miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capitulo 47

Yo veo como Peter acomoda las bolas. Él se está inclinando delante de mí y no puedo dejar de comprobarlo. Entonces aprieto los ojos cerrándolos. ¡Tengo que dejar de hacer eso! Él es simplemente muy... caliente. No, no, no, no puedo pensar de esa manera. ¡Basta!
 
—¿Qué demonios estás pensando ? —De repente oigo.

Capitulo 47

Al abrir los ojos, veo a Peter mirándome. —¿Qué quieres decir? — chillo.
 
—Tienes el aspecto más peculiar en tu rostro. Quiero saber lo que estaba pasando en tu cabeza.
 
—Nada, absolutamente nada —murmuro—. Aquí está tu palo de billar.
 
Lo toma de mí, pero me observa con atención. Finalmente, Agus y Pablo hacen su camino de regreso. —¿Estamos haciendo los equipos ? —Pablo le pregunta.
 
—Yo nunca he siquiera intentado esto, así que voy a ver —afirmo, dando un paso atrás.
 
—Uh, uh —Peter dice, tirando de mí hacia adelante—. Primero te enseñaremos a jugar. Luego Les patearé el trasero de forma individual.
 
Agus interviene—: Amigo, Pablo es realmente bueno en esto.
 
—Crecí jugando casi todas las noches —afirma Pablo con mucha calma.
 
La mirada que pasa por la cara de Peter es de repente muy seria.
 
—Bueno, entonces, tendremos que enfrentarnos cara a cara y ver quién queda de primero, pero primero, MI Mariana tiene que aprender a jugar. Voy a organizar y romper para ti y después te dejaremos dar un tiro en ello.
 
—Está bien —me quejo—. Sólo voy a avergonzarme a mí misma.
 
—No, no lo harás —dice Pablo en respuesta—. Es como geometría.
 
Frunciendo el ceño, le digo—: Odiaba la geometría.
 
—Confía en mí, no te estreses por ello, o te confundirás. Sólo relájate, estamos aquí para divertirnos.
 
Le sonrío. —Gracias por el consejo. —Pacientemente esperamos mientras Peter prepara la mesa para mí. Cuando rompe las bolas, me quejo—. Ahora, ¿que se supone que haga?
 
—Ven aquí —dice Pablo. Me acerco a la mesa con él. —Esta es la bola blanca. Es necesario golpear está contra otra bola y tratar de meterla en una buchaca.

—Oh, Dios, suena fácil. —Suspiro.
 
—Aquí, sólo mirarme. Primero, si eres diestra pones tu pierna derecha hacia atrás y doblas la izquierda. Luego, colocas tu mano izquierda sobre la mesa y es donde pones tu taco. Tu mano derecha controla el impulso del palo. Así que, ven a intentarlo.
 
A regañadientes, me acerco a él. —¿Y ahora qué hago?
 
—Aquí —oigo que Peter dice con vehemencia—.Yo te mostraré. — Se acerca justo detrás de mí—. Alguien tiene que mostrártelo.
 
Presionándonos hacia la mesa, agarra mi pierna y la lleva hacia atrás. —Ahora, dobla la cintura. —Mientras lo hago, él me sigue, así que nuestros cuerpos están apretados uno contra el otro. Estimado Señor, ten misericordia de mí.
 
—Ahora, déjame mostrarte dónde van los brazos. —Después de esas palabras, no le prestó mucha atención a lo que está diciendo, porque lo siento por todo mi cuerpo. El calor de sus manos en las mías envían fuego a mis nervios. Por último, apenas susurra en mi oído—. ¿Estás siquiera prestando atención a algo de lo que estoy diciendo en este momento?
 
Tragando saliva, susurro—: En realidad no.
 
—Eso es lo que pensé —Su aliento caliente barre junto a mi oreja. Mis ojos están en realidad se cierran—. Mariana, ¿por qué no te estás concentrando en este momento?
 
—¿Por qué crees? —Resoplo—. Estamos en una posición muy comprometedora, presionados uno contra el otro, sobre el lado de una mesa. Es un poco… distractor.
 
Él pone sus labios en mi cuello. —Ni siquiera voy a comentar en respuesta a eso.
 
—Cállate, y enséñame cómo hacer esto —gruño juguetonamente.
 
—Te puedo enseñar un par de cosas —responde.
 
Eso me hace atragantar y reír. —Oh, Dios mío, tenemos que parar, ¡esto es ridículo!
 
Peter me agarra y me presiona hacia abajo en posición.
 
—No, tú vas a aprender. Ahora, realmente escúchame, o voy a estar tan encima de ti el resto de la noche, tu chico no creo que tenga oportunidad alguna.
 
—¡Peter! —siseo en voz baja.
 
—Ahora, escúchame jovencita —se ríe.

Esta vez lo hago. Golpeamos la bola y en realidad la metemos en una buchaca. Me levanto de un salto y envuelvo mis brazos alrededor de Peter. Él sólo me recoge.
 
Cuando me dejo llevar, veo a Pablo mirándome. Sonrío y él sonríe en respuesta. Miro a Peter. —Está bien, lo hice una vez, ahora ustedes jueguen.
 
—¡Eso es! —exclama—. Lo vas a hacer una vez.
 
—Creo que una vez es suficiente —murmuro, con los ojos muy abiertos.
 
Riendo, Peter camina delante de mí y me susurra—: Amo hacerte sonrojar. —Se detiene frente a Pablo—. ¿Estás listo para la acción real?
 
—Estoy listo —Pablo responde—. Tú arma y yo voy a romper. O a menos que quieras un turno, puedes romper.
 
Mi mandíbula se cae al suelo. Peter gira lentamente y lo mira. —Eres un bocazas para ser un adolescente. ¿Quieres poner dinero en ello?
 
—¡Peter! —le digo—. ¡Basta!
 
—Claro, ¿de cuánto estamos hablando? —Pablo réplica.
 
—Pablo —le grito—. Paren los dos.
 
Peter abre sus manos. —Mi flujo de efectivo es ilimitado en su mayor parte, así que todo lo que un estudiante de secundaria pueda manejar.
 
—De verdad Peter, ¡no seas grosero! —grito.
 
—Está bien —Pablo interviene—. Cincuenta.
 
Una vez más, mi mandíbula cae. Peter asiente con la cabeza. —Está arreglado entonces. Puedes romper si quieres.
 
—Creo que lo haré —dice Pablo en respuesta. Miro a Agus y me mira como estamos todos locos. Pablo se inclina y pone en movimiento la bola blanca. Esparce el resto de las bolas y una bola en realidad va a una buchaca—. Tienes las sin raya —le dice a Peter. Inclinándose, tira otra vez, enviando otra bola a una buchaca lateral.
 
Este será un juego rápido. Poco a poco muevo mi mirada hacia Peter. Está en realidad mirando a la mesa. ¿Por qué está tan serio acerca de vencer a Pablo? Cuando Pablo en realidad falla un tiro, Peter dice—: Excelente. —Se acerca a mí y me dice—: Un beso para la buena suerte.
 
Sus labios están inmediatamente en los míos, y no es sólo un beso. Me hace vacilar un poco. Cuando Peter se aleja, él sólo me sonríe. Estoy un poco aturdida, mientras da su tiro. Él, por supuesto, hace que la bola entre en la buchaca, y luego las de los tres disparos después de ese.
 
Me muerdo el labio porque no sé quién quiero que gane. ¿No está mal de mi parte? ¿No debería querer que Pablo gane? Veo mientras ellos van y vienen, poniéndose más y más serios mientras el juego progresa. Entonces me doy cuenta. Esto es en realidad tiene un fondo atractivo. No tengo ni idea de por qué, pero es algo sexy.
 
Finalmente, ambos están a una bola y la bola 8. Se toman un minuto y estudian la mesa. Peter mira a Pablo. —Tienes una oportunidad de hacer esto. Recuerda que hay 50 dólares como apuesta.
 
—El dinero no es un problema —Pablo replica.
 
—Hay que subir la apuesta entonces —responde Peter. Se vuelve y me mira—. Mariana, ¿qué podríamos posiblemente poner en la apuesta?
 
Mi ira se dispara instantáneamente. —No tengo ni idea —siseo.
 
—Bueno, eres una chica hermosa. Digo que apuesto a que el ganador puede llevar fuera a Mariana en la noche, con lo que le gane al otro jugador —dice Peter.
 
Oh Dios mío, voy a matarlo.
 
Pablo asiente con la cabeza. —Hecho.
 
Mi boca se abre. —¿Eh?
 
—Continua mi muchacho —suspira Peter—. Mariana y yo queremos salir en la noche.
 
Tomando una respiración profunda, Pablo se inclina. Se queda mirando la bola mientras mueve su palo de billar adelante y atrás y da el disparo. Mete su bola en la buchaca. —¿Y ahora qué ? —pregunto.
 
—Él tiene que meter la bola 8 en la misma buchaca —responde Agus—. Es un tiro duro.
 
Con un aspecto muy serio, Pablo da el disparo... y falla. Peter se acerca a él y le da una palmadita en la espalda. —Buen intento. Espero que no haya malos sentimientos.
 
Peter se inclina y da un tiro y mete la bola. De pie, él se acerca a mí. —¿Qué quieres hacer esta noche, cariño?
 
—Peter —me quejo—. No lo hagas.
 
Él sólo sonríe. —Bola 8, buchaca de la esquina. —Él se inclina y clava totalmente la bola en la buchaca derecha—. Lo siento, Pablo.
 
Pablo sólo lo mira y luego sonríe. —Está todo bien, sólo es un juego. — Alcanza su billetera y saca el dinero—. Aquí tienes.

Se lo arrebato y lo meto de nuevo en su billetera. —No vamos a tomar eso. ¡Esto es una tontería!
 
—No, él ganó —dice Pablo—, recibe el dinero.
 
Sacudiendo la cabeza, Peter dice—: En realidad no voy a tomar tu dinero. Fue por diversión. Tendré que sacarte más a menudo.
 
De repente, soy levantada desde atrás y oigo—: ¡MY MARIANA! — gritado en mi oído.
 
Al instante me congelo. Cuando me vuelven a bajar, doy la vuelta para ver...
 
—¡NICO! —Salto a sus brazos y le doy un abrazo—.¿Qué estás haciendo aquí?
 
—De hecho, acabamos de llegar. Estos son Sam y mi hermano Lucas —Nico explica, señalando a otros dos chicos.
 
—Hola —los saludo moviendo mi mano—. Fuimos a la exhibición de autos hoy, y aprendí que me gustan las importaciones.
 
Nico choca los cinco conmigo. —Increíble, me gustas más cada día.
 
—Oh, estos son mis amigos, Pablo y Agus. También fueron a la exhibición de autos.
 
Agus y Pablo dicen—: Hola.
 
—Oye, tú eres el hermano que posee el club nocturno —le digo—. Vico me hablo acerca de ti.
 
—Sí, soy dueño del club nocturno. ¿Has estado allí? —pregunta Lucas.
 
Niego con la cabeza. —No, todavía no. Esperemos que pronto, sin embargo.
 
—Ella no tiene 21 —exclama Agus.
 
Peter cierra los ojos. —Lo sabemos Agus.
 
Pablo mira a su amigo—: Hay una noche en que dejan que la gente entre las edades de 18 a 21 ingresen a la parte inferior del club.
 
—Eres publicidad gratuita —Lucas se ríe—. Deberían venir. Podrían pasar un buen rato.
 
—Tengo la intención de bailar con Mariana —Nico exclama y me recoge del suelo.
 
Riendo, lo golpeo. —Déjame en el suelo.
 
—No —se ríe—. ¿Terminaron de jugar o qué?
 
—Deberíamos hacer equipos —dice Peter—. Tomaré a Pablo

Pablo lo mira y le da la sonrisa más pícara. Pongo los ojos en blanco, y paso el resto de la noche viendo un montón de lazos masculinos. Todos ellos me compran la suficiente gaseosa y luego pizza para hacerme enfermar. Finalmente, es tarde y bostezo.
 
Peter viene caminando hacia mí. —¿Está cansada, nena?
 
—Mmmhmmm —le respondo, adormilada—. Quiero ir a casa y meterme en la cama.
 
—Me parece bien —Peter sonríe en respuesta.
 
—SOLA —subrayo.
 
Peter se agarra el pecho. —Ay, ¿por qué el repentino cambio de corazón?
 
Aparto la mirada. —No lo ha habido, pero... no estamos juntos... no deberíamos estar haciendo eso. Pablo se lo ha tomado en broma todo este tiempo, pero ¿qué pasa si quiere salir en una cita? —le susurro—. No podría hacer eso después de pasar dos noches durmiendo en tu cama.
 
—¿Desde cuándo nos importa lo que piensen los demás? —Peter pregunta en voz baja—. Somos tú y yo, nena.
 
La tensión se forma en mi pecho. —No somos tú y yo Peter. — Suspiro, mirándolo a los ojos—. No estamos juntos.
 
Él está allí por un segundo con la mirada fija en mí. Luego lleva sus dedos hacia arriba por el lado de mi cara y poco a poco los lleva hacia abajo. La boca de Peter se abre para decir algo, pero de repente Agus está a nuestro lado. —Tío, me doy cuenta de que tengo 18, pero es domingo y tengo que estar en casa pronto.
 
—Podemos irnos —dice Peter rápidamente, dejando caer su mano. Quiero de todo corazón que la mantenga allí—. Vamos, nena. —Bajo desde mi taburete y lo sigo hacia el grupo.
 
Luego decimos nuestras buenas noches a Pablo y Agus cuando los dejamos en sus casas. Ambos dijeron que tuvieron un rato estupendo y que me verían mañana. Eso me hizo feliz.
 
Cuando Peter y yo llegamos a casa, estamos silenciosos. Entro en mi habitación y me cambio al pijama. A continuación, voy al baño y empiezo a lavarme el maquillaje. Peter llega caminando a mi lado. Está sin camisa de nuevo. ¿Por qué me hace esto a mí? Enjuago mi cara y me seco con una toalla. —¿Necesitas cepillarte los dientes? —pregunto.
 
Él asiente con la cabeza, estirando su mano para tomar su cepillo de dientes. Tomo el mío también y nos cepillamos los dientes en silencio. Cuando termino, lo miro. —Muchas gracias por hoy. Estuvo muy divertido y fue genial pasar el rato con Pablo y Agus.

—Especialmente con Pablo —Peter añade en voz baja.
 
—Sí —le respondo—. Tuve un buen tiempo contigo también. —Lo empujo con mi cadera—. Mi día no habría estado completo sin ti.
 
Esa parece hacerlo sonreír. —Mientras que yo sepa que no voy a perderte totalmente.
 
—¿De qué estás hablando? —le pregunto.
 
—Tú y Pablo. Veo la forma en que te mira Mariana. No se necesita mucho para conseguir que salga contigo en una cita. Solo me sentí incómodo. Tuve que contenerme demasiado.
 
Cruzando los brazos, le digo—: No te contuviste mucho.
 
—Oh, confía en mí, lo hice, y mucho. Quiero lo que sea que quieras y si deseas a Pablo, entonces te conseguiré a Pablo —Peter declara en voz baja, sin encontrarse con mis ojos.
 
Vacilante, le digo—: Y si quisiera algo más...
 
—Te ayudaría a obtener eso también —susurra Peter—. Tenemos que ir a dormir. Tengo trabajo y tú tienes escuela.
 
—Está bien. —Suspiro. De repente, tengo un montón de sentimientos extraños arremolinándose a mí alrededor. Nos detenemos en las entradas a nuestras habitaciones y nos miramos el uno al otro—. Buenas noches —le susurro.
 
Peter se inclina y me besa muy suavemente en los labios. —Buenas noches Mariana. Sabes dónde encontrarme si me necesitas. —Me deja ir y entra en su habitación.
 
Doy la vuelta y entro en la mía. Cuando me meto en la cama, como que me quedo allí, mirando al techo. Me voy a dormir luchando contra el impulso de ir donde Peter.

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27 comentarios :

  1. Me muero!!! Esta nove no me puede tener mas atrapada!
    Mas noveeeee!!!

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  2. massss me encanta peter sien ta algo por lali ayyy que cosiito massss lali le tenia que decir apeter lo que paso la otra noche masssssss que aya rock laliter massss

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  3. Ay ay por favor sí podes queres subir una novela para descargar? Es que son realmente buenísimas todas las que elegis

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  4. Hola, perdon si ando desaparecida. Es que desde que no leo mas aca, estuve leyendo el mismo libro que me lo lei todo en un dia, realmente es hermoso. Bueno, no podia contenerme. Ademas, obviamente trataba de enfocarme en leer LALI Y PETER no los nombres de los protagonistas, asi se me hacia mejor y me enfoque tanto en eso que a medida que leia mis ojos no leian sus nombres sino lo que yo queria, Lali y Peter. Me encantooo el finalll, juro que es hermoso!! no dire nada porque sino me mataran ! Me encanta que compartas con todas nosotras estas hermosas adaptaciones de libros realmente hermosos. Te seguire en el proximo que subas!

    Atte: Ludmy

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  5. Peter esta supeter enamorado de lali y ella de el que se dejen de cosas y se pongan de novios ya porfíss subí más noveee me encanta

    ATTE: Valeria : )

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  6. aw quiero más quiero LALITER! Besos Naara

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  7. Para mi lali va a salir con pablo una noche y se va a dar cta q esta esta enamorada de peter

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  8. No para que te enojes o algo, pero es un poco molesto leer los cap con el papa noel que gira.. Sin animos de ofender.. :)

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  9. Con las acciones k tiene con ella ,me parece difícil k Pablo se anime,x mucho k quiera.

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