miércoles, 17 de julio de 2013

Capitulo 14

Capitulo 14

El entusiasmo de Lali era contagioso. Peter se encontró viendo todo a través de sus ojos y era increíble. Las luces nunca fueron más brillantes, los colores más vibrantes, los sonidos nunca habían sido más estimulantes, y los aromas te hacían agua la boca. De muchas maneras, Peter sentía como si nunca antes hubiese ido tampoco a un carnaval, no realmente. Y no podía estar más feliz por experimentarlo con Lali por primera vez.

Después que compró las entradas, ellos pasearon por todo el carnaval una vez para verlo. En su segunda ronda, Peter observó a Lali ver hacia un gigante peluche de oso polar que estaba colgando a lo largo del lado de una tienda de juegos. Resultaba ser el premio mayor de un juego de lanzar pelotas.
 
—¿Te gustaría probar tu suerte con una pelota rápida? —preguntó el sujeto joven mientras ellos pasaban.
 
Peter miró hacia Lali y sus ojos estaban enormes con emoción. Él tiro de ella hasta detenerse enfrente del encargado con chaleco.
 
—Sí. Dame seis pelotas —dijo Peter, sacando billetes de dos dólares de su billetera. El encargado amontonó seis pelotas sobre el mostrador enfrente de Peter—. ¿Cuánto por el oso polar?
 
—La pelota rápida por encima de 145 km gana el oso.
 
Aunque el fútbol era su deporte por elección, Peter había jugado beisbol desde que estaba en tercer grado, así que conocía el pequeño orbe de cuero con costuras rojas. Peter tomó una en su mano y la rodó alrededor de sus dedos.

Él una vez había sido pitcher, normalmente se encontraba en campo corto, pero Peter enfocó toda su atención en recordar la mecánica de ello. Repentinamente era muy importante para él ganar el oso para Lali. Respirando hondo, empujó hacia atrás su brazo y dejó la pelota volar de sus dedos.
 
La lectura de los números amarillos del radar declararon que el picheo solo había sido de 125 km por hora, no lo suficientemente rápido para el oso polar. Peter apretó sus dientes y movió su hombro en tres grandes círculos antes de levantar otra pelota.
 
Lanzó. 125.
 
Tomando una tercera pelota, Peter inhaló profundamente antes de enviarla a toda velocidad a la parte trasera de la tienda. Él fue premiado cuando los números parpadearon mostrando 134.
 
—Acercándote —dijo el encargado.
 
Lali gritó y aplaudió. Peter no pudo evitar sonreír. Sus ojos brillaban felizmente y ella saltaba arriba y abajo emocionada. Era fácil ver que ella estaría emocionada sin importar que resultara, pero eso sólo lo hizo querer más ganar el oso.
 
Peter se esforzó a través de las siguientes dos pelotas, consiguiendo estar muy cerca de la marca de los 145 km por hora. Cuando el alzó la última pelota arriba en el aire y la apretó contra su palma, se imaginó la pelota de beisbol viajando por el aire, un borrón blanco en la tenue luz de neón. Se imaginó a Lali saltando arriba y abajo, luego lanzando sus brazos con gran euforia alrededor de su cuello. Se imaginó al encargado disgustado desenganchando el gran oso polar y extendiéndoselo a Lali. Su corazón latiendo con satisfacción y determinación.
 
Con un rápido gruñido, Peter tiró de su brazo hacia atrás y lanzó la pelota hacia adelante. Cuando dejó sus dedos, supo que había lanzado su pelota más rápida. Su estómago se agitó con satisfacción y sus labios se curvearon con placer mientras se giraba para ver a Lali. Él no necesitaba ver la lectura del radar para saber que ganó el oso; lo sentía en lo más profundo.

Como si fuera en cámara lenta, la boca de Lali se abrió, sus ojos enormes mientras se giraba hacia él. Todas las campanas y música, todas las personas de la feria y niños, todas las atracciones y alboroto desaparecieron mientras la miraba. Peter no estaba consciente de nada más que el resplandor rojo de neón sobre sus suaves mejillas, el destello blanco de sus dientes en su pálido rostro, el parpadeo de las luces sobre sus ojos y la calidez que sintió esparcirse a través de su pecho.
 
Cuando Lali se lanzó contra él y envolvió sus brazos alrededor de su cuello, justo como él la imaginó haciéndolo, Peter cerró sus ojos y la atrajo hacia él. Se dio cuenta que lanzaría un millón de pelotas de beisbol miles de veces en un día si eso la mantenía en sus brazos.
 
Después de unos segundos, ella se movió para tomar el oso del encargado. Su rostro brilló con el simple placer del momento, por el oso y el carnaval. Peter no pensó haber visto jamás a alguien disfrutar tanto algo mundano. En el fondo, él sabía que nunca lo haría otra vez.
 
Ella abrazó el oso orgullosamente mientras hacían su camino a través del terreno lleno de gente. Peter le compró un cono de helado y se arrepintió casi instantáneamente cuando descubrió que no conseguía quitar sus ojos fuera de su boca mientras comía. Cada vez que su lengua salía y lamía, Peter sentía su cuerpo latir en respuesta. Casi se alegró cuando un bullicioso niño tropezó inesperadamente a Lali y golpeó el cono de su mano.
 
Por un momento, se sintió mal por ella mientras miraba abajo a la mancha rosa derritiéndose rápidamente en un charco sobre el pavimento caliente. E incluso aunque le torturaba verla comérselo, él le habría comprado otro si eso la hacía feliz. Sin embargo, increíblemente para su sorpresa, Lali sólo se rió y encogió de hombros, lamiendo el helado de sus dedos.
 
—Vaya, fue bueno mientras duró —dijo ella casualmente—. ¿Qué te parece montarnos en la rueda de la fortuna?

Y solo así, ella lo había superado y seguido adelante hasta la siguiente cosa maravillosa. Peter simplemente sonrió y sacudió su cabeza, siempre impresionado por ella.
 
—¿Nada te molesta?
 
—Sólo si lo permito —respondió ella intencionadamente, guiñando un ojo esmeralda en su dirección—. Ahora, ¡Muévete! ¡Tenemos atracciones peligrosas que montar y comida chatarra que comer!
 
En su camino alrededor del carnaval hasta la rueda de la fortuna, pasaron un tráiler que vendía la típica variedad de comida de un carnaval: perros calientes, salchicha empanizada, aros de cebollas, palomitas de maíz, algodón de azúcar, y manzanas acarameladas. Lali se detuvo en seco y olio dramáticamente.
 
—Oh, dios mío, ¿Qué es ese olor?
 
—Probablemente una mezcla de diez comidas diferentes siento freídas. ¿Quieres probar algo?
 
Lali asintió y se giró en dirección al tráiler. Se metió en la fila y examinó el menú en frente del tráiler mientras se movía hacia delante. Cuando fue su turno de ordenar, le dio otra sorpresa a Peter.
 
—Probaré de todo.
 
La mujer pelirroja detrás de la ventana de cristal alzó sus cejas con duda. Peter vio a Lali sonreír abiertamente a la mujer y asentir, como diciendo me escuchaste bien. Peter se rió mientras la mujer escribía la orden de Lali, sacudiendo su cabeza mientras su lapicera se movía.
 
—¿Quieres algo de beber?
 
—Una soda grande.
 
La mujer sacudió la cabeza otra vez, pero las esquinas de su boca subieron un poco como si estuviera evitando sonreír. Con habilidad, ella rasgó la hoja con la orden de la libreta y se la entregó a Lali para que la viera, mientras anunciaba el total. Lali no parpadeó, sólo se estiró por su pequeña cartera cruzada a través de su cuerpo. Peter agarró su muñeca para detenerla.
 
—¡Oh, no! Yo invito. Tengo que ver esto —bromeó él, entregándole a la cajera algunos billetes.
 
Lali simplemente le sonrió y se giró de regreso al tráiler. En menos de dos minutos, Peter estaba ayudándola a cargar una bandeja de comida a las mesas de picnic colocadas para que las personas comieran. Mientras ellos extendían el festín, Peter no pudo evitar reírse otra vez.
 
—De ninguna manera vas a poder comerte la cuarta parte de todo esto.
 
Lali caminó hacia el asiento de la banqueta y se sentó, desplegando una servilleta y colocándosela como un babero. Luego ella procedió a subir las mangas que no llevaba y alzar su barbilla confiadamente a Peter.
 
—Obsérvame.
 
Y así hizo. Él la observó y se rió con ella mientras diezmaba el perro caliente, mascaba su salchicha empanizada, mordisqueaba los aros de cebolla, y metía piezas de palomitas de maíz en su boca.
 
—¿Quieres un bocado? —preguntó ella en algún punto, extendiendo la mitad de salchicha empanizada a él.
 
Peter estaba perfectamente feliz con verla comer, pero algo sobre probar el lugar
donde su boca acababa de estar lo hizo asentir. Lentamente, Lali llevó la salchicha
empanizada a sus labios y Peter dio un mordisco.
 
Mientras masticaba, él pensó que era la mejor salchicha empanizada que había tenido,
sólo con que pudiera probar completamente la dulzura de su boca persistiendo sobre
la comida. Pero entonces dejó de saborear lo que estaba masticando, enfocándose
solamente en Lali, quien lo estaba observando comer.

Los brillantes ojos marrones estaban casi eclipsados por su pupilas dilatadas. Sin reservas, ella observó su boca. Peter tuvo que contener conscientemente un gemido cuando su lengua se deslizó fuera para lamer sus labios. Cuando ella se estiró hacia adelante, él dejo de masticar y contuvo el aliento. Con un dedo, ella limpió la esquina de su boca, alejando su dedo manchado de amarillo.
 
—Mostaza —murmuró ella, metiendo el dedo en su boca.
 
Él observó mientras ella chupaba su dedo, sus pantalones volviéndose sospechosamente apretados en respuesta del insalubre pero aun así erótico gesto. Cuando ella levantó los ojos hacia él, el calor en ellos ardió por todo su cuerpo hasta los pies, haciendo difícil terminar de masticar y tragar la comida que suponía estaba comiendo.
 
Dejó sus ojos fijos en los de él por varios minutos antes de hablar.
 
—Bueno, ¿o no? —preguntó ella con voz ronca.
 
—Delicioso —graznó él, casi derrotado con la urgencia de arrasar su boca, deslizar su lengua dentro y probar un bocado mucho más embriagador.
 
—Bueno, miren, miren —una voz aguda habló, entrometiéndose una vez más en una escena íntima—. La escuela debe ser muy demandante para algunas personas. Tú seguramente estás gastando mucho tiempo “ayudándola”, Peter. Y en serio, espero que no mires a todos tus amigos de esa manera.

3 comentarios :

  1. Uuui siempre alguien tiene qe interrumpir! Mas :)

    Arii

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  2. Que frustrante estaban pasando un momento tan lindo quiero mas por favorrrrr!!!!!!!!!!!!
    Patty

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  3. Que tierno es Peter todo lo que hace por verla feliz...!!!!!!!!!!!!!!
    Mas noveeeeeee!!!!!!!!!!!

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