viernes, 7 de junio de 2013

Capitulo 7

Capitulo 7

Lali

Estoy muy nerviosa. Dios, estoy tan nerviosa. Rochi me vistió con una camisa marron con cuello en V, jeans ajustados y botas de tacón negras hasta las rodillas. Rizó mi cabello y ató un pañuelo marron a juego para mantenerlo fuera de mi cara. Dice que me veo caliente y estoy de acuerdo. La camisa hace resaltar mis ojos y los jeans abrazan cada curva que no sabía que tenía. También delineó mis ojos de negro y ha añadido sombra gris ahumado que me hace ver toda misteriosa. Tengo que decir que sólo me habría puesto una camiseta de una banda, recogido mi cabello y tal vez un poco de brillo de labios. Nunca he hecho esto antes, pero renuncié y se lo pedí porque quería parecer tan hermosa como él me hace sentir.
 
Rochi viene detrás de mí para mirar en el espejo mientras yo lo hago.
 
—Te dije que había curvas debajo de todos los pantalones anchos y camisetas de bandas. —Sonríe ampliamente y agita mi cabello.
—Sí, bueno, no podría haber dicho que había alguna y es mi cuerpo —le digo mientras le doy una mirada de agradecimiento.
—Cada chica tiene curvas en la ropa adecuada, cariño —dice, mientras se vuelve para regresar a su cama.
 
Me rio de esas palabras.
 
—Sí, Rochi, ahora te creo totalmente.

Ella empieza a responder, pero mi teléfono comienza a sonar. Mi estómago se cae hasta mis rodillas al mirar la pantalla. No es Peter diciéndome que está aquí. ¡Oh, no! Es mi hermano Simon, quien está en la casa de Peter hablando con él.
 
Casi lo dejo ir al correo de voz pero contesto en el último segundo.
 
—¿Qué pasa, Simon?
—Oye, ¿crees que tal vez tú, Rochi, Peter y yo podamos salir el viernes? Tú sabes, como una cosa de grupo —pregunta sonando extremadamente nervioso.
—Umm, déjame preguntarle a Rochi, aunque no creo que vaya a ser un problema. —Suspiro. Estaba totalmente asustada por nada. Miro a Rochi.
—¿Quieres salir conmigo, Simon y Peter el viernes?
 
Su rostro muestra que esto la sorprende, pero sonríe y asiente con la cabeza rápidamente. Personalmente estoy contenta porque la necesitaría allí sólo para mantenerme fuera de Peter.
 
—Sí, las dos estamos dentro. Tengo algunas cosas que hacer, así que voy a dejarte —digo rápidamente mientras mi teléfono vibra que tengo otra llamada.
 
Simon da las gracias y cuelga, y estoy inmediatamente conectada a la otra línea.
 
—Hola —hablo en el teléfono con la esperanza de que sea Peter.
—Hola, hermosa, estoy en el estacionamiento cuando estés lista. —Su voz viene a través de la línea, enviando mis nervios en un frenesí.
—Está bien, enseguida voy. —Cuelgo antes de que pueda responder, volteándome hacia Rochi a punto de enloquecer.
 
Ella se levanta de la cama moviéndose rápidamente hacia mi cara diciéndome que respire.
 
—Está bien, Lali, estarás bien. Sólo respira. Estaba preocupada por esto; todo esto a escondidas de tus hermanos no va a ayudar a tu estrés. —Comienza a acariciar mi espalda a un ritmo suave.
 
Después de que mi mamá murió, empecé a tener ataques de pánico cada vez que la vida se volvía demasiado para mí. Solían pasar todo el tiempo en aquel entonces. A medida que fui creciendo, se volvieron menos frecuentes y ahora tengo uno cada vez que la luna está azul. Siempre me he preguntado si mi familia es tan sobre-protectora gracias a ello. Supongo que encontrar a tu hermana menor desmayada en el baño puede hacerte eso.
 
Empiezo a respirar mejor y antes de darme cuenta estoy bien.
 
—Estoy bien, Rochi, no era uno muy grande. Estoy bien ahora.
Parece que no me cree, pero me ayuda en el suelo.
—Toma esas escaleras con calma, cariño, y escríbeme cuando llegues a su camioneta.

***

Cuando salgo al aire fresco de la noche miro a mí alrededor por su Silverado. Es tan emocionante, me encantan las camionetas grandes. Supongo que me hacen sentir más grande de lo que realmente soy.
 
Cuando lo veo, mi aliento se traba.
 
Está de pie fuera de ella con una sola rosa roja. No puedo ayudarme a mí misma mientras me rio de ese cliché. Me sonríe maliciosamente como si captara la broma, y eso hace que me sienta menos nerviosa. Tomo la flor de su mano llevándola a mi nariz para inhalar el dulce aroma.
 
—Gracias.
 
Me fijo en lo maravilloso que se ve en una camisa de vestir azul pálido, que está por fuera de sus jeans. Las mangas están enrolladas hasta sus codos y sus jeans tienen esos agujeros pre-hechos. A mí nunca me han gustado ese tipo de jeans, pero él los hace lucir genial. Entonces me pongo celosa de sus Chuck Taylors rojos. Yo tenía un par verde lima pero se arruinaron rápido porque los llevaba puestos a todas partes.
 
Me da una sonrisa tímida y toma mi mano llevándome al otro lado de la camioneta, donde abre la puerta del lado del pasajero para mí. Después de que me ayuda a entrar, cierra la puerta y camina alrededor de la camioneta.
 
Tomo el tiempo a solas para concentrarme en mi respiración. ¡Dios, espero no tener un ataque delante de él, eso sería tan vergonzoso!
 
—¿Estás lista para salir? —me pregunta con una ceja dorada levantada.

Mierda. Estoy totalmente pérdida por él. Ni siquiera sabía que estaba en la camioneta todavía.
 
—Umm, sí, vamos. —Sonrío mientras mis mejillas enrojecen—. ¿A dónde vamos?
—Estaba pensando que podríamos ir al lago y disfrutar de un picnic en la parte trasera de la camioneta. Estoy bastante seguro de que no va a haber un montón de gente ahí, así que hay menos posibilidades de que seamos descubiertos —dice tímidamente.
 
Asiento con la cabeza.
 
—Sí, eso suena muy bien. —Y lo hace de verdad. Me encanta estar al aire libre y el clima todavía no es demasiado frío. El cielo está despejado, todas las estrellas y la luna están fuera.
—Está bien. Me preocupaba que no te gustara estar fuera o algo así. Personalmente me encanta estar afuera. Cuando yo era niño mi nana no podía conseguir que me quedara en el interior —dice conversacionalmente.
 
Sonrío imaginándolo corriendo de una viejecita.
 
—Eso es lindo. Pobre de tu abuela.
 
Frunce el ceño y mira confundido.
 
—¿Mi abuela? Oh, pensaste que quería decir mi abuela. No, mi niñera, como alguien al que se le paga para cuidar de mí. Mis padres no estaban presentes mucho, así que ella nos crió a mi hermano y a mí.
—¿Tus padres los dejaron solos durante el tiempo suficiente para que una niñera tuviera que criarlos? Eso suena horrible. No podría imaginar a mis padres abandonando a ninguno de nosotros durante tanto tiempo. Ni siquiera me dejaron ir a Sarah Lawrence porque era demasiado lejos de ellos.
—Caray, toda tu familia es como sobre protectora, ¿no? Casi deseo que la mía lo fuera. Ni siquiera he hablado con mi madre como en seis años.
—¿Por qué?
—Se fue con su entrenador personal cuando yo tenía trece. No he hablado con ella desde entonces. No la conocía tan bien, así que no fue gran cosa.
—Vaya. No he hablado con mi madre en ocho años. —Mira hacia mí en vez de la carretera. 
—¿Cómo es eso posible? He conocido a tu madre, ella como que vive en tu casa.

—No, esa es Emi. Ella dio a luz a mis hermanos y hermanas. La mía murió cuando yo tenía diez. Tenía cáncer.
—¿Eres adoptada?
—Umm no. Es muy complicado y no me gusta hablar mucho sobre eso.
—Puedes decirme lo que quieras, Lali, no voy a juzgarte o a tu familia por ello.
—Está bien, entonces. Tú lo pediste. Mi padre tuvo una aventura con mi mamá hace diecinueve años y soy el resultado. Cuando ella murió, tuve que ir a vivir con mi padre y su otra familia. Simon y todo el mundo ni siquiera sabía que existía.
—Sinceramente no esperaba que dijeras eso. Maldición, eso es una locura.
—Sí, y sólo soy dos semanas más joven que Simon y Pablo. Mi padre y Emi son buena gente, me refiero a que no tenían que hacer nada de eso por mí, pero lo hicieron y nunca me faltó nada. Emi es un poco dura conmigo, pero creo que es sólo porque no sabía qué hacer conmigo.
—Sí, bueno, supongo que tienes que mirar las cosas desde su punto de vista, ¿sabes? Tenía que tomar a esta niña que fue el producto de una aventura amorosa que su marido tuvo. Ella no estaba pensando en ti. Al menos es una persona lo suficientemente buena para cuidarte. Mi padre ni siquiera vino a mi graduación. Me desperté un día y esta camioneta estaba fuera con un lazo. La había hecho llegar.
 
—Eso es una mierda. Siento de veras que no estén ahí para ti. Por lo menos tienes a tu hermano. Es muy dulce que te quedes aquí para estar con él.
—¿Cómo sabias eso? Oh, espera, Simon, que chismoso. —Me sonríe y toma mi mano. Siento un hormigueo bajando a mis dedos mientras enlaza su mano con la mía—. No se suponía que supieras eso, se supone que pienses que soy un genial, melancólico e incomprendido chico malo.
 
Me rio a carcajadas por eso.
 
—No estás cerca de ser un chico malo. ¿Has conocido a Pablo? Él es la definición de la palabra.
—¿En serio? Y no, nunca lo he conocido. Sólo conocí a tu madre porque trajo a Simon a mi casa cuando éramos más jóvenes. Habla mucho de ustedes, especialmente de ti.
—Eso no es vergonzoso ni nada. —Me estremezco a lo que él podría haber dicho sobre mí. Le doy una sonrisa de oreja a oreja—. De todos modos, Pablo tiene varios tatuajes y piercings. También pasa por las chicas como ningún otro puede.
—¿No tienes un tatuaje?
—Sí, tengo cuatro. Sólo viste uno, también tengo dos en mi espalda y uno en el pie.
—No sabes lo caliente que es eso. ¿Qué son?
—Preferiría mostrarte. Son un poco difíciles de explicar. —Abofeteé mi mano sobre mi boca. Tengo que aprender a controlar lo que digo a su alrededor—. No quise decirlo como sonó.
—Está bien, Lali —se ríe y trae mi mano para depositar un beso en mis nudillos—. Me puedes mostrar y quiero tomarlo como un pase. A menos que no quieras que lo sea. —Sonríe ampliamente y veo hoyuelos a cada lado de su boca. No sé cómo no los vi antes. Me gusta el aspecto juguetón que aporta a su rostro.  

Sonrío tímidamente porque realmente no tengo idea de qué decir a eso.

Peter


Una vez que llegamos a mi lugar favorito, apago el motor y salgo. Pongo unas mantas en el asiento trasero,así podemos sentarnos en la cama de la camioneta. Me encanta aquí arriba. Es muy tranquilo y silencioso. A diferencia de la ciudad, puedes ver cada estrella fuera esta noche. No sé cuándo me puse tan cursi. Supongo que ella saca mi lado romántico. Un lado que nunca he conocido, pero estoy bastante seguro que me gusta.
 
Corro a su lado de la camioneta para ayudarla.
 
—Su picnic espera mi dama.
 
Se ríe tomando mi mano.
 
—Vaya, gracias, amable señor. —Recibo un guiño a medida que salta por delante de mí. Y está bien, eché un vistazo total a su trasero. Al igual que ella, es perfecto.

Subimos a la cama y nos sentamos en la manta gris descolorida que Stefano sacó de un armario en nuestra casa.
 
—Traje sándwiches de pavo, patatas fritas, algo de fruta y galletas para el postre.
—¿Qué tipo de galletas? —pregunta mirando en la cesta de mimbre que Stefano también sacó de algún agujero en nuestra casa del que no tenía ni idea.
—Mantequilla de cacahuete. Son mis favoritas —digo sacando la comida y colocándola delante de nosotros.
—¡Son mis favoritas también! —Se emociona y roba una de mis manos. Vuelve a sentarse frente a mí al estilo indio—. Emi hornea estas todo el tiempo. No sé por qué, porque soy la única a la que le gustan. —Se encoge de hombros comiendo su galleta.
 
—Stefano las hizo. Le encanta cocinar. Él realmente hizo toda la comida. Quiere ir a la escuela de cocina y abrir su propio restaurante algún día —revelé, desenvolviendo un sándwich de pavo.
—Eso es realmente genial. Espero que llegue a hacerlo. —Hace una pausa tomando otro bocado. Después de que ha masticado y tragado, vuelve a hablar—Realmente quiero ser una consejera para los niños más pequeños. Quiero ayudar a la comunidad de la forma en que mi madrastra lo hace.
—Eso es impresionante. ¿Qué hace ella? —le pregunto.
—Organiza un montón de obras de caridad y cosas así. Ha reunido un montón de dinero para niños desfavorecidos en todo el estado. Incluso administra un campamento de verano para ellos. Van ahí y aprenden a nadar y montar a caballo. Cosas como esas.
—Vaya. Es realmente genial que haga eso. He querido ser abogado durante todo el tiempo que puedo recordar. Stefano dice que es porque me gusta debatir —se ríe de esto y sigo adelante:
—Sólo quiero ayudar a las personas que lo han pasado mal y necesitan que alguien les haga justicia.
—No sé sobre la cosa de debatir. Pareces estar de acuerdo con todo lo que digo. —Sonríe tímidamente.
—No has dicho ni hecho nada con lo que no estoy de acuerdo. —Le devuelvo la sonrisa tomando un bocado de mi sándwich.
—Buen hombre —dice, mientras me guiña un ojo.

Comemos todo y hablamos durante horas. Creo que hemos cubierto todos los temas conocidos por el hombre. Y todavía me siento como que podría hablar durante más horas. Tenemos tanto en común que ni siquiera es gracioso. Nos gusta la misma música. A los dos nos encanta leer, pero no tengo mucho interés por los romances en que ella está enganchada. Me gusta un buen misterio. También me gusta que su familia esté tan loca como la mía. Ella no me juzga de la forma en que algunas personas lo han hecho.
 
La recuesto conmigo a ver las estrellas. Se acurruca a mi lado y yo sin saberlo, he estado pasando mis manos por su cabello. Tiene que ser tan tarde y tenemos que seguir adelante, pero no quiero que la noche termine.
 
—Tenemos que irnos, Lali.
 
No hay respuesta. Así que miro hacia ella y está profundamente dormida. Me rio bajito y creo que debo ser la persona más aburrida que ha conocido nunca, porque esta es la segunda vez que se ha dormido en mí. No quiero despertarla, así que me quedo allí un rato más acariciando su cabello y antes de darme cuenta estoy dormido también.

31 comentarios :

  1. Sube mas me encanta!

    ResponderEliminar