miércoles, 5 de junio de 2013

Capitulo 3

Capitulo 3

Lali

—Cariño, ¿te sientes bien? Te ves un poco verde —pregunta Emi. Sé que no está gritando porque Emi no grita, pero suena como si lo estuviera haciendo. En este momento tener los ojos abiertos hace que me duela la cabeza.
—Sí, Emi, estoy genial. —Trato de sonar alegre, pero estoy segura de que no lo pareció.  

Ella me mira y sacude la cabeza. La oigo levantarse de la silla de la sala de estar y entrar en la cocina. Oigo como los armarios se abren y cierran y, después de diez minutos, vuelve a entrar en la sala de estar con un vaso que contiene un líquido maloliente.
 
—¿Qué es eso? —pregunto.
—Lo que necesitas para sentirte mejor. —Me entrega el vaso y sale de la habitación. Lo huelo y mi estómago se retuerce. Siempre he sido un peso ligero y no importa lo poco que beba, siempre termino con resaca. Me aprieto la nariz con mis dedos y pego unos tragos. No pasa mucho tiempo y me siento mucho mejor. Ahora que me siento mejor, me sorprendo. Ella ni siquiera se enoja conmigo por estar con resaca. De acuerdo, voy a preguntarle a papá, si ella se convirtió en una persona comprensiva.  

Estoy tratando de esperar pacientemente a que mi hermana Jessica venga hasta aquí, pero no creo lograrlo. Vive aquí en la ciudad con su esposo Cody y su hijo de tres años, Jason. La llamé al segundo en que llegué aquí y le dije que se diera prisa porque tenía que hablar con ella. Lo que pasa es que Jessica no se da prisa a menos de que estés muriendo, y eso tampoco es algo seguro.   
 
Yo había llegado tarde a mi cita con Simon y Pablo para venir hasta aquí. Me regañaron y se enfadaron mucho conmigo. No sé si saben que casi duermo con alguien anoche o que sólo tenía resaca. No me he mirado en el espejo así que no tengo ni idea de cómo luzco. En el momento en el que entré por la puerta tuve que hablar con papá y Emi. Ahora que soy libre, voy a tomar una ducha y cambiarme de ropa.

Mis padres viven en una casa de dos pisos, con ocho dormitorios y seis baños. En el primer piso todo el suelo es de madera y las paredes de un color cálido, con muebles caros que combinan. Las escaleras están alfombradas con felpa blanca y las subo de dos en dos hasta la parte superior, donde giro a la izquierda hacia mi habitación, que es la segunda puerta. Al entrar me siento inmediatamente feliz de estar en casa de nuevo. Rochi ama el rosa por lo que nuestro dormitorio es un dolor de cabeza.
 
Mi cama con dosel, que he tenido desde que me mudé, está hecha con un edredón de Jack y Sally. La alfombra azul oscuro es suave bajo mis pies mientras cruzo la habitación para acostarme en mi cama. Miro los carteles que están colgados por todas partes. Tengo una serie de carteles que incluyen grupos como Lady Gaga, Kurt Cobain, Brand New, Machine Head y Disturbed. También tengo muchos pósters de libros. Stained por Ella Nicolas, The Secret of Ella and Micha por Jessica Sorensen, Twist por Dannika Dark, y el mejor de todos es Onyx por Jennifer L. Armentrout. Tengo que tener a mi Daemon con sus dulces ojos. Cubren mis paredes tan bien que casi no se ve la pintura azul pálido.
 
Entonces veo el cartel que he estado evitando observar desde que entré a la habitación. El mismo cartel que él tiene en su habitación. No quiero pensar en él en absoluto. La noche anterior fue tan descabellada que todavía no puedo creer que ocurriera. Quiero decir, ¡casi pierdo mi virginidad con un chico y ni siquiera sé su nombre! Dios, caí sentada en el territorio de putas.
 
Un golpe suena en mi puerta. Dios, espero que sea Jessica.
 
—¡Adelante! —grito.
 
La puerta se abre y entra mi hermana. Tiene su cabello negro recogido en un moño alto y su ceja está arqueada a lo largo de sus ojos azules. Me estremezco, porque no sé ni por dónde empezar. Es la única con la que puedo hablar sobre esto. No es uno de mis hermanos y puede guardar un secreto. Marie, que dios la bendiga, es una chismosa y no lo entendería. Fue virgen hasta el día en que se casó con Max.
 
—De acuerdo, me di prisa en prepararme para venir aquí así que escúpelo —dice dando golpecitos con el pie en el suelo.
—Casi pierdo mi virginidad anoche —rechino.
—¿QUÉ? —grita.
—¡Shhhh! ¿Quieres a Simon y Pablo aquí? Dios, me matarían y luego a él —digo, sentándome en la cama.
—Lo siento, sólo que me sorprendió, es todo. Cielos, La, ¿cómo demonios pasaste a los gemelos? —Se sienta en la cama conmigo.
 
Así que le cuento que Rochi me invitó a la fiesta y nos dieron de beber un poco, antes de que Simon me viera y tratara de que me fuera. Le dije que me iba y lo dije en serio, pero luego esa chica loca tiró su bebida sobre mí. Y que él me llevó a su cuarto para conseguir una camiseta seca y todo lo que sucedió allí. No sé quién estaba en la puerta, pero el vodka me hizo desmayarme mientras esperaba que él se deshiciera de ellos. Me desperté esta mañana con mi cuerpo enroscado alrededor de su pecho y mi cabeza contra su cuello. Él tenía sus brazos alrededor de mí y su cara enterrada en mi cabello.
 
—Así que me asusté y salí de allí antes de que él despertara. Dejé mi camiseta allí. —Hago una pausa y dejo escapar un suspiro porque esto va a ser el ejecutor del tiro—. Ah, y no sé su nombre o incluso cómo llegar a su casa para recuperar mi camiseta.
 
Jessica me está mirando como si nunca me hubiese visto antes.
 
—¿No sabes cómo se llama? Siento que te enseñé a ser mejor que eso.
—Lo sé, y estoy totalmente avergonzada de mí misma. No sé por qué hice lo que hice. Le echo la culpa al alcohol —digo riendo de mi broma.
 
Ella no lo encuentra divertido y me frunce el ceño.
 
—¿Estás segura de que nada más pasó? Quiero decir, él podría haberse aprovechado de ti mientras estabas desmayada.
Niego con la cabeza.
—No, no lo hizo. Quiero decir, nunca lo he hecho o cualquier otra cosa, pero estoy segura de que sabría si algo del tamaño de un pene hubiese estado por allí, Jessica.
—Sí, tienes razón. Estarías adolorida. —Se frota la sien como si esto le ayudara a resolver mis problemas—.Bueno, tienes dos opciones. O te olvidas de tu camiseta y de lo que pasó o descubres quién es.
—Oh, voy a averiguar quién es. Esa es mi camiseta favorita y tal vez me gusten los tipos como él. — Tartamudeo al decir la última parte.
—¿Realmente, La, crees que te gusta? Oh, esto es genial. Espero que sea una persona decente porque a ti nunca te ha gustado nadie. —Sonríe de oreja a oreja—. Mamá cree que eres lesbiana y que tienes miedo de decírselos.
—¿Qué? ¿Por qué piensa eso? —pregunto. Estoy totalmente sorprendida por eso.
—Supongo que es porque usas un montón de negro y nunca has tenido un novio. Le he dicho que ese no es el caso, pero piensa que estoy mintiendo por ti. —Pone los ojos en blanco y me rio.
—¿También le dijiste que cuando sus hijos sacan a relucir sus grandes nudillos asustan a todos los chicos en los que me fijo? —Vuelvo a caer en la cama y tiro mi almohada hacia la pared—. Quiero decir, ya es lo suficientemente malo que ellos sean tan sobreprotectores, y ahora han hecho que tu mamá piense que soy lesbiana. Lo cual no es algo malo, pero simplemente no lo soy.

 —Lo sé, cariño, pero ya sabes cómo es ella. Eres diferente al resto de nosotros en varios niveles—Empiezo a enfadarme, pero ella me tranquiliza—. Eres especial para todos y cada uno de nosotros, Lali, incluso para mamá. Trajiste luz a esta casa y amor a esta familia. —Le doy una expresión confusa y continúa—. Mamá y papá estaban siempre peleando y yo tenía miedo de que se divorciaran. Recuerdo el día en que entraste en casa con tu bolso de Hello Kitty y tus grandes ojos asustados. Mamá dejó ir todo su odio y sigo sin saber que pasó pero hiciste que arreglaran todos sus problemas.
 
Me quedo estupefacta y de piedra. No sabía que habían estado peleando antes de que yo me mudara. Los recuerdo siempre felices.
 
—¿Estás segura? Siempre parecían felices para mí.
—Estoy segura, cariño. Los arreglaste. Papá dejó de estar fuera de casa todo el tiempo y mama sonrió por primera vez en años. Y tampoco son los únicos. —Ella toma mi barbilla y la empuja hacia arriba para que pueda mirarla a los ojos—. Lali, yo salía con chicos y bebía mucho porque no quería lidiar con ellos. Me ayudaste porque los arreglaste. Mi casa estaba feliz de nuevo. Gaston fumaba una tonelada de marihuana y solía estar fuera todo el tiempo también. Marie fingía que nada malo sucedía, lo que no era bueno para ella, y odio pensar en lo que hubiera sucedido si se divorciaban. ¿Y los gemelos? Reaccionaban golpeando a los chicos en la escuela y a ellos mismos hasta que entraste en su vida y dejaron de ser unos matones.
 
En este punto, estoy llorando porque no tenía idea de que eso estuviera pasando antes de que yo me mudara. Bueno, sabía sobre los gemelos porque estaba en la misma escuela que ellos.
 
—¿Por qué lloras, La? No era mi intención molestarte. Sólo quería que supieras que eres la persona más especial de esta familia. —Me da un abrazo y me seco las lágrimas antes de manchar su camiseta.
—Lo sé, Jess, estas son lágrimas de felicidad, te lo juro. —Le sonrío y finalmente siento que pertenezco a esta familia.

Peter

Ella se había ido cuando me desperté. Y se había ido como un ladrón en la noche. Siento que me robó el corazón, así que tal vez sea una ladrona. Sé que no la conozco, o algo así, demonios, ni siquiera conseguí su nombre y eso me da vergüenza por incluso haberla tocado.
 
Me hizo algo, algo que no puedo olvidar o ignorar. Todavía siento sus manos en mi cuerpo y escucho los suaves gemidos que salían de sus labios. Nunca había estado con alguien tan receptivo, era como si estuviera tan perdida en mí como yo lo estaba en ella. Belen no era virgen cuando la conocí y era del tipo que follaba como si no lo disfrutara en absoluto. No es necesario decir que no teníamos relaciones sexuales muy a menudo. Y todos los encuentros al azar que he tenido en las últimas ocho semanas sólo eran para calmar el ansia.
 
Ella es diferente y no puedo sacarla de mi cabeza. Nunca amé a Belen, quiero decir, ¿cómo podría amar a una perra como ella? Lo intenté y creo que no debería haber estado con ella durante tanto tiempo. Simplemente sentí que era lo que se esperaba de mí. Yo era el mariscal de campo en nuestro equipo de fútbol de la escuela secundaria y ella era la capitana de las animadoras y sé que suena como un cliché, pero es lo que era.
 
Cuelgo su camiseta en la puerta de mi armario después de lavar con una esponja toda la cerveza que había en ella. No puedo evitar mirarla e imaginarla a ella. Es tan pequeña que me siento como pie grande a su lado. No es mi tipo en absoluto. Voy por las rubias con piernas largas y curvas. Ella no es nada de eso con su negro cabello largo y rizado y un metro y medio de altura. Donde me he excedido con grandes tetas y culos, las partes de ella entran perfectamente en mi mano. Me encanta.
 
Mi hermano menor, Stefano, irrumpe en mi habitación asustándome. Tiene dieciséis años y se comporta exactamente así. Su pelo largo y rubio está recogido en una cola de caballo. Su rostro, que es muy parecido al mío, luce con un poco de picardía. Oh, mierda, sabe algo de mí.
 
Él pasea hasta mi cama y se acuesta en el extremo.
 
—Entonces, ¿quién era esa chica que estaba saliendo a hurtadillas esta mañana?
—No lo sé —digo con honestidad. Sé que no me cree.
—En serio, ¿quién era? No dejas que ellas pasen la noche aquí. —Me conoce mejor que nadie y a veces odio eso.
—En serio, Stefano, no tengo ni idea de quién era. No le pregunté su nombre. —Me estremezco por mi estupidez. Podría golpearme a mí mismo por ser un idiota. ¿Quién toca a una mujer, que lucía como ella, y ni siquiera sabe su nombre?
 
Me mira como si acabara de romper su iPod.
 
—Peter, estoy sin palabras. ¿En qué diablos estabas pensando? ¡Oh, ya sé que no estabas pensando! —Me golpea en la parte posterior de mi cabeza. Ruedo mis ojos y le doy un empujón.
—Mira, no es así en absoluto. Quiero encontrarla. —Hago una pausa e imagino su rostro en mi mente—. No, tengo que encontrarla.
—Maldita sea, hermano, si no te conociera mejor diría que estás enamorado. —Me mira como si me hubiese salido otra cabeza.
—No estoy enamorado, Stefano, pero si alguna vez la encuentro y la conozco mejor, no creo que pase mucho tiempo para que eso suceda. —Lo miro y haré que me ayude. Odio sentirme fuera de control y esta chica me tiene amarrado.
 
—Demonios, Pitt, nunca pensé que vería el día. Cielos, ¿no estuviste con Belen por como seis años? —Asiento con la cabeza ante su pregunta—. Ni una sola vez te veías como ahora.
—¿Como qué?
—Como que no tienes ni idea de que hacer. Has tenido el control de tu vida entera y ahora algo está fuera de ella. ¡A mí, personalmente, me encanta! Eres demasiado serio todo el tiempo. —Se ríe moviéndose para salir de la cama—. Te ayudaré a encontrarla. Cuando lo hagamos, te la robaré. —Sé que está bromeando, pero igual le tiro una almohada en la espalda.
 
He gastado mucho tiempo hoy pensando en ella y es momento de prepararme para el partido de esta noche.

47 comentarios :

  1. !!!!!!!!! Otrooo!!!!

    ResponderEliminar
  2. mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

    ResponderEliminar
  3. mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

    ResponderEliminar
  4. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  5. me gusta mucho esta nueva novee!! SUbi otro maaaas !!1 Muero si se encuentra a la nochee en el partidoooo

    ResponderEliminar
  6. La Nove me gusta Mucho!! Sube por favor

    ResponderEliminar
  7. maaaaaaaaaaaaas!!!
    me encanta esta nove!

    ResponderEliminar
  8. hola!!!! Jajajaj se que te deje abandonada aja pero las tareas,examenes y todo eso me tiene ocupada ,,bueno recien leei tu nueva nove me parece genial ,, esta super la anterior me toca leerla de nuevo porue quede por el 13 ajaja esta super

    att: andrea de colombia

    SUBE MAS!!!

    ResponderEliminar
  9. Las historias que subis son la mejores!
    Sube otro porfa! :)

    ResponderEliminar