jueves, 8 de agosto de 2013

Capitulo 29

Capitulo 29

Lali

―No quiero alarmarte ―dijo Peter, su voz cerca de mi oído, enviando escalofríos corriendo por todo mi cuerpo―. Pero Mery está parada en tu camino de entrada.
 
Mi estado de ánimo se hizo añicos cuando miré hacia mi casa y vi que Mery realmente estaba allí, parada. Tuve que parpadear varias veces para asegurarme de que no estaba perdiendo la cabeza. ¿Qué demonios estaba haciendo aquí?

―Creo que es mejor ir a ver lo que quiere ―le dije, reacia en dejarlo.
 
Una sonrisa torcida se formó en la boca de Peter.
 
―O simplemente podría atropellarla y decir que el sol me molestó los ojos.
 
―Eso no es gracioso ―le regañé, dándole mi mejor mirada severa. Realmente solo tomé prestada esta mirada de mi mamá. Era la maestra en ellas.
 
Peter se encogió de hombros y me atrajo hacia él. Sus labios rozaron las mejillas, la frente, la nariz y, finalmente, mis labios.
 
―Voy a estar adentro. Déjame saber si necesitas algo.
 
Al verlo entrar en su casa, tuve la tentación de seguirlo. Prefiero estar con él que hablar con Mery. En realidad, cualquier cosa era mejor que estar en torno a ella.
 
Bueno, tenía que ir. No importa lo que dijera, tenía que ser madura y no dejar que me afectara.
 
Alzando la barbilla, me dirigí con confianza hacia ella con larga zancadas. Cuando me acerqué, Mery echó el suave cabello rubio ceniza  por encima del hombro y me dedicó una sonrisa. Como de costumbre, estaba impecablemente vestida con pantalones negros, una blusa de seda color crema y una chaqueta recortada. En comparación, parecía un completo desastre en mis pantalones vaqueros y una simple camiseta. Además, mi cabello era fibroso y húmedo, probablemente parecía una rata ahogada. Mi confianza se desplomó.
 
Los ojos de Mery se abrieron como platos cuando me vio.
 
―¡Oh, Dios, Lali! ¿Qué te pasó en la cara?
 
Esto no me hizo sentirme mejor acerca de mi apariencia.
 
―Nada. Me caí.
 
―Oh. Umm... ¿estás bien?
 
Ignoré su pregunta.
 
―¿Quieres algo? ―Mi tono era seco. No me importaba si por casualidad sonaba grosero. Ella me lo había hecho peor.
 
―Um... ¿podemos hablar, Lali? ―preguntó, jugueteando con un hilo flojo en la manga de su chaqueta.
 
La miré con recelo.
 
―Estamos hablando.
 
Mery echó un vistazo hacia la casa de los Lanzani.
 
―Así que, tú y Peter están bastante en serio, ¿eh?
 
―Sí, es un gran tipo a pesar de lo que algunas personas podrían pensar ―le dije, cruzando los brazos sobre el pecho para que ella tomara la indirecta.
 
Mery levantó las manos en señal de rendición.
 
―Hey, no he dicho nada malo de él. Nadie lo hace. Desde que las chicas en el equipo comenzaran a pasar su tiempo fantaseando con él, me he vuelto inmune al tema sobre Peter Lanzani.

Las chicas del equipo no estaban solas en esta actividad. Hice mi parte justa de fantasear también. Era imposible no hacerlo. Cuando Mery me miró con una expresión desanimada en su rostro, me di cuenta de que ella también lo hizo. Era algo que nunca admitiría, pero apostaría cualquier suma de dinero que lo encontraba atractivo. Era una estirada, presumida, no ciega.
 
―¿Qué es lo que quieres exactamente? Porque estoy bastante segura de que no hay nada más que puedas quitarme. ―No podía ocultar el enojo de mi voz. Mery me había tratado como si fuera una sabandija desde hace semanas. Cada vez que había intentado hablar con ella, para entender lo que podía hacer para arreglar las cosas, me menospreciaba y me humillaba. Esas heridas aún estaban frescas y no estaba de un humor particularmente indulgente.
 
Al menos Mery tuvo la decencia de parecer culpable.
 
―Sé que es demasiado tarde para decir "lo siento", pero todavía quiero de todos modos hacerlo. No debería haber hecho lo que hice. No puedo decirte por qué lo hice. Supongo que es porque me haces sentir débil e insegura.
 
Levanté una ceja. ¿La hacía sentir débil e insegura? ¿Estaba siendo honesta en este momento? Mientras buscaba su rostro, pude ver que ella estaba luchando con varias emociones conflictivas. No debía serle fácil admitir esto a alguien, y mucho menos a mí.
 
―¿Tú, insegura? ¿Qué podría posiblemente dejarte insegura, Mery? Eres preciosa, popular y tienes una tonelada de amigos.
 
―Eso no significa que agrade a esa gente. Estaba celosa de la forma que te veían. Eres más bonita y mejor porrista. Otras personas solían venir y hablar contigo antes de que te hiciera creer que eras mejor que ellos. Esas personas, que se dicen ser mis amigos, me odian. Hablan de mí a mis espaldas y sé que secretamente esperan que caiga en un agujero y me muera. Mi única verdadera amiga eres tú. Y ambas sabemos que metí la pata en esto.
 
Su admisión me ablandó un poco. Estaba enojada con ella, pero todavía era mi mejor amiga. Habíamos pasado por muchas cosas juntas durante años. Sin embargo, había un problema enorme pesando en mi mente.

―Sabías que me gustaba Benjamin, sin embargo, te has acostado con él a mis espaldas. Las amigas no hacen eso.
 
―Fui una perra completa, Lali. No puedo poner excusas para lo que hice. Todo lo que puedo hacer es decirte que lo siento y esperar que eso sea lo suficiente para recuperarte. ―Había un dejo de desesperación en sus ojos que me entristeció. Claro, había sido francamente horrible para mí, pero no podía mantenerme en contra de ella para siempre. Además, eché de menos a mi mejor amiga.
 
―No estoy diciendo que estoy completamente conforme sobre eso, pero te perdono ―dije simplemente. Era tan honesta como podía ser sin lastimar sus sentimientos.
 
Los ojos de Mery se iluminaron y, sorprendentemente, me dio un abrazo rápido antes de dar un paso atrás.
 
―Oh, Lali, hay tantas cosas en las que tenemos que ponernos al día. ¡Principalmente sobre aquel pajero, Benjamin! Me dejó y luego hizo lo mismo contigo, supongo. ¡Pero ahora tienes a Peter, y eso es emocionante! Tienes que presentarnos correctamente.
 
No sabía lo que Peter pensaría de eso. Estaba bastante bien enterado de Mery y sus fechorías, pero convenientemente había olvidado la forma en que había tratado a Peter y sus amigos en el pasado. No creo que Peter se animaría con ella tan pronto.
 
Mery todavía estaba hablando, así que centré mi atención en ella.
 
―... Y los padres de Kendall están fuera de la ciudad este fin de semana entonces está preparando una gran fiesta en su casa el viernes. Irá la mitad de la escuela. ¡Tú y Peter deberían venir!
 
Me encogí de hombros, sin saber si Peter participaría en ese tipo de cosas. Que apareciera en la hoguera había sido un milagro. Ir a una fiesta en una casa era una historia diferente.
 
―No lo sé, Mery. Tiene un gran concierto en la noche del sábado que viene y no podrá realmente aparecer.

Mery puso mala cara un poco.
 
―Pensé que esto sería una gran manera para que todos nosotros volviéramos a conectar. Tenía muchas ganas de resolver las cosas entre nosotras, Lali. Quiero que las cosas vuelvan a ser como antes. ―Ella sonaba tan sincera que no me atreví a decepcionarla.
 
Solté un suspiro. Tal vez si hablaba con Gaston y Nico sobre ir, Peter estaría más abierto a la idea.
 
―No voy a prometer nada, pero lo intentaré.
 
Mery sonrió y me apretó el brazo.
 
―Eso es todo lo que esperaba. Sólo otra oportunidad para demostrarnos la una a la otra lo mucho que nos importa.
 
El entusiasmo de mi mejor amiga era contagioso y le di la primera sonrisa genuina desde que habíamos empezado esta conversación.
 
―Yo también. ―Y lo decía en serio.
 
Peter 

―¿Es esto una especie de broma de mal gusto? ―le pregunté. Estábamos al frente de nuestras casas antes de la escuela el lunes, cuando Lali me sorprendió con la noticia.
 
Mi humor había tomado definitivamente un giro para lo peor. Había estado tan contento de ver a Lali esta mañana. Alegre de que la hinchazón había bajado en la cara y que sus moretones eran apenas perceptibles. Parecía mucho más feliz también. Sus ojos estaban brillantes y había un saltar en su caminar. Sin embargo, estaba diferente. Había cambiado debido al dolor que el hijo de puta había infligido a ella. Tal vez nunca volvería a la normalidad, pero a pesar de todo, siempre iba a estar allí para ella.
 
Lali estaba mordiendo el interior de su mejilla, sus ojos inseguros mientras me estudiaba.
 
―Creo que sólo se siente mal por todo lo que pasó.

La miré con malicia.
 
―¿Y le llevó tanto tiempo para sentirse mal? Fueran semanas, Lali. Lo siento si parezco un poco escéptico, pero creo que es una sarta de sandeces.
 
―Peter, sólo déjalo ir, ¿de acuerdo? ―El tono de voz de Lali me picó. Ella exactamente no había gritado, pero definitivamente había un dejo de irritación allí.
 
―Bien ―murmuré, metiendo las manos en los bolsillos de mis jeans―. ¿Estás lista para ir?
 
Lali vaciló, y había una mirada en sus ojos como si estuviera discutiendo consigo misma. Se mordió el labio, sin mirarme a los ojos.
 
―Um... no te lo tomes a mal, pero Mery dijo que vendría a recogerme hoy.
 
Mi mandíbula casi golpeó el pavimento. Esto sí que realmente era una broma de mal gusto. No había manera de que Lali pudiera ser tan estúpida. Mery le había hecho la vida un infierno, y ahora estaba haciendo un viaje a la escuela con ella.
 
Qué. Infiernos.
 
―Estás loca. Has perdido tu maldita mente.
 
Cuando me di la vuelta para subir en mi carro, la mano de Lali me haló por la camiseta. Ese pequeño toque hizo que mi estómago se retorciera y quise tomarla en mis brazos. Mi humor se desvaneció cuando giré para encontrarme con sus brillantes ojos marrones.
 
―Peter, por favor, sólo escúchame.
 
Antes de que pudiera decir nada, sonó una bocina, interrumpiéndola. Mirando de nuevo hacia la calle, vi el SUV negro de Mery estacionado. Así de sencillo, mi mal humor regresó y me encogí de hombros desconectándome de Lali.
 
Me di cuenta de que mi rechazo le había hecho daño, pero no presionó el asunto. Estaba claro que no quería hacer una escena frente a Mery. En serio, Mery sólo había regresado a la vida de Lali durante dos días y ya estaba causando problemas entre nosotros.

Mery saltó de su coche y se acercó a nosotros, saludando. Lali le devolvió el saludo, y simplemente la miré con desconfianza. Más bien me cortaría la mano que saludarla. No confiaba en esa chica para nada. Era fría y manipuladora.
 
―¡Buenos días, Lali! ―dijo con una sonrisa dulzarrona. Volvió sus grandes ojos sobre mí―. Y Peter, ¿cómo estás?
 
Un gruñido fue mi respuesta. Ese es todo el reconocimiento que esa diabla iba a obtener de mí. Me volví hacia Lali, esperando que mis ojos le transmitieran lo mucho que quería que no se fuera a la escuela con Mery.
 
No se dio por aludida.
 
―Nos vemos en la escuela ―dijo, alzándose para plantar un beso rápido en mi mejilla.
 
―Espero que eso esté bien, Peter ―dijo Mery brillantemente―. Lali y yo tenemos mucho para ponernos al día. Nos encontraremos contigo en la escuela.
 
Mientras las veía caminar hacia el coche de Mery, Lali miró por encima del hombro y me lanzó una sonrisa tensa. No me atreví a devolverla, así que me limité a asentir. Cuando Mery se fue, di una patada a la parte trasera de mi coche y me apoyé contra él, echando humo.
 
Esto no era bueno. No importa cuánto Mery sonriera, podía ver la hostilidad revolviendo en sus ojos cada vez que nos miraba a Lali y a mí. Esa chica tenía algo planeado y no iba a dejar que Lali se quedara a su alrededor el tiempo suficiente para averiguar lo que era.

21 comentarios :

  1. +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

    ResponderEliminar
  2. sube mas novela hoy xfa

    ResponderEliminar
  3. Yo creo qe lo qe esa mujer quiere es alejar a Lali y a Peter!

    ResponderEliminar
  4. Yo tampoco confio en mery! más!

    ResponderEliminar
  5. Que mal q me cae mery -.-

    ResponderEliminar
  6. que lali abra los ojos por favor que se de cuenta que Mery no tiene buenas intenciones, que ella no las separe por favor, lali y peter se merecen un poco de felicidad

    ResponderEliminar
  7. Que lali abra los ojos por favooorrr!

    ResponderEliminar
  8. Ya la traicionó una vez,y en ese tiempo se le hacía la amiga.No debería confiar en ella d nuevo

    ResponderEliminar