jueves, 19 de diciembre de 2013

Capitulo 49

Eso hace que me eché a reír. Por lo tanto, todos bailamos. Nunca supe lo liberador que se siente. El ambiente es contagioso. Peter me sigue presionando contra él, y lo dejo, pero me río al mismo tiempo. En un baile tienes que bajar hasta el suelo, y lo hacemos. Es genial.

Capitulo 49

Por último, Candela me agarra del codo. —Deberíamos volver con Vico. Él va a enloquecer pronto.
 
Inclinándome hacia ella, digo—: Tenemos que arrastrarlo aquí, entonces.
 
—Si le consigo un par de cervezas, lo hará —responde Candela, guiñando un ojo. Toma mi mano y me lleva de nuevo a través de la multitud. Vico nos saluda con la mano, obviamente aburrido. Candela salta hacia él. —Gracias por dejarme bailar nene.
 
—No hay problema cariño —responde Vico—. Ustedes dos necesitan beber su cerveza antes de que se caliente y sea desagradable.
 
Peter levanta la suya en el aire. Lo sigo abriendo mi agua embotellada. Hay una pausa y luego Nico saca una hoja de papel. — Entonces, ¿quién va primero esta noche?
 
Frunciendo las cejas, le digo—: ¿Eh?
 
—¡OH! Mariana es nueva y nunca lo ha visto antes —exclama Nico—. Mira esto es lo que hacemos, esta es una lista de frases seductoras. —Me muestra y lo miro como si estuviera balbuceando un idioma diferente—. Así que, en esta lista se encuentran un montón de malas de frases seductoras que busque. Lo que hacemos es ver cuántas podemos usar y no conseguir una bofetada.
 
—Ellos no son tan malos como para conseguir una bofetada —gime Candela—. Obtienes miradas horrorizadas la mayor parte del tiempo.
 
Nico tiene una enorme sonrisa en su rostro. —Lo sé, ¡es increíble! Entonces, vamos a la mesa y hacemos esto.
 
—Yo no voy a hacer eso —declaro firmemente.
 
—No, sólo los chicos —interviene Candela—. Me niego a hacerlo también.
 
Curiosa, pregunto—: ¿Dejas que Vico lo haga?
 
—Claro, siempre y cuando se comporte y en realidad no haga nada —responde Candela—. Confío en mi bebé.
 
Vico la besa y ella sonríe. Nico cierra la hoja de papel y lo empuja hacia mí. —Voy a ir primero, tienes que elegir Lali.
 
—¿Yo? —chillo.
 
Peter se pone a mí alrededor y mira la hoja de papel. —Sólo tienes que elegir una que sea realmente humillante. A Nico no le importa.

Miro hacia la lista. —Son horribles. ¿Vas a decir esto realmente?
 
—Oh, sí —responde Nico, frotándose las manos.
 
—Está bien —señalo. Leyendo, analizo las líneas. Me echo a reír—. Son muy divertidas, oh Dios mío. Bueno, tienes que hacer cualquiera de estas: Tú eres de Tennessee, porque eres la única diez que veo, o eres un terremoto o simplemente mueves mi mundo.
 
—Tennessee —dice Vico.
 
—Terremoto —replica Candela.
 
Peter sonríe. —Tennessee gana.
 
—Excelente —dice Nico, con una sonrisa ENORME—. Ahora Mariana, elige a la víctima.
 
—¿Tengo que escoger a la chica? —le pregunto, estupefacta. Nico se limita a asentir con la cabeza. Girando miro entre la multitud de mesas—. No tengo ni idea de a quién elegir —murmuro.
 
Poniendo sus labios en mi oído, Peter murmura—: Elige a la chica más bonita... quiero decir, aparte de ti.
 
Mis mejillas arden de rubor. Escaneo la multitud, apuntando a una chica. —Esa chica del horrible vestido de leopardo.
 
—Fácil —grita Nico. Toma un gran trago de su cerveza y se acerca a la chica. Como que estoy allí con mi boca abierta viendo eso. Casualmente se pavonea por detrás. Con la sonrisa más graciosa, se inclina y susurra en su oído. La chica se vuelve rápidamente con una mirada de disgusto. Nico sólo mueve sus cejas y ella lo empuja lejos.
 
Todos reímos a carcajadas. Nico se agarra del pecho y dramáticamente se aleja. Me doy la vuelta hacia Peter. —Eso fue muy gracioso.
 
—Lo es —responde—. Esto es lo que hacemos. ¿Te avergüenzas de nosotros?
 
—No —le digo, alegremente—. Es tu turno.
 
Peter me da una mirada sorprendida. —¿Quieres que seduzca a una chica?
 
—Sólo porque te voy a dar una frase seductora horrible —bromeo—. Vamos a ver, cuál será, cuál será. Oh, la tengo, mi mamá no estará en casa durante horas.
 
Con una sonrisa, Peter está como—: ¿Esa es lo que quieres que haga? —Asiento con la cabeza—. Muy bien, ¿a quién?
 
Candela salta arriba y abajo. —Quiero escoger. —Ella golpea su barbilla y mira hacia la multitud. Por último, apunta a una morena. Peter sacude su cabeza y se dirige hacia allí. Todos miramos con mucha diversión mientras habla. Inclinándose, es obvio que dice la línea. La chica se ve confundida. Peter acaba guiñándole el ojo. Esta chica sólo se encuentra en estado de shock. Tiene la misma reacción que la otra, empuja a Peter lejos de ella.
 
Me rio con fuerza. Pasamos por muchas más frases seductoras. Como, “¿Sabes karate? Porque tu cuerpo realmente me está pateando” “No estoy borracho, estoy intoxicado por tu belleza” “Lo sé, lo sé, soy malditamente fabuloso” y mi favorita “Hey, ¿tienes alguna bandita? ¿No, por qué? Porque lastime mis rodillas cayendo por ti”.
 
Finalmente, casi completamos la lista. Ni siquiera puedo respirar, me estoy riendo muy duro. De repente Nico golpea con su mano sobre la mesa. —Se me olvidó una, pero es específicamente para Peter. Apuesto dinero a que realmente puedes conseguir que esta funcione.
 
—¿Eh? —pregunto.
 
—Tiene que decir, tus labios se ven solos, ¿les gustaría encontrarse con los míos? —exclama Nico—. La leí y fue como, ¡Peter puede lograr eso!
 
Mi pecho se aprieta y ni siquiera digo algo. Peter está de pie junto a mí. Veo que su cara como que se congela. Sus ojos se mueven en mi dirección y luego dice—: No sé Nico, es bastante tonta.
 
—¡No, no lo es! ¡Vamos, sabes que puedes hacerlo!
 
Peter se queda mirando a su amigo y no dice nada. —Vamos — comienza Vico—. Tienes que hacer esa.
 
—Vico —dice Candela entre dientes.
 
—¿Qué? —Se ríe—. Puede totalmente lograrlo. Invertiría dinero en él, también. Estoy seguro de que no puedo hacerlo, me abofetearías.
 
—Eso es cierto —Candela responde. Sus ojos me miran y parecen preocupados.
 
Nadie dice nada, así que finalmente susurro—: Deberías hacerlo.
 
—¿Qué? —Peter dice bruscamente mirándome.
 
Mi corazón se hunde, pero trato de simular una sonrisa. —Esto es lo que haces ¿cierto? —Hago una pausa y casi me ahogo con mis palabras—. ¿Por qué no querrías besar a una chica? ¿No tienes una cuota de besos?
 
—Mariana —responde suavemente—. No necesito hacer esto.
 
—¡Sí, lo necesitas! —exclama Nico—. Vamos. Mariana puede escoger a la chica.
 
Candela y Peter gritan al mismo tiempo—: ¡No!

Nico les da una mirada desconcertada. —¿Por qué no?
 
—No sabría a quién elegir —le respondo—. Sabes, sería como él escogiendo a un chico para que yo besara.
 
—Apuesto a que obtendrías un beso de un chico. ¡Deberíamos hacerlo en su lugar! —Nico dice alegremente.
 
Peter se pone de pie inmediatamente. —No, yo voy a hacerlo. Será divertido. Elige a la chica.
 
Escaneando la multitud, Nico apunta a una chica. —La rubia.
 
Me doy vuelta y miro. Ella es preciosa, pelo perfecto, cuerpo perfecto, hermosos ojos azules. Peter suspira y me mira. Desvió mi mirada, mirando hacia la multitud. Se vuelve y se acerca a la chica.
 
Con cada paso que da, mi corazón cae cada vez más a mi estómago. Finalmente, Peter se acerca al bar. Se apoya contra él frente a ella. Ella alza lo ojos y luego sonríe. Conversan un poco y luego Peter se inclina y le susurra la línea. Ella vacila, lo que me hace suspirar de alivio, pero como una patada en el estómago, se inclina y lo besa. Creo que voy a vomitar, porque no es sólo un pequeño beso.
 
Se puede escuchar a Nico y a Vico empezar a animar en el fondo. Tengo que mirar hacia otro lado. Agarro la mesa para no perder el equilibrio. ¡No puedes reaccionar de esta manera! ¡NO PUEDES! Tienes que respirar, sólo respira. Mirando a Nico pregunto—: ¿Dónde está el baño?
 
—Abajo —responde—. ¿Necesitas ir?
 
—Sí —le respondo un poco temblorosa.
 
Candela da un paso hacia delante y dice—: Yo la llevaré.
 
—¡No! —le digo, probablemente con demasiada dureza—. Puedo encontrarlo.
 
—Tonterías —interviene Nico—. Nosotros usamos el baño privado, no uno del club. Iré contigo. Parece que Peter estará ocupado por un tiempo. —Ni siquiera puedo mirar allí. Las imágenes corriendo a través de mi cabeza son bastante malas. 
 
—Vamos entonces —declaro, tratando de estar alegre.
 
Nico viene alrededor de la mesa y toma mi mano. Tira de mí a través de la multitud. No sabía que caminaríamos justo al lado de Peter y esta chica. Me aseguro de que no me vea, así que me presiono contra Nico, y caminamos por las escaleras.
 
Cuando bajamos al primer piso, nos empujamos a través de la multitud en la pista de baile. Me aferro a Nico como a un salvavidas. Sólo necesito el toque de alguien en este momento. Llegamos al otro extremo del club y me detengo. Hay una cola muy, muy larga, fuera del baño de chicas. —No tengo que esperar por eso, ¿verdad? —le pregunto.
 
—Pffff, no —responde Nico—. Por el mismo corredor está la puerta que lleva a las oficinas auxiliares. Hay un cuarto de baño realmente agradable atrás en el área de la oficina de mi hermano.
 
—Oh, bueno —suspiro.
 
Empezamos a caminar adelantándonos. Al pasar la fila, de repente escucho—: ¡Oye! No te coles.
 
Me doy vuelta y gimo. Paula está de pie allí con Melody y Belen. Los ojos de Paula de repente se ponen enormes. —¡MARIANA!
 
—Sí —respondo, parándome derecha. Sí, me veo bien, ¿qué vas a decir ahora?
 
Nico se da la vuelta. —¿Amigas tuyas?
 
—No —articulo con dureza.
 
—Ese no es Peter —dice Melody.
 
Ruedo los ojos—: Que astuta observación.
 
—¡Mi nombre es Nico! —mi amigo interviene.
 
—Eres tan lindo como Peter —afirma Belen.
 
Poniendo una gran sonrisa, Nico responde—: Gracias, eso es un cumplido. —Se inclina en mi oreja—. ¿Quiénes son estas chicas?
 
Dándome la vuelta, envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y le susurro: —Ellas son mis verdugos. Hacen de mi vida un infierno.
 
—Entendido —murmura en respuesta. Me giro, pero Nico mantiene sus brazos en mí—. Bueno, Mariana y yo vamos a ir al baño.
 
—No se pueden adelantar en la fila —gruñe Paula.
 
Melody se queja—: Sí, tengo que ir y no voy a dejar que NADIE se nos adelante.
 
—Umm, no necesitamos estos baños —responde Nico—. Tenemos un cuarto de baño privado, que vamos a ir a usar ahora. —Él tira de mí contra él y me muerde el cuello. Eso me hace reír y chillar.
 
—¿Qué baño privado? —gruñe Paula.
 
Nico rueda los ojos. —Mi hermano es dueño del lugar, por lo que estaremos usando su baño.
 
—¿Tu hermano es dueño del lugar? —pregunta Paula, luciendo estupefacta.
 
—Sí —Nico réplica—. Sin embargo, TENEMOS algunas cosas que ir a hacer.

—Oh, Dios mío, ¿puedo ir contigo? —jadea Melody—. Realmente necesito ir al baño.
 
Nico se burla—: No
 
—Sí. —Suspiro—. No voy a ser mezquina.
 
—¡Gracias! —grita Melody. Nico inclina su cabeza y lo seguimos por el pasillo. El ruido casi al instante termina cuando entramos a la parte de atrás.
 
Caminamos por unos pasillos y luego llegamos a una oficina enorme. —Está ahí —dice Nico, señalando el cuarto de baño.
 
Melody ni siquiera dice algo, pero entra rápidamente. Ahora, solo me quedo torpemente de pie allí con Nico. Él tira de mí contra él y me siento un poco aliviada. Esto es algo tenso para mí. Prácticamente puedo sentir a Paula mirándome. —Por lo tanto, ¿los dos vinieron aquí juntos?
 
—Obviamente —Nico replica en tono molesto.
 
—Bueno, estoy sorprendida de verte con otro chico —me dice Paula.
 
Me encojo de hombros. —Yo no tengo que explicarte nada. Estamos aquí sólo para ir al baño.
 
—Mmmhmmm —dice Nico, tirando de mí firmemente contra él.
 
Riendo, me alejo de él. —Basta, pervertido.
 
—Sabes que no puedo evitarlo cuando estoy contigo —bromea en respuesta.
 
—De este modo, es como consigues a los chicos —corta Paula.
 
Confundida, le digo—: ¿EH?
 
—No te tomaste tu tiempo para saltar entre ellos, pero ¿por qué no me sorprende? Un blanco fácil es un blanco fácil —responde con picardía.
 
Eso hace que me eché a reír. —Si estas sugiriendo lo que creo que estás sugiriendo, estas fuera del camino, ¡soy virgen, idiota! No hay salto entre camas aquí.
 
—Bien, ahora ESO no me sorprende en absoluto —replica Paula—. ¿Por qué podría haber pensado que alguien podría tener sexo contigo?
 
—¡Oye! —espeto, dando un paso hacia adelante, pero Nico me agarra.
 
—Espera, espera, espera, vamos a tomarnos un respiro. ¿Estás insinuando que ser virgen es algo malo, que ella no haya estado con un chico es algo malo? Es gracioso. Déjame explicarte algo, una chica que se acuesta con chicos es pasarla bien, claro. Una que se guarda, significa algo, sabes, si ella te elige a ti significa algo. Si yo fuera TAN afortunado de que Mariana me amara y me eligiera a mí, seria hermoso. A ella los chicos la eligen para una cita, no sólo para perder el tiempo. —Nico declara bruscamente.
 
Paula se queda allí por un segundo, solo mirándonos. Melody abre la puerta unos segundos más tarde. —Gracias —dice, saliendo. Se detiene y mira a su alrededor—. ¿Qué está pasando?
 
—Ahora que tú amiga uso el baño, voy a acompañarte fuera de aquí. Lali, puedes usar el baño ahora —Nico dice con firmeza.
 
—Yo no he ido todavía —chillo Belen.
 
Con una mirada muy enojada en su cara, Nico responde—: No me importa.
 
—Deja que lo utilice —Suspiro—. Están aquí. Yo no voy a ser tan superficial como ellas.
 
—Tú eres una persona mucho mejor que yo —responde Nico.
 
Todos estamos en silencio mientras Belen usa el baño. Nico mira a Paula y sacude la cabeza. —Yo no tengo que ir. —Con un dedo mordaz, Nico señala el pasillo. Girando hacia mí, dice—: Ya vuelvo.
 
Entro en el cuarto de baño y cierro la puerta. Esto es demasiado. Todo esto es demasiado. Tal vez debería haber dejado a Candela traerme hasta aquí. Me doy la vuelta y me miro en el espejo. Oye, al menos todavía me veo bien.
 
Cuando termino, abro la puerta. Nico está de pie allí. —Oh, Dios mío —exclama—. ¿Eso es lo que tienes que soportar?
 
—Eso, oh eso no fue nada —le respondo—. Se pone mucho peor que eso. Me llaman fenómeno y perdedora. Y ustedes se preguntan por qué me veo a mí misma de la manera en que lo hago.
 
—Te digo esto como un tipo y no como tu amigo. Mariana, eres hermosa. Es decir, un chico tendría mucha suerte de tenerte como su novia. Las chicas como esas, las vemos por lo que son. Se darán cuenta de que actuando de esa manera no conseguirán salir con chicos. Es muy poco atractivo.
 
Envolviendo mis brazos alrededor de él, le digo—: Gracias Nico.
 
—Ahora —dice, moviendo sus caderas de lado a lado—. Tú y yo vamos a la pista de baile. Vamos. —Agarra mi mano y me lleva de vuelta al club.

14 comentarios :

  1. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  2. hay q amor que es nico
    me encanta como cuida a lali
    pobre lali no se merecia ver lo q vio
    besos

    ResponderEliminar
  3. Paula es tan poquita cosa al lado de lali me encanta tu noveee
    Quiero más laliter porfíss beso laliter beso laliter
    Subí más nobeeeee

    ATTE: Valeria : )

    ResponderEliminar
  4. veníamos tan bien la jodiste a lo último peter besos Naara

    ResponderEliminar
  5. massssssssssss por favor q tonto peter no debio hacer eso.....ojala y se ponga las pilas rapido

    ResponderEliminar
  6. massssssssssssss
    masssssssssssssssss
    massssssssssssssss
    massssssssssssss
    masssssssssssssss

    ResponderEliminar
  7. que peter se muera de celos cuando vea a nico y lali bailar jajajaja

    ResponderEliminar
  8. que nico bese a lali por favorrr y peter los vea para que sienta lo q sintió lali pobre esta hasta las patas con peter

    ResponderEliminar
  9. ´++++++++++++++++++++++++++++++
    ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
    +++++++++++++++++++++++++++++++
    +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
    ++++++++++++++++++++++++++++
    ++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  10. maaaasssssquiero más besos Naara

    ResponderEliminar