sábado, 24 de agosto de 2013

Capitulo 15

Peter

Ese trueno en tu corazón

Por supuesto que Daniela abandonó a Agustin el año pasado. Justo después del incidente en la Cena en la Plaza.
 
Ser abandonado golpeó muy fuerte a Agustin. Al principio, estaba negado. Caminando con fuertes pisadas diciendo cosas como.

—¿Cómo pudo abandonarme a mí? ¿Cuán retrasado es eso? —Luego cayó. No salió de la cama por una semana. Cuando Agustin finalmente emergió (y, afortunadamente, tomó una ducha), comencé a notar pequeños cambios. No despotricaba tanto sobre cómo nuestra sociedad está pudriéndose desde adentro. Algo de su aire pretencioso se había suavizado. Eventualmente él sólo… se relajó.
 
Estoy descubriendo que la versión menos engreída y más suave de Agustin es más agradable.
 
Tenemos la misma suite que el año pasado. Agustin no es la única mejora. Jaime de hecho ha, espera por esto, dejado de jugar. Fue puesto en libertad condicional académica el semestre pasado. Cuando los padres de Jaime se enteraron de que estaba a punto de ser expulsado de la Liga Ivy porque no podía separarse de su controlador, vinieron con la ira de la gente que paga por su existencia desmesuradamente cara. Amenazaron con cortarle todo flujo de dinero si no se ponía en forma.
 
Jaime necesita un 3.0 este semestre o lo expulsarán. Decidió dejarlo de golpe. Dejo su equipo de juegos en casa.
 
Las cosas también han cambiado para mí. No le dije nada a Lali porque no quería que se preocupara. Cosa que ella definitivamente haría si supiera lo difícil que este semestre ha sido para mí. El trabajo más clases es igual a menos tiempo para ver a Lali. Todo lo que quiero hacer es estar con ella. Si pudiera hacer una carrera de estar con Lali, todo estaría solucionado.
 
Desafortunadamente, ese no es mi trabajo. Soy una imbécil que sirve gaseosas en Phantom Fountain. Es esta fuente de soda de vieja escuela en Pine y la 21°. Mi papá conoce el dueño. Supongo que se cobró un favor. No sabía casi nada de servir helados cuando comencé. Mi trabajo implica hacer helados, proveer a las parejas dos enormes sorbetes para compartir los batidos blancos y negros, y dominar la expendedora de gaseosa. Todavía estoy perfeccionando mis habilidades con la crema de huevo.
 
Vern es uno de los tipos antiguos que ha sido cliente regular desde la creación del helado. Prueba la crema de huevo fresca que pongo frente a él.
 
—No está mal —dice Vern—. Para nada mal. Estas aprendiendo.
 
—Gracias. —Limpio el mostrador y rápidamente reviso el reloj. Ya casi es hora.
 
—Tienes una gran cita esta noche, ¿eh? —dice Vern con un guiño cómplice. Todos saBen que Lali va a venir de visita. No puedo evitarlo. Ella es todo en lo que puedo pensar.
 
— Sí.
 
—¿Qué te gusta de esta chica?
 
—¿Alguna vez has encajado con alguien, Vern?
 
Vern revuelve su crema de huevo.
 
—Creo recordar algo parecido.
 
—Entonces lo sabes.
 
—No vayas a romper ningún corazón.
 
—No, señor. —Reviso el reloj una vez más—. Ella llegará pronto. Mejor me voy.
 
—Ten algo de diversión extra por mí, ¿me oyes?
 
—Seguro.
 
Estrechamos las manos para sellar el trato.
 
En la sala de descanso, lanzo mi gorro de papel al casillero. Me cambio de camisa y meto la de trabajo en la maleta. De ninguna manera la usaría en público. Es una camisa blanca estilo vintage con detalles en negro que tiene mi nombre grabado sobre el bolsillo. La camisa es rara y genial aquí. Pero en el mundo real es simplemente rara.
 
Se suponía que Lali iba a venir de visita el fin de semana pasado. Nuestro plan original era visitarnos mutuamente cada fin de semana, intercambiando. Pero el úlTimo fin de semana tuve que trabajar doble. Además, tuve que estudiar para ese asesino examen de Finanza Corporativa. Mis clases no eran tan simples como pensé que serían. Sólo había unas pocas clases que me realmente me desafiaran en la escuela secundaria. Esperaba que la universidad fuera más de lo mismo. Pero un par de esas clases especializadas de negocios estaban pateándome el trasero. Quizás sería diferente si encontrara interesante algo de esta porquería. Entre estudiar para los exámenes y escribir trabajos, dedicar cada fin de semana a Lali no será fácil. Se siente como si no la hubiera visto en un millón de años.
 
Recuerdo el úlTimo año cuando no podía dejar de pensar en Lali. Me preguntaba dónde estaba. Me preguntaba qué hacía. Cómo anhelaba que apareciera y me encontrara una noche.
 
Ahora mi fantasía es realidad.
 
Cruzo corriendo el puente de regreso hacia el campus. Hay tantas cosas que quiero mostrarle a Lali. Pero no quiero abrumarla planeando demasiado. Quiero que ella quiera regresar. Le dijo a sus padres que iba a pasar la noche en la habitación de una chica en otro dormitorio. Una chica que Lali dijo que era mi amiga, pero que en realidad no existe. Estoy seguro de que sospechan que se quedará en mi cuarto.
 
En mi cama.
 
Agustin juro que había encontrado otro lugar donde dormir esta noche. Probablemente dormirá con Gas y Jaime. Ahora que Jaime está en un descanso de los juegos, está resultando ser un tipo decente.
 
No hay nadie en la suite cando regreso. Lo cual era perfecto. No tengo tiempo para distracciones. Tengo una hora antes de que el tren de Lali llegue. Es suficiente tiempo para tomar una ducha, limpiar la habitación y correr hacia la estación para recogerla. Apena. Es bueno que haya lavado las sábanas anoche.
 
Alguien toca la puerta mientras me estoy secando, después de tomar la ducha. Ato la toalla alrededor de mi cintura y abro la puerta.
 
Lali está aquí.
 
—¡Hola! —digo—. Creí que iba ir a buscarte.
 
—Tome un tren más temprano. No podía esperar para llegar. ¿Está bien?

—¡Por supuesto que está bien! Está más que bien.
 
—Genial.
 
—Estoy en una toalla.
 
—Puedo verlo.
 
—Entra.
 
Lali estudia la habitación. Pone su maleta en mi cama.
 
—Éste es obviamente es tu lado.
 
—Dios, ¿cómo puedes decirlo?
 
—Oh, no sé. ¿Ausencia de asquerosidad? ¿Acaso Agustin limpia alguna vez?
 
—No mucho, no.
 
Lali hace una mueca hacia su lado de la habitación.
 
—¿No es un peligro para la salud?
 
—Somos chicos. —Abro un poco más la ventana—. Los chicos son generalmente algo peligrosos para la salud.
 
—Tú eres mucho menos peligroso.
 
—Lo intento. Así que, umm, sólo déjame… —Tomo ropa de mi vestidor—. Me vestiré. Siéntete como en casa en mi lujoso metro cuadrado de espacio.
 
—Gritaré si me pierdo.
 
Cuando salgo del baño, Lali está frente a mi caballete, mirando el collage en el que estoy trabajando. Estoy usando una gran pieza de madera que encontré en una pila de descarte de una obra en construcción. Los trabajadores de la construcción usualmente no tienen problemas en permitir que me lleve cualquier cosa de la que se están deshaciendo.
 
—¿Éste es el de que me estabas hablando? —pregunta.
 
—Sí.
 
—Es hermoso.
 
—Gracias.
 
—Amo los colores.

—¿Notaste el marron?
 
Ella vuelve a mirar.
 
—¿Qué marron?
 
Me muevo detrás de ella y señalo el marron.
 
—Éste de aquí.
 
—Es bonito.
 
—¿Te recuerda algo.
 
—Umm…
 
—Lo mezclé para captar el color de tus ojos. O estaba tratando. —Tan pronto como las palabras salen de mi boca, quiero volver a meterlas. ¿Va a pensar que eso es cursi? Contengo la respiración.
 
Lali se vuelve para mirarme.
 
—Eso fue, como, las cosa más dulce que alguien haya hecho por mí jamás —dice.
 
—¿En serio?
 
—En serio.
 
—Te eché de menos. —Tiró de ella para acercarla a mí. No quiera dejarla ir nunca.
 
—Yo más.
 
La beso con suavidad. Así es como solía imaginar que besaba a Lali en mis fantasías donde ella aparecía de repente después de buscarme. Ella me diría cómo había sido incapaz de dejar de pensar en mí. Cómo sabía que estábamos hechos para estar juntos. Que soy el único con el que quiere estar para siempre. Después nosotros…
 
La puerta del baño de abre.
 
—Oh lo siento, hombre —dice Gaston—. Estaba buscando a Agustin.
 
—Ella es Lali.
 
—Hola. —Gas hace un saludo incómodo con la mano—. He oído mucho sobre ti.
 
—Eso debió ser bastante aburrido —dice Lali, sonrojándose por haber sido sorprendida.
 
—¿En serio? Este chico piensa que eres absolutamente genial.

—Umm… ¿gracias?
 
—Los dejaré solos pero, ¿sabes si Agustin se va a quedar con nosotros esta noche?
 
—Quizás. No estoy seguro.
 
—No hay problema, lo veré más tarde. Un gusto conocerte, Lali.
 
—Lo mismo.
 
La puerta del baño se cierra de un golpe.
 
—¿Quieres en Center City? —pregunto—. Hay un montón de cosas que quiero mostrarte.Pero si no tienes ganas de bajar otra vez, está bien.
 
—No, tomé un taxi hasta aquí.
 
—Oh. —Debe ser lindo. Nunca tomo taxis. Son demasiado caros.
 
Cada vez que camino al campus desde la estación de tren, una intensa sensación me inunda. Es como esta fuerte sensación de volver a casa. Cruzar el Puente de Walnut Street hacia Center City también es poderoso. Si la libertad, la emoción, y la posibilidad se reunieran y decidieran convertirse en una emoción, ésa sería la sensación que tengo. Para cuando llego a la plaza Rittenhouse, estoy zumbando con el impresionante potencial de todo. Crecer en los suburbios te hará eso. Un soplo de vida de ciudad y eres como un animal desenjaulado corriendo salvaje.
 
Cruzar el puente con Lali es una cosa totalmente diferente. Ese intenso zumbido aún me golpea. Pero ahora significa más. Quiero compartir esta parte de mi vida con ella de una manera que nunca he querido con nadie más. Desearía poder explicar exactamente cómo esto me hace sentir. Es realmente difícil conseguir a alguien se entusiasme tanto sobre tus propios lugares de rutina como tú. Ella nunca sabrá exactamente cuánto me afecta esto. Pero aun así quiero tratar de explicarlo.
 
—¿Ves ahí abajo? —Señalo por la empinada escalera que conduce desde el extremo de Center City del puente a mi tranquilo y verde futuro—. Ahí es donde quiero vivir el próximo año. Alrededor de 20° y Pine, para ser exactos.
 
—¿Puedo verlo?
 
—Pensé que iríamos mañana. El lugar donde trabajo está muy cerca de allí. Vern quiere conocerte.
 
—¿Quién?
 
—Ya lo verás.

Giramos a la derecha hacia la calle Locust. Mostrarle la Plaza Rittenhouse es una buena manera de comenzar. Ella piensa que es linda.
 
—¿Qué es Wawa? —pregunta Lali.
 
—Es como un 7-Eleven. ¡Vamos! Entremos. Hay algo que tienes que probar.
 
Sostengo la puerta abierta para ella. Luego voy rápidamente hacia el estante de Tastykake.
 
—Tienes que probar esto. —Tomo un paquete de Butterscotch Krimpets—. Te cambiarán la vida.
 
—¿Antes de la cena?
 
—Ta cambiarán la vida después de la cena.
 
—Vendido.
 
—¿Tienes sed?
 
Ella asiente.
 
—¿Agua?
 
Ella asiente otra vez.
 
Pago por nuestras aguas y los Butterscotch Krimpets. Soy un gran derrochador. De hecho, he estado ahorrando para esta cena. Lali sigue hablando de estos restaurantes de moda a los que quiere ir. Por supuesto que son los restaurantes más caros en Center City. No sé cómo decirle que no puedo pagarlos. Pero lo que pude ver cuando los revisé en línea es que a Lali le gustan los restaurantes ínTimos con baja iluminación. Así se me ocurrieron tres lugares que más o menos puedo pagar que creo que le encantarán. Iremos donde ella quiera.
 
—¡Oh, esto es tan lindo! —dice Lali que cuando llegamos a la plaza Rittenhouse. La plaza es un oasis rodeado de calles muy transitadas. Bancas pintorescas delinean senderos que dividen las secciones verdes. La gente está sentada sobre la hierba en grupos o simplemente relajándose por su propia cuenta—. ¿Vienes mucho por aquí?
 
—No tanto como solía hacerlo. Pero sí, es divertido traer a mi cuaderno de bocetos y simplemente observar a la gente.
 
—¿Podemos sentarnos un minuto?
 
—Por supuesto. Lo que tú quieras.

Ocupamos un banco junto a la fuente. Pongo mi brazo alrededor de Lali. Ella se apoya en mi hombro. Está empezando a oscurecer. Vemos encenderse las luces de los edificios.
 
—¿Estás muy emocionado por conseguir un apartamento el próximo año? —dice Lali.
 
—No tienes ni idea.
 
Ella se endereza.
 
—Estoy bastante segura de que yo sí. No puedo esperar para ser libre. Tienes mucha suerte. Todavía me falta un año entero.
 
—Y entonces me puedo quedar en tu casa.
 
—Probablemente tenga que vivir en los dormitorios el primer año. ¿No es eso estándar?
 
—Sí, pero es mejor. No recibes la experiencia universitaria completa si vives fuera del campus de inmediato.
 
—¿Te molesta que todavía esté en la escuela secundaria?
 
—¿Qué? No. ¿De dónde viene eso?
 
—No puedes dormir en mi habitación.
 
—¿Y? Puedes dormir aquí.
 
—No puedo venir a verte cuando quiera.
 
—Yo tampoco. De todas formas, entre la universidad y el trabajo, no estoy disfrutando exactamente de una gran cantidad de tiempo libre estos días.
 
—Todas estas cosas te están sucediendo de las que yo todavía no sé nada. La “experiencia completa en la universidad”. No puedo entender por lo que estás pasando.
 
—Oye. ¿Lali?
 
—¿Sí?
 
La abrazo cerca de mí.
 
—No me importa ninguna de esas cosas. Sólo quiero estar contigo.
 
—¿Me lo prometes?
 
—Te lo prometo.
 
Justo cuando la beso, la farola sobre nosotros parpadea. Lali la mira y ríe.

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23 comentarios :

  1. me encanto el capitulo

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  2. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  3. sube otro capitulo por favor

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