martes, 16 de julio de 2013

Capitulo 10

Capitulo 10

Los labios de Lali sobre los de él se sentían como fuego del mejor tipo. Eran suaves y llenos y sentía la presión de ellos todo el camino hasta su estómago.

Él estaba tan sorprendido que, al principio, no hizo nada. Sólo se quedó ahí. Pero entonces ella empezó a apartarse y su deseo de tenerla cerca golpeó dentro de él.

Hombre, y cómo golpeó.

Antes de que ella pudiera romper completamente el contacto, Peter levantó una mano y la deslizó en su cabello y hasta la parte posterior de su cabeza, manteniendo su boca sobre la de ella. Tomando su cabeza, Peter separó sus labios hasta que sintió el cálido aliento de Lali entrar en su boca. Incapaz de detenerse a sí mismo, deslizó su lengua pasando sus labios, desesperado por saborearla, por saborear cada segundo de su beso.

Sabía como azúcar y luz solar, como si tomara lo mejor de todo a su alrededor y lo hiciera suyo. Era como beber néctar, y estaba seguro que nunca podría conseguir suficiente.

Cuando su lengua tocó la de él, sintió su cuerpo volverse duro como piedra. Ella fue vacilando al principio, su lengua enredándose con la de él, pasando lentamente a lo largo de la suya. Lo estaba probando igual que él la estaba probando a ella y el conocimiento le hacía anhelar, anhelar sentir su peso sobre él mientras exploraba su cuerpo; rodar sobre ella y lamer cada centímetro de su sedosa piel; hacerla suya y nunca compartirla con otro.

Cuando Peter sintió sus dedos deslizarse sobre su cabello, estaba perdido. Movió sus manos por su espalda hasta su diminuta cintura y la alzó hasta que estuvo prácticamente sentada sobre su regazo. Sus manos vagando arriba y debajo de sus piernas, acariciando sus muslos y la curva de su cadera. En todos sus años, tan hormonal como los chicos adolescentes deberían ser, nunca había deseado tanto a alguien. Estaba seguro de ello. Y él la quería en todas sus formas, no sólo físicamente. La quería sostener y proteger, hacerla sonreír y secar sus lágrimas. Quería consolarla y complacerla, hacerla sentir a salvo y amada. Y, por supuesto, quería hacerle el amor por horas, conocer su cuerpo tan bien como conocía el suyo.

Pero no así. No en el asiento delantero de su auto.

De mala gana moviendo sus manos arriba, a cada lado de su rostro, Peter sostuvo a Lali fijamente mientras él se inclinaba hacia atrás, rompiendo el contacto. Sintió su pérdida inmediatamente, y patéticamente, casi empezaba a besarla otra vez. Pero no lo hizo. En lugar de eso, inclinó su frente contra la de ella mientras ambos recuperaban el aliento.

La cabeza de Peter daba vueltas. Su primer pensamiento coherente fue sobre cuán suave era la piel de Lali. Él estaba distraídamente pasando sus pulgares atrás y adelante de sus pómulos. Cuando se inclinó hacia atrás para mirar sus ojos, no le importó que quizá estuviera mostrando su corazón. No estaba seguro que le importara nada en el mundo tanto como le importaba la chica sobre su regazo.

Ella miró directo a sus ojos, el marron como gotas de chocolate le invitaban a perderse en sus profundidades, y entonces sonrió. Fue una lenta y vacilante curva en sus labios que terminaba en una brillante exposición de felicidad. Iluminaba su rostro como miles de bombillas de mil vatios. Y le quitaba el aliento.

—¿Qué me estás haciendo? —preguntó suavemente, tocando sus labios con los de ella, con el más breve y dulce de los besos.

—Lo mismo que me estás haciendo a mí —respondió ella, igual de suave, estirándose hacia adelante para pasar su dedo a lo largo de su labio inferior.

Podía sostenerla así por días y pensó que quizá ella lo dejaría, pero fueron interrumpidos de la peor manera posible.

El prolongado estruendo de una bocina causó que ambos miraran fuera de la ventana del lado del conductor. Allí, paradas sobre la carretera que pasaba enfrente del lugar de neumáticos, estaban Elise y Mery en su pequeño convertible rojo. Ambas estaban mostrándole el dedo a Peter y a Lali. Ellos se rieron escandalosamente mientras Mery pisaba el acelerador y se alejaba. Las palabras ¡Chúpalo! descendiendo en el viento hasta Peter y Lali.

—Supongo que eso es demasiado para ser considerado coincidencia, ¿huh? —preguntó Lali, alejándose de su pecho para deslizarse de regreso a su asiento.

—No hay ninguna duda en mi mente.

—Bueno, estaba pensando que era posible que pasara sobre…

—No —interrumpió Peter—. No lo es. Sé que ella hizo esto y lo lamento mucho.

Se encogió de hombros.

—No lo estés. No es piel de mi nariz.

Dejó caer la sien contra el reposacabezas mientras la observaba.

—Dios, de verdad eres increíble.

Ella no dijo nada, pero vio su rosado rubor cubrir sus mejillas. No pudo evitar más que sonreír.

—No, no realmente. Mientras mis neumáticos son arreglados, conseguí besarme con un chico ardiente. ¿Sobre qué tengo que quejarme?

Peter se rió.

—¿Lo hiciste? —Lali asintió, una maliciosa sonrisa curvando sus labios—. Con un chico ardiente, ¿eh? —Otra vez ella asintió—. ¿Alguien que conozca?

—Quizás sepas quién es. Tiene cabello corto marrón. Y los más increíbles y tormentosos ojos verdes que jamás haya visto. Su sonrisa es adictiva y sus brazos son fuertes. Y es una de las personas más genuinas que jamás haya conocido. ¿Algo de eso te suena familiar?

Peter arrugó sus cejas y puso los ojos en blanco mientras pensaba en ello.

—Um, no realmente.

—¿No? Bueno, también es un increíble y talentoso jugador de fútbol. Es listo y tiene un genial ojo artístico —continuó ella—. Oh, ¿y mencioné que tiene unos asesinos abdominales definidos?

A eso, Peter lanzó su cabeza hacia atrás y rió.

—Ahora, no seas odioso —reprendió juguetonamente—. Quiero decir, él es malditamente increíble. Incluso es un estupendo besador. Eso es mucho para competir.

—Sí, lo es. ¿Salta edificios muy altos de un solo salto?

—No lo creo. Y obviamente espero no tenga visión de rayos x —bromeó ella, colocando sus manos sobre su pecho.

Peter se rió otra vez, sin ser capaz de recordar la última vez que alguien lo cautivara completamente.

—Wow —dijo él, sintiendo la calidez de su encanto y presencia esparcirse a través de todo su cuerpo—. Sólo… ¡wow!

Ella soltó una risita complacida y luego cambió de tema.

—Entonces, ¿qué deberíamos hacer mientras los neumáticos son arreglados?

—Hmm. —Peter era muy inteligente para no mencionar lo que quería hacer, así que en lugar de eso fue por una opción viable—. Podemos revelar algunas de nuestras fotos en la habitación oscura de la escuela.

—Um, ¿no estará cerrada?

—Sí, pero tengo una llave —dijo, meneando sus cejas.

—¿Hablas en serio? ¿La robaste? —preguntó ella en un irreverente susurro, claramente sorprendida por ese tipo de loca valentía.

—No —resopló—. Si fuera a robar algo de la escuela, definitivamente no sería la llave para la habitación oscura.

—¿Qué sería entonces? ¿Qué valdría la pena robar?

—No lo sé —dijo, frunciendo el ceño pensativo antes de sonreír ampliamente—. Quizá el corazón de la más hermosa damisela de la escuela. O al menos, su virtud.

Lali se sonrojó intensamente, luego procedió a ignorar abiertamente su comentario.

—¿Entonces cómo obtuviste la llave?

Con sus pensamientos regresando a un tema más serio, suspiró y puso los ojos en blanco.

—Mi papá es como una gran cosa para algunas personas, lo que los hace tratarme un poco diferente.

—¿Gran cosa?

Peter se encogió de hombros.

—Sí, está en la junta directiva del hospital y en el consejo de la ciudad. Hace donaciones al departamento del aguacil y a la policía estatal. A la Universidad Estatal de Florida, también. Si hay un trasero importante al cual besar, él lo está besando.

—¿Entonces estás diciendo que podrías salirte con la tuya en un asesinato y nadie diría una palabra?

—Más o menos. ¿Por qué? ¿Estás pensando en asesinar a alguien?

Lali se rió, una delicada y tintineante sonrisa que hizo sentir excesivamente orgulloso a Peter de poder decir algo para activarla. Le dio la impresión de que no tenía muchas razones para reír.

—No, pero siempre me gusta tener mis opciones abiertas. —Ella le guiñó el ojo y su sonrisa fue instantánea.

—Chica lista.

—No realmente. Sólo estás acostumbrado al tipo de sólo belleza, sin ningún cerebro —dijo burlándose.

—¡Ouch! —bromeó de regreso—. Mientras eso quizá podría haber sido el caso, ahora no puedes juzgar mi “tipo”. Tienes belleza y cerebro. La chica perfecta.

Lali se sonrojó otra vez, y cayeron en un cómodo silencio. Finalmente, giró la llave para encender el motor.

—¿A la escuela, entonces? ¿Me enseñarás tus locas habilidades?

—Lo pediste, Lanzani. Guía el camino.

Con eso, Peter se movió y guió su auto fuera del estacionamiento y de regreso a la ciudad hasta la escuela.

20 comentarios :

  1. Re linda la nove !!!!!!

    Muchas gracias por enviarme la nove El jardín de atrás es super linda !!

    Leti

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  2. Holaa!!!

    ME ENCANTA tu nove!!!Es muy original y muy bonita!
    Ojala hoy subas otro cap :)

    Tienes Twitter?Es que me es mas fácil comentar por twitter porque leo cn el mobil.
    El mio es @lalitter08

    PD:Yo también estoy subiendo nove laliter
    Por si quieres pasar lalitter08.blogspot.com

    Bss

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  3. Tan lindos ellos, me encantan son tan tiernos sube mas por favor
    Patty

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  4. Auieeero mas, son tan bellos! :)),

    Arii

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