lunes, 5 de agosto de 2013

Capitulo 24

Capitulo 24

Peter

Me acosté boca abajo en el suelo, tratando de no moverme. Lali estaba llorando en voz alta y cada gemido hacía doler mi pecho. Probablemente pensaba que me había desmayado o algo peor. Quería consolarla, pero no quería moverme. No podía decirle que estaba bien, que sólo estaba esperando la oportunidad adecuada para patear la mierda de ese bastardo.

―¡Cállate! ―le gritó Benjamin a Lali―. O enviaré a tu novio a tomar un pequeño baño.
 
¡Ese imbécil limpión! Pensaba que estaba inconsciente y quería tirarme al lago, sin importarle si vivía o moría. Bueno, pasaría otra cosa.
 
Era fácil oír sus pasos en el suelo y lo supe en el segundo que llegó y se paró a mi lado. Una punzada de dolor me golpeó de lleno en el costado. Tenía la desfachatez de patearme mientras estaba tirado. Me tragué el dolor y traté de mantenerme lo más tranquilo que pude, a pesar del dolor enloquecedor. Me pateó un par de veces más y entonces sentí que me daba la vuelta.
 
―Quédate donde estás, Lali. Si haces tan sólo un ruido, voy a asegurarme de que nunca vuelva a ver a luz del día. ¿Me entiendes?
 
Con la atención de Benjamin en Lali, hice mi movimiento. Salté a mis pies y, haciendo caso omiso del dolor que me atravesó las costillas, tiré a Benjamin al suelo. Lali gritó cuando golpeé a Benjamin con los puños, empujándolo hacia abajo cada vez que trataba de levantarse.
 
Hijo. De. Puta. Iba a pagar por lo que le había hecho a Lali. No volvería a dejar que la hiriese de nuevo. Iba a romperle todos los huesos del cuerpo. Mientras lo golpeaba, lo único que podía ver era en rojo. No pararía hasta que consiguiese lo que se merecía.
 
Unas suaves y gentiles manos me tiraron hacia atrás, pero me liberé y me preparé para golpear de nuevo a Benjamin. Las manos se pegaron a mí otra vez y luego oí la única voz que podía calmarme.
 
―Peter, está bien. Puedes parar ahora… está inconsciente. Déjalo. ―Los brazos de Lali se envolvieron a mi alrededor desde atrás y me derrumbé en mis rodillas, llevándola conmigo.
 
Nos quedamos allí durante varios minutos hasta que mi respiración volvió a la normalidad. Miré por encima de ella, la culpa mordiéndome mientras veía sus lesiones. A la luz de la luna que se filtraba a través de los árboles, pude ver que un lado de su cara estaba aumentando rápidamente y que tenía un rasguño justo debajo de su ojo. Si sólo hubiera llegado allí antes. ¿Por qué había tardado tanto? Debería haber ido tras ellos inmediatamente. Esto era mi culpa.
 
―Deja que te lleve a casa ―le dije mientras le alisaba su cabello castaño.
 
Lali trató de hablar, pero su voz se quedó atascada en su garganta cuando miró más allá de mí, con los ojos muy abiertos por el miedo. Benjamin gruñó detrás de mí, y me di cuenta de que se estaba despertando. Me puse de pie y tomé la mano de Lali. No necesitó ninguna incitación más y me siguió sin decir palabra.
 
Mientras desaparecíamos profundamente en los árboles, una cadena de palabrotas sonaron en voz alta y clara en la noche.
 
***

Una vez que tuve a Lali en mi coche, me di cuenta de lo mucho que estaba temblando. Me giré para agarrar la chaqueta de repuesto tirada en el asiento de atrás y la envolví alrededor de sus hombros. Todavía no había dicho nada y estaba empezando a preocuparme de que estuviese en estado de shock. Mamá estaría en casa pronto. Tal vez debería pedirle que le echase un vistazo a Lali.

Mi primer pensamiento había sido llevarla a su casa, pero ahora no estaba tan seguro de si eso era una buena idea. La Sra. Esposito tendría un centenar de preguntas para Lali, y sabía que no querría ser interrogada por su madre. Probablemente era mejor si nos íbamos directamente a mi casa antes de que mi madre volviese.
 
―¿Quieres pasar la noche en mi casa? ―le pregunté.
 
Lali me estudió con los ojos abiertos ampliamente y asintió lentamente. Esa fue toda la confirmación que necesité antes de que sacase mi teléfono y enviase un mensaje a Yuki.
 
¿Puedes cubrir a Lali si su madre te llama?
 
Diez segundos más tarde, mi tono para mensajes sonó.
 
Claro. ¿Por?
 
Va a pasar la noche en mi casa.
 
Oh. Ok. Diviértanse ;)
 
Yuki probablemente pensaba que por fin había marcado con Lali. Poco sabía lo que realmente pasaba. Era irónico que hasta hace una semana, apenas había reconocido la existencia de Yuki, pero ahora ella era alguien a quien podía considerar una amiga. Había sido demasiado crítico cuando se había tratado de los chicos "populares". Excepto por Benjamin. Lo había juzgado con toda la razón. Era el imbécil enfermo y limpión que siempre había pensado que era.
 
Me volví hacia Lali que estaba mirando por la ventana frontal con ojos vidriosos. Realmente esperaba que no estuviese reviviendo el ataque.
 
―¿Me dejas tu teléfono?
 
Me miró con sorpresa, pero me dio su teléfono, sin dudar. Luego volvió a mirar por la ventana con la misma mirada en blanco en sus ojos.
 
Le envié un breve mensaje a su madre, esperando que no hiciese demasiadas preguntas.

Hey mamá, voy a quedarme a dormir en casa de Yuki después de la hoguera. Iré a casa mañana. Te quiero.
 
Sin esperar una respuesta, retrocedí en el estacionamiento y me fui tan rápido como pude, dentro de los límites de velocidad, de modo que llegase antes que mi madre a casa. No quería que viese a Lali hasta que hubiese tenido la oportunidad de hablar con ella sobre eso primero. Cuando entré en el camino de entrada de mi casa media hora más tarde, el teléfono de Lali sonó. Le eché un vistazo antes de devolvérselo a Lali, quien se quedó mirando el mensaje con curiosidad.
 
Ok, diviértanse pero no se queden fuera hasta muy tarde. Déjame saber si quieres que te recoja mañana. También te quiero.
 
Me bajé del coche y caminé alrededor para ayudar a Lali a salir. Me tomó la mano y ambos caminamos adentro antes de que su madre pudiera mirar por la ventana y verla entrando en mi casa. Cuando estuvimos en la cocina, le di un vaso de agua.
 
―¿Quieres algo de comer? ―Bajo las brillantes luces de la cocina, vi lo mal que sus lesiones estaban en realidad. Tenía la cara enrojecida, con moretones y bultos y recé a Dios para que Benjamin pareciese aún peor que ella.
 
Lali negó con la cabeza y me devolvió el vaso mientras trataba de no mirarla.
 
―Quiero preguntarte algo, ¿de acuerdo? Y no quiero que tengas miedo de decirme la verdad. ―Me quedé mirando directamente a esos ojos marrones que parecían tristes y rotos―. Cuando llegué allí, te vi en el suelo con él encima de ti. ¿Hizo algo? Quiero que seas totalmente honesta conmigo.
 
Lali parpadeó rápidamente mientras las lágrimas asomaban a sus ojos. Mi corazón se constriñó dolorosamente. ¡Maldita sea! ¡Le había hecho algo! Ese baboso, malnacido…
 
―No, no hizo nada ―dijo Lali, rompiendo finalmente su silencio.
 
El alivio inundó a través de mí con esas simples palabras. Había llegado a tiempo para detenerlo. Si hubiera llegado un minuto más tarde, o si hubiese decidido irme a casa, entonces nunca los hubiese encontrado ahí. Nadie habría oído a Lali gritando y llorando. El ruido de la hoguera era demasiado fuerte.

Ese pensamiento envió escalofríos por mi columna vertebral.
 
―¿Quieres ir al hospital o informar de esto a la policía?
 
Negó con la cabeza.
 
―Me dio una bofetada, pero nada más aparte de eso. Realmente no quiero contarles a diez personas diferentes al respecto. Quiero olvidar que alguna vez me gustó una escoria como él. Sólo quiero descansar y olvidarme de todo.
 
Lali se veía tan derrotada, y lo único que quería hacer era protegerla, pero tenía que asegurarme una vez más.
 
―¿Seguro que no quieres decirle a la policía al respecto?
 
―Estoy segura, Peter ―me aseguró―. ¿Podemos por favor, sólo ir a tu habitación? Estoy tan cansada.
 
Tomándola de la mano, la conduje escaleras arriba. Lali se quedó en silencio y no traté de hacer una pequeña charla. Necesitaba su espacio. Una vez dentro, encendí la lámpara de la mesita. El cálido resplandor iluminó la habitación y puso en relieve el cabello de Lali mientras se sentaba en la cama. Me quité los zapatos y me dejé caer a su lado, la cama hundiéndose bajo mi peso. Supongo que Lali podría llevarse la cama y yo dormiría en el suelo. Parecía que era lo decente por hacer.
 
―¿Puedo ofrecerte algo? ―le pregunté, metiéndole un mechón de cabello detrás de la oreja.
 
―No, sólo quiero dormir.
 
Sus ojos estudiaron mi cara y luego parpadearon hasta mi boca. Había una hinchazón en mi pecho que me hizo querer cuidar de ella. Me dieron ganas de comerme el mundo por ella. Tenía muchas ganas de tirarla en mis brazos y abrazarla, pero habíamos estado en una pelea por eso esa tarde y no estaba seguro de si estaría de acuerdo con ello. En su lugar, me puse en pie y tiré de la colcha de mi cama.
 
―Muy bien, puedes tomar la cama. Voy a tomar una almohada y dormir en el suelo.

Lali se quitó los zapatos y se metió en la cama, arrastrándose de nuevo hasta que su espalda estuvo pegada a la pared. Me miró con nostalgia y mis entrañas se retorcieron de los nervios. Mierda. Lali Esposito estaba en mi cama. Nunca pensé que eso fuera posible.
 
Dio unas palmaditas en el espacio vacío a su lado.
 
―Duerme conmigo. ―Sus palabras no tenían ningún doble significado o insinuación sexual. Sólo me quería a su lado para consolarla. No tenía por qué preguntarme dos veces.
 
Cada parte de mí quería estar ahí para ella, era un instinto. Estiré la mano y apagué la lámpara de la mesita antes de quedarme en bóxers. Con suerte, no se extrañaría mucho de verme medio desnudo. Así era como me dormía y cualquier otra cosa se me hacía incomoda. Saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y lo coloqué en la mesita de noche junto a mí antes de subirme a su lado.
 
Nos quedamos allí el uno frente al otro, en la oscuridad, con una brecha entre nosotros. No quise decir nada por si acaso estaba intentando dormir, así que dejé que el silencio se prolongase. Si no estaba lista para hablar, entonces no la iba a presionar.
 
No estoy seguro de cuánto tiempo estuvimos allí antes de que el tono de mensaje de mi teléfono sonase. Tomé el teléfono de la mesita de noche y miré hacia el brillante resplandor de la pantalla. Era un mensaje de mamá.
 
Acabo de llegar a casa. He visto el coche en la entrada. ¿Has tomado el coche de Nico o estás en casa?
 
Rápidamente le envié un mensaje de vuelta y puse el teléfono en silencio.
 
En casa. No me encontraba bien. Estoy intentando dormir.
 
Mi teléfono vibró cuando mi madre envió un mensaje nuevo.
 
¿Quieres venir y que compruebe tu temperatura?
 
No, estoy bien. Sólo quiero dormir.

Avísame si necesitas algo. Empiezo a las 8 de la mañana, así que te veré en la cena. Buenas noches.
 
Te quiero. Buenas noches.
 
Dejé el teléfono en su sitio y me giré de nuevo, así estaba frente a Lali.
 
―¿Quién era? ―Su voz salió de la nada y me hizo saltar.
 
―¡Mierda! Pensé que estabas dormida. ¿Te desperté?
 
―No, no estaba dormida.
 
―Oh ―dije, sintiéndome increíblemente estúpido―. Era solo mi madre dejándome saber que trabaja mañana. Le dije que me encontraba mal y que me había ido a la cama temprano.
 
Lali suspiró.
 
―Me siento mal porque tengas que mentir a tu madre por mí. Se lo mucho que odias cuando mientes a tus amigos sobre nosotros. Lo que ni siquiera ha funcionado, por cierto. Gaston lo ha descubierto todo.
 
Sus palabras me sorprendieron. ¿Cómo había conocido ella a Gaston? Nunca le había dicho nada a él. Incluso cuando él y Nico me había enfrentado sobre todo este asunto con Lali, lo negué todo.
 
―¿Quién te dijo eso?
 
―Gaston. Me lo encontré esta tarde en tu entrada. Me dijo que ha sabido todo el tiempo que estábamos fingiendo todo el asunto, pero que no había dicho nada porque no era asunto suyo. ―Lali hizo una pausa y cuando habló a continuación, sonaba increíblemente triste―. He pasado años burlándome de ustedes y pensando que era mucho mejor que todos. Al final, Gaston fue quien me tranquilizó sobre ti y me habló como si fuera un ser humano, que es más de lo que puedo decir de mi propia conducta hacia él. Y al final, fue Benjamin el que me atacó y tú fuiste el que me salvó.
 
Su voz se quebró y extendí la mano y tomé su mano en la mía.
 
―Shh, no necesitamos hablar de esto ahora. Es demasiado pronto.

―Quiero hablar de eso ahora ―insistió―. He sido tan horrible, Peter. Me merezco lo que me ha pasado esta noche. Ha sido el Karma por todas las cosas malas que les he hecho a otras personas. ―Se rompió en un mar de lágrimas y me apretó la mano.
 
―No vuelvas a decir eso otra vez. No mereces lo que te ha pasado. Esto no es culpa tuya, Lali. Es culpa del imbécil. No tenía derecho a poner sus manos sobre ti. Debería habérselas roto. ―Una vez más, la ira se precipitó a través de mí. El enfado por lo que había hecho Benjamin. La ira conmigo mismo por no haberlo detenido antes―. Si hubiese dejado la fogata antes podría haberle impedido hacerte daño.
 
Mi voz estaba mezclada con la culpa y Lali lo notó inmediatamente. Se acercó a mí y puso su brazo a mi alrededor. Estar tan cerca de ella hizo que mi corazón se acelerase. Olía tan malditamente increíble.
 
―Esto no es tu culpa, Peter. Tú eres el que me ha salvado. No sé qué haría sin ti. ―Tomó una respiración entrecortada―. He intentado ser otra persona durante años, pero sé que ahora mismo estoy exactamente donde debo estar.
 
Sus palabras me llenaron de alegría y las dejé colgar en el silencio, saboreándolas. Pensé que se había dormido hasta que volvió a hablar.
 
―Ni siquiera había pensado en esto antes, pero tú y Yuki... No quiero crear problemas entre ustedes.
 
La incertidumbre en su voz me hizo sonreír.
 
―No te preocupes por eso ahora. No vas a crear ningún problema con Yuki, porque no hay nada ahí.
 
―Pero los vi bailando juntos. ―La incertidumbre fue reemplazada rápidamente con incredulidad.
 
―Eso es todo lo que estábamos haciendo, Lali. Bailando. Fui allí para verte, pero cuando tú y el idiota desaparecieron, decidí irme. Quiero decir, tenías todo lo que querías así que, ¿cuál era el sentido de quedarme ahí?
 
―Así que... ¿te ibas de la hoguera cuando me oíste gritar? ―preguntó en voz baja.

―Uh-huh.
 
Lali vaciló antes de continuar en voz baja.
 
―Jamás he estado tan asustada en mi vida como cuando te tiró. Pensé... pensé que estabas muerto. No sabía lo que iba a hacer sin ti. Me quedé recordando ese día cuando estábamos en tu cocina y cómo te he ignorado toda la semana después de eso. Y lo último que te dije… fui una gran perra.
 
―Hey, no pienses en eso. Estoy bien. No me ha pasado nada.
 
―Sí, pero, ¿y si te hubiese pasado? Lo último que te había dicho era cierto comentario sarcástico sobre ti y Yuki. Soy tan estúpida. He sido una estúpida con todo. Sin embargo, tú siempre has estado ahí para mí. Todavía estás cuidando de mí, aunque yo me di por vencida contigo.
 
Quería besarla. Mucho. Pero todo por lo que había pasado hoy ya era suficiente. En su lugar, me decidí por poner mis brazos a su alrededor y acercarla más a mí para que su cabeza estuviese apoyada en mi pecho.
 
―Está bien. Ahora estás a salvo. Nunca dejaré que nadie te haga daño otra vez. Lo prometo.

40 comentarios :

  1. Aaaaayyyyy pooobreess! Cuanto amor se tienen igual!

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  2. lo dire tiernosssss jajajaja bn ahora si parece q lali al fin abrió los ojos jajaja y peter es un lindo tierno dulce caño mal hahahahaha
    porfa subi otrooooo
    besos
    mica

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  3. AYYYY HERMSO ..... ME ENCANTO!!

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  4. Maaaassss
    ++++++++++++

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  5. MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE MAS NOVE

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  7. Wow q increible cap, sube otro......!!!!!!!!!

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  8. +++++++++++++++++++++

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  9. massssssssssssssssssssssssss

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  10. MASSSSSS NOVEEEEEEEE!!!!!!!!!!

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  11. Es muy tierno!! Más me encanta!

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