martes, 13 de agosto de 2013

Capitulo 2

Peter

Sólo en sueños podría suceder de esta manera

Yo no quería venir a esta playa, por el calor. Prefería estar escondido en la casa de mi padre.

Pero entonces la vi.
 
Caminaba lentamente al paseo marítimo con otra chica. No pude quitar mis ojos de ella. Lo cual es extraño, teniendo en cuenta que exactamente cero chicas me habían llamado la atención desde que mi corazón fue arrancado, pisoteado, y empujado de nuevo en mi pecho con tierra y ramitas pegadas por todas partes. Pero esta chica... ¿La conocía de alguna parte? Sentía como que la conocía de antes. Y no sólo porque es hermosa. Si pudieras convertir el verano en una chica, se vería como ella. Pelo castaño brillante. Shorts con rasgaduras. Bronceada por pasar el rato en la playa durante todo el verano.

Amigo. Lleva una camisa de Police Tour.
 
La parte de mí que había estado comatosa desde que mi corazón fue destruido despertó.
 
Cuando me miró con esos ojos irreales, supe que todo estaba a punto de cambiar.
 
Nacho chasqueo los dedos frente a mi cara.
 
—Esta buena —confirma—. Pero debe estar loca. Obviamente, quiere contigo.
 
Mi padre fue a la escuela secundaria con el padre de Nacho. Crecieron en Stirling, una ciudad en Nueva Jersey no muy lejos de West Orange, de donde soy. Conocí a Nacho cuando fuimos a su casa a cenar hace unos días. Su casa es una de las masivas mansiones en la colina. Sea Bright tiene una interesante diversidad socioeconómica. Hay toda clase de extravagantes casas en la colina, no muy lejos de un montón de casas de playa destartaladas. Como si la línea de la riqueza no fuera dolorosamente clara, un arroyo divide las dos áreas. La mayor parte de las casas de playa aquí se ven como si pudieran ser reducidas a un montón de tablas con un estrepito ante un fuerte viento. Las casas de la montaña están orientadas de manera que sus enormes ventanales ofrecen vistas increíbles del océano. Sus ventanales parecían imágenes en una sala de cine, todas contra la pantalla.
 
Nacho está bien. Me siento como un perdedor menos teniendo a alguien para pasar el rato en la playa y esas cosas. Nacho es el que me habló de esta fiesta. No tenía nada mejor que hacer. Así que aquí estoy.
 
Con ella.
 
Tengo que saber quién es.
 
—Ve por ella hombre. —Nacho me anima cuando me levanto. Como si tuviera una remota oportunidad. Pero no puedo evitarlo. Mi cuerpo y mi mente estaban cerrados. La lógica no ganaría esta batalla.
 
No puedo creer que esté haciendo esto.
 
Me acerco a ella en un trance. Las palabras salen de mi boca. No tengo ni idea de lo que digo, solo que ella me está respondiendo. Aparente estábamos teniendo algún tipo de conversación.
 
Dice que su nombre es Lali. Cuando me señala que una de esas casas gigantescas en la colina es de ella, no señalo la destartalada cabaña de mi padre.
 
—¿Quieres ir a dar un paseo? —Dejo escapar. Tengo que salir de aquí. No quiero que ella vea lo incómodo que estoy rodeado de gente con dinero. En esta fiesta parece estar toda la gente de montaña. Incluyendo la señora chillona junto a nosotros que no se calla.
 
—Absolutamente —dijo Lali.
 
Caminamos por la orilla del mar. Lali se quita sus flip-flops y las sostiene para poder caminar en el agua. Trato de no mirar sus piernas.
 
—La luna es tan bonita —dice ella—. Mira como está situada justo al lado de esa estrella.
 
—Eso es realmente Venus.
 
—¿Lo es?
 
—Sí. Es más brillante que cualquier estrella que podamos ver en estos momentos. Y la luna es luna menguante. Una fase genial. Pero mi favorita es la fase de cuarto menguante.
 
—¿Por qué?

—Se parece a la luna que dibujamos en la escuela primaria. —Si pudiera volver atrás. No muy atrás en la escuela primaria. Solo al año pasado. Me gustaría poder empezar de nuevo sabiendo lo que sé ahora. Nunca le habría dado a Mery ese oso de peluche para el Día de San Valentín. Se veía tan inocente en el momento con su piel blanca y esponjosa y un lazo de satén rojo. Pero era un instigador. Un instigador esponjoso del mal.
 
—A veces me olvido de cuan sencilla solía ser la vida —dice Lali.
 
—Por supuesto. ¿Cuándo se volvió todo tan complicado?
 
—Lo sé, ¿cierto? El punto culminante de mi día consistía en jugar la cuna de gato con mis amigos en el recreo. Ahora es como si algunos días no pudiera ni respirar.
 
—Casi todos los días tengo que recordarme a mí mismo respirar.
 
—¿Por qué?
 
—Estoy un poco neurótico. Una enfermedad común entre los artistas.
 
—¿Eres un artista?
 
—Más bien como un aspirante a artista. Sobre todo pierdo el tiempo con collages de técnica mixta.
 
—¿Como con papeles y metales y esas cosas?
 
—Exactamente. Y me gusta usar objetos que encuentro.
 
Lali se agacha y toma una piedra lisa y blanca.
 
—Esto es un objeto encontrado. —La sostiene hacia a mí—. ¿Qué puedes hacer con ella?
 
—Tantas cosas —digo, a pesar de no ser capaz de pensar en una sola. Lali pone la piedra en mi mano, sus dedos rozaron los míos. Su piel es muy suave.
 
—Um. ¿La cuna de gato, es juego con una cuerda?
 
—¿Tú nunca has jugado?
 
—Los chicos no están interesados realmente en los juegos de cuerda.
 
—Cualquier persona que llevara pulseras de la amistad le gustaría la cuna del gato.
 
—¿Tienes alguna cuerda aquí?
 
—La próxima vez.
 
—¿Así que va a haber una próxima vez?

—Aplico las reglas de la vieja escuela —declara Lali—. No me gusta cómo todo el mundo está atrapado frente a una pantalla todo el tiempo. Es como si las personas no quisieran interactuar con el mundo real ya.
 
Eso me molesta, también. ¿Cómo es que esta chica sabe todo?
 
—¿Has visto a ese tipo que pinta arena? —pregunto—. Lo descubrí ayer en mi camino hacia el local de granizados. Crea diseños increíbles en una rampa de hormigón usando arena de colores.
 
—¡Sí! Es increíble. Sus colores son tan vivos.
 
—Lo sé. Al principio pensé que estaba utilizando mayormente colores pasteles…
 
—… ¡Pero todo es arena de colores! Me gusta la arena de colores.
 
—A mí también. Funciona muy bien en collages.
 
Nos sonreímos el uno al otro, unidos por el arte.
 
El arte del collage siempre me ha atraído. Cuando tenía siete años, mi mamá me llevó a una exposición en el Guggenheim con estos collages a gran escala. Yo estaba en completo asombro. Recuerdo serpentear por el camino en espiral, deteniéndome frente a cada pieza para mirarla boquiabierto. Cada collage cuenta una historia de manera única. Son como piezas de un rompecabezas o capítulos de un libro. Pueden ser sutiles y decir mucho al mismo tiempo. Me encanta cómo el efecto final es mayor que la suma de sus partes.
 
—Supongo que has estado en el local de granizados —digo.
 
—Ah, ¿te refieres a mi segundo hogar? —Lali se agacha para recoger una concha blanca estriada con rayas grises—. Hemos estado viniendo aquí cada verano durante los úlTimos siete años. Los granizados son una adicción inmediata. Y son esenciales cuando hace calor. Siempre los consigo cuando salgo.
 
Espero que Lali no me pregunte por qué estoy en Sea Bright. Escapar con ella de esta manera me hace sentir vivo. Puedo reconocer partes de mí mismo que no he visto en todo el verano. Pero hablar de la escuela me obligaría a revivirlo todo de nuevo. Mis amigos me han estado diciendo que vuelva a salir. Para empezar a conocer gente nueva. Pensé que esconderme en mi habitación todo el verano era la mejor idea. Es por eso que mi mamá me hizo venir aquí durante la semana antes de que comience la universidad. Así que me estoy quedando con mi papá en nuestra casa de la playa. Excepto que desde que él se largó el año pasado, ha sido su casa durante todo el año. Tanto necesitaba escapar.

Lali se detiene a mirar el mar. De pie aquí con ella, estoy abrumado con la posibilidad. Tal vez realmente puedo tener la vida que quiero algún día. Aunque mi corazón siga diciéndome que no puedo.
 
—Me encanta este lugar —dice Lali.
 
—Traje mi cuaderno de bocetos aquí el otro día y trabajé en un nuevo collage. Todo este ambiente pacífico es muy inspirador. —Ese collage resultó ser uno de mis favoritos. Puse tiras de papel de seda en capas de diferentes tonos de azul y verde para crear el mar. Observar los colores del agua cambiar durante algunas horas era algo que nunca había hecho antes. Me dio una nueva apreciación del mar.
 
Lali me da una mirada extraña.
 
—¿Qué? —digo.
 
—Nada. —Empezamos a caminar de nuevo—. Es solo que... eres como que perfecto.
 
—Ni siquiera cerca. Todos tienen su asunto.
 
—¿Qué asunto?
 
—Todo el mundo viene con equipaje. Nadie es perfecto. Puedes trabajar en un problema, pero incluso si lo resuelves siempre va a haber otro problema. Así que “asunto” es tu mayor problema en un momento dado.
 
—Eso es muy cierto.
 
—¿Cuál es el tuyo?
 
—¿Mi asunto?
 
Asiento con la cabeza.
 
—Es un secreto —dice ella—. Esperando a ser revelado.
 
—Entonces supongo que tendrás que descubrir el mío también.
 
—Pero puedo decirte un secreto diferente.
 
—Adelante.
 
—¿Conoces a ese conejo espeluznante de Donnie Darko?
 
—¡Sí!
 
—A veces tengo pesadillas con él.

—Amigo. Es tan espeluznante.
 
—Él redefine espeluznante.
 
—Busqué espeluznante en el diccionario y había una foto de él.
 
Lali se ríe.
 
Hay algo en la luz antes de la puesta del sol que me cautiva. Tratar de recrear los colores del agua y el cielo no es fácil. Pero me mantengo tomando fotos mentales, con la esperanza de que lo haré bien con el tiempo.
 
—Nubes rosadas —dice Lali. Se ve tan hermosa, iluminada por el sol. No noté todos los matices de dorado y cobre en su cabello antes.
 
—Una carrera hasta la duna —desafía.
 
—¿Qu..?
 
—¡Vamos!
 
Lali sale corriendo hacia una gran duna de arena rodeada de pradera marina alta. Corro detrás de ella. Es bastante rápida. No soy del tipo espontáneo, pero hago un esfuerzo por alcanzarla para fingir que lo soy. Cuando llego a la cima de la duna, estoy jadeando. Debería estar en mejor forma. Luzco como si estuviera en mejor forma. Es engañoso.
 
Lali ríe y da vueltas. La brisa sopla su cabello hacia atrás. El sonido de su risa se mezcla con las olas del mar estrellándose.
 
Me doy cuenta de que caminamos una larga distancia. La fiesta es un pequeño punto en la distancia. Probablemente deberemos regresar pronto.
 
Pero por ahora, solo somos nosotros. Nuestra conexión instantánea es innegable. Miro a Lali viendo los colores del atardecer brillando en el agua.
 
Podría nunca tener otra oportunidad como esta.
 
Cuando Lali se vuelve hacia mí, no pienso. La atraigo hacia mí.
 
Y la beso.

23 comentarios :

  1. me encanto el cap
    sube otro

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  2. mass
    quiero saber la reacción de lali

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  3. sube mas caps hoy porfa

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  4. sube el cap 3 me encanto la nueva nove

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  5. mas nove
    me encanto el cap

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