miércoles, 25 de diciembre de 2013

Capitulo 62

—Así que, no es por sobrepasar mis límites, pero ¿él te beso esta noche? —Peter pregunta en voz baja.
 
Asiento con la cabeza. —Sí

Capitulo 62

—Y, ¿cómo fue el momento de tu primer beso? —Sin poder encontrar palabras, solo sigo en silencio—. ¿Fue malo?
 
—No —digo, y luego hago una pausa—. Fue dulce.
 
Resoplando, Peter responde—: ¿No hizo que se acelerara tu corazón?
 
Frunciendo el ceño, no sé ni qué decir. No puedo mentirle. —No, no lo hizo, pero fue dulce y agradable. ¿No es eso lo que se supone que es?
 
Obviamente, luchando contra una sonrisa, Peter responde—: Depende de lo que quieras de alguien. Si ese es el caso, no necesito preocuparme por ti saltando a la cama con él.
 
—¡Peter! —Jadeo—. ¡Sólo ha sido una vez!
 
De repente, la sonrisa ha desaparecido de su rostro. —Una vez, ¿qué?
 
—Nada —me apresuro a decir—. Buenas noches. —Cierro la puerta de golpe y cubro mi boca. No acabo de decir eso. ¿En qué estabas pensando Mariana?
 
Hay un golpe lento en la puerta. —Mariana, querida, ¿sobre qué estabas hablando?
 
—VE.... A… TOMAR... TU... DUCHA —exclamo en voz alta.

—Tú y yo no hemos terminado jovencita, pero buenas noches —dice Peter a través de la puerta.
 
—Buenas noches —murmuro, yendo a sentarme en mi cama. Pongo mi mano en mi cara y me caigo hacia atrás. Esto es un caos, que terminará en desastre.
 
No puedo dormir. Es una meta imposible, y ¿qué hago cuando no puedo dormir? Ir a donde Peter, y obviamente eso no va a ayudar a la situación. Finalmente, son las cinco de la mañana y he dormido unas tres horas de a pocos. Apartando mis sabanas me levanto. Esto es ridículo.
 
Abro la puerta y camino por el pasillo.
 
Peter está dormido en su cama. Cierro la puerta silenciosamente. Tomando una respiración profunda, voy y hago una taza de café. Estoy tan cansada. Ugh. Pongo mi cabeza en mis brazos por encima de la barra. Mi mente no dejará de correr, pero estoy taaaan cansada. De repente, siento manos envolverse alrededor de mis caderas.
 
—Debes tener cuidado acerca de quién se acerca sigilosamente detrás de ti.
 
Saltando, doy la vuelta para encontrar a Peter parado allí. —¡Me asustaste!
 
—Ese era el punto. ¿Qué demonios estás haciendo? Son las cinco de la mañana. No tienes que estar levantada hasta dentro de otra hora y media. ¡Yo no quiero estar levantado hasta dentro de una hora y media!
 
—Vuelve a la cama —susurro—. Solo no podía dormir.
 
Peter lleva su mano a mi cara. —¿Qué pasa? ¿Por qué no vienes conmigo si no puedes dormir, o es sobre Pablo?
 
Lo miro y digo—: No puedo hablar de ello Peter.
 
Con una mirada dolida, Peter responde—: No puedes hablar de ello... ¿conmigo? ¿Hice algo mal?
 
—No —enfatizo—. Ese definitivamente no es el problema.
 
—Háblame Mariana. Vamos, soy yo. Nada me va a ahuyentar.
 
Eso me hace resoplar. —Lo sé Peter, pero no creo que pueda hablarte sobre esto.
 
—Ouch —dice, pasando junto a mí. Nos apoyamos en el mostrador uno al lado del otro—. ¿Es una cosa de sexo?
 
—¿!Qué¡? —Jadeo—. ¡NO!
 
Él lanza sus manos hacia arriba. —Entonces, ¿¡por qué no puedes hablarme de ello?

—Peter, por favor —suplico—. Simplemente déjalo en paz. Estoy bien.
 
Poniendo los ojos en blanco, gruñe—: Estás despierta a las cinco de la mañana. ESTAMOS despiertos a las cinco de la mañana. Algo anda mal.
 
Incapaz de evitarlo, bostezo en voz alta. —Lo siento —digo—. Estoy agotada. Dormí tres horas.
 
—Oh, esto es estúpido —afirma Peter. Agarra mi mano y tira de mí hacia su dormitorio. Yo como que me resisto, pero por otro lado, es lo que quiero—. Vamos. —Suspira. Peter me agarra y me empuja sobre la cama. Me jala cerca y susurra—: Duerme. —No hace falta sino un minuto antes de que yo lo haga.
 
A las 06:30 ruedo, no me quiero levantar. Agarro la manta de Peter y la tiro por encima de mi cabeza. Él empieza apartarla de un tirón. — Déjame dormir —murmuro.
 
—¡Tienes que ir a la escuela! —responde—. Me di una ducha anoche. Por lo tanto, no necesito el baño.
 
Tiro de la manta hacia arriba. —Dormir, necesito dormir —gimo.
 
Peter salta encima de mí. —No me hagas empezar con las cosquillas. —Sólo gruño en respuesta—. Tengo que vvvveeesssttiirrmmeee. Así que necesitas salir de la cama o cerrar tus ojos, o si quieres ver, puedes hacer eso, también.
 
Ahora, hay una opción. Aparto la manta y gimoteo—: Está bien, me levantaré. Muy soñolienta.
 
—Hice una nueva jarra de café. La que hiciste antes estaba un poco fuerte.
 
—Eran las cinco de la mañana y estaba medio dormida —respondo— . Ahora, bájate de mí, para que pueda ir a tomar una ducha.
 
Sonriendo maliciosamente, Peter dice—: No me lo pides muy bien.
 
—POR FAVOR, bájate de mí, antes de que me orine en tu cama.
 
—Eww —exclama Peter, rodando fuera de mí. Me levanto y voy al baño. Obviamente, a Peter no le importa. Grita a través de la puerta—. Ahora, ¿qué está pasando contigo? Hay algo que pasa y no me dices lo que es. Recuerda, prometimos no mentir sobre las cosas.
 
Con un profundo suspiro, grito—: No estoy mintiendo. Es sólo que no quiero hablar de ello. ¡Tú no me lo dices todo! 
 
— Sí, lo hago —grita en respuesta.

—¿En serio? Lo dudo —digo—. Peter, prométeme que vas a dejar esto en paz. Estoy bien. No estoy herida. No hay nada de qué preocuparse.
 
Hay un dramático suspiro desde el otro lado de la puerta. —Está bien.
 
Cierro los ojos y respiro profundamente. Esto va a ser realmente difícil. Hora de poner cara de jugadora. Durante el resto de la mañana, me contengo. Peter no parece notarlo, porque él continua hablándome, sin importar dónde estoy. Respondo lo más normal que puedo lograrlo.
 
Finalmente, estoy lista para irme. —Está bien, ¡nos vemos más tarde! — grito, al abrir la puerta.
 
—¡Espera! —Peter replica. Me doy vuelta y lo miro—. ¿Qué pasa con mi beso de despedida? —Mis mejillas se sonrojan. Él me da una mirada burlona—. ¿Por qué te estás sonrojando?
 
—¡No lo estoy haciendo! Estoy simplemente acalorada —chasqueo, tratando de encontrar una excusa.
 
Peter niega con la cabeza y se inclina para besarme en la mejilla.
 
—Que tengas un buen día en la escuela.
 
—Gracias, ten un buen día en el trabajo —respondo. Él sonríe y me guiña un ojo. Me doy vuelta y salgo rápidamente. ¿Por qué está siendo tan ridículo? ¿Puede sentir que estoy repentinamente atraída por él? ¿Es obvio? Oh, Dios mío, ¡tengo que hablar con Candela!
 
Cuando llego a la cafetería, está bastante concurrida. Nunca he estado aquí antes, así que ando un poco perdida. Mientras estoy de pie junto al mostrador de la entrada, escucho un fuerte silbido. La mitad del restaurante mira en esa dirección. Candela está sentado en una cabina agitando su mano. Riendo, sacudo la cabeza y camino hacia ella. —Estás loca —digo, mientras me siento.
 
—Sabes eso —responde ella con alegría—. AASSII QUE, vamos al grano. ¿Cómo finalmente averiguarte que estabas enamorada del semental que llamamos Peter?
 
Gruño y pongo mi cara entre mis manos. —Pablo es el que me lo indico... en nuestra cita, y luego me dio un beso para probar su teoría. Si ese no es el final más horrible de una cita, no sé lo que es.
 
—OUCH por Pablo —exclama Candela—. Odio tener que decírtelo chica, pero ha sido muy evidente.
 
—¿Lo saben Vico y Nico? —pregunto, un poco preocupada.
 
Candela niega con la cabeza. —No, no me han dicho nada a mí al menos. Nico mencionó que eras linda cuando Peter no estaba, pero eso fue todo.

—¿Nico dijo qué? —Jadeo.
 
—Él piensa que eres adorable —responde Candela—. Sí, si no fuera por Peter, creo que a Nico le gustarías, excepto que hay una diferencia de edad importante y él sería el chico mayor más sucio.
 
Frotándome las sienes, me quejo—: Nunca he tenido un chico al que le guste, y de repente Pablo y Nico quieren salir conmigo.
 
—Pero no están ni siquiera en la carrera, es Peter. Sabes que está enamorado de ti, también —afirma seria Candela.
 
—¿Él dijo eso? —grito.
 
Ella niega con la cabeza. —No, pero por la forma en que actúa a tu alrededor, es realmente obvio.
 
—No creo que lo esté —resoplo—. A Peter le gustan las chicas magníficas, que se ríen y coquetean. Él me ve todas las mañanas con el cabello desordenado y con el pijama arrugado. No es algo que sea atractivo.
 
—Me gustaría señalar, que te vio vestida como una impresionantemente hermosa princesa, la noche que fuiste al baile. ¿Cómo actuó en el baile?
 
Pienso en ello por un segundo. —Él fue realmente delicado. Mientras sostuvo mi mano debajo de la mesa y bailó conmigo. Peter dijo que teníamos que tener una canción y fue una canción de amor horriblemente cursi. Espera, —dije, haciendo una pausa—. Él iba a besarme. Al menos creo que él lo iba hacer.
 
—¡Ves! ¡Te lo dije! ¿Cómo ha estado reaccionando ante Pablo? — pregunta Candela con una sonrisa.
 
—Mucho más protector, ¡pero Nico y Vico se comportarían de la misma manera! Nico y Vico son como los hermanos mayores que nunca tuve. Peter podía verse a sí mismo de la misma manera... aunque eso sería asqueroso porque me besa en los labios. Espera, Nico me besó en los labios, también. No más análogos de hermanos mayores —declaro firmemente, haciendo una mueca.
 
—Deja de sobre pensar las cosas —dice Candela—. Mira la forma en que Peter está a tu alrededor. Nunca lo he visto actuar tan íntimamente con una chica antes, y lo he visto con un montón de chicas. Él NUNCA está tan abierto o cariñoso con NADIE.
 
Frunció el ceño, suspiro, —Sí, pero nosotros dijimos que nos amábamos, pero fue específicamente como amigos.
 
—¿Él dijo eso o tu dijiste eso?

Eso me hace pensar por un segundo. —No me acuerdo. Creo que tal vez yo.
 
—Mariana, tienes que decírselo. Tienes que aclarar todo este asunto. Debes decirle sobre esa noche y que lo amas. Si él es tu mejor amigo, entenderá. Si él te ama, entonces REALMENTE entenderá  —afirma Candela.
 
Con un gemido, articulo:
 
—¡Él no está enamorado de mí! No soy para nada alguien de quien él se enamoraría. ¡Mírame! Le recuerdo demasiado a... bueno, sólo le recuerdo a alguien y ¡no creo que eso vaya a ayudar a ponerme en la carrera de material de novia.
 
—Esa es la otra cosa, te dijo acerca de sí mismo. Por lo que yo sé, nunca le ha contado a nadie nada sobre su pasado —señala Candela.
 
Niego con la cabeza.
 
—No, él nunca le ha dicho nada a nadie. Soy la primera, pero eso no quiere decir que él está enamorado de mí.
 
—Dile Mariana. Necesitas por lo menos ser honesta con él. Peter se merece eso.
 
—Estoy demasiado asustada. Tengo tanto miedo al rechazo. Si no se siente de la misma manera, eso va a ser difícil. Probablemente voy a tener que volver a casa de mi madre —murmuro, colgando mi cabeza.
 
Con un gemido, Candela rueda sus ojos.
 
—Él no va a hacer que te mudes y sin duda no de nuevo donde tu mamá y si él es un idiota, por alguna razón, puedes vivir conmigo. Tendrías que conseguir un trabajo, pero haríamos que funcione. No me puedo imaginar a Peter haciéndote eso a ti.
 
Hay silencio por un tiempo más mientras jugueteo con mi servilleta. Una camarera aparece de repente:
 
—¿Puedo ofrecerte algo?
 
—¿Tiene vodka? —pregunto.
 
—Mariana —grita Candela, riéndose a carcajadas. Se vuelve a la camarera—. Vamos a pedir dos cafés y dos bollos, por favor.
 
La camarera asiente y me mira raro. Sólo sonrío.
 
Mirando de nuevo a Candela, pregunto:
 
—¿Qué debo hacer?
 
—Dile —responde ella—. Dile a Peter la verdad.
 
—¿Cómo?

Candela mira a un lado y le da golpecitos a su barbilla.
 
—Haz algo bueno, pero no genial, o excesivamente romántico. Haz una buena cena.
 
—Prepararé lasaña. Le encanta —digo, asintiendo—. Puedo hacer eso. Luego él puede comer y yo simplemente me desplomaré por el nerviosismo.
 
—Estarás bien. Así que respira profundamente y dile. ¿Cuándo crees que deberías hacer esto? —inquiere Candela vacilante.
 
Mis ojos se amplían:
 
—No tengo ni idea. Supongo que hoy. Quiero decir, ¿por qué aplazarlo, verdad?
 
—Probablemente lo antes posible sea lo mejor —responde ella.
 
—Así que esta noche —susurro, tratando de animarme—. Esta noche será. —Hago una pausa y luego digo—: Si no me muero de un ataque al corazón, esta noche voy a decirle Peter que estoy enamorada de él.
 
Con un gesto brusco, Candela replica:
 
—Bueno.
 
Comemos y repasamos lo que voy a decirle, y cómo debo decirlo. Finalmente tengo un plan listo, mientras Peter esté de acuerdo con él. Con suerte, él no trate de cambiar de tema.
 
Cuando llego a la escuela, soy un manojo de nervios. No puedo prestar atención en ninguna de mis clases. Entre el cuarto y quinto periodo, mi teléfono suena. Es un mensaje de texto de Peter.
 
¿Tienes planes para esta noche?
 
Frunzo el ceño, y respondo:
 
Medio tengo en mente, ¿por qué?
 
Sólo por curiosidad. Es su mensaje de texto en respuesta. El texto siguiente dice:
 
Nos vemos más tarde entonces.
 
Confundida, le escribo: Muy bien.
 
Y ese es el final de la conversación. Eso fue un poco extraño. Bueno, si él piensa que tengo planes y no está en casa, entonces puedo hacer la cena y tener todo listo cuando finalmente llegue. Ahora, eso es una buena idea.
 
Así que, después de la escuela, voy a la tienda y consigo todos los ingredientes. Como sospechaba, Peter no está en casa cuando llego allí. Por lo tanto, empiezo a trabajar de inmediato. Hacer una lasaña no es una cosa rápida. Cuando finalmente la pongo en el horno, voy al cuarto de baño para comprobarme. No voy a ir en exceso, pero en realidad quiero lucir algo deseable.
 
Después de que todo está listo, voy a la cocina a ver la lasaña. Mientras estoy cerrando el horno, escucho la puerta abrirse. Me doy la vuelta y sonrío y luego me congelo.
 
Peter está caminando con... con una chica. Por favor señor, mátame ahora.

Fin 
del 
Maraton Navideño
y
¡FELIZ NAVIDAD!

19 comentarios :

  1. Por dios no nos dejes con esta intriga

    ResponderEliminar
  2. no puede terminar la maraton ahi subi uno maaaas

    ResponderEliminar
  3. nooo que intriga que va a pasar subi maaaas

    ResponderEliminar
  4. Subí más!! Me esta matando la intriga, quiero matar a Peter!

    ResponderEliminar
  5. Nooooo. Uno más no lo dejes aquí :(

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. por dios te mataria si conociera, no puedes dejarme con semejante intriga

    ResponderEliminar
  8. que te costaba subir un mas??? ehhh

    ResponderEliminar
  9. mierda peter la cago y nos dejas con la intriga enserio tengo ganas de gritarrr por la frustacion ........ cuando se da cuenta y decide contarle peter lleva a una chica y la caga

    ResponderEliminar
  10. nono la cago peter
    me quede con la intriga che!
    feliz navidad y gracias por esta maraton
    beso

    ResponderEliminar
  11. no nos podes dejar con semejante intriga porfa subi uno mas

    ResponderEliminar
  12. Casi me mueroooo estaba leyendo voy bajando y veo q dice fin y oense nooo este el final d la novelaa wtf!!
    Encima despues leo lo d la piba q estaba con peter y dije nooo
    Despues lei lo d fin d la maraton y respire denuevo
    Lali no puede tener tanta mala suerte!!

    ResponderEliminar
  13. No no no porfa no nos agas esto porfa me muero porfín que lali se decidió
    Subí más noveeee me encanta

    ATTE: Valeria : )

    ResponderEliminar