Capitulo 33

Capitulo 33

Lali

La mano de Benjamin tocó mi hombro, y me quedé inmovilizada, mi mente corriendo con repulsión mientras lo miraba. No había manera de que me alejara sin hacer una escena. Él me tenía bastante acorralada y estaba tratando de hacerme escuchar sus razones de mierda por lo que había hecho en la fogata.

La última cosa que quería hacer era estar ahí y reconocer su existencia. ¿Dónde estaba Peter de todos modos? Había pasado una hora desde que se había ido a conseguir bebidas, y me estaba distrayendo mientras charlaba con algunas chicas que sabía que estaban en el escuadrón universitario de la secundaria Penthill.
 

Peter me había enviado un mensaje de texto hace cuarenta minutos diciendo que volvería pronto, pero no lo había visto todavía. Para hacer el asunto peor, no podía parecer encontrar a Nico y Euge, quienes sospechaba estaban enganchados en este momento. Gaston y Hope también se habían alejado para encontrar algo para botanear.
 

Sin embargo, deseaba que uno de ellos viniera e interrumpiera a Benjamin. Más que nada, esperaba que Peter pudiera aparecer. Era el único que me hacía sentir segura.
 

―Sabes, no puedo disculparme lo suficiente ―estaba diciendo Benjamin―. Lo que hice estuvo mal y, lo juro, nunca haré nada como eso otra vez.
 

Rodé mis ojos. En verdad no me importara lo que tuviera que decir. Lo superé y no quería hablar de eso más.
 

―Está bien, lo que sea.

―Así que, tú y Peter en verdad están saliendo, ¿huh? ―preguntó, sus ojos llenos de interés.
 

Suspiré, preguntándome cuántas veces tenía que decirle la misma cosa una y otra vez.
 

―Sí, Peter y yo estamos saliendo. Nada ha cambiado desde la última vez que me preguntaste. Y la próxima vez que me preguntes, mi respuesta será exactamente la misma.
 

Benjamin dijo con desprecio:
 

―Sólo quería asegurarme. Tú sabes, considerando cómo tu supuesto novio está succionando la cara de tu mejor amiga.
 

¿Qué? Giré mi cabeza así miraba a través de las puertas de cristal y directo a la cocina. Mi estómago cayó mientras trataba de dar sentido a lo que estaba viendo. No había mucho para dar sentido, considerando cómo Mery estaba sentada en el regazo de Peter, y estaban cerrados en un apasionado abrazo.
 

Mi cuerpo comenzó a temblar. No. Esto no era real. Peter nunca me haría esto a mí. Sin embargo, la prueba estaba justo frente a mis ojos. Él estaba besando a Mery, sus manos vagando por todo su cuerpo. Las mismas manos que me habían acariciado y sostenido estaban ahora sobre ella.
 

Tuve esta repentina urgencia de vomitar, pero lo sostuve dentro. Por lo contrario, calientes, gruesas lágrimas se deslizaron bajo mi cara mientras los miraba, sin moverme.
 

Ellos se alejaron y Mery miró afuera y me vio mirándolos. Dijo algo a Peter y saltó fuera de su regazo. Peter se giró en mi dirección y nuestros ojos se encontraron. Mis pies me llevaron pasando a Benjamin y hacia las puertas de cristal. Las deslicé abiertas justo cuando Peter se paró, luciendo confundido.
 

Cuando entré en la cocina, me estaba mirando con ojos vidriosos. No podía formar ninguna palabra. Me sentía tan rota. No quedaba lucha en mí. ¿Qué puedo hacer? Él dijo que me quería, pero me había traicionado. Había desperdiciado mis sentimientos en él.

Peter se tambaleó hacia adelante. Estaba muy borracho, pero eso no cambiaba nada. Él todavía lo hizo con Mery sin preocuparse por mí.
 

―La, yo…
 

―No, no quiero escucharlo. ―La rabia estaba pulsando a través de mis venas como veneno―. He visto suficiente.
 

Él sacudió su cabeza, sus ojos dudosos.
 

―Déjame explicar. Lo sien…
 

―¡No te atrevas a pedirme disculpas! Eres sólo tan malo como Benjamin. No puedo creer que caí por tu acto de chico agradable. ―Mi voz temblaba con furia―. Terminé contigo.
 

Peter se quedó callado, probablemente porque su mente borracha no pudo pensar en nada que decir. Mi mirada cayó sobre Mery quien estaba bebiendo delante de nosotros con una expresión engreída en su cara.
 

―Y tú ―dije, señalándola―. ¿Te llamas a ti misma una amiga? Eres la más baja, más manipuladora persona que nunca he conocido.
 

Mery dijo con desprecio:
 

―¿Crees que en realidad me importa lo que piensas de mí? Pensabas que eras tan buena con tu novio sabor-del-mes. Bueno, sólo probé que él no es nada especial, sólo otro perdedor que todos olvidarán en una semana.
 

No era una persona violenta, pero en ese momento todo lo que vi era rojo. Marché hacia Mery y la abofeteé tan duro que todo lo que escuché fue un resonante crujido mientras mi mano hacía contacto con su mejilla.
 

Mery se tambaleó hacia atrás por la fuerza del golpe mientras su mejilla rápidamente se volvía una fea sombra de rojo. Me dio una mirada que podría matar.
 

―¡Te vas a arrepentir de esto, Lali! ¡Me voy a asegurar de que nadie nunca quiera nada que ver contigo!

―Me gustaría verte tratar, tú puta. ―Mi voz estaba increíblemente calmada mientras me giraba alrededor.
 

Una multitud se había reunido alrededor de las puertas de cristal mientras miraban el intercambio entre nosotros tres. Empujé a través de ellos, ignorando todo lo que estaba pasando alrededor de mí. Mi mente estaba enfocada en una cosa, y lo repetía una y otra vez en mi mente.
 

Estaba sacando a Peter Lanzani de mi vida para siempre, y nunca iba a permitirle a nadie entrar de la manera en que se lo permití a él.  

La gente que amaba siempre terminaba lastimándome, y nunca iba a dejar que sucediera de nuevo otra vez.