domingo, 29 de diciembre de 2013

Epilogo parte 2

Todos en el salón se ponen de pie y comienzan a aplaudir. Peter me abraza y me besa de nuevo. Regreso el abrazo con una sonrisa. Finalmente, me ofrece su brazo y paso el mío través del suyo. Con esto damos nuestros primeros pasos como marido y mujer. Todo el mundo nos da un enorme aplauso mientras pasamos. Me río de alegría.

Epilogo parte 2

Cuando salimos al vestíbulo, Peter me hace girar hacia fuera y hacia adentro. Me jala apretada contra él, y me besa apasionadamente. Envuelvo mis brazos su alrededor suyo y me presiono contra él. De repente, oímos—: ¡CONSIGAN UNA HABITACION!
 
Nos alejamos y nos reímos. Nico se acerca y golpea Peter en la espalda. —Felicidades hombre. —Se vuelve hacia mí y dice—: Y a ti te doy mis condolencias —Peter se acerca y le da a Nico un puñetazo en el brazo.
 
—¡Eres tan hermosa! —dice efusivamente Euge—. ¡La ceremonia fue muy bonita, especialmente con todos los tulipanes! Quiero decir, es una flor inusual pero funcionó a la perfección. Tu ramo fue tan bonito. Los tulipanes eran muy blancos y perfectos. Le dieron un suave toque elegante.
 
—Así que, pregunta estúpida de chico —comienza Nico—. Pero, ¿por qué ustedes tienen tulipanes, pero nosotros tenemos lirios?
 
Peter suspira y dice—: Es en memoria de Milagros. Mariana pensó que sería bueno tener parte de ella aquí.
 
—Eso es dulce —afirma Nico.
 
De repente, todos los invitados empiezan a salir a raudales. Todos nos colocamos en nuestras posiciones para la línea de recepción. Candela dijo que teníamos que hacer esto. Ni Peter ni yo queríamos. Sólo queremos festejar, pero todavía tenemos que tomar las tradicionales fotografías de boda.
 
Muchos de los invitados son personas que hemos conocido en los últimos tres años. Peter empezó a ir al conservatorio de música y yo voy a una escuela de arte. Hemos conocido a mucha gente nueva, lo cual es divertido, si se piensa en lo tímida que solía ser. Cuando llegué a la universidad, por fin pude ser yo misma. Estaba rodeada de otras personas que comían, vivían y respiraban arte.
 
Euge y yo simplemente chocamos contra la otra en el pasillo un día. No la había visto desde la graduación. Nos reímos y preguntamos lo que la otra estaba haciendo allí. Euge me explicó que era una estudiante de fotografía, y yo le explique sobre mis ilustraciones. Estábamos muy contentas de vernos y empezamos a pasar el rato juntas muy seguido. Creo que parte de ella tiene un enamoramiento con Nico, pero traté de explicarle lo muy mayor que él es. Eso no pareció desconcertarla. Creo que somos más maduras de lo que fuimos cuando teníamos 18, así que tal vez podría haber algo ahí.
 
Nico puede ser inconsciente acerca de las chicas, sin embargo. Como que una chica tiene que golpear prácticamente un lado de su cabeza para que él entienda que a ella le gusta. Tratamos de señalarle esto, pero nunca nos cree. Él es un buen tipo y hará a una chica muy feliz algún día.
 
Mi mente no puede concentrarse en todas las personas que pasan por la línea. Estoy feliz de que no tenemos cientos de invitados. Nuestros amigos más cercanos hacen que sea más personal. Muchos de nuestros conocidos universitarios llegarán a la recepción después de la cena. Un bar abierto probablemente significa un caos masivo. Vico prometió asegurarse de que todo transcurriera sin problemas. Él es un buen amigo.
 
—Está bien —dice Peter finalmente—. Es tiempo para las fotos.
 
Uno de las compañeras de clase de Euge es nuestra fotógrafa de bodas. Su nombre es Annie. He visto su trabajo y ella es muy talentosa. Camina hacia adelante y pregunta—: ¿Dónde les gustaría que se tomen sus fotos?
 
—Afuera, en los jardines —responde Peter. Esa es la razón por la que él eligió este hotel, sólo por los hermosos jardines donde vamos a ofrecer la recepción—. Por lo tanto, debemos salir. El personal del hotel se está preparando para la cena, pero el lugar donde tenemos que ir está lejos de todo. Así que deberíamos estar bien.
 
—Ves —le digo, abrazándolo—. Si me ayudaste con la boda.
 
El resopla. —Esta es la única cosa en la que me dejaste contribuir.
 
Me muerdo el labio. —Soy una chica. Ya sabias que quería cosas concretas para mi boda.
 
Peter levanta su mano y traza con su dedo un lado de mi rostro. — Quería lo que fuera que te hiciera feliz. Esta sonrisa en tu rostro ahora mismo es lo más importante en este mundo.
 
—Te amo, señor Lanzani—susurro.
 
—Te amo más, señora Lanzani —contesta él, antes de inclinarse para besarme. Cada beso que nos damos se siente mejor que el anterior. Simplemente parece diferente ahora.
 
De repente alguien tose—: ¿Podemos ir a tomar esas fotos antes de la cena?
 
Volteando hacia Nico, Peter frunce el ceño bromeando. — Acabamos de casarnos.
 
—¿En serio? —Nico bromea sarcásticamente—. ¿De eso se trata todo esto?
 
Eso hace que ría. —Vamos. —Suspiro feliz—, vamos cariño. — Entrelazamos nuestros dedos firmemente y caminamos a los jardines.
 
Tomar las fotos es bastante divertido. Tomamos más fotos torpes y con poses informales que de las serias. Finalmente, Roberto se acerca y nos dice—: ¿Pueden tomarse una buena foto, por favor? Nos gustaría una foto normal para colgarla en la pared.
 
—¿Qué hay de divertido en eso? —ríe Peter. No puedo borrar la sonrisa de mi rostro todo el tiempo. Parece que Peter tampoco. Nos besamos a cada oportunidad que tenemos. Creo que hay muchas fotos de nuestros besos.

Finalmente, es hora de la cena. Tomamos nuestros asientos en la mesa principal. Peter hala la silla para mí… por supuesto. Cuando toma asiento a mi lado, agarro su mano y la aprieto con fuerza. Nos sentamos allí por un minuto observándonos. Nunca hubiera pensado que estaríamos aquí hoy.
 
Mi mente va de nuevo al día en que él entro en mi vida. Si me hubieran dicho, cuando me desperté esa mañana, que este chico de ensueño entraría en mi vida y la cambiaria para siempre, habría pensado que estaban locos, pero es verdad. Es como si Dios nos hubiera guiñado ese día. A medida que sus bellos ojos verdes me miran, todo en lo que puedo pensar es en cada beso que hemos compartido, especialmente esos explosivos que me toman por sorpresa. Como cuando Peter se escabulle detrás de mí y guía sus manos alrededor de mi cadera, eso se siente muy bien... Pienso en nuestra noche de bodas y me sonrojo. Peter me mira curioso. Me muerdo el labio y continúo mirándolo. De repente sus ojos brillan y sonríe. Inclinándose, Peter susurra—: Estas contando las horas, porque yo lo estoy.
 
Ahora, mis mejillas arden. Tengo que apartar mi mirada de él y reír. Él toma mi mano y besa el dorso. Mis ojos se mueven a mi lado para encontrar a Candela sentada allí con una gran sonrisa en su rostro. — ¿Porque estás tan sonrojada Mariana?
 
—¡Cállate! —chasqueo juguetonamente. Ella menea sus pestañas como respuesta. Uchú, esta será una larga noche.
 
El personal aparece y comienza a llenar las copas de todos con champán. Me tomo un gran trago del mío. Estar aquí, delante de todo el mundo me pone un poco tensa de los nervios. Un camarero inmediatamente se acerca y me llena la copa de nuevo. Sonrío. Peter ríe—: Sabes que eres delgada. Ten cuidado de no beber mucho.
 
—Cállate —interviene Nico—. Deja a la mujer beber. Ella puede hacerlo esta noche. Ella tiene un marido fuerte para llevarla cargada a su habitación más tarde.
 
Todos reímos fuertemente por eso. La cena es genial. Cuando todos terminamos de comer, Vico se levanta. El misteriosamente tiene un micrófono en su mano.
 
—Está bien —comienza—. Como el padrino, se supone que debo dar un discurso. Soy terrible con los discurso, así que sean pacientes conmigo. Esto será breve, lo prometo. —Vico sonríe y dice—: Peter… Mariana, como sus amigos no podemos decirles lo feliz que estamos de que finalmente sean marido y mujer. Hemos observado como crecían juntos. Su amor no es algo que se ve muy a menudo. Bueno, a no ser por mí y mi bella esposa, Candela. Lo siento, nunca nos igualarán. —Todo el muncho se echa a reír—. No, pero en serio, no encontramos un amor como el de ustedes a menudo. Todos vemos la forma en que se ven el uno al otro, es como si miraran el alma del otro, no solamente sus ojos. Cuando Mariana apareció por primera vez en nuestras vidas, Nico y yo supimos que ella era algo especial. Era terrible en los videojuegos, pero ha mejorado después de una gran cantidad de entrenamiento con Nico. Ese no es el punto. Mariana, Peter te amó desde el principio. Todos lo notamos. Él te protegía entonces y sé que te protegerá desde este día en adelante. Si no lo hace, Nico y yo lo haremos. Así que, si todos levantan sus copas, me gustaría hacer un brindis. Por nuestros amigos, que su amor dure para siempre y que Mariana pueda tener la fuerza para aguantar a Peter. ¡Por la novia y el novio!
 
Todos toman un trago y luego ríen. Vico se acerca y le entrega el micrófono a Candela. Ella enciende el micrófono y empieza hablar. — Voy a tratar de hacer esto sin llorar. —Lleva su mano sobre su corazón—. Mariana, solo quería decirte lo hermosa que estás hoy. Eres hermosa todos los días, pero hoy estas radiante, y Peter ha estado viéndolo desde el comienzo. Incluso cuando pensabas lo peor de ti misma, Peter ha estado allí para mostrarte la verdad. Eres una maravillosa persona. Todos te amamos mucho, especialmente Peter. No puedo expresar lo feliz que estoy de verlos a los dos hoy. Veras, en mi primer encuentro con Peter, él era muy cerrado. Se rodeaba de gente, pero nunca dejaba a nadie acercarse a él, pero Mariana... tú viniste y rompiste esas paredes. Sacaste un lado de Peter que ni siquiera sabía que existía, un lado maravilloso. Son el uno para el otro. Complemente la belleza en sus interiores, y dan y reciben por igual. Su amor es lo que hace a los matrimonios durar, y es por eso que sé que estarán juntos para siempre. Y quería darle las gracias a Peter por traer a Mariana a nuestro mundo. Ella es una de mis mejores amigas y no puedo agradecerte lo suficiente por presentarnos.
 
—¡A todos nosotros! —grita Nico. Eso me hace sonreírle.
 
—Así que —dice ella, levantando su copa—. Por dos de mis amigos más cercanos, los amo con todo mí ser. Hoy me hace muy feliz verlos juntos. Espero que su vida este llena de mucha alegría y felicidad. Que su amor sea para toda la vida.
 
Me levanto y la abrazo. —Te amo —susurro.
 
—Yo también te amo, chica —Candela murmura en respuesta.
 
Peter se levanta y toma el micrófono de Candela. —Ahora —dice él, con una gran sonrisa—. Tienes que aguantarme por un minuto.
 
—Yo no voy a dar un discurso —gruño juguetonamente.
 
—No lo espero de ti —contesta—. Ahora siéntate. Tengo algo que decir.

Me siento y lo miro curiosa. El todavía hace que mi corazón lata muy rápido. —Mariana —comienza—. Mi amor, me has hecho el hombre más feliz el día de hoy. Has completado mi mundo con tus votos y amor. Un hombre no puede pedir más. Candela estaba en lo cierto con lo que dijo. —Peter se da la vuelta hacia los invitados—. Cuando estaba creciendo tuve una mejor amiga llamada Milagros.
 
Con esas palabras, mi mandíbula cae. —Ella era la cosa más dulce que alguna vez hubieras imaginado. Milagros era la única persona que a la dejaba entrar en mi pequeño mundo. Era un niño de acogida, no tenía familia. Milagros, Roberto y Norma eran todo lo que tenía. Luego en la secundaria a Milagros le dio cáncer. Ella peleo y peleo, pero un día, mientras estaba sosteniendo su mano, dejo esta vida. Huí de todo un poco después de eso, y si, como dijo Candela, me aislé del mundo hasta el día en que conocí a Mariana. Ella despertó algo muerto en mí por años. Al principio éramos solo amigos, pero eso creció y se convirtió en algo más y ahora, ahora es mi esposa. No podría ser más feliz. No solo derribaste mis paredes, pusiste vida de nuevo en mi interior. Nunca podré pagarle por eso. Haré cualquier cosa por ti. Cuidaré de ti cuando estés enferma, porque eres aún más como un bebe crecido cuando no te sientes bien.
 
—¡Ooooyeeeee! —grito y rio al mismo tiempo.
 
—Te llevaré el desayuno a la cama… después de levantarme temprano y comprarlo, ¡porque todos sabemos que no puedo cocinar! Haré mi mejor esfuerzo por darte la vida que mereces. No puedo esperar para vivir nuestras vidas y ver lo geniales que somos juntos. Además, darnos algunos años y podrían haber algunos niños, y todas esas cosas. Solo quería decir te amo Mariana. Tu eres mi mundo, mi luz, mi todo.
 
Rápidamente me pongo de pie y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello. Inclinándose Peter coloca sus labios suavemente sobre los míos. Un estruendoso aplauso suena a nuestro alrededor. Estamos besándonos por un tiempo. Finalmente, me alejo y sonrió. Estiro la mano y tomo el micrófono. Tomo una respiración profunda y luego digo—: Bueno, en realidad no puedo dejarlo así. Así que, solo diré algunas cosas, porque hablar enfrente de la gente me da escalofríos. Señor Lanzani solo quería darte las gracias. Tú me enseñaste a creer que soy hermosa. Me enseñaste que está bien ser yo misma y mostrar mi arte al mundo. Me enseñaste como vivir. Nunca podré pagarte por eso. Así que, gracias por todo. Gracias por hacerme mejor. Gracias por mostrarme la belleza del mundo. Planeo amarte por siempre y un día más, y comenzar una familia suena como una gran idea en unos años a partir de hoy. Serás un gran padre. Te amo. — Peter me agarra y me besa de nuevo. Cuando nos apartamos, digo—: ¡Oh! —En el micrófono—. También quería darles las gracias por las donaciones al hospital de niños con cáncer en lugar de regalos. Es una maravillosa causa. —Hay muchos aplausos después de eso.
 
Candela se acerca y dice alegremente—: ¡Es hora de cortar el pastel!
 
Girando hacia Peter, digo—: Ahora, no me lo arrojes a la cara. ¿Prometido?
 
—Sí, sí, sí —contesta.
 
Caminamos y miramos el pastel. Es uno de esos pasteles muy elegantes que requiere de cinco personas para hacerlo. Hay flores en realidad comestibles en el mismo. Sí, está bien, tal vez me excedí con el pastel, pero se veían muy bien en televisión.
 
Peter me entrega el pequeño cuchillo para pastel. Sonrió y lo pongo en el pastel. Él pone su mano sobre la mía y procedemos a cortar una rebanada. Luego, cada uno toma un pedazo. Pongo el mío en un pequeño plato, pero por supuesto Peter no lo hace. —No pongas eso en mi vestido —afirmo con fuerza. Peter rueda los ojos y agarra una servilleta. Sostenemos en alto el pastel para que todos lo vean y luego nos damos de comer el uno al otro. Es agradable y dulce. Luego, tan pronto como me doy cuenta de que Peter no me está prestando atención, le tiro el pastel en el rostro.
 
El deja su pastel y comienza a reír. —¡Oh, con que estas tenemos!
 
—No, no, no —digo con fuerza—. ¡Lo prometiste!
 
—¡Tú lo hiciste! —Peter grita con una sonrisa.
 
Con una sonrisa, respondo—: No me hiciste prometerlo.
 
Toma una servilleta y empieza a limpiar su rostro, negando con su cabeza todo el tiempo. Me acerco y agarro una servilleta para ayudarle. Cuando me acerco a él, rápidamente me agarra y me besa, consiguiendo tener pastel por todo el rostro. Cuando nos alejamos. Sonríe. —No dijiste nada acerca de no tener pastel en tu rostro.
 
—Bastante justo —rio en respuesta. Nos besamos otra vez, hay más pastel en todas partes.
 
Durante la siguiente media hora caminamos y visitamos a los invitados en la cena. Es un poco abrumador, incluso al tener una boda pequeña. Cuando las mesas finalmente están limpias, se mueven para el baile. Ahora esto es lo que estamos deseando. Todavía vamos a bailar mucho sobre todo desde que cumplí 21, cuando todo está listo, es hora de mi primer baile con Peter.
 
Nosotros por supuesto tenemos que bailar la canción de amor cursi canción en mi baile formal de la escuela secundaria. Todavía me hace reír. Cuando el DJ nos anuncia, tomamos la mano del otro y salimos a la pista de baile. Peter me hace girar hacia fuera y luego me hala contra sí. La música comienza y empezamos a bailar.
 
A medida que nos desplazamos por la pista de baile, Peter sonríe. — Estás muy hermosa.
 
—Tu tampoco estas mal —contesto con una sonrisa—. Esto ha sido maravilloso.
 
—Lo ha sido ¿no? Hiciste un gran trabajo planificando esto. No podría pedir más —afirma Peter—. Te amo demasiado.
 
Subo mis brazos y los envuelvo alrededor de su cuello y lo halo cerca.
 
—Te amo también. Estoy orgullosa de ti.
 
—¿Por qué? —pregunta.
 
—Te abriste acerca de Milagros. Eso requiere mucha fuerza.
 
Peter inclina la cabeza y me mira. —¿Te molesta que sacara el tema de ella? Es nuestro día después de todo. Esto debió ser sobre ti. Lo pensé después de decirlo.
 
—Peter —susurro—. Ella fue tu mejor amiga. Milagros no podía estar aquí hoy. Eso no quiere decir que te hayas olvidado de ella. No me molesta.
 
Gentilmente besa mi frente. —El resto del día y el resto de nuestras vidas son sobre ti. Tú eres el amor de mi vida y no renunciaría a eso por nada de este mundo.
 
—Yo tampoco renunciaría a ti. —Con eso sonreímos y Peter me hace girar.
 
Un poco más tarde, estamos en la mesa principal, estoy bebiendo un poco más de champán. He tomado dos copas y esta es mi tercera. Me siento un poco mareada. De repente, hay una mano en mi espalda. Giro y veo a Roberto. —¡Hola! —chillo.
 
—Iba a pedirte que bailemos. Sé que no llegaste a hacer el baile tradicional de padre e hija, pero me estaba preguntando si me dejarías tomar ese lugar.
 
—¡Sí! —exclamo.
 
Él extiende su brazo y lo tomo. Salimos a la pista de baile. Roberto levanta la mano y la música cambia de repente. Ahora es clásica
 
. —¿Querrías bailar un vals querida?
 
Sonriendo, digo—: Pero por supuesto. Creo que hemos practicado lo suficiente todos estos años.

Roberto me toma en sus brazos y comenzamos a bailar. —Peter va estar muy celoso si sigues eligiéndome para bailar el vals.
 
—Bueno… sin embargo, me gusta bailar contigo —declaro. Nos reímos y bailamos. No sabía que podía ser graciosa.
 
Después de que terminé de bailar con Roberto, Peter baila con mi mamá y luego con Norma. Lo observo alegremente. Realmente es un buen bailarín. Después de que terminan todos los bailes tradicionales, la verdadera música comienza y todo el mundo está en la pista. Nuestros amigos de la universidad comienzan a llegar en este momento. Estoy un poco perdida tratando de saludar a todo el mundo, poniendo atención a mi marido y al baile.
 
Todo es increíblemente divertido. Me paso todo el tiempo que puedo en brazos de Peter. Sinceramente no quiero volver a dejarlo. Cuando llega el momento de lanzar el ramo y la liga, estoy un poco nerviosa. Tengo una sensación abrumadora de que esto será difícil. Ellos me dijeron que debía sentarme en las rodillas de Vico, pero no iba hacer eso, así que estoy sentada en una silla. Todo el mundo se reúne a nuestro alrededor, y hace que me sonroje. Peter viene y se arrodilla junto a mí. Nerviosamente sonrío. —Vas a estar bien —dice Peter—. Prometo no avergonzarte.
 
—¿Tienes que usar tus dientes? —siseo.
 
—No si no quieres —contesta él, hacienda un mohín con los labios.
 
Pongo mi mano en mi rostro. De repente oímos a Nico gritar—: Vamos, ¡hazlo! ¡hazlo! ¡hazlo!
 
—Vamos hazlo —murmuro a través de mis dedos.
 
Peter desliza su mano bajo mi vestido. Siento sus dedos deslizarse hacia arriba por mi muslo. Me estremezco un poco y luego lo miro. Su mano recorre la parte superior de mis medias hasta el muslo. Las cejas de Peter suben cuando sus dedos rozan el liguero. No puedo evitar sonreír. Con una sonrisa diabólica, se agacha y va debajo de mi vestido. De repente un montón de gente gritando desde todos lados. Honestamente no puedo dejar de reír histéricamente, porque me hace muchas cosquillas.
 
Finalmente Peter regresa con mi liga entre sus dientes. Niego con la cabeza y me inclino para besarlo. El rápidamente aparta la liga y nos encontramos a la mitad. El beso es diferente esta vez. Hay una gran cantidad de pasión detrás de él. Anticipación, anticipación, tengo demasiado de ello. Peter se levanta y me hala con él. Levantándome, damos la vuelta en círculos. Entierro mi rostro en su cuello y rio.
 
Por supuesto, Nico es el que atrapa la liga, estoy sorprendida de eso. Así que cuando llega lo hora de lanzar el ramo, me mantengo atenta hacia donde está Euge. Cuando me doy la vuelta, hago hasta lo imposible por lanzar bien hacia ella. Cuando me giro de nuevo hacia la multitud, veo que ella lo atrapo. Salto hacia arriba y abajo porque pienso que puedo estar tan emocionada como ella.
 
Rápidamente, voy hacia Nico, empujándolo a la pista de baile. — Ustedes chicos tienen que bailan ahora.
 
—Está bien, está bien —ríe Nico—. ¿Qué descarada?
 
Lo miro fijamente. —Euge realmente quiere bailar contigo Nico. —Él me da su mirada despistada habitual. Rodando mis ojos hacia la parte de atrás de mi cabeza tan lejos como pueden llegar, me quejo—: Solo ve a bailar con ella.
 
Así lo hace. Mientras bailan, Peter viene hacia mí. 
 
—¿Piensas que él tiene idea alguna?
 
—¿De qué? —pregunto.
 
—De que a Euge le gusta —responde Peter.
 
Mi mandíbula cae. —¿¡Como lo sabes!?
 
Levantando una ceja, se inclina hacia mí. —Es realmente obvio, parecido a como tú lo eras.
 
—¡Tú no tenías ni idea! —exclamo—. No vayamos por ese camino.
 
Agarrándome entre sus brazos, Peter dice—: Pienso que muy en el fondo lo sabía. De seguro soñaba contigo todas las noches.
 
—Oh, ¿en serio? —digo con una sonrisa graciosa—, ¿y acerca que eran esos sueños?
 
Peter trae su rostro junto al mío y respira junto a mis labios. —Te lo mostraré más tarde. —Eso me hace sonreír. Él me besa muy sensualmente.
 
Me alejo de él. —¿Cuándo será adecuado que nos vayamos de aquí?
 
—No tengo ni idea —responde el, aun sobre mis labios—, pero es mejor que sea pronto.
 
—Mmmmmmm, estoy de acuerdo contigo —murmuro.
 
Hay mucho más baile y conversaciones con las personas, pero finalmente tuve mi parte y solo quiero tener a Peter a solas. Me acerco a él y lo halo hacia abajo para susurrarle al oído. —Necesitamos irnos ahora, antes de que me vuelva loca.
 
El me da una sonrisa malvada. —Está bien. —Peter camina hacia el DJ, y le dice algo. El DJ detiene la música y sobre su micrófono grita—: La novia y el novio se van ahora. ¡Dicen buenas noches a todos!
 
Nuestros amigos más cercanos se acercan y nos dicen buenas noches, y nuestra familia también. Peter finalmente agarra mi mano y empezamos a salir por los jardines… bastante rápido. Nos dieron la suite del pent-house por esta noche. Cuando por fin entramos en el ascensor y las puertas se cierran, Peter me empuja contra la pared y empieza a besarme. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y lo halo más cerca.
 
Cuando llegamos a nuestro piso, Peter se inclina y me levanta en sus brazos. Empiezo a reír. —¿Me vas a cargar a través del umbral?
 
—Si —responde el, con una sonrisa—. Te cargare hasta que este demasiado viejo y débil para volver a hacerlo.
 
—Aww, eso es dulce —replico.
 
Llegamos a la habitación y saco la llave del bolsillo de Peter. — Recuerdo cuando tú ni siquiera te acercabas a mi bolsillo. Si solo estuvieras en realidad yendo por mis pantalones —Peter suspira, mientras abre la puesta.
 
Levantando mi ceja, digo—: Oye, ahora puedo ir por tus pantalones cada vez que quiera.
 
Peter se ríe. —Dulce y bondadosa mujer, estas tomándome el pelo.
 
—¿Quien dice que te estoy tomando el pelo? —respondo seductoramente.
 
—Mariana, tú tienes un lado perverso —Peter dice, mientras me baja.
 
Sonriendo, comienzo a quitarle la chaqueta. —No tienes ni idea.
 
Él levanta una ceja. —¿Entusiasmada?
 
—¿Qué piensas? —pregunto.
 
Con una sonrisa, Peter se inclina y me besa. Estamos así por un tiempo, solo besándonos. Finalmente Peter se aleja y me susurra—: Te amo Mariana.
 
—También te amo —murmuro.
 
—¿Estas lista? —pregunta.
 
Asiento con la cabeza. —Sí, creo que hemos esperado lo suficiente.
 
—Eso pienso también —contesta el, mientras se dirige a la parte de atrás de mi vestido.
 
Mis manos comienzan a sudar cuando Peter deshace las cintas. Luego poco a poco baja la cremallera y sostengo el vestugo contra mi pecho. Sus dedos trazan mi espalda. Dándome la vuelta, me encuentro con su ardiente mirada. —Estoy nerviosa.
 
Peter agarra mi mano y la besa. —Por favor no lo estés. Podemos esperar un poco más. Tenemos el resto de nuestras vidas.

Inclinando la cabeza hacia un lado, exclamo—: ¡Te hecho esperar durante más de tres años!
 
—Lo sé —Peter ríe de nuevo—. He sido muy difícil a veces. Te lo prometo, pero soy tu esposo. Nunca te hare hace nada que no quieras.
 
—¿Estás enojado porque quisiera esperar? —pregunto suavemente.
 
—No —dice Peter—. Te amo cariño. Quiero que seas mí para siempre. —Pone sus manos a los lados de mi rostro—. Haré todo lo que me sea posible hacer para hacerte feliz. Por lo tanto, si hay que esperar, entonces esperamos.
 
—No más espera —exhalo y dejo caer el vestido. Peter sonríe ampliamente—. Candela me ayudo a elegir la lencería.
 
—¿¡Puedo tomarte una foto por favor!? —enfatiza Peter—. No quiero olvidarme nunca de esto.
 
—Cállate —susurro. Lo halo hacia mí, presionando mi cuerpo contra el suyo—. Es hora de abrir tu regalo de bodas. —Peter me da una mirada inquisitiva—. Yo soy tu regalo de bodas —digo tímidamente—. Hora de quitarlo todo.
 
Un rato después, estamos tumbados en los brazos del otro. —Wow —Es todo lo que puedo decir.
 
—Definitivamente vales la pena la espera —suspira feliz Peter.
 
Sonriendo, digo—: Gracias.
 
Me doy la vuelta para estar encima de él. —Recuerdo la primera vez que te vi. Mi corazón casi se detiene. Nunca habría imaginado que acabaríamos aquí hoy.
 
—Recuerdo el momento en que supe que estaba enamorado de ti — dice Peter.
 
—¿En serio? —digo—. Nunca me lo dijiste en todos estos años.
 
Con una mirada muy cariñosa, Peter dice—: Supe que sentía algo el día que te encontré en el callejón porque quería matar a ese bastardo. Finalmente me di cuenta de que estaba enamorado de ti cuando pasamos la noche juntos. Cuando te beso, no es algo que haya sentido antes. Esa noche algo fue muy diferente. Fue mucho más allá de lo que había experimentado con Milagros. Solo lo supe. No quería que parara. Quería estar contigo muy desesperadamente.
 
—Awww. Debí hacerme dado cuenta que te amaba todo el tiempo. Cada vez que me tocabas, hacías que mis nervios hormiguearan. Cada vez que me besabas quería más, cuando yacíamos juntos por la noche, no quería estar en ningún otro lugar. Pienso que seguía diciéndome a mi misma que nunca querrías estar conmigo. Nunca pensé que fuera lo suficientemente buena.
 
—Eres más que suficientemente buena. Nunca querría nada más.
 
Descansando mi barbilla en su pecho, digo—: ¿Realmente quieres tener hijos?
 
—Si —contesta—. Tres.
 
—Eso suena bien para mí.
 
Sonriendo, Peter dice—: Digo que debemos practicar para ello.
 
—Eso suena aún mejor —replico, mientras me inclino para besarlo.

FIN

11 comentarios :

  1. Ha estado genial la novela, eres muy buena escribiendo este tipo de novelas. Voy a estar esperando la próxima novela.

    ResponderEliminar
  2. nooooo términooooo! Como voy a extrañas está nove Gracias por subirla espero la próxima! Besos Naara

    ResponderEliminar
  3. Que geniaaaaal, fue super tierno!! Me encanto la nove :))

    Arii

    ResponderEliminar
  4. Esta novela me encantó mucho, linda la historia. ♥

    ResponderEliminar
  5. Aww me cncanto la novela, hermoso final lo ame 💖💞💘❤️💍💋❤️💓💗💍💋💋

    ResponderEliminar
  6. Esta nove es una de las que mas me a gustado es súper tierna me encanto de principió a fin y espero la siguiente. Novela.

    ResponderEliminar
  7. Esta nove es una de las que mas me a gustado es súper tierna me encanto de principió a fin y espero la siguiente. Novela.

    ResponderEliminar
  8. Gracias por compartir tu novee me encanto y espero la próxima : D

    ATTE: Valeria : )

    ResponderEliminar
  9. ame ame de principio a fin esta novela
    es una hermosa historia
    creo q voy a volver a leerla
    besos

    ResponderEliminar
  10. Ok es un poco tarde ya que colocaste ya otra novela y su primer capitulo ¬¬ Bue me encanto el final no lo pude leer cuando era ya que me hospitalizaron en la clinica, Me encanto el final espero coloques mas adaptaciones muy lindas como estas

    Att: andrea antequera

    ResponderEliminar