lunes, 8 de abril de 2013

Capitulo 77

Capitulo 77

Lali

Me senté rápidamente.
—¿Qué demonios?

Peter puso su mano en mi hombro.

—No te levantes —dijo severamente. Jesús, ¿el condenado chico estaba siendo arrestado y todavía estaba preocupado por mí?
—¡Esto es estúpido! ¡No pueden arrestarlo, no fue su culpa! —grité desesperadamente, mirando a los dos hombres que estaban observando a Peter ponerse sus zapatos. ¿Por qué demonios está tan calmado con esto? ¿Esperaba que algo así sucediera?
—Ha habido un serio reclamo, Señorita. Necesitamos investigarlo —declaró el hombre, sin siquiera molestarse en mirarme.

—Ángel, todo está bien. No te preocupes —me aseguró Peter. ¿Bien? ¿Cómo esto está bien? Se giró para mirar al hombre que sostenía su brazo—. ¿Puedo besar a mi novia? Acaba de tener un aborto espontáneo —rogó. El rostro del hombre se suavizó levemente y soltó su brazo. Peter se inclinó y me besó suavemente en los labios—. Te amo, Ángel. No empieces a estresarte por mí. Necesitas descansar — ordenó, acariciando suavemente mi rostro.

Mientras se alejaba, entré en pánico. No podía dejarlo ir, lo necesitaba. Lancé mis brazos alrededor de su cuello y me negué a soltarlo.

—Por favor no se lo lleven, ¿por favor? Esto no fue su culpa, todo fue mi culpa. Debería sólo haberme quedado en su casa. No debería haber ido a casa, ¿por favor? —rogué, agarrando mis manos en el cabello de Peter, sollozando en su hombro.
—Señorita, tiene que dejarlo ir ahora —declaró el mismo hombre. Tensé mi agarre en Peter, probablemente lastimándolo pero él no se quejó—. ¡Señorita! —ladró el hombre.

Peter frotó sus manos por mis brazos suavemente, desenganchando mis manos de su cabello. Cuando estuvo libre de mis brazos, se alejó para mirarme.

Estaba estresado y preocupado, podía decirlo por sus ojos.

—Te amo —prometió, besándome suavemente en los labios de nuevo.
—También te amo —susurré, no confiando en mi voz para hablar de nuevo.

Peter se puso de pie y el hombre inmediatamente llevó sus manos detrás de su espalda, esposándolo. Los ojos de Peter no dejaron los míos mientras sentía mi corazón rompiéndose de nuevo. Pensé que después de perder al bebé que nada podría ser más doloroso. Estaba equivocada.

Observé mientras lo llevaban hacia afuera de la habitación dejándome sola. Me sentí enferma. No podía dejarlos hacer esto, esto no era su culpa. Podría presentar cargos también, entonces verían que mi padre me golpeó primero, y luego Peter sería liberado porque estaba defendiéndome. Pero no lo dejarían libre por eso, ¿no? Defenderme es una cosa, pero él se volvió loco, nunca creerían que lo que hizo fue en defensa propia.  

Pongo mis manos sobre mi rostro, intentando pensar en algo. En cualquier manera, Peter se metería en problemas por esto porque mi padre había presentado cargos, aún si presentaba cargos contra mi padre, los cargos de Peter seguirían en pie. Autodefensa o no, aún sería acusado de LCG (Lesiones corporales graves.) porque lo hizo a pesar de que fue provocado. No puedo tomar el riesgo de que fuera liberado. ¿Y si no lo era? ¿Y si era enviado a la cárcel por esto y lo perdía?

En la única cosa que podía pensar era en conseguir que mi padre quitara los cargos. Tomé mi teléfono y llamé a Nico. Contestó en el segundo tono.

—Nico, Peter fue arrestado —dije simplemente.
—¿Qué demonios? ¡No hay manera! —gritó, haciéndome encogerme lejos del teléfono levemente.
—Nico, mira me dejarán salir esta tarde, ¿así que puedes traerme algo de ropa limpia para ese momento? —pregunté, intentando mantener la calma.
—Sí, estaré allí en como veinte minutos —accedió. Podía escucharlo haciendo un estrépito en el fondo, probablemente lanzando todas mis cosas en un bolso o algo.
—Gracias. —Cerré mi teléfono, presionándolo contra mi frente, pensando. ¿Había otra manera? Sólo no podía ver otra opción.

Mis manos estaban temblando, estaba asustada como el infierno, pero marqué el número de teléfono de la casa de mi padre. Sonó por un largo tiempo. Justo cuando me iba a rendir, contestó. Su voz estaba gruesa de sueño; envió un estremecimiento por mi columna. Cerré mis ojos con fuerza.

—¿Hola? —De alguna manera se las arregló para sonar aterrador con una palabra.
—Soy Lali —dije, tragando el nudo en mi garganta.
Él rió.
—¿Y qué puedo hacer por ti, Lali?
—Quiero que quites los cargos contra Peter —contesté, intentando sonar segura.
Rió de nuevo.
—No voy a quitar los cargos, ¡ese cabrón rompió mi nariz! Deberías ver lo que le hizo a mi rostro —gritó, haciéndome estremecer. ¿Cómo es que aún me asusta, y tan sólo estaba al teléfono?
—Por favor, por favor no hagas esto, ¿por favor? —rogué, intentando no llorar.
Él suspiró.
—¿Quieres que quité los cargos?
—Sí —contesté, secando las lágrimas de mi rostro.
—Ven a mi casa y hablaremos sobre eso —declaró, sonando entretenido. ¿Ir a su casa? Oh Dios mío, ¿está bromeando?
—Por favor quita los cargos. Sabes que me golpeaste primero, ¿por favor? — rogué, sintiendo la bilis subir por mi garganta, le encantaba mantener esto en mi cabeza podía notarlo.
—Ven a mi casa y hablaremos sobre eso —repitió.

Levanté la mirada al reloj; Nico estaría aquí en como diez minutos.

—¿Puedo llevar a Nico? —pregunté, sabiendo que era la pregunta más estúpida que había preguntado en mi vida. ¿Por qué en la tierra podría llevar a Nico? Si estaba algún lugar cerca de él entonces no tendríamos que preocuparnos por cargos, porque estaría enterrado a un lado de una carretera en algún lugar.

—No. ¡Deja a ese cabrón fuera de esto! —gruñó.

Oh Dios, ¿puedo hacer esto? ¿Realmente puedo ir allí y hablar con él? ¿Era lo suficientemente fuerte? Sabía la respuesta a esa pregunta. Haría cualquier cosa por Peter, aún si tenía que matar a mi padre yo misma para detenerlo de presentar cargos. Sin víctima, no hay crimen.

Me tragué mi miedo.

—Bien, estaré allí en una hora —dije silenciosamente mientras cerraba mi teléfono, desesperadamente intentando no tener un ataque de pánico. Necesitaba ser fuerte ahora.

2 comentarios :