lunes, 1 de abril de 2013

Capitulo 52

Capitulo 52

Peter

Había estado con Lali por una semana ahora, y honestamente había sido la mejor semana de mi vida —o de la vida de cualquiera, probablemente. Ella era tan perfecta. La había querido durante tanto tiempo que estaba un poco preocupado de que si alguna vez la conseguía, nunca sería capaz de estar a la altura de lo que había imaginado. La había puesto en un pedestal tan alto que estaba sorprendido de que realmente tuviera suficiente oxígeno para respirar. Pero estar con ella era mejor que cualquier cosa que jamás hubiera imaginado.
No podía esperar para esta noche. Como de costumbre, había una fiesta en la casa de Nico —la celebración de después de los partidos. Definitivamente estaba planeando bailar con mi chica esta noche. Me puse un par de pantalones vaqueros rasgados y una camisa blanca y me dirigí hacia su casa. Estaba tan emocionado por verla que podría romper a cantar en cualquier momento. Aún no podía creer que alguien como yo fuera tan afortunado de tener a alguien como ella enamorada de uno. Podía tener a cualquier chico que quisiera; era preciosa, lista, divertida, y amable. Prácticamente cada chico en la escuela la deseaba, no es que pudiera culparlos; su cuerpo era de fuera de este mundo, y todo ese baile…
Me esforzaba por verla en su práctica de baile cada sábado, estaba enloqueciendo encendiéndome viéndola saltar alrededor, sacudiendo el culo. Ella sinceramente hacía mi boca agua queriéndola tanto. Sería incluso peor mañana porque realmente había tenido mis manos en ese pequeño culo respingón que estaría sacudiéndose alrededor. Fui directo a la cocina, ayudando a Nico a ordenar las bebidas y aperitivos como de costumbre. Lali estaba probablemente en su habitación haciéndose ver increíble, sólo para sacarme la vida de nuevo. Había insistido en flirtear su precioso culo conmigo todos los días en la escuela por la estúpida apuesta. Cada día se ponía peor y peor cuando ella golpeaba otro mecanismo. Se estaba volviendo más segura de sí misma ahora; sabía exactamente cuánto me afectaba, y definitivamente lo usaba para su ventaja. No es que me importara, estaba pasando un buen rato haciéndolo y verla disfrutar me hacía feliz.
Lali había estado metiéndose más y más en nuestra relación desde que me dijo que me amaba, llevando las cosas más y más lejos. Estaba un poco preocupado al principio. No quería que ella pensara que todo lo que quería de ella era sexo, le había dicho que esperaría y esperaría todo el tiempo que necesitara. Realmente la quería más que nada en el mundo. Si creyera que diría que sí, le pediría que se casara conmigo ahora mismo, pero no quería apresurarla o presionarla a nada, teníamos todo el tiempo del mundo.
Nico había sido estupendo hasta ahora también. Parecía gustarle el hecho de que Lali estaba feliz así que no me criticó demasiado acerca de salir con ella. Tuvimos algunas palabras el día después que descubrió sobre nosotros, pero nunca se lo había dicho a Lali. Fueron básicamente amenazas de decapitación y castración —lo que sabía que decía en serio. No es que importara, no sería el que le hiciera daño o terminara esta relación, eso definitivamente dependía de ella. Todo lo que quería era cuidar de ella y hacerla feliz.

Una hora más tarde, la gente empezó a llegar para la fiesta. Observé el pasillo, esperándola. Normalmente, nunca salía de su habitación hasta que la fiesta estaba en pleno apogeo, así que sabía que tenía un poco de tiempo. Vi a Mery entrar y gemí mientras agarraba a Pablo, poniéndolo delante de mí así no me vería. Había estado molestándome tan mal toda la semana con todo el flirteo, bueno, todas lo hicieron. No podía creer que las chicas hagan ese tipo de cosas, y caray lo que estaban ofreciendo, era literalmente en cualquier lugar, a cualquier hora, y cualquier cosa que yo quisiera. Ni siquiera quería pensar en lo que Mery me había ofrecido, la pequeña sucia fulana. Mi mente subconsciente vagó al par de veces que habíamos salido y tenido sexo, me estremecí un poco con el pensamiento. 

Pablo se estaba partiendo de risa.
—En serio, Peter, sólo sé un hombre y fóllate a alguien para acabar de una vez — dijo, riendo.
Puse los ojos en blanco ante su estúpido comentario.
—Lo que sea, la única con la que estaré es mi novia. No estoy interesado en ninguna de estas mujerzuelas. —Agité la mano con desdén mientras un par de chicas me miraban desde el otro lado de la habitación. Alguien agarró mi brazo, apretando gentilmente para conseguir mi atención. Oh, por amos de Dios, ¿por qué diablos no pueden dejarme en paz?— Mira, ¡no estoy interesado! ¡Tengo novia! —gruñí con enojo mientras me daba la vuelta.
Mi aliento se atascó en mi garganta, Lali estaba parada allí con un pequeño vestido negro que colgaba de su cuerpo bien formado y acababa a la mitad de su muslo. Su pelo estaba medio recogido y rizado, y sus ojos estaban brillando con diversión. No podía respirar. Estaba tan hermosa que era irreal. Todo lo que podía hacer era mirarla como un idiota. Oh mierda, ¡estoy mirando fijamente! Vale, vamos, Peter, di algo.
Di algo.
Peter, ¡maldita sea di ALGO!

—Um… hola, Ángel —balbuceé, mi voz sonando escasa. Wow, ¡eso fue realmente zalamero, Peter! Dios, ¡soy un imbécil! Estaba tan excitado que debe haber sido obvio para todo el mundo. Sonrió, su sonrisa encendiendo su cara entera.
—Hola, Peter —ronroneó con su sexi voz. Gemí mentalmente. Vale aquí viene; finalmente va a matarme. En realidad no creo que pueda aguantarla flirteando conmigo mientras se ve así.
—Estás preciosa —dije honestamente, mirándola otra vez.
Sonrió e hizo un pequeño giro, haciendo a su vestido elevarse un poco. Mi corazón comenzó a latir más rápidamente. 

—¿Te gusta? —preguntó mordiéndose el labio. ¿Me gustaba? ¿Estaba bromeando? Asentí y di un paso más cerca. Podía oler su perfume dejando mi cabeza un poco difusa.
—Me encanta —confirmé. 
Se rió y cerró la distancia, presionando su pecho en el mío. No pude evitar poner mis manos en sus caderas, sintiendo el sedoso material bajo mis dedos. 
—¿Sabes qué? Creo que te gustará lo que está debajo incluso más —susurró en mi oído. 
Apreté mi agarre en ella mientras trataba de dar un paso atrás, manteniéndola firmemente en mí, no queriendo que se alejara de mí. 
—No te burles de mí esta noche, Ángel. En serio, te ves demasiado caliente, no puedo soportarlo —supliqué. 
Rió y agarró la parte delantera de mi camisa, empujándome imposiblemente cerca de ella. La miré a los ojos, sintiéndome siendo arrastrado.
—No estoy burlándome, Peter. Por cierto, tu ropa se ve malditamente caliente en ti, pero tengo la sensación de que se verá incluso mejor en el suelo de mi habitación más tarde —dijo tranquilamente, haciéndome gemir. Cerré los ojos. En serio, me estaba matando. Besó mi mejilla y se alejó rápidamente, se dirigió a la multitud de personas, dejándome parado en medio de la cocina con una maldita erección como de costumbre.
Me volví hacia Pablo que estaba mirando a Lali también.
—Maldición, se ve caliente esta noche. Creo que podría ir a ver si puedo golpear ese hermoso culo —dijo, meneando las cejas mientras se dirigió a ir a buscarla.
Agarré su brazo y sacudí mi cabeza, mirándolo en señal de advertencia.
—Ni hablar, Pablo. Sólo mantente alejado de ella, está cogida.
Me miró con curiosidad, luego sus ojos se agrandaron.
—Ella no es tu… —se calló, mirándome sorprendido.
Oh mierda. ¡Oops, bueno ahora él sabe! Asentí lentamente.
—Sí —confirmé. No pude evitar la sonrisa orgullosa que se extendió por mi cara, por fin alguien sabía sobre nosotros.
Se echó a reír, sacudiendo su cabeza.
—Nico va a tener tus bolas cuando lo sepa. En serio, te va a hacer un nuevo agujero del culo.
Sonreí y palmeé su hombro.
—Ya lo sabe. —Me encogí de hombros con facilidad, sonriendo mientras su cara se transformó en conmoción.
—¡De ninguna manera! ¿Te dio una paliza? —preguntó con curiosidad.
 Me reí y me señalé a mí mismo. 
—¿Parece como que me ha dado una paliza? — pregunté, riendo.
De repente se vio molesto.
—¿Todo este maldito tiempo nunca le pedí salir porque pensé que Nico me cortaría las pelotas, y él no hizo nada? Maldita sea, ¡sabía que debería haberle pedido salir! —refunfuñó, viéndose fastidiado.
—Demasiado tarde ahora —me burlé, palmeando su hombro de nuevo mientras iba a conseguir una bebida.
Cogí dos chupitos de vodka y me dirigí a ir a buscarla y contarle que Pablo sabía. No me molesté en decirle que no contara nada; quería esto al descubierto. No podía preocuparme menos por el dinero. En un par de años, cuando estuviera jugando al hockey profesionalmente, parecería una miseria y podría darle todo lo que quisiera.

24 comentarios :

  1. Opa!Peter esta desesperado ya... y lali no deja de molestarlo(en una manera que el soporta bien ejej)!Espero mas nove, besos!Giu

    ResponderEliminar
  2. ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    aaaah pobre pit :C QUE LO CUENTEN YA ! QUIERO SABER LA REACCION DE TODOS !!! no importa el estupido dinero

    se aman con locuraaaaaaaaaaaaaaa <3


    MAAAAAAAAAAAAAAS

    ResponderEliminar
  3. +++++++++NOVE++++++++NOVE+++++++NOVE+++++++++NOVE

    ResponderEliminar
  4. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas

    ResponderEliminar
  5. que gane la apuesta lali

    ResponderEliminar
  6. tengo muchas ganas de leeer.......

    ResponderEliminar
  7. ++++++++++++++++++++++++++++
    +
    ++
    +
    +

    ResponderEliminar
  8. wo0w!! jajajaja pobre pablo... y lali...donde dejo la verguenza! jajajaja me encanto!

    ResponderEliminar
  9. holaaaaaa aca una nueva lectora! son las 3am y acabo de terminar de ponerme al dia cn la nove..... me encantaaaa... espero q ya llegue el rock! jajajajajja

    peter es un dulce de lecheeeeeeeee yo kiero uno asiiiii jajajaja

    massssssss =)

    ResponderEliminar