martes, 11 de junio de 2013

Capitulo 18

Capitulo 18

Lali

—¿Eh? —le digo a Peter, quien está sentando en el extremo de la cama. Estoy echada leyendo un libro realmente genial en mi encandilamiento.
—¿Qué pasa contigo este semana? Has estado como un poco fuera de ello. —Coloca su mano en mi frente como para comprobar si tengo fiebre.
—Estoy bien, Peter. Estoy leyendo un libro genial, así que no te escuché decir nada. Lo siento. —Sigo con el ceño fruncido ante su reacción paternal.
—No es sólo hoy, Lali. Has estado así desde la última semana. ¿Lo sueños están escapando de ti mientras despiertas? —me pregunta con preocupación escrita por todo su rostro.
—No, ni siquiera los recuerdo después que me despierto. No sé, supongo que sólo estoy cansada todo el tiempo. Debo estar siendo derribada por la gripe. —Es justo lo que necesito. Enfermarme.
—Quizás. ¿Quieres que traiga un poco de té caliente? Eso podría ayudar. —Él se ve optimista ante la idea de hacerme sentir mejor. No lo culpo, he sido una gran perra últimamente.
—Seguro —le digo sólo para que deje la maternidad conmigo un poco.
—Genial, estaré de regreso en un minuto. —Y está corriendo fuera de mi puerta.
 
Las vacaciones de Navidad, el último par de días, de hecho. La Navidad y Año Nuevo han llegado y se han ido. Nosotros, siendo los gemelos, Stefano, Rochi, Peter y yo, hemos encerrado a mis padres para el mes de descanso. Ha sido muy divertido y me da miedo regresar a la escuela la próxima semana. No llego a ver a Peter todos los días y realmente apesta. Hemos estado prácticamente pegados a la cadera desde que llegamos aquí. Bueno, cuando no tenía que pelear con Simon y Pablo por su atención. Esos dos todavía están en desacuerdo entre sí y el que ambos sean amigos de Peter ha ensanchado una brecha entre ellos. Y antes de que preguntes, Simon aún no sabe. Queremos decirle, pero, ¿cómo le dices a tu querido hermano que has estado saliendo con su mejor amigo por meses? Habría estado bien si le hubiéramos dicho de buenas a primeras, pero no lo hicimos y ahora es demasiado tarde.
 
También he descubierto que soy un perro de bocina total. Me encuentro saltando a los huesos de Peter siempre que puedo. A él no parece importarle. Algunas veces incluso lo comienza, cosa que siempre es divertida. Me he encontrado más de una vez empujada contra una pared con él empujando hacia mí desde atrás. Me encanta. Otras veces lo tomamos con calma mientras susurra palabras dulces en mis oídos, dejándome con escalofríos y la carne de gallina. Antes de que comiences a pensar que es todo, no lo hagas. Todavía hablamos, pasamos el rato y vamos a citas. He aprendido aún más sobre él que no sabía. Por ejemplo, no puede soportar el desorden. Es un maniático del orden hasta el extremo. Me he estado quedando en su casa mucho, y me gusta lanzar mis ropas al piso y dejarlas. Después de una semana de esto, se puso tan molesto que se volvió rojo brillante y me gritó por primera vez.
 
—Recoge tu maldita mierda, Lali. ¡No soy tu maldita sirvienta, por Dios! —me gritó desde donde estaba de pie en su lado de la cama.
—Jesucristo, son sólo algunas camisas y pantalones, Peter. No necesitas lanzar un ataque de perra —le grité de vuelta desde mi lado de la cama.
—Hay necesidad. No puedo soportar el desorden que sigues dejando por ahí. ¿Nadie te enseñó a cómo recoger después? —se burló de mí.
—Sí, ¡sólo decidí que no demasiado ya que soy malditamente perezosa! —Mi temperamento estaba en pleno vigor y estaba a punto de abofetear su hermoso rostro.
—Hay una diferencia entre perezosa y mimada. ¡Tú, cariño, eres mimada! ¡Y no puedo soportarlo! —Estaba jadeando y resoplando, a punto de estallar la casa.
—¿Disculpa? No soy mimada, sólo porque mis padres son ricos no significa que sea mimada. ¡Todavía tuve que hacer cosas por mi cuenta! ¡No tuve todo impuesto para mí como tú! —Estaba apretando mis manos abiertas y cerradas. Si me empujaba más, iba a golpearlo.
—Pude haber tenido todo comprado para mí por mi padre, que nunca está ahí, pero es porque no sintió la necesidad de tomar real cuidado emocional de nosotros. Tú no lo sabrías porque eres una pequeña, malvada y mimada perra —lo dijo con tanta calma, y antes de que lo supiera, estaba sobre la cama golpeando su rostro con una palma abierta.
 
Nos miramos aturdidos el uno al otro, luego subió a la cama hacia mí, agarrando mi cabeza en un apretado bloqueo y besándome duramente. Empujando su lengua en mi garganta en un estrujante beso y disfruté cada minuto. No pasó mucho tiempo antes de que nos hubiéramos rasgado las ropas. Nuestro hacer el amor fue rápido y casi brutal, e inmediatamente después, ambos nos pedimos perdón al mismo tiempo. No nos tomó mucho perdonarnos por la discusión. Supongo que no era realmente la gran cosa para estar peleando de todos modos.
 
Soy echada de mis pensamientos por un dolor agudo en mi estómago. Duele malditamente mal. Las olas de dolor comienzan lentamente a ir y venir, pero terminan volviéndose un dolor insoportablemente grande. Las lágrimas están cayendo de mis ojos en sollozos silenciosos. No puedo hablar a través de él, el dolor es muy malo. Me estoy volviendo loca y mi respiración se vuelve dificultosa, y antes de darme cuenta, estoy en un completo y jadeante ataque de pánico. Esto sólo hace empeorar el dolor y antes de nada estoy cayendo en el abismo negro sobre el piso de mi dormitorio.

Peter

Espero que Lali no se esté enfermando. No creo que pueda soportar ver que no se siente bien. He estado yendo por el infierno la semana pasada con los sueños. He estado entrando a hurtadillas a su habitación por la noche después de que todo el mundo se va a la cama. Ella se despierta sorprendida y dice que ni siquiera puede recordar de qué tratan. Son al menos dos por noche. Está comenzando a preocuparme mucho. Espero que esta taza de té ayude. La hice justo en la manera que a ella le gusta, con mucha crema y azúcar.
 
Mientras abro la puerta de la habitación, el sonido de la taza contra el suelo tiene que ser más fuerte en mi cabeza, entonces realmente lo es. Suena como un carro golpeando otro carro y aterrizando en un cuerpo de agua. Mi corazón está latiendo a sobretiempo y parece que no puedo recuperar el aliento. Ella está en el suelo, pálida como un fantasma, y más pálida de lo que normalmente está. Su rebelde cabello negro desplegado alrededor de su cabeza. Eso no es lo que me asusta más. Es la sangre manchando sus pantalones blancos de yoga. No puede haber tanta sangre. ¿Por qué hay tanta sangre?

Me doy cuenta de que estoy parado en la puerta mirándola y salto a la acción. Doy unos pasos hacia ella, recogiéndola suavemente.
 
—¡Ayuda, alguien, ayuda! —grito con mis pulmones al máximo. Pongo mi oído en su rostro y me doy cuenta de que no está muerta como pensé primero, aunque su respiración es débil.
 
Pablo corre a la habitación y se congela en la puerta viendo la sangre.
 
—¿Qué mierda ha pasado? —Él parece que está a punto de molerme a golpes.
—No lo sé. Bajé las escaleras para traerle una taza de té. Ella dijo no se estaba sintiendo bien. Pensamos que podría haber sido un resfriado o la gripe. Cuando regresé, así es como la encontré —le digo tan rápido como puedo para no ser golpeado en la cara.
—Vamos, llevémosla al hospital. Podemos hacerlo más rápido de lo que la ambulancia pueda llegar aquí. — No espera por mí, sólo se dirige a la puerta.
 
Los tres somos los únicos en casa y me alegra que él esté aquí, porque no hay manera que pudiera conducir ahora mismo. Corro tras él, pero voy tan suavemente como puedo para no lastimar a Lali más de lo que ya está.
 
En el momento en que llegamos a la puerta principal, Pablo ya ha tiene su Mustang afuera en la calle. Está de pie allí con la puerta abierta, así que lo más rápido y suavemente posible, la recuesto en el asiento trasero. Dejo su cabeza arriba y me siento, colocando su cabeza en mi regazo.
 
Parece que toma horas llegar al hospital, pero son sólo veinte minutos. Pablo llamó al señor y la señora Esposito de camino allá. Todo lo que puedo pensar en mi cabeza es, por favor no te mueras, por favor no te mueras. Lo digo como un canto, pero me refiero a él como una oración.
 
Lali ha estado en la parte posterior por una hora. Para este momento, todos en su familia están aquí, bueno, excepto por Gaston, pero él vive a una hora de distancia, así que debe estar aquí en cualquier momento. Odio decirlo, pero soy un gran marica y he estado llorando mis malditos ojos por la mayor parte de la hora.
 
Finalmente, un médico sale y todos nos ponemos de pie en la sala de espera.
 
—¿Quién de ustedes es el señor Lanzani? —pregunta el médico de cabello color pimienta mirándonos.
—Soy yo —digo mientras camino hacia él.
—La señorita Esposito quiere verlo primero —me dice—. Luego podemos dejar al resto de ustedes entrar uno a la vez —dice a todos los demás.
—¿Por qué diablos quiere ella ver a Peter primero? —pregunta Simon.
 
Nadie tiene el corazón para decirle por qué quiere verme primero. Él mira a su alrededor, a toda su familia y ellos no se encuentran con sus ojos. Cuando finalmente lo hace de regreso a mí, me encuentro con su mirada.
 
—Porque la amo. —Y entonces sigo al médico por el pasillo.
 
Después de caminar por el pasillo demasiado blanco, y entrar a una habitación marcada con “Emergencia 1”, allí está ella. No está conectada a una intravenosa y siento un poco de alivio. Soy rápidamente interrumpido por sollozos vertiginosos que vienen de su pequeño cuerpo. Sus ojos están rojos y de hojaldre, y parece tan perdida. Me acerco a la cama y tomo su mano.
 
—¿Qué pasa, nena?
 
Ella aleja su mano de la mía, rechazándome. Mi respiración comienza a ir irregular.
 
—Peter, tuve un aborto involuntario —me dice a través de sus sollozos. Siento como que el mundo se hubiera inclinado sobre su eje. ¿Cómo puede ser?
—¿Cómo es eso posible?
—Bueno, ¿recuerdas esa primera vez, cuando olvidaste del condón? —Asiento—. Bueno, aparentemente me dejaste en cinta. El médico dice que es normal para una mujer tener un aborto involuntario en el primer embarazo. —Comienza a sollozar duro y extiendo una mano hacia ella, pero se aparta.
—¿Por qué no me dejas abrazarte? —le pregunto asombrado de que se aleje de mí.
—Porque no quiero nada que ver contigo. ¿Me escuchas? No puedo soportar esto contigo más. Mírame, estoy en el hospital sangrando un hijo que no sabía que estaba llevando. Eso es demasiado para mí. No puedo estar contigo; ni siquiera puedo mirarte. Sólo quiero que seas el primero en saberlo ya que era tu hijo también. Puedes irte ahora. Quiero que le digas a Jessica que venga después. —Ella pone su rostro en sus manos y siento como que acabo de morir. No entiendo cómo pudo ser tan cruel conmigo.
 
Si ella no quiere nada que ver conmigo, entonces está bien. No voy a sentarme aquí y dejarla acabar conmigo cuando no lo merezco.

Me levanto y salgo del cuarto, y al segundo en que estoy afuera me apoyo contra la pared, cayendo al suelo, sollozando. Toda mi vida acaba de decidir salir. Hay otra persona a la que di mi corazón y ella no lo quería tampoco. ¿Cómo superas eso?
 
Siento una mano sobre mi cabeza, y miro a través de las lágrimas para ver a Stefano. Antes de siquiera pensar, lo agarro en un abrazo, sollozando más fuerte.
 
—Vamos hermano, tenemos que sacarte de aquí. Simon está a punto de matarte. Cuando averigüe lo que le pasó a Lali, no va a ser bonito.
 
Sacudo la cabeza en acuerdo y me levanto. Puedo escuchar voces y sollozos en el cuarto donde toda mi vida solía estar. Casi me mata caminar lejos de ella.
 
Nos saltamos, parando en la sala de espera para decir adiós. Simplemente no puedo hacerles frente en el estado en que me encuentro. Pero eso no detiene a Simon de venir tras de mí.
 
Siento un fuerte empujón en mi espalda y me equilibro antes de plantar cara.
 
—¿Qué mierda, Peter? ¿Tú dejas a mi hermana en cinta y la abandonas? ¿Qué clase de hombre eres? —Él desprecia con sus preguntas hacia mí como si fuera el pedazo más bajo de suciedad en su zapato.
—No la dejé, Simon. Ella me dejó. No quiere que esté en ningún lugar cerca. ¿Adivina qué? ¡No voy a ir a
donde no me quieren! —le grito, empujándolo de regreso.
 
Supongo que está por hablar, porque el imbécil me da un puñetazo en la cara. Mi ojo está punzando, pero todavía puedo ver por el otro y esquivo su siguiente golpe. Stefano lo agarra por los brazos para que no me golpee otra vez.
 
—Calma la mierda, amigo. No hay necesidad de usar la violencia —le dice Stefano.
—Sí, la hay. Se ha estado tirando a mi hermana por meses y ni siquiera tuvo las pelotas para decírmelo — escupe en mi dirección.
—Déjalo ir, Stefano. Ya no va a lastimar a Peter. —Llega la voz de Pablo—. De hecho, voy a dejarlo con un pequeño secreto. Lali es la única que no quería decirte. Peter se ha sentido mal por ello desde el comienzo. Así que, si quieres enojarte con alguien por no decirte, entonces mejor que sea con tu propia sangre, porque todos sabíamos. Todos hemos sabido hasta hoy. —Mira a Simon poniendo cordura en su rostro.
—Me importa una mierda quién sabía y quién no. Él era mi mejor amigo, fue su elección no decirme. Debería haber ido contra los deseos de Lali. Nada de esto habría pasado. ¡Porque ese cabrón no la habría tocado! — grita él, señalando en mi dirección.
 
Pablo lo ignora volviéndose hacia mí.
 
—Lo siento por lo que pasó entre tú y Lali. Deberías irte antes que este idiota se ponga más furioso. Hablaremos más tarde, lo prometo.
 
Asiento y hago señales con la mano a Stefano, y nos dirigimos hacia el auto. Me siento tan vacío por dentro y no sé a dónde ir desde aquí.

24 comentarios :

  1. me sorprendiste mucho con el cap
    dioos no pense que todo terminaria asi

    ResponderEliminar
  2. no quierooo que se separeeeeeee
    subiiiiiiiiiiiii maaaaaaaaaaaaaaas
    besoooooooooos

    ResponderEliminar
  3. Mass! Quiero saber que pasaaaaa

    ResponderEliminar
  4. Necesito saber que pasaaaaa

    ResponderEliminar
  5. +++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  6. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar