miércoles, 10 de julio de 2013

Capitulo 36

Capitulo 36

Mar

Quiero vivir en estos brazos. Ellos me hacen sentir segura, amada, necesaria. Sus manos me recorren. Ellas muestran que soy suya y me sostienen apretada a su cuerpo. Él nos conduce a la pista de baile en un enredo pecaminoso de caderas girando. Sus ojos son oscuros y seductores. He terminado permitiéndole cuestionar mi estado de ánimo.

Prometo hacerlo mío.
 

La canción cambia, pero no nos movemos. Es como si el DJ supiera que queremos estar cerca. No es que nosotros detendríamos lo que estamos haciendo. Descanso mi cabeza sobre su hombro, mi cuerpo manteniendo el ritmo con el suyo. No sé cómo he olvidado lo que se siente estar con él así. Solía contar los días hasta nuestro siguiente baile solo para poder sostenerlo.
 

Coloco pequeños besos sobre su cuello. Él me agarra más estrechamente y acaricia mi oreja. Mi mano encuentra el botón superior de su camisa. Juego con el botón hasta que este se abre. Su mano inmoviliza las mías, separándola de su camisa. Yo pondría mala cara si él pudiera ver mi rostro totalmente. Él pone mi mano sobre su pecho, justo sobre su corazón y la sostiene allí mientras sus labios tocan los míos suavemente.
 

Se aparta bruscamente y mira sobre su hombro. Una mujer aparece a la vista. Su cabello está amontonado sobre la parte superior de su cabeza en un desordenado “no doy una mierda” moño. Su muy ajustado vestido rojo muestra gran parte de sus pechos. Peter no tiene que imaginarse cómo lucen. Ella lame sus labios rojos cereza y mira a Peter como si él la fuera a llevar a su casa esta noche.
 

—¿Puedo tener este baile? —pregunta ella descaradamente. ¿Ella no puede ver que él está con alguien?
 

—Estoy algo ocupado. —Él se vuelve hacía mí. Su expresión me dice que él siente que nosotros fuéramos interrumpidos.
 

—¿Qué tal un autógrafo o una foto?
 

Peter hace rodar sus ojos. Al parecer ella no entiende. Ella saca su teléfono móvil de la parte superior de su vestido y me lo da. Miro a Peter, mi ceja levantada. Si él piensa que tocaré ese teléfono está loco, sin hablar de tomar una foto de ellos juntos.
 

—Ninguna fotografía, no esta noche. Estoy en una cita.
 

—¿Tal vez podamos reunirnos más tarde?
 

Antes de que yo pueda decir algo, Peter dice:
 

—Estoy en una especie de cita por siempre, entonces no gracias.
 

Ella se ve molesta y me fulmina con la mirada. Lo siento chica, él es mío. Si tengo que llevar una camisa reclamándolo, lo haré. Ella saca un tubo de lápiz labial y lo hace girar hasta que está mostrando el color rojo brillante.

—Firma aquí. –Ella corre sus dedos sobre la parte superior de sus pechos.
 

Peter sacude su cabeza.
 

—Papel o nada —dice él volviéndose hacía mí atrayéndome en sus brazos. No puedo menos que lanzarle una mirada de complicidad y sonreír mientras me aferro a sus hombros. Ella está de pie allí, su pierna indicando que ella solamente espera otra oportunidad para abalanzarse sobre mi hombre.
 

Solo sentamos un poco antes de que más personas se acerquen y lo molesten, pidiendo fotos o autógrafos. Las mujeres le traen bebidas, pero las aparta. Él me dice que nunca acepta bebidas de alguien porque así es como Tacho terminó con Mateo. Él conoció a esa mujer detrás del escenario y se despertó en su casa. Nueve meses más tarde ella abandonó a Mateo. No puedo imaginarme dejando a Cris. Él es mi vida y por largo tiempo mi único recuerdo de lo que Peter y yo teníamos.
 

Peter me lleva de regreso a la pista de baile. Él solicita una serie de canciones al DJ, la mayoría son suyas. Canciones que he memorizado y sé que son sobre mí, nuestro amor y las cosas que quiere hacer conmigo.
 

Cuando el reloj marca las doce sus labios reclaman los míos, sólidos y confidentes, como si él hubiera estado esperando por este momento siempre. Sé que yo lo he hecho.
 

—¿Estás lista para salir aquí? —dice contra mis labios. Él no espera una respuesta. Él tira de mí a través de la multitud que lo aclama. Cuando estamos fuera él se apresura hacia el auto. Me empuja contra él, y envuelve mis piernas alrededor de él. Lo siento buscando a tientas la puerta. El cuero es frío contra mi piel cuando me deja en el asiento.
 

Espera un momento.
 

Peter sube en el auto y lo enciende. Él coloca mi mano sobre su erección, suspirando cuando lo aprieto ligeramente. Él se retira de la zona de estacionamiento, la grava salpicando detrás del auto y nos conduce a casa tan rápido como puede. Mis nervios están en llamas cuando llegamos al camino de entrada. No he movido mi mano y sin embargo siento como si esta fuera nuestra primera vez una vez más.
 

Excepto que esta vez estamos en su casa, no un hotel. Salgo del auto y lo encuentro por la parte delantera. Caminamos de la mano hacia la oscura casa. Solo las velas en la ventana alumbran el camino a través de la oscuridad.
 

Él se inclina, colocando un brazo bajo mis piernas, otro detrás de mi espalda. Él toma los pasos despacio, sus ojos penetran los míos. Puedo ver el deseo, sentirlo en el modo que él me sostiene. Él empuja la puerta del dormitorio para abrirla, pateándola para cerrarla cuando estamos dentro.
 

Me deja sobre su cama y se para frente a mí, apartando mi cabello de mi hombro. Él se arrodilla dejando que sus manos recorran mis piernas, enviando un temblor sobre mi piel.
 

Levanta cada pie y quita mis zapatos. Sus dedos bailan a lo largo de mi piel hasta que él alcanza el dobladillo de mi vestido. Me paro, forzándolo a retroceder medio paso.
 

Mis manos se deslizan sobre su pecho cubierto, dedos que trabajan los botones. Estoy tan impaciente por ver su pecho, uno que he extrañado durante tantos años. Cierro mis ojos cuando llego al último botón, mis manos apartan la tela. Permito a mis manos explorar la sensación de los apretados montículos de sus abdominales mientras mis dedos memorizan cada plano. Sus manos restringen las mías cuando llego a su pecho.
 

—Abre tus ojos.
 

Cuando lo hago, las deja ir. Él quería ver mis ojos cuando finalmente descubriera lo que él había estado ocultando. Sobre su pectoral izquierdo hay tinta y mucha de ella. Es oscura, sólido negro. Mi dedo perfila los bordes, siguiendo el laberinto.
 

—¿Qué es esto?

—Esto es un diseño tribal —contesta él sin vacilación.
 

—Traza aquí —dice mientras él mueve mis dedos a lo largo de su tatuaje.
 

Hago lo que me pide, mi mente me dice lo que mi corazón ya conoce.
 

—Esto dice…
 

—Esto dice, Lali. —Coloco un beso de boca abierta sobre mi nombre. Él tira de mis caderas. Puedo sentirlo, su necesidad evidente a través de sus vaqueros. Ha estado así toda la noche, esperando pacientemente para traernos de vuelta aquí para que finalmente podamos estar juntos.
 

Peter me da vuelta, envolviendo su brazo alrededor de mi cintura. Él roza su erección contra la curva de mi trasero. No puedo evitar presionarme en él. Él empuja mi vestido fuera de mi hombro, sus labios presionándose contra la piel expuesta. Inclino mi cabeza, apoyándome sobre su hombro mientras sus manos frotan mis pechos. Mi mano se extiende hacia atrás, entrelazándose por su cabello.
 

Él se aleja de mí, labios quemando un rastro hacia abajo por mi espalda. Dedos jalan mi vestido, empujándolo hacia abajo de mis piernas. Estoy desnuda excepto por la tanga que llevo puesta. Siento sus dientes tirar del lado de mis bragas. Me doy vuelta. Tengo que verlo, tocarlo.
 

Él me levanta y me pone sobre la cama, avanzando lentamente sobre mí. Me arqueo hasta sentir su piel sobre la mía. Arrastro mis dedos por su cabello. Él me mira, respirando temblorosamente. La intensidad de su mirada hace hormiguear mi piel con anticipación. Su pulgar cepilla la curva de mi pecho.
 

Se recuesta, desnudo. Me siento y froto mi mano sobre su pecho, abdominales y finalmente a su protuberancia. Sus ojos ruedan hacia atrás en su cabeza cuando lo toco. Él avanza lentamente sobre mí, empujándome otra vez en el colchón. Envuelvo mis brazos alrededor de sus hombros, urgiéndolo. Se coloca sobre mí, su peso y calor una agradable sensación. 

—Te amo, Lali —dice contra mis labios. Él sostiene mis manos sobre nuestras cabezas, su frente que toca la mía. Nuestras bocas caen abiertas en éxtasis, recuerdo como se mueve, trabajando su cuerpo en el mío. Grito, agarrándome de sus manos. Mis piernas se mueven sobre sus caderas, guiándolo y sosteniéndolo donde más lo necesito.
 

Gimo cuando él flexiona sus caderas, yendo más profundo. No puedo dejar de mirarlo, sus ojos observándome, aprendiendo de nuevo cuán buenos somos juntos. Cuando él deja ir mis manos, cavo en sus costillas, animándolo a moverse más rápido.
 

Peter se mueve hasta quedar en sus rodillas, moviendo mi cuerpo por el empuje y la atracción de mis piernas.
 

—Tengo que mirarte —dice él jadeando.
 

Mis manos restringen sus antebrazos, resistiendo mientras él nos mueve al ritmo. Deja caer mis piernas, moviéndose para besarme. Él le hace el amor a mi boca mientras se mueve más rápido, más fuerte, llevándome al borde.
 

—¡Peter! —Necesito más.
 

Él conoce mi cuerpo y gruñe cuando mi orgasmo asume el control. Mis dedos se enroscan, mis uñas se clavan en su trasero cuando levanto mis caderas para encontrar sus últimas embestidas.
 

Él se apacigua, derrumbándose encima de mí. Me quedo allí, mis músculos débiles y cansados, pero completamente satisfechos y con ganas de hacer esto otra vez. Acaricio su espalda, haciéndolo temblar. Beso su cuello, sus mejillas y finalmente los labios.
 

—Te amo, Peter. Te amo tanto.
 

Me mira y sonríe. Se inclina sobre su codo, sin moverse de donde está enclavado entre mis piernas. Él podría quedarse allí para siempre para lo que me importa. Aleja mi cabello húmedo de mi rostro y besa mi nariz. 

—¿Múdate conmigo? Tú y Cris múdense aquí y seremos una familia. Quiero que llames a esta tu casa. Quiero hacer cosas normales contigo como ir de compras a la tienda de comestibles y encontrarnos para el almuerzo en el trabajo.
 

—Eso suena como el sueño americano.
 

—No, mi chica, este es nuestro sueño. Si tú lo quieres, te lo daré.
 

—Lo quiero.
 

La sonrisa de Peter estaba iluminando la oscura habitación. Nos besamos durante un tiempo antes de que él ruede y me tire encima de él. 

4 comentarios :

  1. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh este cap fue increíble, pero en ningún momento mencionan protección eso es que haya la posibilidad de un(a) hermanito(a) para Cris???????? mas por favorrrrrrrrr :)

    ResponderEliminar
  2. Aaaaaaah quiero mas!! Besooo :)

    Arii

    ResponderEliminar
  3. maaaaaaaaaaaaaaaassssssssss!!! cada vez mejor!!

    INES

    ResponderEliminar