lunes, 15 de abril de 2013

Capitulo 28

Capitulo 28

Mamá había enviado a Pablo a la escuela sin mí y explicó que volvería en la tarde. Pablo era una cosa con la que tenía que tratar. Si tenía que vivir esta existencia, no podía continuar usándolo. Yo nunca lo amaría en la forma en que se merece. Él era mi amigo y una fuente de consuelo. Dejarme permanecer como su novia no sólo fue un error para Pablo, fue una traición porque nunca pertenecería a nadie, sino a Peter. No podría vivir de esa manera. Vivir no iba a ser fácil para mí. Tenía que cortar todas las cuerdas que quebraron mi alma ya dañada.

Para el momento en que nos registramos en la escuela me había perdido literatura Inglesa. Los pasillos se fueron llenando con estudiantes. Mantuve mis libros cerca de mi pecho y apreté en mi mano mi pase de llegada tarde. Puedo hacer esto. Canté el recordatorio una y otra vez en mi cabeza. Cande salió de la multitud de gente, sonriendo cuando me vio.

—¡LALI! ¡Hurra, viniste! Te he extrañado como loca. Ahora el almuerzo no será tan aburrido y, ¡Oh mi Dios! ¿Adivina qué? —Me esforcé para continuar con su torrente de palabras, así que me tomó un momento darme cuenta de que quería que yo reaccionase al “¿Adivina qué?”.
—Oh, eh, ¿qué? —Ni siquiera podía forzar una sonrisa.

Ella me sonrió y miró a su alrededor para ver si alguien la estaba escuchando antes de mirar hacia mí.
—Peter Lanzani está aquí. Como, en nuestra escuela. Como que, está inscrito en nuestra escuela. ¿Puedes creerlo? Quiero decir, sé que él fue a una escuela secundaria en Mobile, Alabama, hasta el año pasado, cuando su banda consiguió un hit y comenzó a tocar en todo los Estados Unidos en lugar de sólo el sureste. GAH! ¿Puedes creer que él está aquí? ¡En nuestra escuela! Supongo que si tenía que volver a la escuela secundaria nuestro pintoresco pueblito costero es preferible a algún lugar de Alabama. Pero aun así, no puedo creer esto.

Me quedé congelada, con sus palabras registradas en mi cerebro. ¿Peter se encontraba aquí? ¿Cómo? El rockero del que ella hablaba ya no existía. Pánico mezclado con incredulidad me apretaba el pecho y tuve que tomar una respiración profunda.

—¿Dónde? —Me las arreglé para preguntar, sabiendo que no podía ocultar la expresión desesperada en mi cara. Miranda sonrió y asintió con la cabeza hacia Pablo.
—Será mejor que quites esa cara de anonadada por la estrella. Aquí viene Tu Hombre.
Yo apenas lo miré y le tomé la mano. 
—Dime dónde está. Por favor, ahora. —Ensanchó mucho los ojos a mi demanda sin aliento repentino. Ella iba a pensar que me encontraba de nuevo loca.
—Eh, eh, bien por aquí en alguna parte. —dijo, en un tono de preocupación y miró a Pablo, forzando una sonrisa que no cumplía sus ojos llenos de preocupación.
—¿Sabías que Lali era una gran fan de Cold Soul? —Pablo me miró, pero yo no tenía tiempo para ocuparme de él en este momento. Necesitaba encontrar a Peter.
—Me tengo que ir. Nos vemos más tarde. —dije a modo de explicación, mientras me dirigía a través de la multitud en una carrera. Luché contra la tentación de llamar su nombre en voz alta.

Vas a conseguir volver a ese lugar mental si no te calmas. —dijo la voz suave de Peter, bromeando en mi oído, y me di la vuelta. Él, por supuesto, susurraba en mi oído, no en cualquier lugar cercano a mí.
—¿Dónde estás? —Susurré en voz baja. Oí una carcajada y me tiró a mirar hacia atrás, para ver una pareja de estudiantes de primer año besándose.
—La mesa de picnic. —dijo, simplemente. Me giré de nuevo y me dirigí a la puerta principal de la escuela. Él me esperaba en el lugar que le había visto por primera vez. Empujé la puerta con ambas manos y me eché a correr.

Solo descansaba allí, justo como había estado el primer día que lo había visto, me sonreía cuando llegué a la esquina. Dejé mis libros y me lancé a sus brazos abiertos. Un sollozo sacudió mi cuerpo. ¡Él se encontraba aquí! Estuvo aquí. No podía hablar, así que seguí con mi rostro enterrado en su pecho, sollozando incontrolablemente. Quería mirar a sus ojos y darle un beso y preguntarle cómo, pero no era capaz de controlar el pozo de emoción abrumándome. Él me llevó a su regazo y se sentó de nuevo en la parte superior de la mesa.

—¿Te alegras de verme? —Preguntó en mi oído. Su cálido aliento me hacía cosquillas en la oreja. Me reí en su pecho y asentí, todavía no me sentía segura de que pudiera hablar. —Hubiera llegado antes, pero no estaba seguro. Tuve que esperar hasta que... —Se calló y me retiré hacia atrás para mirar a su cara.
—¿Esperar qué? —Le pregunté, necesitando la seguridad de que no se iría. Peter secó con el dedo las lágrimas de mi rostro húmedo e inclinó la barbilla para que yo pudiera mirar directamente a sus ojos, semejantes a joyas.

—Yo no podía regresar hasta que tú eligieras. Al parecer, si hacías el máximo sacrificio entonces mi regla rota seria enmendada. —Sacudí la cabeza, sin entender de qué sacrificio hablaba.
—¿Quieres decir que mi muerte? Hice eso voluntariamente la noche anterior. ¿Qué te tomó tanto tiempo? Euge vino a mi habitación y ella se encontraba tan confundida como yo.
Él me sonrió. 
—No, no es morir, aunque el sacrificio no fue tomado a la ligera. Sin embargo, podría haber sido interpretado como la naturaleza egoísta de la Deidad. Tú ves, los seres humanos abandonan la vida cuando no pueden lidiar con el dolor. Es una salida fácil para ellos. El sacrificio del que estoy hablando no es de muerte, sino de vida.

Tocó su frente con la mía.

—Verás, Euge desempeñaba su papel. Sabía exactamente lo que sucedía. No es una Deidad, sino que es inmortal y ha existido desde el principio del tiempo. Sabía que todo gira en torno al auto- sacrificio. Un acto totalmente desinteresado.
Negué con la cabeza, frunciendo el ceño. 
—¿Qué quieres decir? —Se rió entre dientes y me di cuenta que era el sonido más hermoso del mundo.
—Elegiste vivir una vida que ya no querías, sólo para aliviar mi dolor. No querías vivir sin mí, sin embargo, cuando supiste que habría hecho mi extinción sin sentido, no pudiste soportar la idea. Elegiste vivir por mí. — Asentí de acuerdo con él, pero no me hallaba segura de cómo esto tuvo algo que ver con cómo él estaba aquí, delante de mí. —Mi alma bella. —Murmuró y me acarició la mejilla. —Cuando diste el último sacrificio desinteresado, pagaste por mi mal. Has demostrado ser digna de mi devoción. Del amor… de La Muerte.

Toqué sus labios perfectos con mis dedos, con ganas de darle un beso. Para estar lo más cerca posible de él. 

—Así que, porque elegí la vida, ¿sigues existiendo? —Le pregunté asombrada.
Él asintió. 
—En realidad, es aún mejor. —dijo, besando mi mentón y luego cada una de mis mejillas, haciendo que me olvidase de lo que estábamos hablando. Su cercanía me hizo débil por el placer, y un suave gemido escapó de mi garganta.
—Ah, eso suena maravilloso. —Murmuró, mientras corría besos por mi cuello y a través de mi clavícula. Me aferré a sus hombros, sabiendo en todo momento que iba a desmayarme de placer. Sentí su lengua cálida sobre mi piel y me quedé sin aliento, presionándome mas cerca de él, dispuesta a pedir más, justo ahí, en el patio del colegio. Él se echó hacia atrás y su respiración era entrecortada.
—Puedo quedarme contigo. —dijo, mirándome, con una intensidad que me hizo temblar.
—¿Quedarte conmigo? —Pregunté, llegando a besar su mentón y dejando un sendero de besos por su cuello perfecto.

—No aquí. No puedo aguantar mucho más, Lali. Sólo no soy tan fuerte. —dijo con voz ronca mientras me atrajo hacia su pecho. —Eres mía ahora. Mientras camines en la Tierra me perteneces. Nada puede hacerte daño. —Oí un toque de humor en su voz. —Es prácticamente imposible hacer daño a lo que la Muerte protege. —Sonreí en su pecho, con ganas de quedarme en sus brazos para siempre. Pero había preguntas que sabía que tenía que hacer. Podría disfrutar en su presencia más tarde.
—Puedo quedarme contigo para la eternidad, ¿Entonces? —Le pregunté, mirándole. Una pequeña mueca apareció en su perfectamente esculpida boca.
—No exactamente. Eres mía, siempre y cuando camines por la tierra. Tu cuerpo va a envejecer y la vejez no es algo que puedo parar. Un día tendrás que dejar este cuerpo y empezar una nueva vida.

—Voy a envejecer y tener que dejarte y entonces ¿Qué? ¿Comenzar una nueva vida donde no te voy a conocer? ¿Vas a esperar hasta que sea lo suficientemente mayor y luego venir a verme? No. Peter, ¡NO! No quiero hacer eso. Yo quiero conservarte para siempre, todo el tiempo.
Peter acunó mi cara y me miró a los ojos. 
—Lali eres un alma. Debes vivir la eternidad que a las almas se les da. No te dan una opción. El hecho de que pueda amarte y protegerte mientras vives en la Tierra es un don que no me había atrevido a esperar. Esto es todo lo que podemos tener. Soy La Muerte, soy una Deidad. No soy y nunca he sido un alma. Tomo almas frías o almas cuyos cuerpos han muerto y los envío al lugar que han ganado. Fui creado para esto. —Sacudí la cabeza, envolviendo mis brazos alrededor de él, como si fuera a desaparecer en cualquier momento.
—Quiero ser inmortal. Quiero estar siempre contigo. ¿No hay nada que puedas hacer? —Sacudió la cabeza con tristeza, y luego se detuvo, mirando por encima del hombro con un furioso ceño fruncido.

—Vete, Euge, este no es tu asunto. —Su voz goteaba hielo frío que sólo La Muerte podía reunir. Me volví y Euge se encontraba cerca, con una mano en la cadera, sonriendo como si acabara de ganar un concurso.
—Ah, pero no me importa. Esa es la belleza del mismo. —dijo brillante y me miró. —Él no te está diciendo todo lo que hay que saber, porque piensa que tu mente es demasiado frágil para entender la complejidad. No se lo dejes tan fácil, Peggy Ann.
Dank gruñó detrás de mí. 
—No la llames así.
Gee sonrió y me guiñó un ojo. 
—Bueno, está bien.—Me volví a mirar a Peter.
—¿De qué está hablando, Dank? Dime. Haré lo que sea, nunca te dejaré. No quiero envejecer. Quiero seguir siendo como somos ahora, para siempre. Iré a donde quieras que vayas. Por favor.

Peter suspiró, deslizó su mano alrededor de mi cintura y apretó. 

—Un día te diré. Cuando llegue el momento. Hay una manera pero, Lali, no es fácil. Se requiere dar más de lo que podrías imaginarte. La elección nunca se ha hecho y para un alma sería imposible. Las almas están en desventaja por sus emociones, que son demasiado débiles.

Euge se rió detrás de mí.

—Se supone que las almas son emocionalmente débiles, pero esta no es débil en absoluto. Dale un poco de crédito. Acaba de hacer una elección que ninguna otra alma podría o habría tenido el poder de hacer. Su alma es poco común o, si no, tú nunca la habrías hecho tuya.
Él me miró y sonrió dulcemente. 
—Lo sé. —La calidez en sus ojos hizo que el resto del mundo se desvaneciera.
—Nos vemos por ahí, Lali. —Euge llamó desde detrás de mí.
 Odiaba apartar la vista de la mirada de Peter, pero lo hice para decirle adiós a Euge. Ella ya se había ido.

Peter dejó escapar un suspiro de frustración. 
—Si no te gusta me aseguraré de que nunca la volvamos a ver.
Me puse tensa. 
—¿Qué? No.
Él sonrió. 
—Relájate, Lali, está a salvo de mi ira. Ella te hace sonreír y se preocupa por ti. Eso la hace por siempre segura y preciada.
Sonreí y pasé la mano por sus rizos oscuros. 
—Entonces, Muerte, ¿Qué hacemos ahora?
—Para empezar tienes que romper las cosas con Pablo, y yo voy contigo.

La idea de romper el corazón de Pablo era bastante mala. La culpa me carcomía por dentro ante la idea de hacerle daño. Negué con la cabeza y miré suplicante a Peter. 

—Por favor, déjame hacer esto sola. No puedes estar allí, sólo empeorará las cosas.
La expresión de Peter se mantuvo inflexible. 
—Lo siento, Lali, pero no puedo dejarte hacer esto sola. Él no es quien crees que es. No me fío de su reacción.

Sonreí a la creencia de que Peter necesitaba protegerme de Pablo. Pablo era inofensivo. Estaría deshecho, pero no peligroso. Peter se puso de pie, poniéndome en el suelo delante de él y deslizando su mano en la mía.

 —Lali, no estoy seguro de cómo decirte esto, pero... Pablo no es humano.

Fin? 

Saga Existence 
Libro #1 Existence
Autora: Abbi Glines

10 comentarios :

  1. Holaaaa!
    Me encanta tu blog , tus Noves , todo jajajajaja
    Como que pablo no es humano ???
    FIN???
    Noooo , no lo dejes así porfa!!! Me re enganche !
    Soy sofí del blog lachicalaliter.blogspot.com si quieres pasate por ahí
    Otrooooooooooooooo
    Besos!!!

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  2. ¿No es humano?

    ¿FIN?
    NO PUEDE SER!

    Espero más, si es que hay, y si no una próxima historia:)

    Un beso<3

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  3. mmasssssssssssssssssssssssssss

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  4. no esperaba que termine ya ajja

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  5. COMO FIN? NONONONONO QUE PASA.. COMO QUE PABLO NO ES HUMANO POR FAVOOOOR DECIIII.

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