jueves, 5 de diciembre de 2013

Capitulo 25

—Vamos a enseñarte a defenderte. Te daré un par de días para recuperarte, pero no te voy a tener por ahí sin protección. No podría hacer frente a esto nuevo.
 
—Lo siento, no me di cuenta de que fuera semejante carga.

Capitulo 25

Peter se arrastra hacia el lado más alejado de la cortina. Obviamente, para que no poder ver hacia adentro.
 
—No es una carga. Literalmente, quiero golpear a alguien en el rostro. No puedo creer que no estuve ahí para protegerte.
 
Estirándome, jalo una toalla de la pared. Me cubro y abro la cortina, por lo que estamos cara a cara.
 
—No podrías haber estado ahí para protegerme. Ninguno de nosotros sabía siquiera que iba a estar ahí. Debería haberte enviado un texto, pero estabas fuera haciendo cosas. He estado sobre tu trasero todos los días. No quería molestarte.
 
Con una mirada de dolor en sus ojos, Peter se inclina aún más hacia mí.
 
—No quiero nada más que protegerte. —Levanta sus dedos y los pasa por mi cara—. Dijiste antes que ibas a ser mi responsabilidad como si fuera una cosa mala, pero no lo es. Quiero cuidar de ti. Quiero mostrarte el mundo que has estado negándote por tanto tiempo. Tienes una hermosa sonrisa, y me encanta verla.
 
—Sé que no soy hermosa o preciosa, pero eres la única persona que me ha hecho sentir bonita, por fuera y por dentro.
 
Durante unos segundos, sólo permanecemos ahí cara a cara, a pocos centímetros de distancia. Siento su suave aliento besar mi piel. Eso envía escalofríos por mi columna mientras lo miro a los ojos.
 
De repente los pensamientos en mi cabeza son demasiado y los retraigo.
 
—Gracias —susurro—. Gracias por todo.
 
Mira hacia abajo y asiente.
 
—Me alegra que pueda hacerlo.
 
—Entonces, ¿puedo pedirte un favor? —pregunto vacilante.
 
—Claro —responde Peter con una sonrisa.
 
Mordiéndome el labio digo.
 
—Dime algo sobre ti mismo. Tú sabes demasiado acerca de mí. No tienes que decirme nada sobre tu pasado. Sólo algo, para así poder llegar a conocerte mejor.
 
Peter levanta la vista y tararea.

—Hmmm, ¿qué es lo que quiero decirte?
 
Hay silencio mientras obviamente piensa.
 
—Vamos a ver, estás en preparatoria. ¿Qué puedo decirte? ¡Ya sé! Nunca he ido a un baile escolar.
 
—¿En serio? ¿Por qué? —pregunto.
 
Sacudiendo la cabeza, Peter dice.
 
—Recibirás un hecho. Sin preguntas.
 
—¡No es justo! —exclamo riendo—. Está bien. Yo nunca he estado en uno y dudo que lo haga.
 
—¿No tienes ninguno este año? —pregunta Peter.
 
Asiento.
 
—El baile de invierno y el baile de Graduación, a ninguno de los cuales voy a asistir.
 
—¿Por qué? Podemos conseguirte un vestido y ponerte toda bonita.
 
—Sin ánimo de ofender, pero no quiero ir sola —murmuro—. Todo el mundo va ahí con amigos.
 
Sólo hay silencio en tanto Peter mira hacia otro lado.
 
—Bueno, tal vez tendrás amigos para entonces con los cuales ir. ¿Cuándo es el baile de invierno?
 
—Como en un poco menos de dos meses —respondo—. Es tonto.
 
Se ríe.
 
—La mayoría de las cosas lo son en la preparatoria. Bueno, debería dejarte tomar el resto de tu baño. Aunque disfruto verte cubierta con una toalla, con el cabello todo húmedo sobre tu piel.
 
—¡Pervertido! ¡Dios Peter! —grito.
 
Riéndose, se pone de pie. Me aseguro de mantenerme muy cubierta. Sólo toma una profunda respiración y se ríe un poco más.
 
—Sabes, si alguna vez quieres entrar en el baño mientras yo estoy en él, eres más que bienvenida.
 
Me le quedo viendo y se ríe.
 
—No quiero verte desnudo Peter —articulo. Muy bien, estoy mintiendo. ¡MARIANA! Ahora estoy luchando por mantener una cara seria. Con una sonrisa maliciosa, comienza a levantarse la camiseta.
 
—¡PETER! —grito.
 
—¿Qué? —replica.
 
Señalando a la puerta, digo.

—¡Sal del baño si vas a quitarte la ropa!
 
—Entonces, ¿me quieres desnudo en la sala? ¿Qué te sorprenda cuando salgas de la bañera?
 
Ruedo los ojos.
 
—Quiero que te mantengas con tu ropa puesta.
 
—Mmm —responde—. A la mayoría de las chicas les gusta verme sin la camiseta.
 
Mi mano cubre mi cara.
 
—Sí, eres caliente sin tu camiseta, pero no quiero verlo ahora mismo.
 
—¡Ves! —Peter se ríe—. Te gusta verme sin ropa puesta.
 
—¿Es así como va a ser el vivir contigo? ¿Tú inflando tu propio ego?
 
Peter agarra su pecho.
 
—¡Ouch! Bien, no te voy a molestar nunca más.
 
—¿Lo prometes? —pregunto.
 
—¡NOPE! —enfatiza—. Lo siento, viene con el territorio de ser mi amiga.
 
Mis ojos sólo lo miran.
 
—¿Puedes salir del baño ahora?
 
—¿Para así poder tener sucios pensamientos sobre mí?
 
—¡PETER!
 
—Está bien, está bien, me voy —exclama, agarrando su violín—. Disfruta el resto de tu baño.
 
Suspirando, le digo.
 
—Gracias. —Con eso Peter sale del baño.
 
Poniendo la toalla en el suelo, me recuesto en la bañera. Mis manos instantáneamente, van a mi cara, porque comienzo a tener sucios pensamientos como dijo. ¡¿Cuál es mi problema?!
 
Un rato más tarde, salgo de la bañera. Después de secarme, entreabro la puerta.
 
—¡¿Peter, me puedes traer esa bolsa con el pijama?! Quiero ponérmela.
 
—Sí —responde. Unos segundos más tarde, me trae la bolsa.
 
—Gracias —digo.
 
—Necesitas comer. ¿Qué quieres? —pregunta.
 
Encogiéndome de hombros, contesto.
 
—No tengo ni idea. Escoge algo para nosotros.

—Está bien, voy a correr a la tienda. ¿Quieres venir o estás bien quedándote aquí? Puedes poner el cerrojo a la puerta. Tengo una llave para eso.
 
—No quiero salir en público. Mi cuello se ve hecho un desastre. No quiero que la gente se me quede viendo —respondo.
 
Peter asiente.
 
—Candela me envió un mensaje antes y me dijo que iba al centro comercial para conseguirte alguna cosa para poner alrededor de tu cuello, bufandas y algo así.
 
—Eso es muy amable de su parte. Ustedes chicos están haciendo demasiado por mí.
 
De repente frunciendo el ceño, Peter chasquea.
 
—Si te oigo decir algo como eso de nuevo, realmente voy a molestarte. Algo así como, que voy a caminar por la casa desnudo todo el tiempo.
 
—De acuerdo, lo entiendo, no más comentarios. Me voy a poner esos pijamas ahora —digo.
 
—Esperaré hasta que salgas de aquí para irme —afirma Peter.
 
Asiento.
 
—Está bien. —Cerrando la puerta, tomo un profundo respiro. Voy a estar sola. ¿Voy a ser capaz de manejar eso?
 
Cuando salgo a la sala, me doy cuenta de que está lloviendo afuera.
 
—Eww, un clima horrible para salir.
 
—Bueno, necesitamos comida y aunque estoy hecho de azúcar, no me derretiré —replica Peter. Eso me hace reír—. Es genial verte realmente sonreír.
 
—Sí, se siente bien, también.
 
Caminando hacia la puerta, Peter dice.
 
—Voy a salir. Cierra ambas cerraduras, ¿de acuerdo? Puedes llamarme si comienzas a enloquecer. No debería tomar mucho.
 
—Sí —suspiro—. Voy a tratar de no enloquecer. Si estuviera en casa, no me sentiría segura, pero me siento segura aquí. Nadie sabe dónde vives.
 
—No me importa quién se acerque a la puerta. No la abras. Tengo una llave. No vas a volver a abrir la puerta a desconocidos, lo desconocido hace daño.
 
Me echo a reír.

—No, no creo que tengas que preocuparte por eso nunca más.
 
—Bien —dice Peter abriendo la puerta—. Me apuraré y no tardaré mucho.
 
—De acuerdo.
 
—Ahora, pon el seguro —ordena, cerrando la puerta. Me acerco e inmediatamente lo hago. Para estar tranquila trato de abrir la puerta y es segura. Después simplemente permanezco ahí por un rato, viendo la puerta. Muy bien, en serio no puedo permanecer aquí todo el tiempo. ¿Qué debo hacer? Con un escalofrío, sé lo que necesito hacer. Me toma un minuto, pero finalmente encuentro mi mochila en la recámara de Peter.
 
Al abrirla, me siento feliz de encontrar que todo sigue seco. ¡Gracias a Dios por los materiales a prueba de agua!
 
Saco mi cuaderno de bocetos, y regreso a la mesa de la cocina. Después de acomodar todo, me siento ahí durante un tiempo, sólo viendo fijamente el papel.
 
Una parte de mí tiene miedo de dibujar a Howard, como si fuera a saber dónde estoy si lo hago. Honestamente no estoy segura de querer ver su cara de nuevo, pero lo que dijo Peter suena en mi cabeza. Tengo que asegurarme de que no le haga lo mismo a alguien más. Tomando una profunda respiración agarro un lápiz.
 
No es tan difícil como pensé que sería. Lo recuerdo con mucha exactitud. Aún con mi visión borrosa por él estrangulándome, creo que no olvidas cómo luce tu agresor.
 
No pongo mucha atención al tiempo. Cuando voy más o menos a la mitad, escucho llaves en la cerradura. Eso me hace saltar y meterme a la cocina. De esa manera puedo agarrar un cuchillo si necesito hacerlo. Finalmente Peter abre la puerta y me mira.
 
—¿Estás bien?
 
—Sí —chillo—. Sólo un poco nerviosa.
 
—Mira, cerraré la puerta detrás de mí —responde. Después de que hace eso, camina dentro de la cocina y pone las bolsas en la encimera—. Entonces, tengo leche y cereal, además algo de espagueti para cenar, porque puedo hacer eso muy bien, y también lo de la cosa de los sándwiches. Me imagino que mañana podremos conseguir comestibles. No sé lo que comes.
 
Empiezo a retorcer mis manos.
 
—Comeré lo que sea que hayas comprado.
 
Peter instantáneamente deja caer su cabeza.

—Mariana, estaré manteniéndote, eso está bien, pero necesito saber algunas cosas, como qué es lo que quieres comer.
 
—De acuerdo, bien, me encanta la ensalada y la fruta. No me gustan mucho los vegetales congelados. Puedo vivir de la mantequilla de maní y la mermelada de fresa. Quiero decir, no hay mucho que no coma. No soy una gran fan del yogur, pero lo como si no hay nada más. AMO el café.
 
—Bien, sobrevivo con café, por lo que está bien. Si Candela te consigue una bufanda, ¿podemos ir a comprar comestibles mañana?
 
Tomando una respiración profunda, asiento.
 
—Sí.
 
—¿Estás segura?
 
Siendo de incapaz de no hacerlo, frunzo el ceño.
 
—Tengo miedo de verlo.
 
—Escúchame —Peter articula fuertemente—. Si ALGUNA VEZ lo ves, necesitas llamar a la policía. Si estoy contigo, necesitas decirme. ¿Lo prometes?
 
Mirándolo, asiento.
 
—Sí, sin embargo prométeme que no lo matarás.
 
—Lo prometo —replica—. Ahora, el verdadero reto viene. ¿Estás lista para comer mi comida?
 
Eso me hace resoplar.
 
—Sí, ¿qué tan malo es?
 
—Es espagueti, ¿Qué tanto puedo estropear eso? —pregunta. Levanto una ceja—. De acuerdo, bien, estará comestible, lo prometo.
 
Sin saber por qué, camino hacia adelante y envuelvo mis brazos a su alrededor. Peter no lo duda en absoluto, y me abraza en respuesta.
 
—Gracias por todo —susurro.
 
—No hay problema cariño —responde en voz baja—. Entonces, ¿en qué estabas trabajando? ¿Algo para distraerte?
 
Sacudo la cabeza.
 
—Estaba dibujando a Howard.
 
—Déjame ver —sisea Peter. Me deja ir y camina hacia la mesa—. ¿Esto es exacto?
 
—Todavía tengo trabajo que hacer en él, pero si, ése es él.
 
—Necesitas terminar esto y así lo puedo llevar mañana a la policía — exige Peter.

Sentándome en la mesa, digo.
 
—Lo terminaré mientras cocinas.
 
—Bien —gruñe—. Si alguna vez llego a verlo, ¡que Dios me ayude!
 
—Peter, hacerle daño no va a resolver nada —susurro suavemente.
 
Peter me mira.
 
—Mariana, hay ciertas cosas sobre las que te escucharé, ésta no es una de ellas.
 
—Muy bien —suspiro—. ¿Por qué no vas a cocinar? Estoy hambrienta en realidad.
 
—Eso es bueno. —Se inclina y me besa en la cabeza—. Iré a preparar la cena entonces.
 
Y lo hace. Me siento y esbozo a Howard con mayor precisión. Cuando he acabado, frunzo el ceño. Es casi demasiado preciso. Lo arranco de mi cuaderno de bocetos. Quiero arrugarlo y gritarle, pero sé que no ayudará. Levantándome, camino hacia Peter.
 
—¿Harías algo con esto? No quiero verlo si no tengo que hacerlo.
 
—Sí —responde, tomándolo de mí—. De todas maneras la cena está hecha. ¿Por qué no te sirves un plato? Y yo iré a poner esto en alguna parte.
 
—De acuerdo, gracias. —Saco dos platos, mientras Peter sale de la cocina. La cena huele bien, así que con suerte no me va a matar. Eso me hace reír.
 
Peter regresa y pregunta.
 
—¿De qué te ríes?
 
—Sólo me preguntaba si íbamos a sobrevivir a esto —replico, con una sonrisa.
 
—Hey espera, he vivido todo este tiempo por mi cuenta —me regresa la sonrisa—. Soy lo suficientemente sano.
 
Empujándolo con mi cadera, digo.
 
—Si, tal vez obtendré un cuerpo de muerte como el tuyo si como igual que tú.
 
—Eso y tendrás que ir a correr conmigo todas las noches.
 
Eso me hace resoplar.
 
—Sí, eso va a suceder.
 
—Sí, tienes que hacerlo, al menos una vez.
 
Levanto la ceja.

—Llegaré a cuatro cuadras y moriré.
 
—¡Dios, necesitas más resistencia que eso! Trabajaremos en ti. Vamos a iniciarte por comer —dice Peter con una sonrisa.
 
Comemos y hablamos. Acerca de todo menos de lo que sucedió, lo cual honestamente, es bueno. No sé si puedo pensar en ello y no enfermarme. Después de que terminamos de comer, limpio la cocina junto con Peter. Es muy cómico y me hace reír.
 
Más tarde, me acurruco en el sofá debajo de una manta y veo la televisión junto a él. Agarra mis piernas y las acomoda sobre su regazo. Ese pequeño contacto es muy reconfortante. Vemos dos películas y las noticias, las cuales encuentro muy aburridas, pero Peter dice que es bueno saber lo que está pasando en el mundo. Finalmente, es tarde y bostezo.
 
—¿Cansada? —pregunta Peter.
 
—Sabes, no debería estarlo. Dormí demasiado esta tarde —respondo viéndolo.
 
Frota mi pierna y replica.
 
—Has pasado por muchas cosas. Debes descansar.
 
—De acuerdo —suspiro levantándome—. Voy a lavarme los dientes.
 
—Sí, deberías —dice riendo. Me agacho y le golpeo el brazo. Sólo se ríe—. Ve, alístate para la cama.
 
Lo hago. Cuando salgo, Peter está poniendo una manta en el sofá.
 
—Sabes, me siento mal de que tengas que dormir en el sofá.
 
—¡Hey! Éste es un sofá grande. Me puedo recostar completamente. Es como una cama doble. Estoy bien —responde.
 
—Muy bien, buenas noches entonces —suspiro.
 
Dándome esa sonrisa asesina suya, Peter dice.
 
—Buenas noches cariño.
 
Se siente bien meterme a la cama. No sé por qué estoy tan cansada. Tan pronto como mi cabeza golpea la almohada, estoy fuera.
 
De repente, siento manos alrededor de mi cuello y trato de apartarlas. Trato de gritar, pero no puedo. Estoy viviendo todo de nuevo. Esta vez es peor. Trato y trato de escapar, trato de gritar, pero fallo. Finalmente, me levanto abruptamente en la cama, agarrando mi garganta.
 
No hay nada ahí y apenas puedo recuperar el aliento. Volteando veo que es la una de la mañana. Mi corazón va a un millón de kilómetros por hora y estoy aterrada. Llevo mis rodillas a mi pecho y las aprieto ahí. El tiempo pasa, pero el miedo no disminuye.

Me siento ahí por un tiempo, antes de que finalmente me levante. Contra mi mejor juicio, salgo a la sala. Me aseguro de ser realmente silenciosa. Peter está dormido sobre su espalda, con un brazo sobre su cabeza. Se ve tan tranquilo. Me quedo ahí por un rato, viéndolo. Tomando un respiro profundo, sé que no debería despertarlo. Así que me vuelvo para regresar a la habitación.
 
Antes de que pueda ir a cualquier parte, siento un jalón en mis pantalones. Volteo para ver a Peter entrecerrando los ojos hacia mí.
 
—¿Qué pasa? —bosteza—. ¿Estás bien?
 
—Sí —murmuro.
 
—Eso no es muy convincente.
 
Envolviendo mis brazos alrededor de mí misma, digo en voz baja.
 
—No quería despertarte.
 
—No hay problema. ¿Qué está mal? —pregunta. Me encojo de hombros. Peter rueda sobre su lado—. ¿Pesadillas?
 
—Sí —susurro.
 
Para mi sorpresa, se mueve a un lado en el sofá y levanta la sábana.
 
—Ven, duerme.
 
—¡¿Qué?! —chasqueo.
 
—Se llama dormir. Quiero hacerlo, Así que ven.
 
Sacudiendo mi cabeza vigorosamente digo.
 
—No puedo dormir a tu lado.
 
Con un gemido, Peter gruñe.
 
—Mariana, simplemente acuéstate. Te prometo que mantendrá las pesadillas lejos. No te voy a manosear ni nada, es completamente una cosa de consuelo. Vamos.
 
Muy nerviosa, me siento en el sofá junto a él. Peter envuelve su brazo alrededor y tira de mí hacia abajo. Extendiendo la sábana sobre nosotros, me aprieta contra él. Me acuesto ahí por un rato, con mis ojos bien abiertos.
 
Unos segundos más tarde, lo siento reír contra mi cabeza.
 
—Te sientes como si fueras a saltar en cualquier momento.
 
Me doy la vuelta, así que lo estoy enfrentando.
 
—Esto realmente es territorio NUEVO para mí.
 
—¿No soy confortante? —respira contra mí. Esto pone mis nervios en llamas.

—Sí, lo eres. Eres la única cosa que me hace sentir segura.
 
Acunándome contra él, Peter dice.
 
—Entonces, duérmete cariño. Estoy justo aquí si me necesitas.
 
—Está bien —apenas susurro. Estoy tan cerca de él que respiro su esencia. Eso me hace cerrar los ojos. ¡Huele tan bien! Es entonces cuando me doy cuenta de lo cómodo que es esto. Recuesto mi cabeza cerca de su pecho y caigo dormida.

42 comentarios :

  1. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. ++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  3. ME ENCANTA MAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  4. LOS AMO A LOS DOS , SOON UNOS TIERNOS :)

    ResponderEliminar
  5. maaaaaaaaaaasss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  6. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  7. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  8. +++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  9. ++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  10. maaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!!

    ResponderEliminar
  11. me eencanta maaaaaaaaaaas!

    ResponderEliminar
  12. me supere esta vez con este 27 :)

    ResponderEliminar
  13. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!!!! en realidad es te el 27

    ResponderEliminar
  14. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssss!

    ResponderEliminar
  15. ++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  16. y me aburri en total son 31 mios :)

    ResponderEliminar
  17. Uno más y no jodemos más! uno más y no jodemos más! por cierto, me gusta el cambio nuevo de la página de el papa noel, y la musiquita. Hazlo por el , seguramente el también debe estar cansado y quiere algo para leer, uno más y no jodemos más! Si subes otro podré dormir tranquila ;) al igual que tú

    Hey, bien por mi! Encontré una frase: ahora estaré en tus pesadillas WOAJAJAJ

    nah mentira, sube más!

    Atte: Ludmi :)

    ResponderEliminar
  18. MAAS gracias por la adaptación!

    ResponderEliminar
  19. Uno mas porfavoor!!
    Me encanta!

    ResponderEliminar
  20. OWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWN' DIOSSS PORQUE SON TAN TIERNOO.. Y PORQUE PETER ES TAN VIOLABLE JAJAJ .. Pobresita lali debe ser un sentimiento muy fuerte.. Sube mass!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Quiero saber que va a pasar cuando se depierten juntitosss!!!!!!!!!!!!!!

    Att: Andrea antequera
    @AntequeraCruz
    Laly angels

    Sube massssssssssss!

    ResponderEliminar
  21. Espero k Peter la ayude a superarlo rápidamente

    ResponderEliminar
  22. Me encanta subí más porfíss

    ATTE: Valeria : )

    ResponderEliminar