martes, 11 de junio de 2013

Capitulo 19

Capitulo 19

Lali 

La depresión era algo horrible. He estado lidiando con ella por 4 meses. Pareciera que no logro dejar ir algo que ni siquiera sabía que quería. Ni siquiera sabía que estaba embarazada y perder mi niño de ese modo fue desconsolador. Sé que el doctor dijo que era normal, pero aún no parezco ser capaz de pasar el hecho de que incluso pasó. Me siento tan vacía y duele demasiado.
 
Dejé la escuela porque no podía tolerarlo. Todos podrían pensar que estoy loca, pero quedé realmente devastada. Incluso es peor lo que le hice a Peter. En mi tiempo de pena, dejé ir la única cosa más sólida en mi vida. No quería encararlo o pensar en él. Estoy segura que esto hizo mi depresión mucho mayor.
 
Nadie en mi familia siquiera dirá más su nombre. Rochi sí, en cambio. De vez en cuando me pone al día respecto de qué está haciendo. No parece que le esté yendo mejor que a mí. No sólo me perdió a mí, sino también a su mejor amigo. Al menos yo aún tengo a mi mejor amiga.
 
Difícilmente salí de mi habitación. Al principio, sólo me quedaba recostada y miraba llorando las paredes. Me he puesto mucho mejor ahora, al menos puedo leer nuevamente. Me escapo en mis libros donde todo parece mucho mejor que mi propia realidad.
 
Un golpe llega de mi puerta, y me encojo esperando que nadie venga a intentar levantarme el ánimo nuevamente. Todos han estado aquí al menos una vez. Bueno, no Marie. Creo que de algún modo entiende que ver su panza creciendo me mataría. Odio estar perdiéndome su embarazo, pero simplemente no puedo hacerlo. Es algo más de lo que nadie de mi familia tampoco hablará. Ni siquiera sé si es niño o niña. No puedo obligarme a preguntar.

—Querida, ¿estás despierta? —pregunta Emi desde la puerta.
—Sí, estoy despierta, ¿qué necesitas? —pregunto con voz aburrida, esperanzada en que se vaya.
—Necesito que te levantes y vistas. Tengo algo que necesito mostrarte. —Pone sus manos en la cadera y pone su cara severa.
 
No hay forma de evitar que consiga lo que quiere.
 
—Está bien, estaré abajo en un minuto.
 
Después de que deja mi habitación, tomo una rápida ducha y me tiro encima unos jeans limpios, una camiseta blanca lisa y mi sudadera con capucha de la universidad.
 
La encuentro abajo, en la sala, y me guía hacia afuera, hacia su brillante Mercedes blanco. El camino es silencioso y si ella no iba a hacerme hablar, entonces no iba a hacerlo. Empecé a reconocer parte de la escena por la que estábamos pasando y mi estómago se cayó. Sé exactamente dónde nos dirigimos. No he estado aquí en unos cuantos años y no sé por qué no pensé en esto antes. Ver la tumba de mi madre será bueno para mí. Ella siempre escuchó lo que tenía para decir y no me juzgaba por los errores que cometí.
 
Cuando Emi estaciona el auto en el pequeño estacionamiento al lado del cementerio, estoy saliendo por la puerta y corriendo hacia su tumba, antes de que Emi incluso apague el auto. Corro a través de la pequeña puerta de la valla metálica y me dirijo directo hacia ella. Está cerca del medio y corro detrás de las lápidas en la fila delante de la de ella. Nunca me ha gustado pisar en los lugares donde los cuerpos están en realidad.
 
Espero poco antes de llegar, y veo una nueva lápida al lado de la de ella. Es pequeña y muy nueva. Camino directo hacia ella y empiezo a sollozar con fuerza. Dice: “Bebé niño o niña no nacido. Puede que nunca hayas visto el mundo, pero tu mami y papi siempre te amarán”. No puedo creer que mi familia hizo esto. Tengo una sensación de conclusión después de ver esto, porque realmente perdí un hijo. Puede que ni siquiera haya nacido, pero aún así lo perdí.
 
Escucho a Emi acercarse y arrodillarse a mi lado. Ni siquiera sabía que estaba arrodillada. Me empuja en un abrazo confortante. Intento controlar mis sollozos, pero no puedo. Sólo siguen viniendo. Pensé que ya había llorado todo hace meses.
 
—¿Lo pusiste junto a mi madre? —Finalmente digo a través de mis lágrimas.
—Sí, querida, junto a tu madre. Tu padre y yo no pudimos pensar en un mejor lugar. —Tiene lágrimas saliendo de sus ojos arruinando su lindo maquillaje.
 
La abrazo lo más apretado que puedo junto a mí.
 
—Muchas gracias. No tienes idea de lo que significa para mí.
 
Frota mi espalda tiernamente.
 
—En realidad, lo sé. Hay una pequeña lápida junto a la tumba de mi madre por un pequeño bebé que no llegó a ser.
 
Me alejo de ella y miro dentro de sus brillosos ojos azules buscando respuestas.
 
—¿También perdiste un bebé?
—Sí, querida, lo hice. Hace unos 10 años. —Me acomoda hacia atrás para que pueda sentarme en el suelo. Dobla sus piernas detrás de ella en el suave pasto verde y me cuenta su historia—. Ya casi había pasado la edad para otro niño entonces. Pero tu padre y yo decidimos intentarlo una vez más ya que habíamos resuelto nuestros problemas. Él pensó que era un error intentar tener otro bebé pero no le escuché. No estaba mucho más avanzado que el tuyo cuando lo perdí. Aunque había sido mi idea, de todos modos culpé a tu padre y casi nos separamos nuevamente. Mis niños sufrieron por esto esa vez. Antes eran muy jóvenes para darse cuenta de que algo estaba mal, ellos fueron lastimados esta vez junto a nosotros, pero sólo porque tu padre y yo estábamos peleando constantemente. —Se frena quitando más lágrimas de sus ojos y los míos—. Luego un día, un pequeño ángel caminó hacia mi puerta. Con el cabello más hermoso, justo igual que el de su padre y hermosos ojos marrones, justo igual que los de su madre. Ella no ocupó el lugar de mi bebé, pero sí llenó un hoyo que tenía dentro de mí debido a él.
 
Quita el pelo de mi rostro y siento paz cayendo sobre mí.
 
—Pero siempre actuaste como si no me quisieras a tu alrededor. Siempre estuviste criticándome y todo.
—No te traté distinto de lo que lo hice con mis propios hijos. Pude haber sido un poco menos afectuosa, pero eso es porque no quería ocupar el lugar de tu madre. No que te hubiese importado, sólo que no sentí que ese fuera mi lugar. Creo que ella hubiera querido esto aquí, sólo una pequeña lápida por una pequeña vida que fue al Cielo para estar con ella. Otra gente puede pensar que estamos locos, pero está bien, porque sabemos que no es así. Tenemos nuestro propio sentido de cierre antes de poder seguir adelante. Este será el tuyo así como tú fuiste el mío. —Me besa suavemente en mi cabeza y me guía nuevamente hacia el auto.
 
Tengo mucho en lo que pensar. Sé que terminar con Peter fue una horrible idea, pero, ¿cómo le dices lo siento a alguien después de meses de silencio?

Peter

Paso mis dedos por mi cabello, el cual está largo hasta mi mentón ahora. Dejé de hacer que me lo cortaran hace meses. No he hablado con Simon en meses, pero veo a Pablo cada día. Él es el único manteniéndome entero últimamente. Me siento tan vacío por dentro sin ella. Pensé que ese sentimiento se iría, pero sólo se ha puesto peor. No sé qué diablos me hizo. Tengo que estar sobre algún tipo de hechizo o algo así. Mi corazón duele como el demonio, y no hay nada que pueda hacer, más que vivir esta dura, fría vida en mi caparazón vacío. Y soy un caparazón de lo que solía ser. Se llevó todo con ella ese día que me sacó de la habitación del hospital.
 
Pablo me levanta la cabeza captando mi atención.
 
—¿Qué? —espeto. También espeto mucho a todo el mundo, incluso a Stefano, a quien nunca le había espetado antes.
—Dije, ¿qué quieres comer? Puedo pedir una pizza si quieres. —Me mira esperando que diga algo diferente de lo que digo cada día. No lo hago.
—Realmente no me importa —gruño.
—Bien, pizza pues. Tienes que dejar ir esta mierda, hombre. Me empiezo a preguntar si necesito llevarte a la guardia psicológica. —Apoya sus codos en la encimera en mi cocina, frotando sus manos por su cara.
—No necesito la maldita guardia psicológica. Necesito que todo el mundo me deje en paz —gruño.
—Cálmate, Peter. Si no fuera por mí, ahora ya estarías muerto por la inanición. —Para entonces su teléfono suena—. ¿Qué diablos? ¿Hola? —pregunta a la persona en el teléfono, sonando confundido.
 
Después de una pausa, le contesta.

—Bueno, no me has llamado en meses y en realidad no creo querer hablar contigo. —Recuesto mi cabeza en la mesa escuchándolo hablar con la persona al otro lado—. Voy a decirte esto una vez, una única vez. ¡Mantente alejada de él! ¿Me escuchas? No tienes idea de lo que he tenido que hacer para mantenerlo vivo. Me doy cuenta de que lo que te pasó fue devastador pero, ¿siquiera pensaste que también lo era para él? —Tengo una sensación enfermiza en mi tripa, ya que sé con quién está hablando—. Me importa una mierda. Fueron meses, meses, Lali y lo dejaste completamente solo. Es una ruina y aún sigo limpiando el desastre que dejaste atrás —dijo su nombre y lágrimas comenzaron a caer por mis ojos. No puedo tolerar cuando dicen su nombre—. ¿Quieres saber qué le dijo a Simon justo antes de que fuera a verte a esa habitación? —Una pausa y no creo poder tolerar escucharlo diciéndoselo, pero no puedo obligarme a irme—. Dijo que te amaba, Lali, ¡y luego tú pusiste su corazón en una trituradora por ninguna maldita razón! —le grita y yo me encogí del dolor. No dice nada más y me doy cuenta de que le colgó.
—¿Por qué quería saber de mí? —dije apenas más alto que un susurro.
 
Viene hacia la mesa y se sienta a mi lado. Apoya su cabeza junto a la mía para poder verlo cuando me habla.
 
—Quería saber cómo lo estabas haciendo. También preguntó si sería buena idea venir a hablar contigo. La mandé a la mierda. Bueno, me gustaría haberlo hecho, pero es mi hermana, sin importar lo que haya hecho. No le gustó demasiado, pero realmente no me importa. —Gira sus ojos y realmente hago un sonido de risa—. ¿Acabas de reír? —pregunta viéndose perplejo.
—Sí, creo que lo hice. —Algo parecido a una sonrisa, y se siente extraña en mi rostro.
—¿Quién habría sabido que estar tan cerca de hablar con ella y ya te estarías poniendo mejor? —Apenas sonríe y veo la pena en sus ojos—. ¿Quieres verla?
—Maldición, no. No puedo estar con ella de nuevo. Tengo que salir de este bajón y seguir con mi vida. Sé que ella puede ser mi alma gemela, pero creo que estaré mejor con una chica normal. Una que junta su propia mierda. Una que no enloquece por todo y tira pequeños berrinches que me encienden. O tiene trasero salvaje, hermoso cabello negro azabache y seductores ojos chocolate en los que te hundes. O la sonrisa de un ángel y la voz de una sirena. Por encima de todo, una sin emociones, que no me abandonará al segundo en que la vida se pone demasiado dura para ella.
 
—Mierda, eso es algo difícil por aquí, amigo. De todos modos, sé a lo que te refieres. Si pudiera regresar el tiempo al principio del año escolar, nunca le hubiera dirigido la palabra a Rochi. Ahora mírame. Estoy viviendo contigo para poder mantenerme alejado de la pareja feliz que hacen Simon y Rochi. Me pone endemoniadamente enfermo.
—Y yo que pensé que estabas aquí por mi encantadora personalidad. —Sonrío con suficiencia, él se ríe y el momento se siente casi normal. Pero aún tengo a esta hermosa, malvada, cruel chica dueña de mi corazón.
 
No debería habérselo dado. No sé cómo quedé tan atraído para empezar. Me imagino que es esa conexión invisible que me empujó hacia ella. Amé a esa chica con todo lo que tenía, ¿y qué hizo ella? Me tiró como si fuese basura. Como hicieron mis padres. No era lo suficientemente bueno para ella como no lo era para ellos. Bueno, pueden irse a la mierda. Al menos por el bien de las dos personas más importantes en mi vida en este momento, Stefano y Pablo.
 
—¿Sabes qué? ¿Por qué no vamos al bar o algo así esta noche? —lo sondeo esperando que no haga un gran alboroto de esto.
—¿Quieres ir a un bar y hacer qué? —pregunta de regreso.
—Quiero ir a un bar y ponerme estúpidamente borracho y tener relaciones con una chica que no conozca ni su nombre y despertarme con la peor resaca de todas. Luego, recuperaré mi vida de nuevo. —Lo miro fijo, intensamente para que sepa que estoy hablando en serio.
 
—Salir, emborracharse y tener relaciones con chicas al azar no va a ayudarte a olvidarte de ella, Pitt — suspira.
—Tiene que servir, porque he intentado todo lo demás. Nada más sirvió. No estoy diciendo que quiero convertirme en alcohólico o algo, pero una noche donde no tengo que pensar sobre ella es algo que necesito más que nada.
—Sé que sí, amigo, pero tendrás que pasar un día a la vez. Deja a la diversión regresar a tu vida poco a poco. No quiero que tengas una sobredosis de eso.
—Ja, es lo más gracioso que has dicho alguna vez. No he vivido en meses. Todo lo que he hecho es ir a clases y hacer mis deberes. Luego comer y dormir. ¿Qué tipo de vida es esa?
—No lo es. Está bien, tienes razón. Vamos al bar entonces. —Se levanta de la mesa y va hacia la escalera.
 
Me quedo solo por primera vez desde que me levanté esta mañana. Miro por la ventana a la gente afuera, viviendo su vida normal y siguiendo con sus propias cosas. Ni siquiera saben que mi vida entera cayó por las palabras dichas por un pequeño ángel convertido en demonio. Entonces, eso es lo que necesito hacer. Salir de aquí y gobernar sobre mi vida otra vez. Con algo de suerte, no me mataré en el proceso.

30 comentarios :

  1. ay me encato la verdad Lali lastimo mucho a Peter, gracias por enviarme la nove para descargar ...... a y estoy recomendando este blog:http://amorxlaliesposito.blogspot.com

    ResponderEliminar