domingo, 9 de junio de 2013

Capitulo 14

Capitulo 14

Lali

En serio, no puedo creer que Peter y su hermano estén en la casa de mis padres por el receso de Acción de Gracias. No solo él no me dijo, tampoco mi hermano. Esto totalmente me molesta. Peter definitivamente va a obtener un oído lleno más adelante.
 
—¡Oh, Dios mío! ¿No es ese Peter Lanzani? —dice mi hermana Jessica desde mi izquierda, donde estamos sentadas en los afelpados sofás blancos de la sala.
—Sí, como que vivo y respiro, ése es Peter Lanzani. —Subo mis manos hasta mi rostro para bloquear los restos del tren que acaban de entrar en mi casa.
—Bueno, sí, arriesgaría a la ira de mi hermano por una oportunidad con él. Maldición, Lali es súper-hot. ¡Mira esos músculos! ¡Debes verte como alguien de 12 años a su lado! —exclama Jessica.
—¿De qué están hablando ustedes dos? Estoy tan perdida —nos pregunta Marie desde la derecha en el sofá.
—Mierda. Mira lo que has hecho, Jessica. Si ella sabe, todo el mundo lo sabrá en 5 malditos minutos. —Miro furiosamente en su dirección, pero ella aún está mirando a los chicos que caminan hacia la casa de mis padres.
—Marie, si no mantienes tu boca cerrada sobre esto, le diré a Max sobre ese chico de la facultad con el que te acostaste —le dice Jessica sin quitar sus ojos de la puerta delantera.
 
La boca de Marie cae abierta y reprimo una risa.
 
—¿Cómo diablos sabes de eso? Oh, Dios mío, ¡no le dije a nadie de eso! —exclama.
—Sucedió que el chico lo alardeó en una fiesta en la que Gaston estaba. Entonces, como puedes imaginarte, Gaston le pateó el trasero y le dijo que se mantuviera alejado de ti y nunca hablar del tema nuevamente —le contesta Jessica.
—Entonces, eso es por qué nunca volvió a llamarme. Estaba realmente molesta por eso, tú sabes. Me alegra
saber que ustedes sentían la necesidad de no decirme nada —refunfuña—. No diré si no dicen. Nunca le
mencioné esto a Max. Me siento mal sobre eso, entonces, no me des esa mirada, La. Fue un error estúpido que cometí, y si pudiera retirarlo, lo haría. Bien. Ahora cállense porque aquí vienen —finaliza justo antes de que Emi llegara acompañada por los chicos.
 
—Marie, Jessica, quiero que conozcan a Peter y Stefano Lanzani. Estoy segura que oyeron de Peter desde que Simon habla de él todo el tiempo. Stefano es su hermano menor. Sus padres no podían estar con ellos para las vacaciones, por lo que le dije a Simon que los invitara a quedarse con nosotros. Lali, querida, ¿creo que ya conoces a Peter? ¿Qué hay de Stefano?
—No, señora, no he tenido el placer de conocer a Stefano —le digo mientras me levanto para darle la mano. Es una mentira total. Espero que Peter le haya dicho que actuara como si no me conociera—. Es un placer conocerte.
 
Me da una mirada engreída.
 
—Es un gusto conocerte, también. Y a ustedes también, señoritas. —Me guiña el ojo y asiente hacia mis hermanas.
—Es bueno verte nuevamente, Lali. —Peter me sonríe y yo peleo con una sonrisa propia—. Es un gusto conocerlas, señoritas. Simon habla de todas ustedes todo el tiempo.
—¡Oh, Dios, tiemblo de pensar en las cosas que podría decir de nosotras! —dice Marie, sonriendo de oreja a oreja, como el gato que comió la crema. Maldición, eso nunca es bueno.
—No te preocupes, cualquier cosa que haya dicho, probablemente no sea verdad de todos modos. Y tengo algunas historias sobre mi hermano menor que te hará correr hacia las colinas. —Jessica se mete antes de que Marie tenga alguna idea.
—No se preocupen, señoritas, todo lo que oí era muy bueno. Él no podría nunca hablar mal sobre ninguna de ustedes. —Peter sonríe cortésmente. Aún me deslumbra cuán encantador es.
—Bueno, vamos a llevarlos a que se establezcan en sus cuartos para la semana, chicos. Es muy afortunado que acabe de tener tres habitaciones disponibles —dice Emi, dirigiendo a los chicos hacia las escaleras—. Eso me recuerda, ¿a qué hora llegará Rochi, Lali?
—Debería estar aquí en una hora. Tenía algunas cosas que terminar antes de llegar —le digo. No sé qué le agarró a Rochi. Prácticamente tuve que rogarle que viniera para la semana. No me diría, pero creo que tiene algo que ver con Pablo. No creo que lo haya superado como ella piensa. Esta pareciera ser una semana muy interesante.
 
—Bueno, ahora que mamá no está en la habitación, ¿qué diablos está pasando entre Simon y Pablo? No los he visto en la garganta del otro desde que eran pequeños —pregunta Jessica luego de quitar los ojos de la espalda de mi novio.
—Aparentemente, a Simon le gustaba Rochi desde el principio del año, pero no hizo nada hasta después de que Pablo hubo mostrado interés en ella. Se conocieron en la cafetería hace como un mes y medio y se llevaron bien. Rochi tuvo muchos problemas y no quiere drama en su vida. Entonces, si los gemelos no tienen cuidado, perderán sus posibilidades con ella.
—Guau, ¿entonces me dices que los chicos están atrás de la misma chica? Eso nunca ha pasado. Ni siquiera tienen los mismos gustos —dice Jessica.
 
Marie se ve interesada, pero creo que es solamente porque le gusta el chismorreo.
 
—Esto es realmente muy interesante. Que mal que debamos irnos a nuestras respectivas casas, nos perderemos todas las buenas cosas, Jess.
—Sí, pero por suerte tenemos una dulce hermana menor que nos llenará de ellas. —Jess me da una sonrisa come mierda mientras se levanta del sofá.
—Lo harás, ¿no, La? ¡Esto es mejor que mis programas en la TV! —dice Marie mientras también se levanta del sofá.
—No les diré nada. Nada interesante va a pasar. Estamos en casa de nuestros padres, ¡por Dios! —refunfuño.
 
Ambas me miran desde su posición de pie, haciéndome sentir más pequeña de lo que soy.

—Cierto —dicen al mismo tiempo. Emi baja las escaleras, sin los Lanzani—. Mamá, ya nos vamos yendo. Estaremos aquí bien temprano el jueves, para ayudar con la cocina —le dice Jessica. Las tres se abrazan y Jessica y Marie salen por la puerta.
—Ahora, Lali, no tengo que preocuparme por pasajes de cama, ¿o sí? —me pregunta Emi.
 
Sé que mi cara acaba de tomar el aspecto de un venado frente a los faros.
 
—Umm, no. No tengo idea a dónde quieres llegar. —Espero que no se de cuenta de mi mentira. Estaba totalmente pensando en pasarme de cama cuando vi a Peter caminar a través de la puerta.
—Bueno, si crees que no me dí cuenta de cómo tú y Peter se miraban, entonces eres bastante tonta. Soy madre de seis chicos. Sé cuando uno de ustedes está tramando algo. —Me mira explícitamente y me encojo interiormente.
—Shh, no dejes que Simon te escuche. Mataría a Peter y preferiría que eso no ocurriera esta semana. —Me frené, tomando un hondo respiro—. Entonces, sí, hemos estado saliendo por un mes, pero ninguno de los dos se siente como para decirle a Simon. No lo sé, se siente como una traición.
—Cariño, no es traición si sientes algo por alguien. El corazón quiere lo que el corazón quiere. Si él no lo entiende, entonces no es un muy buen hermano. Me refiero, él está saliendo con tu mejor amiga, ¿qué tipo de lógica tendría que se enojara contigo si haces lo mismo?
—Creo que no lo pensé de ese modo. Hablaré de esto con Peter más tarde. Oh, y no le digas a papá. Él sacaría a Peter fuera de la casa tan rápido.
—Oh, lo sé, querida. Mis labios están sellados. —Me guiña el ojo antes de irse hacia la cocina.

Peter

Creo que me tocó la habitación de una de las hermanas mayores. Hay rosa en todos lados. No es un dolor en el ojo ni nada. Las paredes están pintadas de rosa pálido con molduras blanco crudo. Hay una cómoda blanco crudo en la esquina con un espejo agregado a la parte de arriba y portarretratos por toda su superficie. La cama al menos es de dos plazas con un acolchado de flores rosas. Las tablas de la cabecera y los pies están pintadas del mismo blanco crudo.

La alfombra es mullida y blanca con tapetes rosas aquí y allá. Definitivamente, no es mi estilo, pero lo soportaré sólo para poder pasar la semana cerca de Lali.
 
La mirada en su cara no tenía precio. De verdad no tenía idea de que venía. Me siento mal por no haberle avisado, pero ella habría intentado que no viniera.
 
Hay un golpe en la puerta y tengo el presentimiento que es ella. Eso fue rápido. Estoy yendo a abrirla, pero se abre antes de que llegue. Y allí está. Todo su 1.52 metros y está rabiosa.
 
—¿Qué mierda, Peter? ¿No podías decirle a tu novia que ibas a quedarte en casa de sus padres por una semana entera? ¡Eso parece ser algo que debemos compartir entre nosotros! —Su cara está de un adorablemente rosa por su rabia. Sus manos están en sus delgadas caderas y sus ojos chocolate están mirándome furiosamente, haciendo agujeros en mí. Agujeros calientes y tórridos.
 
—Si hubieras sabido, hubieras intentado convencerme de que no viniera, hermosa. Podrás no darte cuenta de eso, pero mi hermano necesita aprender que las demás familias no son como la nuestra. No quiero que crea que es normal tratar a la suya como lo fuimos nosotros cuando se case. —Terminé y así como así, se acabó su rabia. Amo el modo como no se necesita mucho para hacerla feliz nuevamente.
—Bueno, sí, no lo pensé de ese modo. Siento haberte gritado de ese modo. Sólo no sé cómo haremos para que papá y mis hermanos no se enteren. —Su frente se frunce por la concentración.
—¿Qué pasa con tu madrastra y hermanas? —pregunté confundido porque ella no las agregó en la lista.
—Oh, sí, se enteraron no mucho después de que cruzaras la puerta. Bueno, Jessica ya sabía porque le cuento todo. Ellas y yo estábamos hablando de eso y Marie escuchó y no puedes ocultarle nada a Emi. —Terminó mordiendo su labio.
—Sabes que no me importaría si Simon se enterara o no, lo sabes. Eres tú la que tiene el problema de decirle. Él me conoce y sabe que jamás haría nada para lastimarte.—La agarro por los brazos para acercarla a mí. Se siente tan bien tener su cuerpo alineándose con el mío.
 
—Bueno, esta semana no es el momento para hacerlo. Si papá se enterara, te sacaría de la casa en un instante. No se anda con juegos cuando se trata de sus hijas. Cody, el esposo de Jessica, fue atrapado espiando por su ventana una vez y no fue lindo. Aún está asustado de papá. Jessica difícilmente consigue que venga aquí cuando está papá. —Me mira con ojos preocupados.
—Está bien, bebé, no nos atraparán ni le diremos a nadie más, ¿está bien? —Contengo una risa—. Además, Simon me contó de esto una vez. Dijo que fue tu madrastra la que lo atrapó, no tu papá, dijo que lo golpeó hasta dejarlo negro y azul. —Ahora sí me río entre dientes por la mirada conmocionada en su cara.
 
—Jesús, Jessica dijo que fue papá. Es sólo que nunca pensé que Emi haría algo como eso, pero no puedo culparla. Tiene que lidiar con nosotros seis y los chicos en el refugio diariamente. Es una galletita ruda. — Sonríe y sacude su cabeza—. Bueno, entonces supongo que si te mantienes fuera de mi habitación, entonces deberíamos estar bien.
—Sí, ¿pero tú te mantendrás fuera de la mía? —pregunto con una ceja levantada. Te juro que está tan caliente como yo. Lo que es incluso mejor, es que no tiene miedo de admitirlo.
—Mmm, no lo sé. Te ves tan caliente en esta habitación rosa. Me pone a cien. Me refiero, incluso tienes volantes en tu cama, es tan sexy —se ríe con un sexy sonido gutural y mi pene se sacude. Sí, esta semana tomaré algunas duchas frías.
—Sí, pensé que eso podría excitarte. Tienes algunos fetiches raros ahí —nos reímos fuerte. Nunca solía reírme de estas cosas con nadie. Creo que saca mi parte divertida.
 
La levanto y la dejo deslizar sus piernas alrededor de mi cintura mientras acaricio su cuello de olor dulce con mi nariz. Sus brazos van alrededor de mi cuello y antes de que me entere de lo que ha pasado, el lóbulo de mi oreja está entre sus dientes. Mierda, se siente bien. Dejo salir un gemido, muevo mis manos hacia su trasero y aprieto.
 
—Bebé, no hagas eso. Jesús. —Mi voz suena jadeante y no podría importarme menos.
—Mmm. —Es la única respuesta que obtengo antes de que ella traiga sus carnosos labios hacia los míos.
 
Abre rápidamente para mí y nuestras lenguas bailan, haciéndome desear tenerla en una casa donde no hubiera nadie más. No puedo evitar echarme en la cama de espaldas con ella aterrizando suavemente sobre mí. El beso nunca termina y no pasa mucho hasta que siento que estoy siendo devorado por ella. Sabe tan bien con su especiada dulzura. Podría hacer esto todo el tiempo, pero tiene otros planes.
 
Su mano está desabrochando mis jeans y bajando mi cierre. Llega adentro y empieza a masajear mi rigidez con sus manos suaves y cálidas. Gimo alrededor de sus labios y siento su sonrisa.
 
—Mierda, se siente bien bebé. —No quería llegar tan lejos, pero tiene mente propia y no hay modo de decirle no a nada.
—Apuesto a que sí. —Envuelve sus pequeñas manos alrededor de mi contorno y sus dedos ni siquiera completan la vuelta. Aún se siente genial mientras los sube y baja. Se ríe entre dientes mientras tiro mi cabeza hacia atrás y arqueo mi espalda.
—Bueno, si quieres jugar ese juego —digo mientras agarro sus caderas. Me estiro para desabrochar sus jeans y mover mi mano bajo sus bragas. Mi mano llega a su piel desnuda y cálida, donde masajeo mi dedo gordo a través de su nudo de nervios. Deja salir un hermoso gemido que silencio con mis labios. Deslizo uno de mis dedos en su humedad y casi me vengo por la intensa reacción que me provoca. Y hago mi camino en esta hermosa criatura. La puse así de mojada. Yo. No entiendes el poder que tiene sobre mí. Esta maravillosa, adorable chica me quiere y aún hay veces en que no lo entiendo.
 
—Peter —susurra y me pone la piel de gallina. Empujo mi dedo dentro y fuera de ella más rápido. No puedo esperar a ver su cara cuando se venga. Es la cosa más hermosa.
 
Mis ojos están enfocados en ella hasta que empieza a incrementar la velocidad en mi pene nuevamente. Si no se detiene, voy a perderme la mejor parte, porque mis ojos están cruzados.
 
—Mierda, mierda, mierda. —¿Por qué me está haciendo esto?
 
Su cadera comienza a empujar contra mi mano y sé que estoy empujando dentro de ella. Sí, no vamos a durar mucho.
 
—Mírame cuando te vengas —le digo. Sus ojos marrones se encuentran con los míos mientras baja su cabeza hacia mí donde nuestros labios se encuentran en un beso devastador. Nuestros ojos nunca dejan los del otro. Empujo mi dedo dentro de ella incluso más fuerte y froto su protuberancia incluso más rápido. No pasa mucho hasta que ella rompe el beso para gritar su placer, sus ojos nunca dejando los míos. Sí, eso es cuando no aguanto más y estalla mi carga en su mano.
 
Se desploma en mi pecho donde la sostengo contra mí. Corro mis dedos por su hermoso cabello y digo

—Tenemos que dejar de encontrarnos así, hermosa.
Se ríe entre dientes y sonrío ante el sonido.
—Personalmente, espero que nos encontremos así todos los días.

35 comentarios :

  1. +++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  2. +++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  3. ++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  4. +++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  5. ++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  6. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  7. +++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  8. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  9. +++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  10. ++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  11. +++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  12. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  13. +++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  14. ++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  15. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  16. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  17. +++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  18. +++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  19. +++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  20. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  21. ++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  22. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  23. +++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar