viernes, 6 de diciembre de 2013

Capitulo 28

Por supuesto sé de lo que está hablando, del álbum de fotos. Un momento, la chica de las fotos, me pregunto si es de la que estaba enamorado. Sin embargo parecen tan jóvenes. ¿Quién es ella, si no la persona que amó tanto? Hmmm, tal vez nunca lo sepa.

Capitulo 28

Llevar arriba las cajas es agotador. Después de todo esto, necesito una siesta. Amontonamos todo contra la pared del comedor, para mantenerlo fuera del camino. Candela, Vico y Nico se van después de un tiempo. Peter cree que necesito un poco de tiempo para relajarme. Me siento en el sofá y pongo mi cabeza entre mis piernas. Peter se acerca y se sienta junto a mí. Frotando mi espalda, él dice—: Sólo respira. Ya terminamos. No tienes que verla de nuevo si no quieres.
 
—Ella es mi madre, y la única familia que tengo —suspiro—. Tan horrible como ella es.
 
—A veces, los amigos son mejores que la familia —responde él, tomando mi mano—. Puedes escoger a tus amigos, pero no puedes escoger a tu familia.
 
Respiro profundamente y miro a Peter.
 
—¿Puedo hacerte una pregunta sin que te enojes?
 
—Uh oh —dice riendo—. Adelante.
 
—¿Tienes familia?
 
Hay silencio mientras Peter me mira pensativo.
 
—Un día, prometo que responderé esa pregunta, pero por ahora diré que puedo simpatizar con cómo te sientes.
 
—Todo lo que siempre he querido era una familia amorosa — murmuro—. No creo que alguna vez tendré eso.
 
Apretando mi mano, Peter dice—: Lo harás. Serás una gran y amorosa madre y esposa. Le darás todo tu corazón a alguien. Simplemente lo sé.
 
—No quiero terminar siendo mi madre —le susurro—. Nunca podría hacer eso.
 
—Lali, no te vas a volver una alcohólica. No creo que alguna vez vayas a tocar el alcohol, y si lo haces, no va a ser así. Además, yo no te dejaré llegar allí.
 
Eso me hace sentir un poco mejor. Apoyo mi cabeza en su hombro.
 
—¿Cuándo quieres hacer frente a ese dormitorio, porque no creo que quieras dormir en el sofá por más tiempo?
 
—Pensé que podría dormir en la cama ahora —Peter se ríe.

—Oh, ¿una noche dormimos uno junto al otro y de repente estamos durmiendo en la misma cama? —le pregunto, tratando de no reírme, también—. ¿Por qué limpiar el otro dormitorio, entonces? Quiero decir, caramba, puedo simplemente poner todas mis cosas en tu habitación.
 
Peter se ríe disimuladamente y dice—: No, no creo que podamos poner todas nuestras cosas en una habitación. De todos modos, ¿no eres una chica, no necesitas un espacio privado para hacer todas tus cosas de chicas?
 
—Cosas de chicas, ¿qué tipo de cosas de chicas se supone que debo hacer?
 
—No lo sé. Soy un chico, ¿por qué sabría eso? —pregunta Peter, mirándome con una sonrisa—. Puedes invitar a Candela y pueden reírse nerviosamente de los chicos en tu cama.
 
Un resoplido sale de mí.
 
—Tenemos mejores cosas que hacer que hablar de chicos. No tenemos 12 años.
 
—Sí, pero vas a tener que hablar con alguien acerca de mí. Quiero decir, ya dijiste cómo te gusta la forma en que huelo. Imagina qué más encontrarás que te gusta de mí. Como, que puedes disfrutar de mí caminando en calzoncillos.
 
Lo apartó.
 
—Realmente crees que todas las chicas te quieren, ¿no?
 
Sólo sonríe.
 
—Oh, vamos, si yo fuera una chica, estaría por completo sobre mí. ¡Soy IMPRESIONANTE!
 
—Sí —suspiro—. Eres tan impresionante, que ni siquiera sé si puedo contener mis impulsos de saltar sobre ti.
 
—¿Saltar sobre mí? Vaya, no me di cuenta de que la atracción era tan grande. Puede que tenga que encerrarme en mi habitación por la noche.
 
Mis ojos ruedan hasta la parte de atrás de mi cabeza y gimo.
 
—Peter no voy a entrar en tu habitación sin ser invitada.
 
—Oye, no me importa si lo haces —dice, empujando mi cabello detrás de mí oreja. —Si me necesitas, entra.
 
—Si tengo pesadillas otra vez —murmuro con tristeza.
 
Peter pasa los dedos por mi cabello.

—Sí, si alguna vez me necesitas.
 
—Gracias.
 
—Bueno —exhala—. Déjame ir a sacar unas cuantas cajas de esa habitación y entonces podemos empezar.  
 
Asintiendo con la cabeza, le respondo—: Está bien. —Peter se levanta y me giro para verlo ir hacia la habitación de invitados, o mi habitación. No estoy sorprendida de verlo sacando la caja con el álbum de fotos. Rápidamente aparto la vista, por lo que no parece que estoy viéndolo. Vuelve a la habitación y recupera una segunda caja, ésta más pequeña. Estoy sorprendida al ver una caja de joyería de terciopelo en la parte superior. Eso pone al máximo mi interés. ¿Qué estaría él haciendo con joyería?
 
Cuando regresa de su cuarto, aparto la vista y actúo como si estuviera mirando al suelo.
 
—Bien —dice Peter—. Vamos a empezar.
 
—Está bien —exclamo. Vaya, Mariana, eso no es sospechoso—. ¿Qué vas a hacer con todo esto?
 
—Mucho de esto es basura —replica Peter—. Conseguiré algunas bolsas de basura.
 
Con una carcajada, le digo—: Deberíamos hacer frente a tu habitación con una bolsa de basura.
 
—Lo que sea —Peter dice arrastrando las palabras—. Podemos limpiar mi habitación después... supongo.
 
—Ve, consigue lo que necesitamos. Agarraré la aspiradora.
 
Hay una gran cantidad de polvo y estornudo por, lo juro, quince minutos seguidos. Peter destruye las cajas, mientras limpio. Más de dos horas más tarde, en realidad puedes ver la cama y el suelo.
 
—Oye, esta es en realidad una habitación muy bonita —dice Peter, poniendo sus manos sobre sus caderas—. Tal vez quiero está en cambio.
 
—¿En serio? —digo bruscamente.
 
—No —se ríe—. Hombre, eres una crédula a veces.
 
Trato de no sonreír.
 
—Eres malvado. No soy crédula.
 
—¿En serio? ¿Estás segura de eso?
 
—Cállate —me río—. Ingenua, no crédula.

Peter se encoge de hombros—: Aprenderás que no puedes tomarme en serio.
 
—Creo que ya me he dado cuenta de eso. Quiero decir, realmente, ¿quién podría tomarte en serio?
 
Con una sonrisa maliciosa, Peter me agarra y me tira en la cama. Grito y trato de retorcerme fuera de su agarre. Él sólo se sienta en mí.
 
—Deberías ser agradable cuando tu mejor amigo es mucho más fuerte que tú.
 
—¡Encontraré tu debilidad un día de estos! —le grito, riendo—. De todos modos, tenemos que lavar estas sábanas y otras cosas. Quién sabe cuánto tiempo han estado ubicadas debajo de estas cajas.
 
Tocando su barbilla, Peter dice—: Bueno, desde que me mude hace un año y medio.
 
—¡Oh! —exclamo—. ¡Asqueroso! ¡Suéltame! Eso es repugnante.
 
—Wah, wah, wah —replica Peter—. Ooohh, soy Mariana, no puedo tocar suciedad. Me marchitaré y moriré.
 
Cruzo los brazos.
 
—No puedo tocar suciedad, ¿de verdad? ¿Qué he estado haciendo por las últimas dos horas? Este lugar estaba muy sucio.
 
—Nunca necesité esta habitación. Así que, apilé basura en ella.
 
—Bueno, ahora es MI habitación. No más apilar nada en ella — replico, empujándolo para que se baje de encima de mí.
 
—No le haré nada a TU habitación. Ni siquiera entraré aquí en lo absoluto —dice Peter, dejándose caer en la cama. Pone sus manos detrás de su cabeza y sólo se queda mirándome fijamente.
 
Rodando los ojos, le digo—: No tienes que permanecer fuera de aquí. Si yo puedo entrar en tu habitación, tú puedes entrar aquí.
 
—No —replica Peter—. Necesitas tu privacidad.
 
—¿Qué pasa si tienes pesadillas? —río.
 
Una repentina expresión seria pasa por su cara. Peter susurra—: Esas se detuvieron hace un año.
 
—Bueno —digo en voz baja—. Si TU alguna vez me necesitas, sabes dónde estoy.
 
—Gracias —responde Peter, sonriendo—. Quién sabe, puede que te tome la palabra en eso algún día.

El repentino silencio es abrumador. Prácticamente solo nos quedamos quietos, mirándonos el uno al otro. Finalmente, estiro la mano y empiezo a tirar de la manta.
 
—Tienes que bajarte, si vamos a lavar esto. Apuesto a que quieres dormir en tu propia cama esta noche.
 
—No lo sé. Fue agradable dormir contigo en el sofá.
 
Eso hace que la comisura de mis labios se levante.
 
—Sí, bueno, todavía apuesto a que extrañas tu cama.
 
—Sí, en cierto modo, aunque esta cama es bastante cómoda. Me refiero a que la combinación de un cuerpo caliente y un colchón suave son una gran tentación.
 
—¿Tengo que preocuparme por qué te metas en mi cama por la noche? —le pregunto, sonriendo.
 
Peter se para y arranca la sabana.
 
—No lo sé. Supongo que tendrás que dormir con un ojo abierto.
 
—Increíble —afirmo sarcásticamente.
 
—Oye, recuerda que quieres rociar mi olor en tu almohada. ¿Qué es mejor que tener la cosa real a tu lado?
 
Me quejo y digo—: No lo sé. Tiendo a envolver las mantas a mí alrededor como capullo.
 
—Ah, un burrito de Mariana, qué lindo. Suficiente réplica, vamos a dejar lista tu habitación.
 
Lo hacemos. Las sábanas son en realidad muy agradables... una vez que están limpias. Peter me ayuda a colgar mi ropa en el armario. Cuando abrimos la caja con mi ropa interior y cosas así en ella, Peter levanta uno de mis sujetadores de la tienda de lencería.
 
—Mariana, ¿qué tenemos aquí?
 
—Dame eso —digo bruscamente, tomándolo de él.
 
Sólo levanta una ceja.
 
—¿Para quién te estás vistiendo toda sexy?
 
—Para nadie, excepto yo misma. Una chica necesita sentirse bien, incluso debajo de su ropa.
 
—Volviendo al tema de la convivencia, si quieres caminar por la casa en tu ropa interior, estoy totalmente de acuerdo. Especialmente con esos sujetadores y bragas, esos sin duda puedo verlos todos los días —Peter enfatiza con una gran sonrisa.
 
Mi mano retrocede y le doy un puñetazo en el brazo.

—No desfilaré alrededor en nada. Caray, apenas he estado alrededor de chicos. ¿Qué te hace pensar que voy a estar toda desnuda alrededor de uno?
 
—Bueno, probablemente voy a caminar por ahí medio vestido. Simplemente tendrás que acostumbrarte.
 
Las imágenes de eso empiezan a correr por mi cabeza. Dice eso como si fuera una cosa mala. ¡Oh, Dios mío! ¡No puedo estar teniendo estos pensamientos! Él es tu mejor amigo Mariana, TU MEJOR AMIGO. Deja de estar boquiabierta por él.
 
—Necesitaré conseguir una cómoda para algunas de estas cosas —le digo, tratando de cambiar de tema.
 
—Sí, tengo la intención de comprarte una y un escritorio, para que puedas hacer tus tareas y otras cosas. Podemos ir mañana. ¿Tienes alguna idea de cuándo quieres volver a la escuela?
 
Eso me hace tratar de alcanzar mi garganta.
 
—No hasta que esto se cure un poco más.
 
—Probablemente deberíamos llamar a tu consejero. Ellos van a preguntarse dónde estás y si contactan a tu madre, puede convertirse en un gran desastre —Peter señala.
 
—Está bien, llamaré ahora. Ella por lo general se queda un rato después de la escuela. —Girando voy a la sala de estar y agarro mi teléfono. Marco el número de la escuela, suena por un tiempo.
 
—Hola, Secundaria Jeffrey, ¿en qué puedo ayudarle?
 
—¿Puedo hablar con la señorita Cunningham, por favor? —pregunto amablemente.
 
La recepcionista responde—: Espere un momento por favor.
 
Escucho un pitido durante un momento y luego señorita Cunningham contesta.
 
—Hola, esta es la señorita Cunningham.
 
—Hola, umm, esta es Mariana Esposito, necesito hablar con usted.
 
—Sí, Mariana, nos estábamos preguntando qué estaba pasando. No has venido a la escuela y no hemos tenido ninguna llamada telefónica.
 
Sentándome en el sofá, me paso los dedos por el cabello.
 
—Bueno, hay algunas cosas que tengo que explicarle.
 
—Está bien —responde ella—. Adelante.
 
—Para empezar, me fui de la casa de mi mamá. Mire, ella es una alcohólica. Ha sido así toda mi vida. Aprendí como lidiar con ello cuando era una niña, y honestamente, fue horrible, pero logre salir adelante, pero la otra noche fui atacada.
 
—¿Perdón? —dice la señorita Cunningham, obviamente preocupada. Tomando una respiración profunda, trato muy duro de no empezar a llorar.
 
—Mi mamá tiene, o tenía, este nuevo novio llamado Howard. Hace dos noches, estaba en casa y ellos estaban allí. Creo que mi mamá se fue para ir a la tienda de licores y me quedé sola con Howard. Yo... yo no lo sabía. De todos modos, él entró en mi habitación y... me atacó.
 
—¿Llamaste a la policía? ¿Fue arrestado? ¿Fuiste a la sala de emergencia del hospital?
 
—No llegó lo suficientemente lejos para en realidad... bueno, no llegó tan lejos. Mi madre entró y él se detuvo y se fue.
 
Hay un evidente suspiro de alivio en el otro extremo.
 
—Eso es bueno.
 
—Bueno, sí, lo fue, pero la cosa es, que a mi mamá realmente no le importa. En realidad me culpó y dijo que era mi culpa.
 
—¿Sabes que eso no fue correcto?
 
Me muerdo el labio y luego respondo—: Sí, lo sé. Simplemente no puedo vivir más allí, no después de eso. Me mude con mi amigo Peter.
 
—¿Tienes 18 años? —pregunta la señorita Cunningham.
 
—Sí, los tengo.
 
—Mi preocupación es si vas a ser capaz de cuidar de ti misma.
 
Mis ojos se desvían hacia Peter.
 
—También estoy preocupada por eso, pero Peter dice que me puede apoyar.
 
—¿Él puede? ¿Estás segura de esto?
 
—Eso es lo que dice —replico. 
 
Peter extiende su mano—: Déjame hablar con ella.
 
—Espere señorita Cunningham —digo, entregándole el teléfono.
 
—Hola —dice—, mi nombre es Peter Lanzani. Sólo quería asegurarle que puedo ser responsable de Mariana. Tengo más que suficiente dinero y los medios para hacerlo. Estará mejor cuidada conmigo que con su madre. Puedo prometerle eso. —Hay silencio mientras la señorita Cunningham habla con él—. Le llevaré registros financieros si los necesita. —Eso me hace levantar mis cejas—. Bueno, si es necesario, lo haré. —Él asiente con la cabeza—. Sí, con mucho gusto iré con ella. Bueno, espere un momento. — Peter me pasa el teléfono.
 
Llevándolo a mi oído, digo—: Hola.
 
—Me gustaría que vinieras mañana, así podemos analizar todo.
 
—Umm —murmuro—. Preferiría no hacerlo, todavía no. Tengo algunas lesiones que son muy visibles, que no quiero que nadie vea.
 
—Puede ser bueno si voy a dónde estás viviendo de todos modos. Para comprobarlo y asegurarme de que todo está bien. Tienes 18 años, pero habrá preocupación porque todavía estás en la escuela —articula la señorita Cunningham.
 
Levanto la mirada hacia Peter.
 
—¿Está bien si ella viene aquí?
 
—Sí —responde Peter—. Eso está bien.
 
—¿Cuándo podría venir? —le pregunto a la señorita Cunningham.
 
Responde—: Mañana. Puedo ir después del almuerzo. No tengo nada hasta las 2.
 
—Está bien —le digo.
 
—¿Tengo que ir a la policía contigo? —pregunta con calma.
 
—¡Oh! —exclamo—: No, fui a la estación ayer y presenté un informe.
 
La señorita Cunningham dice—: Eso está bien. Por qué no me das la dirección de Peter. ¿Necesitas tu tarea? ¿Te gustaría que la recolecte para ti?
 
—Eso sería genial. Mis libros están en mi casillero, sin embargo —le respondo—. ¿Puede Peter ir a recogerlos?
 
—Los recogeré y los llevaré conmigo. ¿Puedo explicar lo que pasó a tus profesores, para que sepan?
 
Frunciendo el ceño, le pregunto—: ¿Tiene que hacerlo?
 
—No, en realidad no tengo que hacerlo. Esto es algo que podemos mantener en privado entre nosotros. Me limitaré a decir que vas a tener una ausencia prolongada —responde la señorita Cunningham.
 
—Gracias —suspiro—. En realidad no quiero que nadie lo sepa.
 
—Eso es comprensible —replica la señorita Cunningham—. Bueno, ¿puedes darme la dirección de Peter y yo iré mañana?
 
Miro a Peter.
 
—¿Cuál es tu dirección?

—1864 Mariner Drive, dile que es el apartamento de arriba — responde.
 
—Señorita Cunningham, es 1864 Mariner Drive. Las escaleras laterales conducen al apartamento de arriba. Ahí es donde estamos.
 
Hay una pausa, mientras la señorita Cunningham escribe.
 
—Está bien Mariana, estaré allí, probablemente alrededor de 1. ¿Eso suena bien?
 
—Sí.
 
—Está bien, te veré mañana entonces. Trata de tomarlo con calma. Superaremos esto —la señorita Cunningham me asegura.
 
—Gracias —le respondo.
 
Con un suspiro, dice—: Adiós Mariana.
 
—Adiós —le respondo, y cuelgo el teléfono. Mis manos están temblando un poco.


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30 comentarios :

  1. maaaaas!!!!!!!!!!!!! me encanta :)

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  2. xfa masssssssssss qquiero leer desde hoy empieza con el maraton
    :)

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  3. Subí más noveee porfíss
    Me encanta

    ATTE: Valeria : )

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  4. Quiero más. Por esta novela me levanté a la seis de la mañana, ¿ vos entendes que me despierto a las 12 y por vos a las seis ? uff, necesito un psicólogo, me volví adicta a esta novela.

    MÁS MÁS MÁS

    Atte: Ludmi :)

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  5. quiero más! Besos Naara

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  6. más más más más más

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  7. maratón!! Que exigentes ja!

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  8. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssss!!!!!!

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  9. maaaaaaaaaaaaas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  10. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  11. me encanta ! maaaaaaaaaaaasss

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  12. maaaaaaaaaaaaaaaas!!!!!!!!!!!!

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  13. MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  14. MARATON PORFIIIIIISS DALEEEEEE....

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  15. :) sube mas! Sabes que me encanta tu adaptacion :D
    Att: andre antequera
    @AntequeraCruz
    Laly angels

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  16. Maaaas me encanta !!
    vas a hacer maraton este fin de semana??

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  17. No subiste en todo el diaaaa... quiero nove porfiiis

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  18. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssss !!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  19. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  20. los fines de semana no subis nooo?

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