sacar mi brazo con rapidez, pero él no lo soltaba.

—¡Tú! ¡Tú maldita arruinaste todo! —me gritó, hundiendo sus uñas en mi piel. No podía respirar.
—¡Déjala ir, ahora! —ordenó Peter, luciendo tan enojado que realmente me asustó.
Mi padre se volvió hacia él, aun sujetándome con fuerza.
—¡Vete a la mierda! Es mi hija —le espetó él, tirando de mi brazo, haciéndome perder mi equilibrio y tropezar más cerca suyo. Podía oler el alcohol en su aliento, haciéndome sentir enferma. Giré y tiré de mi brazo, tratando de liberarme. Todavía no me dejaba ir, así que puse mi mano sobre su pecho y lo empujé tan fuerte como pude. Él no se movió ni un centímetro. Vi su mano moverse y cerré los ojos sabiendo que me iba a golpear.

Su mano conectó con mi cara, haciéndome sentir como si mi cabeza hubiera explotado. Me caí hacia atrás y me estrellé en el aparador. Dolor como nunca había sentido en mi vida se disparó a través de mi estómago y mi espalda baja. Era como si alguien me hubiera apuñalado. Me aferré al aparador, tratando de mantenerme
en pie mientras siseaba a través de mis dientes. Nico pasó por encima y me agarró tirando de mí hacia abajo sobre el piso, sentándonos abajo apoyándonos en el aparador.

—Mierda. Lali, ¿estás bien? —preguntó con desesperación, acunando mi cabeza contra su pecho. Envolví mis brazos alrededor de mi estómago, tratando de respirar a través del dolor.
—No —gruñí. ¡Oh, no, estaba perdiendo el bebé!— ¿Peter? ¿Dónde está Peter? — pregunté, abriendo los ojos y mirando alrededor por él, pero apenas podía ver nada, porque mis ojos estaban llenos de lágrimas. Podía oír ruido gruñidos y gemidos. Oh Dios, él no está... ¡Por favor, dime que no está haciendo eso! Parpadeé y miré para ver a Peter golpear a mi padre una y otra vez, su rostro era la viva imagen de la rabia. Él no iba a parar hasta que ya no respiraba. Esto era todo. Peter me iba a ser arrebatado, y yo estaba perdiendo su bebé. Sentí mi corazón rompiéndose en mil pedazos.

—Ve a detenerlo —susurré, apenas capaz de hablar.
—No. Deja que lo mate —gruñó Nico enojado.
Negué con la cabeza. ¡Oh, Dios mío, por favor!
—Nico, ¡ve a detenerlo! Por mí, ¿por favor? Lo necesito. Dile que estoy herida. Lo necesito —jadeé mientras una oleada de náuseas se apoderaba de mí, haciéndome vomitar—. ¿Peter? —grité desesperadamente, pero fue apenas un susurro. 
Nico se movió.
—Iré a buscarlo —dijo rápidamente mientras se ponía de pie de un salto. Rodé hasta ponerme de lado, llevando mis rodillas al pecho, sosteniendo mi estómago. ¡Oh por favor, no me dejes perder este bebé! Cerré los ojos con fuerza contra el dolor; un par de segundos después Peter acarició mi mejilla haciéndola arder de nuevo.

—¿Ángel? —susurró, sonando tan preocupado que me rompía el corazón una vez más. ¿Cómo podía decirle que estaba perdiendo el bebé? Él estaba tan feliz por eso, ¿cómo demonios iba a decir las palabras? Quería envolverlo con mis brazos y hacer que me abrazara y que hiciera que todo esto se fuera. Peter podía hacer que todo estuviera bien, él podía hacer que todo estuviera bien.

Me moví para levantarme pero una oleada fresca de dolor me golpeó, haciéndome jadear.

—Duele, Peter. Por favor, duele tanto —murmuré, levantando la Mirada hacia su perfecto rostro. Él lucía tan preocupado por mí. Yo estaba perdiendo todo. ÉL iba a ir a la cárcel y yo estaría sola. ¿Cómo iba a vivir sin él?
—¿Qué duele, Ángel? —preguntó, mientras inclinaba su cabeza y besaba mi mejilla.
—Mi estómago. —No pude mirar su rostro cuando se dio cuenta que estaba perdiendo el bebé, no quise ver el dolor y la devastación allí. Volví me rostro hacia la alfombra y sollocé. Esto era completamente mi culpa. Debería haberme quedado en su casa como me dijo. Si estuviera allí ahora el bebé estaría a salvo, y Peter no estaría enfrentándose a la cárcel. Él sólo había golpeado a mi padre porque yo estaba allí, no lo hubiera hecho si yo sólo me hubiera quedado. ¿Por qué no podría haberme quedado allí como él me había dicho?

—¡Nico! ¡Llama una ambulancia! —gritó Peter desesperadamente. Estaba acariciando la parte de atrás de mi cabeza suavemente—. Shh, todo está bien. Está bien, Ángel —me arrulló. Sentí su brazo envolverme, así que volví mi rostro hacia él. Estaba acostado junto a mí. ¿Cómo demonios todavía me estaba consolando? Esto era todo mi culpa; ¿por qué no me gritaba?
—Lo lamento tanto —dije honestamente. Esto iba a arruinar todo; él no me querría ahora que había matado a nuestro bebé.

Él inclinó la cabeza y besó mi frente.

—Ángel, no tienes nada que lamentar —susurró, acercándose a mí. Su mano frotaba círculos en mi estómago, tan suavemente que apenas podía sentirlo.
—Esto es mi culpa —exclamé, sollozando una vez más. Él sacudió la cabeza ferozmente y se alejó de mí de un empujón. Sentí mi corazón romperse. Lo sabía; él me iba dejar ahora. Se puso de pie y fue hacia mi padre quien estaba intentando levantarse del suelo y comenzó a golpearlo de nuevo, gritando una retahíla de improperios.

Nico lo lanzó al piso.

—¡Détente! ¡Ve con Lali, ahora! —ordenó, mirándolo con ira.
Peter asintió y corrió de vuelta hacia mí.
—Voy a levantarte, ¿de acuerdo? —dijo suavemente.
Sacudí la cabeza, no quería moverme.
—No. Por favor no —susurré. El dolor era tal que me sentía enferma. Él lucía como si también estuviera sufriendo mientras se movía sobre mí, apartando el cabello del mi rostro, besándome suavemente, murmurando palabras tranquilizadoras.
—¿Dónde está la maldita ambulancia? —le gritó a Nico.
—En camino. ¿Qué le sucede? —preguntó Nico, arrodillándose junto a mí. Apreté la mano de Peter, sin querer verlos pelear por esto si Nico se asustaba por lo del bebé.
—Está embarazada, Nico —explicó Peter, besando mi mejilla.

47 comentarios :

  1. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH MI CORAZON ME DUELEEEEE MAAAAAS PORFAVOOOOOR MAAAAAAS !!!!

    ResponderEliminar
  2. no lo cortes no lo cortes no lo cores mas mas mas mas

    ResponderEliminar
  3. LE DIJO A NICO! :o QUE PASARAAA no puede perderlooo </3

    ResponderEliminar
  4. sube mas por el amor de dios

    ResponderEliminar
  5. MORE MORE MORE MAAAAAAAAAAAAAAAAS


    por favor no me podes dejar ahi !!!!

    ResponderEliminar
  6. necesito saber la reacion de nico

    ResponderEliminar
  7. tengo que saber si lo pierde"!!

    ResponderEliminar
  8. por faaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  9. por lo que mas quieras mas

    ResponderEliminar
  10. pobre lali ! :( ahora como mierda va a reaccionar nico :O

    ResponderEliminar
  11. NO ES DE FORRA PERO OJALA LO PIERDA, SERIA UN GRAN CONFLICTO!

    ResponderEliminar
  12. OLEEEE OLEEE OOLEEE OLEEE SUBI SUBI !!! (8) sdfghkfjdhg


    otrooo :)

    ResponderEliminar
  13. MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS

    ResponderEliminar
  14. quiero otro porfavor !

    ResponderEliminar
  15. ++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  16. —¿Qué duele, Ángel? —preguntó, mientras inclinaba su cabeza y besaba mi mejilla.

    me imagine a pipu todo tierno y preocupado !

    ME MATAAAAAAAAAAAA MAS LINDOOO

    MAAAAAAAAAAAAAS <3

    ResponderEliminar