lunes, 1 de julio de 2013

Capitulo 20

Capitulo 20

Mar

Nunca pensé que sentiría algo por Peter de nuevo. Esos sentimientos habían muerto hace tiempo y entonces él comenzó a andar alrededor. Primero fue la cena que nos trajo a Cris y a mí. Él ya estaba en la casa y cocinando cuando llegué a casa del trabajo. La siguiente noche cociné de nuevo. Él se quedó hasta tarde y cuando sacó mi película favorita y una botella de vino, supe que estaba empezando a perder la compostura. Más que nada quería acurrucarme junto a él en el sofá, pero no se sentó a mi lado. Se sentó en la silla, luciendo incómodo mientras yo estaba sentada en el sofá tan cerca de él como podía.

La noche que Pablo llegó a casa yo casi esperaba que Peter estuviese en mi cocina, pero no estaba. Trataba de no mirar o escuchar por si él estacionaba en mi camino de entrada, y en el fondo supe que no iba a venir. No importaba que quisiera verlo. De todos modos no iba a venir a verme a mí, solo a Cris, y yo tenía que aceptar eso. Además, tengo a Pablo.

Y Pablo es a quien quiero.
 
Pablo es con quien me voy casar.
 
Pablo es con quien he estado durante los últimos seis años. Compartimos una casa y juntos hemos estado criando a mi hijo.
 
Así que, ¿por qué estoy sentada en la sala de estar con las luces apagadas, mientras él duerme arriba, yendo a través de mi caja llena de recuerdos de Peter? Debería estar arriba en la cama con él, pero desde que regresó a casa he estado durmiendo en el sofá fingiendo un dolor de estómago. Cuando Pablo me preguntó si creía que estaba o no embarazada quise llorar. No porque no quisiera otro bebé, sino porque si teníamos uno, no se parecería a Cris. No se vería como Peter y yo.
 
Mis dedos trazan su fotografía de fútbol americano, su casco metido bajo su brazo. Sus parches negros en los ojos no muestran su número, sino “La”. Sus amigos lo insultaron tanto por eso, pero a él no le importó.

—Oye preciosa. —Peter me levanta. No puedo evitar chillar. Oficialmente me he convertido en una de esas chicas que dije que nunca sería. Oh, Dios mío, soy un cliché.
 

Peter me baja, girándome hacia él. El parche negro en sus ojos es diferente. Su número no está.
 

—¿Sabes que estás usando el nombre “La” en tu rostro?
 

—Por supuesto que lo sé. Dice “Lali”.

—Sí, lo dice —me río de lo tonto que él es.
 
Él me atrae más cerca, besándome profundamente. No le da miedo que nos pille un profesor. A mí sí, pero me promete que nada malo va a pasar y yo confío en él.
 
—Amo a Lali más que a nada.
 
—Lo haces, ¿eh? ¿Debería preocuparme?
 
Peter niega con la cabeza, con una sonrisa rompiendo su acto de tipo duro.
 
—Tú eres mi Lali. Solo mía —dice. Me besa una vez más antes de salir corriendo. Está a mitad de camino al campo, y todavía estoy viendo su lado trasero. Él tiene un trasero genial.
 
—Oye, ¿Lali? —grita.
 
—Sí —le grito en respuesta.
 
—Algún día me casaré contigo.

Estaba segura de que estaríamos juntos para siempre. Pensé que nuestro amor era único en su clase. Casi estaría bien si él hubiese conocido a alguien más y se hubiese enamorado, pero no lo hizo. Él simplemente se fue. Dijo que se estaba asfixiando.
 
Yo tenía este sueño, el típico sueño americano, y lo estábamos viviendo, la líder de las porristas saliendo con el mariscal de campo y capitán del equipo de fútbol americano. Éramos los chicos de los afiches de romance en toda la ciudad. Todo el mundo sabía que estábamos juntos y nada nos iba a separar.

Otras chicas lo intentaron pero Peter les restaba importancia tan rápido que sentía lástima por ellas… a veces.
 
Solíamos cenar con sus padres cada domingo por la noche en el Club de Campo de Beaumont. La señora Lanzani era fría como el hielo y señor Lanzani solo me miraba por encima del hombro. Fui a ellos cuando no pude ubicar a Peter, preguntándoles si sabían dónde estaba, pero su padre dijo que estaba feliz de que Peter finalmente sacara la basura. Yo estaba tan herida que le dije bruscamente que esta basura llevaba a su nieto.
 
Bueno, la puta finalmente lo hizo. —Fue lo que dijo antes de cerrarme la puerta en la cara.
 
Peter no ha preguntado por sus padres y si saben de Cris. No sé lo que dirá si le digo sobre su papá. Sé en el fondo de mi corazón que Peter nunca pensó que yo era basura.
 
Tal vez él no preguntará y yo no tendré que decirle.
 
La presión sobre mi hombro me despierta. Escudriñando a través de un ojo, veo a Pablo cerniéndose sobre mí. Una inmediata sensación de terror se apodera de mí cuando abro los ojos y veo su expresión. Me incorporo, tirando de la manta a mi alrededor. Pablo me da una taza de café y se sienta a mi lado.
 
—¿No vas a llegar tarde al trabajo? —pregunto. Sé que yo llegaré tarde, pero Cande puede abrir la tienda por sí misma.
 
—Llamé a Bárbara y le dije que iba a llegar tarde. Pensé que podríamos necesitar hablar. —Señala la caja de Peter. La que he estado ocultando durante años—. Parece que estuviste paseando por el baúl de los recuerdos.
 
Me tomo mi café con cuidado mientras pienso en qué decir. No quiero mentirle, pero sin importar lo que diga parecerá una mentira. ¿Puedes estar enamorado de dos personas diferentes? ¿Qué pasa si mis sentimientos por Peter están allí solo por Cris, porque finalmente estoy llegando a ver a mi hijo con su padre? ¿Es amor lo que estoy sintiendo por Peter?

—Nico…
 
—No es a Nico a quien estabas mirando, Mar. Por favor, no seas condescendiente conmigo al mentirme. —Pablo no me mira. Nunca antes hemos discutido realmente. Ha habido muchos momentos difíciles, especialmente después de que le dijera “no” cada vez que me pedía que me casara con él.
 
—Lo siento.
 
Coloco mi taza en la mesa de café, con cuidado de no utilizar ninguna de las fotos como un portavasos. Trato de no mirarlas mientras las recojo, pero una de Peter y yo me llama la atención. El profundo suspiro de Pablo me despierta de mi ensoñación. Meto el montón de fotografías en su caja y cierro la tapa.
 
—¿Realmente necesitas conservar esas? Verás a la mayoría de esas personas en nuestra reunión.
 
—Sí, tengo que conservarlas —digo bruscamente.
 
—En serio, ¿por qué? ¿Así puedes recordar todos los buenos momentos? ¿Es eso?
 
—¿Qué quieres que te diga, eh? ¿Qué lamento conservar esas fotos? No lo lamento. Él es el padre de mi hijo, Pablo, y te guste o no va a estar a nuestro alrededor mucho más. —Ya no puedo sentarme junto a él, me levanto y empiezo a caminar de un lado a otro. Mis manos están temblando. Estoy tan enojada.
 
—¿Qué demonios quieres decir con que va a estar a nuestro alrededor mucho más? ¡Por encima de mi cadáver! —Él se pone de pie, derramando el café. Estoy tan agradecida de haber movido esas fotos porque ahora habrían estado arruinadas.
 
—¿Por qué estamos peleando por esto? Sabíamos que esto iba a suceder algún día. Si Peter no regresaba, Cris iba a preguntar.

—Sí, pero pensé que mi prometida al menos primero hablaría conmigo así podríamos tomar la decisión correcta para nuestro hijo.
 
Trato de no poner los ojos en blanco ante su uso de la frase “nuestro hijo”. Sé que estoy siendo una perra, pero hice lo mejor para Cris. Voy y recupero un paño de cocina y empiezo a limpiar el café.
 
—Tomé una decisión. Invité a Peter a cenar y se lo dijimos a Cris la otra noche. Lo siento por no consultarte. No lo hice para provocar una pelea. Pensé que estaba haciendo lo correcto.
 
—¿Lo correcto para quién? ¿Para ti y Peter?
 
—Lo correcto para Cris.
 
Pablo se pasea en frente de la ventana de la sala de estar, con las manos apretadas en la parte posterior de su cuello. Me acerco a él, colocando mi mano sobre su hombro. Se estremece y se aleja de mí.
 
—¿Dormiste con él?
 
—¿Qué? ¿Cómo puedes preguntarme eso? —pregunto con incredulidad—. Yo solo… Realmente, Pablo, después de todo lo que hemos pasado, ¿cómo puedes preguntarme eso?
 
—Simple —dice volviéndose hacia mí—. Te pido una y otra vez que te cases conmigo y siempre es “no”. Te pregunté después de que Nico falleció porque ya no quería vivir más así. Entonces Peter aparece. Así que tal vez estoy pensando que él ha estado en contacto contigo y sabías que iba a venir y tenías todo esto planeado.
 
—Eso no es justo.
 
—No, Mar, lo que no es justo que yo venga a casa y pase estas últimas noches solo en nuestra cama solo para despertar y encontrarte dormida en el sofá con las fotos de su ex por todas partes. Luego dejas caer la bomba de que decidiste, por ti misma, decirle al chico que he estado criando, quién es su padre porque así lo querías. Esta no es la Mariana de la que me enamoré. No sé lo que pasó mientras yo no estaba o qué ha hecho él para que actúes de esta manera, pero no me gusta. —Pablo sale hecho una furia de la casa, cerrándome la puerta no solo a mí, sino a nuestra conversación.

Después de que Pablo llega a casa del trabajo, nos dirigimos al campo. Peter se va esta noche después del partido, por lo que esta es la última vez que él y Cris se verán por un tiempo. Peter le compró un iPhone y pensándolo había sido astuto cuando me entregó un cheque por una cantidad obscena de dinero. Me dijo que lo conservara, si no lo necesitaba, que lo utilizan para tiempos difíciles o que lo gastara en Cris como yo quisiera.
 
El estado de ánimo de Pablo no mejoró una vez que vio a Peter en el campo. Cris corrió hacia él y se lanzó a sus brazos. Escuché a Pablo murmurar algo ininteligible. No le hice caso. No fui a hablar con Peter, pero Aleli sí. Se quedaron juntos, ella sobre sus hombros, y observaron a Cris jugar.
 
Cuando todo terminó, Cris dejó el campo y se dirigió directamente hacia Peter, enfureciendo a Pablo. Quiero que Pablo sea más comprensivo. Entiendo por qué no lo es, pero lo hecho, hecho está. No hay vuelta atrás. El padre de Cris se va y no regresará quién sabe por cuánto tiempo. Pablo podría al menos darle la oportunidad de despedirse.
 
—Cris, vámonos —resopla Pablo mientras lanza el equipo en la parte trasera de su camioneta. Peter niega con la cabeza y se dirige hacia nosotros, con Cris justo a su lado. No puedo creer lo mucho que se parecen.

—Así que, regresaré el próximo mes por una semana. Tan pronto como sepa cual semana será llamaré y te haré saber, ¿de acuerdo? —Asiento con la cabeza, incapaz de encontrar mi voz. No quiero que esta reunión termine.
 
—Pórtate bien, ¿de acuerdo? Y escucha a Pablo tal como lo hablamos. —Él se inclina y abraza a su hijo. El hijo que acaba de conocer y que ahora está dejando.
 
—Adiós, papá —dice Cris antes de salir corriendo hacia la camioneta. La mirada en el rostro de Peter debe coincidir con la mía.
 
—No te preocupes, Lali —me susurra. Él pone un beso en mi mejilla antes de alejarse caminando.
 
—Cuida de mi familia, Pablo —dice Peter mientras se coloca su casco amortiguando la diatriba de Pablo.
 
Veo la motocicleta de Peter mientras vuela por el camino. Cuando mis ojos se encuentran con los de Pablo, él me está fulminando con la mirada. Sacude la cabeza, golpeando su camioneta en el proceso.
 
Creo que acabo de perder a mi prometido.

12 comentarios :

  1. Que necesita Pablo para irse porque Lali no lo quiere es mas que obvio......sube mas por fis
    Patty

    ResponderEliminar
  2. mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
    aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    sssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  3. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  4. Jajajaja Pablo se tiene que haber puesto verde cuando Peter le dijo que cuidese a su familia jajajajajaja esa es Peter

    ResponderEliminar
  5. Que!!!!!!!!!!!!!!!! nooooooooooo porque se va Peter debería quedarse y recuperar a su familia, allí Pablo esta de mas....subi mas genia

    ResponderEliminar
  6. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  7. me gustan lali y peter junto.. pero me da lastima pablo.. el n

    ResponderEliminar
  8. jajajajaja MORI cuando peter le dice a pablo que cuide asu familia jajaajaja espero que haaya mas laliter... sube mas genia!!

    att:andrea

    ResponderEliminar
  9. jajajajaja MORI cuando peter le dice a pablo que cuide asu familia jajaajaja espero que haaya mas laliter... sube mas genia!!

    att:andrea

    ResponderEliminar