sábado, 24 de agosto de 2013

Capitulo 14

Lali 

Dicen que tienes un novio
 
Estos molestos niños están acaparando mi sofá. Compramos nuestro helado para llevar. Lo comemos fuera, observando a un ratón almizclero cruzar la calle. Luego regresamos a casa para prepararnos para la fiesta. Tan pronto como abro la puerta, Mamá está sobre nosotros.
—¡Regresaron! Hemos estado esperándolos. Hola, Peter. Es bueno volver a verte.
 
—Gracias por permitirme venir de visita, Sra. Esposito.
 
—Deben tener hambre. La cena está casi lista.
 
Echo un vistazo a Peter. Mis ojos dicen, lamento esto. Pensé que podríamos evitar toda la cosa de la cena familiar. Sus ojos dicen, No te preocupes. Tus padres son agradables.
 
Apenas comenzamos a comer cuando Papá comienza a interrogar a Peter.
 
—Entonces, Peter. Entiendo que estás en Penn.
 
—Sí, señor.
 
—Excelente universidad. Yo mismo soy un hombre de Princeton.
 
—Oh. —Peter asiente amablemente en reconocimiento, en la manera en que la gente que ha ido a universidades sofisticadas lo hace con otros.
 
—¿Cuáles son tu metas en la carrera?
 
—Soy estudiante de negocios.
 
—¡Wharton!
 
Peter asiente.
 
—Eso te abrirá muchas puertas. ¿En qué área de los negocios estás interesado?
 
—Carlos, permítele comer —dice Mamá.
 
—No, está bien —le dice Peter—. Todavía no estoy seguro. Todavía es… nuevo.
 
—Bueno, lo descifrarás. Lo importante es que estás recibiendo una educación de calidad. Amaría regresar y volver a hacer la universidad. Es una inesTimable experiencia.
 
Peter asiente, pero sé lo que está pensando. Hay una enorme etiqueta de precio pegada a su educación universitaria. El papá de Peter le dijo que tenía que conseguir un trabajo para ayudar a pagar la universidad este año. El semestre acaba de comenzar y ya lo está estresando. No le gusta hablar de eso. Pero puedo oírlo en su voz cuando hablamos cada noche. Está agotado.
 
Suena el Timbre.
 
—Nos vienen a buscar —digo—. Tenemos que irnos.
 
—¡Diviértanse! —dice Mamá.
 
—Conduzcan con cuidado —agrega Papá, aunque ninguno de nosotros vaya a hacerlo.
 
Cuando abro la puerta, Euge echa un vistazo a Peter y sonríe.
 
—Hola —dice—. Soy Euge.
 
—Peter.
 
—Lo sé. Bienvenido.
 
De camino al auto, Euge sigue golpeando mi brazo y haciendo estas expresiones que dicen ohmidiosélesincreíble. Les doy una palmada en la espalda para que deje de golpearme antes que Peter lo vea.
 
Euge se sube en la parte delantera. Peter y yo subimos en la parte de atrás.
 
—¿Dónde está Rochi? —pregunto.
 
—Se nos unirá allá. Chicos, ella es Melody.
 
—Hola —digo—. Gracias por el aventón.
 
—No hay problema.
 
Melody es quien invitó a Euge a la fiesta. Se conocieron este verano después de que Melody contactara a Euge por un video que ella hizo para Un Día en la Vida. Euge hizo todo esto en la transición de la escuela secundaria a la Universidad. Melody quería colaborar con Euge en una continuación que estaba haciendo para su clase de cine. Euge no pudo resistirse. Nunca dejaría pasar la oportunidad de conocer a un fan.
 
Cuando llegamos a la fiesta, está claro que estoy fuera de mi elemento. Es en esta gran y antigua casa que algunos amigos de la universidad de Melody están alquilando. Esta casa me recuerda a la casa del profesor en Wonder Boys. Aunque está llena de gente, tiene esa sensación fría y de vacío. Euge saluda con la mano a alguien que debe haber conocido a través de Melody. Ellos se van, dejándonos parados incómodos en la puerta.
 
No conocemos a nadie más aquí. Es un grupo ecléctico; muchachos de fraternidad, intelectuales, tipos viejos que probablemente disfruten fumar en pipa. Un chico que luce como si estuviera en la universidad se detiene a hablar con nosotros. 
 
—¿Conoces a Melody? —le pregunto.
 
—¿Quién no conoce a Melody? Su cortometraje sobre la extinción de las especies a nivel global fue una obra maestra.
 
—¿A qué universidad van?
 
—Montclair State. Estamos en la Escuela de Conservación de Nueva Jersey.
 
—Genial —dice Peter—. Entonces son ambientalistas profesionales.
 
—Intentando serlo. No es el trabajo más fácil cuando casi todo el mundo está decidido a destruir el planeta.
 
Peter se vuelve hacia mí.
 
—Deberías revisar ese programa.
 
Mi corazón se hunde. Tenía la esperanza de que él quisiera que fuera a la universidad en Filadelfia. O por lo menos, mucho más cerca de Filadelfia.
 
—No lo sé —digo—. Todavía no estoy segura de lo que quiero hacer. —No sé qué quiero ser, pero sé lo que no quiero ser. Típica. Promedio. Quiero más de mi vida que caminar sonámbula a través de los movimientos esperados. Quiero que mi vida realmente signifique algo. Quiero que sea increíble. Sería perfecto si mi carrera involucrara el medio ambiente de alguna manera. Pero tan pronto como decida exactamente qué quiero hacer, estaré un paso más cerca de reducir las opciones universitarias. Universidades que podrían estar muy lejos de Peter. Ése es un paso que no estoy lista para tomar.
 
—¿Qué hay de ti? —le pregunta el Chico Ecologista a Peter.
 
—Estudio negocios en Penn.
 
—¿En serio? No parece el tipo.
 
—¿Por qué?
 
—Tienes una vibra creativa. No recibo una vibra de traje de negocios de ti en absoluto.
 
—Tienes razón. Preferiría especializarme en arte.
 
—Deberías cambiarte —digo. Vivo tratando de convencerlo de cambiar de especialidades—. Debes especializarte en lo que amas.
 
—Lo haría si fuera una opción.
 
—¿Por qué no es una opción? —pregunta el Chico Ecologista. 
 
—Ésa es una historia larga y aburrida. Básicamente todo se reduce a…
 
—¡Están aquí! —grita Rochi, corriendo hacia nosotros.
 
—¡Hey! —Estoy tan feliz de verla—. Rochi, éste es Peter.
 
—¡Sí! —vitorea Rochi. Peter extiende la mano para estrechar la de ella. Ella lo abraza en su lugar.
 
—Genial, necesitaba un abrazo —dice Peter.
 
—Y éste es... —Hago un gesto hacia el tipo con que hemos estado hablando.
 
—Max —dice—. Encantado de conocerte.
 
Euge se acerca con Melody y algunas otras personas. Mira a Rochi.
 
—Uh, hola Euge —dice Rochi con un tono.
 
Por un segundo parece que Euge estuviera a punto de atacar. Pero luego le da a Rochi una débil sonrisa y comienza a hablar con Max. Me pregunto qué fue todo eso. Quizás es sólo tensión restante de ayer.
 
Terminamos hablando por un largo tiempo. Rochi se centra en Peter, averiguando todo lo que puede acerca de él sin ser abrumadora. O tratando de no ser abrumadora. Para una persona que es normalmente tímida con los chicos, realmente está haciendo migas con él.
 
Estoy feliz de que Rochi y Euge finalmente conozcan a Peter. Me encanta salir como una pareja. Me encanta hablar con extraños como una pareja, poniéndome en el mundo como la novia de Peter. Pero no puedo esperar a estar a solas con él.
 
Peter se inclina para susurrarme al oído.
 
—¿Quieres salir de aquí? —pregunta.
 
—Por supuesto. —Saco a Rochi lejos del grupo—. Nos tenemos que ir —le digo—. Peter tiene que tomar el tren.
 
—Pensé que era a la medianoche.
 
—Sí, pero... —Echo un vistazo a Peter. Mi rostro se calienta.
 
—Oh. Oh. Sí, no, le diré a Euge. Vete antes que te obligue a jugar al ping pong de cerveza.
 
—Tú. Mandas. —Abrazo a Rochi para despedirme. Estamos a punto de irnos cuando Euge viene corriendo.
 
—¡Esperen! ¿Se van? 
 
—Sí, tenemos que irnos —digo.
 
—¿Cómo van a irse a casa?
 
Buena pregunta.
 
—Tomaremos un auto hasta la estación de tren —dice Peter.
 
—Aquí, iré con ustedes. Uno de los amigos de Melody está fuera. Él puede llevarlos.
 
—Genial —dice Peter—. De hecho, voy a ir al cuarto de baño. Ya vuelvo.
 
Tan pronto como Peter se va por el pasillo, Rochi y Euge entran en completo modo efusivo.
 
—Oh Dios mío, es tan apuesto. —Euge.
 
—Esos ojos. —Rochi.
 
—Esos ojos te llevan a otro reino de existencia. ¿Cómo puedes siquiera recordar tu nombre cuando te habla?
 
—¡Me encanta lo dulce que es contigo! Son una pareja perfecta.
 
—¿Viste cómo no pudo dejar de tocarla toda la noche? —le pregunta Euge a Rochi.
 
—¡Lo sé! ¿Y cómo la miraba?
 
—Como si no pudiera tener suficiente.
 
—Sueño con que un chico me mire de esa manera. —Suspira Rochi.
 
—Cosa que Pablo hará cuando empieces a hablar con él —digo.
 
—¿En serio?
 
—Por supuesto. ¿Cierto, Euge?
 
Euge asiente un poco, mirando alrededor de la sala.
 
—Wow —dice Rochi—. ¿Realmente es tan difícil para ti apoyarme?
 
—¿Qué?
 
—¿Ni siquiera puedes estar feliz por mí?
 
—¿Feliz, por qué? Todavía no ha sucedido nada 
 
Rochi fulmina a Euge con la mirada. Euge le devuelve el gesto. Estoy tratando de encontrar la manera de arreglar las cosas cuando Peter regresa.
 
—Vamos a conseguirte ese auto —dice Euge, todavía fulminando a Rochi con la mirada.
 
Le doy a Rochi una mirada inquisitiva. Ella sólo sacude la cabeza.
 
En el exterior, Euge le pregunta a Peter si puede tomarme prestada por un minuto. Cruzamos el patio.
 
—Siento toda la incomodidad con Rochi —dice.
 
—¿Qué sucedió?
 
—Sólo más del mismo drama. No sé cuál es su problema.
 
La úlTima cosa que quiero es tener a Euge despotricando por Rochi cuando mis úlTimas horas para estar con Peter están yéndose. Así que solo digo.
 
—Estoy segura de que ustedes lo solucionarán.
 
—Es difícil ser un apoyo cuando ella está siendo tan delirante.
 
—¿Qué quieres decir?
 
—¿Realmente cree que va a hablar con Pablo? ¿Después de todo este tiempo evitándolo?
 
Echo un vistazo a Peter. Está mirando las estrellas.
 
—Espero que sí —digo.
 
—De todos modos. Volvamos a tu apuesto novio.
 
Euge nos conecta con el amigo de Melody. Él no tiene problema en llevarnos el corto trayecto hacia la estación de tren. Aún mejor; nuestro tren llega en diez minutos. Nos acurrucamos en un banco a esperar.
 
—El Universo está de nuestro lado una vez más —dice Peter.
 
—Siempre lo estuvo.
 
Nos miramos, contemplando la casualidad de todo. Luego nos besamos hasta que llega el tren.
 
Nuestro vagón está vacío. El conductor se pasea por el pasillo para tomar nuestros billetes. La puerta se cierra con un clicbang cuando se va. Me deslizo hacia el asiento de la ventana y pongo las piernas sobre el regazo de Peter. Sin embargo, el reposabrazos se clava en mi espalda. Miro alrededor para asegurarme de que no hay nadie más en el vagón. Entonces  me subo a horcajadas sobre Peter para estar cara a cara con él, apretando sus muslos entre mis piernas.
 
—Hola —digo.
 
—¿Nos conocemos?
 
—No lo creo. Soy Lali.
 
—Ése es un nombre bonito. Tú eres una chica bonita.
 
—Eres algo atrevido para alguien que no se ha presentado.
 
—Me gustaría permanecer en el anonimato. Es más caliente así.
 
—Hecho.
 
—Entonces, ¿qué haces para divertirte?
 
—¿Además de subirme encima de chicos guapos en los trenes?
 
—Pensé que todo el mundo hacía eso.
 
—Me gusta dar largos paseos por la playa al atardecer.
 
—Suena romántico.
 
—Oh, lo es. ¿Qué hay de ti?
 
—Soy muy romántico también.
 
—Dame un ejemplo.
 
—Bueno. —Peter desliza las manos alrededor de mi cintura. Me acerca a él—. Besarse en el tren es romántico.
 
—¿Lo es? ¿Dónde está la luz de ambiente? ¿Dónde está la música?
 
—Lo siento, el conductor no recibió el memo. Pedí esas cosas hace mucho tiempo.
 
—Eso es lo que obtienes cuando tomas el tren de descuento.
 
—Pero el tren de descuento ofrece privacidad. —Peter se desliza la mano por la parte de atrás de mi cabello. Me inclino hacia él.
 
Para cuando llegamos a nuestra parada, las manos de Peter están bajo mi camiseta y mis labios se sienten tan usados que no sé cómo vamos a conseguir pasar a mis padres sin que ellos sepan lo que hemos estado haciendo. Pero somos sigilosos. Nos colamos a través de la sala de estar, donde están viendo la televisión. Escapamos a mi habitación.
 
—¿Cuánto tiempo tenemos? —pregunto, cerrando la puerta.
 
—Ochenta y dos minutos.
 
Nos metemos en mi cama. La ropa desaparece. El tiempo desaparece. Se siente como si sólo hubiéramos estado besándonos por cinco minutos cuando mamá me llama desde abajo.
 
—¿Lali? ¡Tenemos que llevar a Peter a la estación o perderá el tren!
 
No puede ser. No hay una maldita manera de que una hora acabara de pasar. No estoy lista para dejarlo ir. Y hola, Mamá va a ser totalmente capaz de decir qué hemos estado haciendo aquí todo este tiempo. ¡Gah!
 
—¡Ya vamos! —grito hacia abajo.
 
—Esto apesta —dice Peter.
 
—Lo sé.
 
Nos apresuramos a vestirnos. Me miro el espejo sobre el tocador. Mi cabello se ve como si hubiera sido revuelto profesionalmente para una atrevida sesión de fotos. Mis labios están rojos e hinchados. De hecho, me veo algo sexy. Mamá no necesita verme luciendo sexy.
 
—Lali —grita ella por las escaleras—. ¡Vamos!
 
—¡Estamos yendo!
 
Peter viene detrás de mí. Envuelve mi cintura con los brazos. Me recuesto contra él. Nos miramos en el espejo.
 
—No me quiero ir —dice.
 
—No quiero que te vayas.
 
—Pero vas a venir a visitarme el próximo fin de semana. Y hablaremos todas las noches.
 
—Ya te extraño.
 
Peter me hace girar para un úlTimo beso. Cuando sus labios tocan los míos, ya siento lo vacía que va a ser esta semana sin él. El tiempo se extenderá indefinidamente. Moriré por sentirlo cerca de mí otra vez. Así que trato de estar en el momento todo lo que puedo, centrándome en este beso. Es la úlTima parte de él que tendré que hasta la próxima vez.

31 comentarios :

  1. nove nove nove nove nove

    ResponderEliminar
  2. q tiernos q son por dios

    ResponderEliminar
  3. qe onda rochi y euge que pelean tanto

    ResponderEliminar
  4. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  5. vas a seguir subiendo nove ??????

    ResponderEliminar