viernes, 9 de agosto de 2013

Capitulo 30

Capitulo 30

Lali

Ugh. Odiaba que Peter estuviese enfadado conmigo. Por fin habíamos llegado a un buen punto en nuestra relación y entonces Mery apareció. Una parte de mí quería gritarle a Mery que se detuviese, para que así pudiese salir e ir corriendo a los brazos de Peter. Nada valía la pena si se metía entre nosotros.

Sin embargo, me quedé en el coche, ya que, a pesar de todo lo que había sucedido, Mery me importaba demasiado. Podía parecer una niña mimada y rica, pero se estaba recuperando del divorcio de sus padres. Esta era su manera de hacerle frente. Tomando toda su frustración en la gente. Ayer por la noche, algunas de las cosas que me había dicho se habían quedado conmigo. Me vi a mí misma en ella. Pagué también mis problemas con otras personas. Me había hecho sentir mejor meterme con los defectos de los demás, así no me centraba en los míos. Me daba una salida de escape, pero no era lo correcto.
 
Era tan mala como ella, y nunca habría cambiado si Peter no hubiese vuelto a mi vida. Él era mi ancla, el que lo mantenía todo junto. No se había dado por vencido conmigo y si Mery estaba dispuesta a cambiar, tampoco podía abandonarla.
 
―¿Cómo te estás tomando todo el asunto de Benjamin? ¿Qué había entre ustedes de todas formas? ―le pregunté. En cierto modo, no quería saberlo, pero realmente quería saber.
 
Mery tamborileó con sus uñas acrílicas en el volante mientras doblábamos una esquina.
 
―Dormíamos juntos, eso es todo. Cuando quise tener una relación seria, me dijo que era una puta y que sólo era buena para una cosa.

Mi boca se abrió.
 
―¡Eso el algo horrible! ¡No puedo creer que alguna vez me gustó! Me da asco.
 
―Entonces, ¿qué pasó con ustedes dos? Un minuto estás con Peter y al siguiente, Benjamin te llevaba a la hoguera. Ahora estás de vuelta con Peter. Decídete.
 
Antes de la ruptura total entre Mery y yo hubiese pasado, se lo hubiese contado todo, pero ahora no puedo. Aparte del hecho de que era algo que no quería hablar, no tenía ganas de compartir algo tan importante con ella. Tal vez dentro de un tiempo, si de verdad lo superaba, y podía empezar a confiar en ella como mi confidente de nuevo, pero por ahora, no podía dejarla entrar.
 
―Me di cuenta de lo perdedor que era. No puedo estar con alguien así. Peter es mucho mejor persona.
 
―Puedo decir que te hace feliz ―dijo Mery mientras estacionaba en un espacio vacío―. Además, se ve mucho mejor después de ese cambio de imagen. A cualquiera le gustaría. ―Confía en Mery para moverse rápidamente hacia lo físico.
 
―Es magnífico. ―Salgo del coche y espero a Mery que está haciendo algo en su teléfono.
 
―¿Sabes lo que he oído? ―pregunta Mery, metiendo su teléfono en el bolso, y bloqueando el coche. No había tardado mucho tiempo en poner en marcha su habitual sesión de cotilleo. Algunas cosas nunca cambian―. Que Benjamin está mayormente colgado de ti.
 
Estábamos casi en el patio cuando me detuve y la miré con total sorpresa, apenas creyendo lo que oía. Benjamin había tratado de asaltarme sexualmente, ¿pero iba por ahí diciéndole a la gente que me quería? ¿En qué universo alternativo estábamos que incluso creía que alguna vez tendríamos una relación? Qué psicópata, enfermo idiota. Espero que se pudriese en el infierno.
 
―¿Quién te ha dicho eso?

―Todos los amigos de Benjamin están hablando de ello ―dijo Mery en un tono de dalo-por-hecho―. Él realmente te quiere. Matt piensa que es porque lo has abandonado por Peter.
 
―¡Nunca estuvimos juntos! ―grité, sintiéndome frustrada porque no podía escaparme del tema de Benjamin―. ¡Se está engañando si se cree que algo pasó o va a pasar alguna vez entre nosotros!
 
―Lali, ¿puedo hablar contigo?
 
Mi piel se puso de gallina al oír el sonido de su voz y miré a mi alrededor, de repente sintiéndome insegura. Mi instinto natural era salir corriendo, pero no me atreví a moverme. Benjamin estaba a unos pasos de distancia, y dándome la mirada de un abatido cachorrito. No hace mucho tiempo, esa mirada me habría hecho ir como loca sobre él, pero ahora sólo me hacía estremecer. Su apariencia y su personalidad no coincidían. Nadie sabía el monstruo que realmente era, lo que era capaz de hacer.
 
En una segunda inspección, me di cuenta de lo machacado que estaba. Mis heridas no tenían nada que ver con Benjamin. Su rostro estaba prácticamente repleto de lesiones. Su ojo izquierdo estaba casi cerrado por lo hinchado que estaba. Peter realmente había dejado su marca.
 
―¡Mantente a un infierno lejos de mí! ―le grité, retrocediendo y yendo hacia Mery. Tomé una bocanada de su caro perfume y me dieron ganas de vomitar.
 
Benjamin miró a Mery, con ojos suplicantes.
 
―Mery, ¿puedo tener un momento a solas con Lali? Realmente tenemos que hablar.
 
―Um, sí, supongo ―dijo Mery mirando entre nosotros dos con curiosidad. Su mente estaba funcionando a toda marcha mientras trataba de adivinar qué era exactamente lo que estaba pasando entre nosotros. Renunciando, empezó a caminar a mi alrededor.
 
―Mery, no te vayas. ―No quería quedarme con este cretino. No quería tener nada que ver con él. Quería irme lo más lejos que pudiese.

Mery se detuvo e inclinó la cabeza hacia un lado mientras jugaba con una pulsera alrededor de su delgada muñeca.
 
―Creo que tienes que escucharle, Lali. ¿No estamos con lo de darle a la gente una segunda oportunidad?
 
Antes de que pudiera decir nada más, empezó a caminar hacia el patio, y me dejó en una incómoda situación con el chico al que quería dar una patada en las pelotas. Tal vez si dañaba sus partes masculinas, se lo pensaría dos veces antes de hacerle algo así a otra chica.
 
Benjamin esperó exactamente dos segundos antes de lanzarse a una serie de disculpas que sólo me enfurecieron más.
 
―Lali, lo siento mucho. No quería que las cosas saliesen como lo hicieron el viernes. Fui un gran, borracho idiota.
 
―¿Vas a utilizar al idiota borracho como escusa? ―le pregunté, mi ira subiendo―. ¿En serio? No creía que pudieses ser más patético, pero supongo que estaba equivocada.
 
―Fue un honesto error ―dijo, pareciendo sorprendido de que no le hubiese perdonado en dos segundos―. Estaba bastante seguro de que estabas en ello. Me diste todas las señales. No me hubiera dejado llevar de esa manera. ―Su disculpa se convirtió rápidamente en un juego de culpa.
 
―¿De verdad vas a decirme eso, idiota? ¡Me golpeaste cuando me negué a tener relaciones sexuales contigo! Me forzaste cuando te dije claramente que no. ¡No pedí esto! ¿Eres uno de esos cobardes que necesita atacar a una chica para sentirse un hombre?
 
La cara de Benjamin se puso roja y dio un paso hacia mí.
 
―No te atrevas a decir eso.
 
Repentinamente me sentí como un pequeño animal que acaba de ser acorralado. Mi corazón se aceleró y trate de permanecer calmada. Había gente alrededor, pero nadie estaba prestándonos mucha atención. Si las cosas se salían de las manos, tendría que gritar.

Así como me aleje de Benjamin, alguien me agarro de los hombros y me jaló hacía atrás.
 
¡Era Peter!
 
Peter camino hacia Benjamin y tiró de él por el cuello de su camisa.
 
―¡Cómo te atreves a hablar con ella! Si alguna vez la miras de mala manera, ¡te mato!
 
Los dos se estaban mirando entre ellos, midiendo al otro.
 
Benjamin sin duda era más grande; más alto, sus hombros eran más anchos y sus músculos estaban hinchados a través de su camisa. Peter también tenía músculos, pero su cuerpo era delgado. Sin embargo era más rápido y mucho más inteligente. Además, estaba impulsado por la ira, mientras que Benjamin solo funcionaba por su idiotez. Si terminaban en una pelea, estaba dispuesta a poner todo mi dinero en Peter.
 
―Vete de aquí. Esto no tiene nada que ver contigo ―dijo Benjamin con los ojos entrecerrados mientras se salía del agarre en que Peter le tenía―. Quiero hablar con ella. A solas.
 
Peter se rió como si Benjamin estuviera delirando.
 
―¿Crees que te voy a dejar a solas con ella después de lo que le hiciste? Ser golpeado por el balón tantas veces realmente daño tu cerebro, ¿no es así, señor gran mariscal de campo?
 
Benjamin le dio una mirada oscura.
 
―Piensas demasiado en ti, ahora que un montón de chicas estúpidas lo quieren hacer contigo. No estás en el mismo nivel que yo. Nunca lo estarás. El resto de nosotros sigue pensando que eres un pedazo de mierda. Un fenómeno. Mejor cuidas tu espalda, Lanzani.
 
―Mira quien habla. No soy yo el que tiene el culo golpeado, imbécil ―dijo Peter con frialdad.

Benjamin gruño y elevo sus puños como si quisiera golpear a Peter, pero decidió no hacerlo. Tal vez no era tan estúpido como parecía. Benjamin me lanzó una mirada de frustración antes de girarse y caminar con paso despreocupado por las escaleras hacia el patio.
 
El alivio paso a través de mí mientras lo observaba irse. Estuve tan tensa todo el tiempo que él estuvo cerca, demasiado asustada como para moverme.
 
Demasiado asustada como para hacer cualquier cosa. Ahora, mis hombros se hundieron y mi respiración volvió a la normalidad mientras mis ojos se posaban en el chico que me había salvado más veces de las que merecía.
 
Peter no quito la mirada de Benjamin hasta que desapareció por la esquina. Cuando estuvo seguro de que Benjamin no iba a volver, se volvió a mirarme, sus hombros temblando por toda la ira que estaba tratando de contener.
 
Luego suspiro y se acercó a mí, atrayéndome en un abrazo que hizo que mi interior pegara un chillido. Era la medicina perfecta para mi encuentro con Benjamin.

26 comentarios :

  1. Otroooooooo, como se atreve a hablarle ese hdp!

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  2. lo amoooooo!!!
    es un amor con lali
    me super encanto el cap
    besos

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  3. Mas tiernos imposibleeeeee, maaass.. Sos una genia :)

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  4. Q mery y benjamin se dejen de meter, maaaas porfi :)

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  5. Levantarse y q haya nove es buenisimo, geniaaa :)

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  6. otro porfa !! me encantan tus noves

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  7. Es un amor! Benjamin idiota! Más!

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  8. sube mas HOY POR FVOR

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  9. ++++++++++++++++++++++++++++++++

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  10. Menos mal k Peter siempre está para salvarla.

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