viernes, 7 de junio de 2013

Capitulo 8

Capitulo 8

Lali 

Mi alarma está sonando molestamente, pero no quiero levantarme. Me siento tan cálida y segura. Qué extraño, mi cama se siente mucho más dura de lo que recuerdo. Entonces ahora es cuando me incorporo. Nos quedamos dormidos en el lago en la cama de su camioneta. Dios, soy tan afortunada de tener mi teléfono programado para prenderse durante la semana.
 
Me giro para mirar a Peter. No creo ser capaz de despertarlo. Se ve tan tranquilo. Su camisa está toda arrugada y sus brazos se ven vacíos, como si yo estuviera faltando en ellos. Me acuesto sobre mi vientre a su lado y arrastro el dedo por su perfecta cara.
 
—Peter —le susurro al oído.
Se da la vuelta enfrentándome y sin abrir los ojos solicita:
—¿Podemos volver a dormir?
Me rio como una pequeña niña de escuela.
—No, no puedo volver a dormir. Tengo clase en una hora.
 
Exhala y abre los ojos. Me están mirando con tanta intensidad que siento calor en todo mi cuerpo. Sí, es ese tipo de mirada.
 
—¿Por qué no nos saltamos las clases de hoy y pasamos el rato?
Niego con la cabeza.
—No puedo faltar a clase esta mañana. Pablo está en ella y enloquecerá.
—Bien —dice malhumorado y se sienta frotándose los ojos—. Vamos entonces.

***

Cuando llegamos a mi edificio suspiro porque no quiero dejarlo. Tomó mi mano todo el camino y no quiero dejarlo ir. No sé qué me pasa. Nunca pensé que iba a ser el tipo de chica tan pegajosa.
 
—Te veré más tarde, ¿no? —dice esperanzado.
—Me encantaría eso, pero tengo un montón de deberes en los que no tuve la oportunidad de trabajar este fin de semana. —Y es verdad. Él tomó todos mis pensamientos y ahora estoy retrasada.
—De acuerdo, bueno, entonces, ¿me mandarás un mensaje al menos? —Agita las pestañas de una manera coqueta.
—Sí, lo haré, lo prometo. —Sonríe y no puedo hacer otra cosa que devolvérsela.
—Dios, es tan hermoso cuando haces eso. —Supongo que es la forma en que lo dijo, pero no podía ayudarme a mí misma. Suelto su mano y la levanto sobre la consola. Acunando sus mejillas en mis manos, me apoyo y acomodo mis labios suavemente contra los suyos. Es inocente al principio, pero luego, como siempre, encuentro su lengua en mi boca y las cosas se salen de control. Mis brazos rodean su cuello y es como que estoy tratando de meterme en él, estamos tan cerca. Eventualmente se retira y me da pequeños besos suaves en mis labios.
 
Dejo caer mis brazos y miro sus ojos verdes.
 
—¿Por qué siempre es tan intenso cuando nos besamos?
Él deja salir una risa y siento mis mejillas volverse calientes.
—Se llama atracción, Lali. Es perfectamente natural.
Le huelo suavemente el brazo y me inclino para besar su mejilla.
—Sabelotodo. —Le doy un guiño coqueto y salgo de la camioneta dirigiéndome a mi habitación para prepararme para el día.

***


Al segundo que entro en mi cuarto, tengo una Rochi chillona abalanzándose hacia mí.
 
—Oh, dios mío, ¡tienes que contarme todo!
—Quieta allí, chica —me río de ella y trato de sacarla de encima.
—Por favor, ¿dime que lo conseguiste? —Me mira con esperanza.
—¡No, Rochi! Simplemente nos quedamos dormidos hablando. En realidad, ni siquiera nos besamos hasta que llegamos al estacionamiento. —Me alejo de ella para recoger mi ropa para el día.
—¿Qué? Es una pena, porque, ¡quiero totalmente cada pequeño detalle de esa experiencia! —Gira alrededor como una niña pequeña y no puedo dejar de reírme de ella.
 
Ahí es cuando me doy cuenta de que hay algo que parece extraño. Es la forma en que actuó anoche cuando le pregunté de salir con nosotros el viernes.
 
—Rochi, ¿cuál es el nombre del jugador de fútbol americano del que te enamoraste? 

Su rostro palidece. Lo sabía.
 
—Umm... —Mira hacia el suelo antes de murmurar:—Tu hermano.
—¡Esto es genial! Puedes mantenerlo totalmente absorto mientras salgo con Peter y quizás algún día cuando ya estemos casados y tengamos hijos, pueda decírselo a Simon.
—Así que, ¿no estás enojada conmigo? —prueba.
—No, Rochi, no lo estoy. A mí personalmente no me importa lo que hace y si te gusta no tengo problemas con ello. —Además de que será un gran ejemplo si se entera sobre mí y Peter.
—¡Está bien! Bueno, me voy de aquí, quiero un poco de café antes de clase.
—Sí. Te veré más tarde.

Peter

Al segundo que entro a mi casa, Stefano está corriendo por las escaleras.
 
—¿Dónde demonios has estado?
—Lo siento, debería haber llamado. Nos quedamos dormidos hablando. —Espero que no se haya puesto nervioso. Stefano tiene problemas de abandono. De ahí la razón por la que no fui a la escuela.
—Está bien. Bueno, me preocupaba que Simon te hubiese encontrado y hubiese hecho desaparecer tu cuerpo.
 
Le despeino el cabello antes de subir las escaleras para prepararme para la clase.
 
—No, amigo, sigo vivo. No te preocupes, voy a estar aquí por un largo tiempo para molestarte.
Golpea mi mano.
—Oh, está bien si acaba contigo, porque estarás muerto y él irá a la cárcel, y puedo tener a Lali toda para mí. —Sonríe de oreja a oreja después de ver mi expresión.
—Umm… ella es como tres años mayor que tú, hermano, dale un descanso. —Me doy la vuelta y subo las escaleras.
—Sí, pero me gustan las mayorcitas, además ¡soy má,s guapo que tú! —grita desde el fondo de la escalera, mientras entro a mi habitación.
 
Me inclino hacia atrás en la esquina y le hago la señal del dedo. Puedo oír su risa mientras se prepara para su día. Nunca lo admitiré en voz alta, pero él es más guapo que yo. Tiene los ojos azules de madre y su cabello largo hace que las chicas se vuelven locas. Sus rasgos son más suaves y hace que se destaque más. Aunque dudo que tenga nada de qué preocuparme en lo que a Lali se refiere.
 
No puedo creer que nos durmiéramos en la parte de atrás de mi camioneta anoche. Tampoco puedo creer que no hicimos otra cosa que besarnos esta mañana. No hemos sido capaces de mantener nuestras manos fuera de nosotros desde que nos conocimos. Creo que hace que sea aún más dulce. Me hace sentir mejor que podamos mantenernos bajo control, no se puede basar una relación sólo en la atracción sexual.

Me encanta la forma en que tenemos mucho en común. Nos gusta la misma música lo cual es una locura, porque no he salido con una chica que le guste otra cosa que el pop y el R&B. Es refrescante por no decir más. Belen no hubiera tomado un libro así tuviera una pistola en la cabeza. Ella pensó que me hacía nerd, pero creo que tenía más que ver con el hecho de que le prestaba más atención al libro que a ella. Dios, era tan molesta.
 
Lali se veía tan hermosa anoche. Con su cabello negro, rizado, salvaje y hacia abajo, parecía una diosa venida a la tierra para robar mi mortalidad. Si ella lo es, entonces es toda suya. Me pregunto cuándo me convertí en un blandito. Nunca solía pensar de esta manera acerca de una chica. No creo que alguna vez haya llevado a Belen a una cita tan romántica como lo hice con Lali anoche. Estoy empezando a pensar que quizá lo que era antes de conocer a Lali era sólo una fachada.

***

Sabía que era demasiado pensar que Belen simplemente desaparecería. Está enojada y en busca de pelea. Así es como me he encontrado fuera de la cafetería con una Chica de piernas largas gritándome.
 
—No puedo creer que hayas dejado que alguna puta me diera un puñetazo en la nariz. Quiero decir, ¿no sabe quién soy yo? —Está gritando tan fuerte que creo que mis oídos están sangrando.
 
Ese comentario de puta me molesta y me encuentro a mí mismo gritándole de vuelta:
 
—¿A quién estás llamando puta? ¡Mira quién está hablando!
Se ve sorprendida por un segundo, pero sólo un segundo.
—¡No soy una puta, estúpido! ¡No puedes hablarme de esa manera! —se burla.
—Puedo hablarte como quiero, Belen. No la vas a llamar puta y pensar que te vas a salir con la tuya. Y tú eres una puta. Te acostaste con el equipo de fútbol americano entero en la secundaria. ¿Qué? ¿Creías que no sabía que me engañabas? No soy un maldito estúpido —le digo con desdén justo en su cara.
 
Se vuelve pálida después de eso. Pude haberme pasado. No fue el equipo de fútbol americano entero, pero lo suficientemente cerca.
 
—Bueno, mira quién habla ahora, no creas que no sé acerca de todas las chicas que te has tirado desde que rompí contigo. —Y ella está de vuelta.
—¿Qué importa? No estaba saliendo con nadie en ese momento. ¡Es un puto país libre! —Estoy tan cansado de su mierda. Siento que cada centímetro de control que tenía se ha extendido fuera de mí. 
—Bueno, bueno, Peter Lanzani, parece que el control ganado arduamente ha perdido su reinado. Creo que me gustaría ver más de esto saliendo de ti, es sexy. —Sonríe mientras arrastra el dedo por mi pecho.
 
Le doy una sonrisa falsa mientras agarro su mano y la alejo de mí.
 
—No pienses ni por un segundo que vas a escurrirte nuevamente en mi vida. No quiero tener nada que ver contigo. Perdiste tu oportunidad hace mucho tiempo. Maldición, no debería haber estado contigo tanto tiempo como estuvimos. Todo lo que eres es una puta y una perra. —Tomo una respiración lenta para poner mi control en su lugar.
—Me gusta cuando hablas sucio, bebé. Me pone toda caliente por dentro. —Tiene ese fuego en sus ojos que deseo poder arrancar.
—Belen, toma tu culo y vete. Y aléjate de mí, no quiero tener nada que ver contigo. —Me aparto de ella y camino hacia mi siguiente clase con la esperanza de que mi control vuelva porque no me gusta lo que acaba de suceder. El antiguo Peter nunca habría hecho eso.

33 comentarios :

  1. +++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  2. +++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  3. mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

    ResponderEliminar
  4. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  5. Sube mas me encanta!!

    ResponderEliminar
  6. Ahhh!!!! me encanto que peter haya puesto en su lugar a belen....

    MAS MAS MAS MAS MAS!!!!!

    ResponderEliminar
  7. Sube Mas que gusta mucho!! No sabes la tentacion que siento porque encontre esta historia en internet y podria leerla pero como se que la voy a disfrutar mucho mas laliter espero a que subas!!
    La tentacion es muyyyy fuerte!!
    Sube! Saludos desde Puerto Rico

    ResponderEliminar