martes, 26 de marzo de 2013

Capitulo 36

Capitulo 36 

Cuando salimos del auto de Peter en la escuela, fuimos inundados por la usual horda de chicas queriendo manosear a Nico y Peter. Rodé mis ojos cuando Mery empujó su camino hacia el frente y envolvió sus pequeños, sucios brazos alrededor de la cintura de mi novio, mirándolo con sus ojos ven a la cama.
—Mery, en serio necesitas alejarte —dijo Peter con severidad, desenvolviéndose de ella y caminando hacia atrás.
—Peter, nene, ¿qué tal si nos saltamos el primer período y vamos a pasar un buen rato? —ronroneó ella sugestivamente, frotando su mano hasta su pecho.

¡Oh, Dios mío, estaba tan celosa que me sentía realmente enferma!
Di media vuelta y me alejé tan rápido como pude, sólo queriendo estar lejos de todo. Después de un minuto pude escuchar a Cande corriendo para alcanzarme, él me agarró la mano tirando de mí para detenerme.
—En serio, no estoy de humor —casi gritó, dirigiéndome a ella, pero no era ella, era a Peter.
—Hey, sólo quería acompañarte a clase —frunció el ceño y me miró con tristeza.
—Oh, claro... er... Lo siento. Pensé que estabas con Mery, teniendo un poco de diversión —dije sarcásticamente, avergonzada de haberle gritado.
Negó con la cabeza y se acercó a mí.
—No, no estoy con ella, estoy contigo —dijo dulcemente, sonriéndome, y haciendo que mi corazón latiera más rápido.
—Claro, sí, lo siento, sólo.... No sé.... —mi voz se apagó, ruborizándome como un loca.
—Estás celosa —afirmó, al parecer satisfecho de ello. Asentí con la cabeza de mala gana, en realidad no quería admitirlo—. Bien, he estado esperando para que te pusieras celosa por los últimos doce años —dijo, sonriendo como un loco.
Me eché a reír.
—¿En serio? Pues aquí lo tienes entonces, finalmente ocurrió —di una patada a mis zapatos en las piedras; tratando de distraerme de la sensación de celos que todavía estaba corriendo por mis venas. Supongo que iba a tener que acostumbrarme a que las chicas estuvieran sobre él. Era Peter Lanzani, por el amor de Dios, las chicas siempre lo seguían a todas partes, pidiendo su atención.
—Recuerdas la charla que tuvimos ayer, ¿esa acerca de la confianza? Bueno, eso funciona en ambos sentidos, sabes. Nunca te haré daño, pero necesitas creer eso también —puso su dedo debajo de mi barbilla e inclinó mi cabeza hacia arriba, haciéndome mirarlo.
Suspiré, sí bien, supongo que dije eso.
—Confío en ti, sólo es difícil de ver —le contesté, sonriendo, imitando sus palabras de ayer.
Se echó a reír.
—Sí, bueno, lo que se dice por ahí ahora es que tengo una novia por lo que debe poner fin a todo este coqueteo —dijo con confianza, cepillando el pelo de mi cara.
—¿Les dijiste a todos que tienes una novia? —pregunté, sorprendida. Bien, wow, tal vez era más serio de lo que pensé sobre hacer esto funcionar.
—Sí, por supuesto. Tengo una novia. Tengo la más sexy, más bella novia del mundo, que aún no me da las gracias que me prometió en un texto esta mañana —sonrió, con su sonrisa coqueta y sentí como un millón de mariposas revoloteaban en mi estómago.
Me reí y me incliné hacia delante hasta que mi boca estaba casi tocando la suya.
—Todas las cosas buenas vienen a aquellos que esperan —me burlé, guiñándole un ojo y alejándome.
Gimió y me atrapó con rapidez.
—No crees que doce años sea tiempo suficiente para esperar —preguntó, fingiendo sorpresa, haciéndome reír.
—Hmmm, no realmente. Creo que voy hacerte esperar un poco más —le lancé un beso al entrar por la puerta de mi clase de Historia. Lo oí quejarse, pero cuando miré hacia atrás estaba sonriendo, mirándome marcharme. A propósito balanceaba mi trasero, tratando de lucir sexy; debió haber funcionado porque tres chicos de mi clase de historia silbaron e hicieron un comentario acerca de mi sexy trasero. Puse los ojos en blanco. ¡Chicos!
No pude hablar con Peter mucho en el almuerzo, nos sentamos en la misma mesa, pero todo el mundo quería hablar con él.
—Así que, ¿realmente tienes una novia secreta? —preguntó Alan, uno de sus amigos, lo miraba como si no lo creyera en absoluto.
—Sí —confirmó Peter, pareciendo muy orgulloso de ello. Cada vez que me miraba, me ruborizaba como una loca, y estaba segura de que alguien lo iba notar.
—Ella debe ser una mujer caliente que ha domado a la bestia para sentar cabeza — sonrió Pablo.
Peter se rió, sus ojos se posaron en mí por una fracción de segundo.
—Ella es la cosa viva más sexy, hombre —dijo con confianza.
—¿En serio? ¿Es buena follando? —preguntó Pablo, recogiendo su emparedado.
—Hombre, en serio, no voy a contestar eso de mi chica —dijo Peter con una sonrisa.
—Apuesto a que podría sacarla del agua —coqueteó Belen, pasando la mano por su brazo.
Se echó a reír.
—Sabes qué, no tendrías ninguna posibilidad. Mi chica es increíblemente hermosa, tanto por dentro como por fuera —Peter se encogió de hombros, tirando de su brazo a distancia, con una sonrisa. Todas las chicas en la mesa hicieron aww y ahh. Sonreí y trate de comer mi almuerzo. Podía sentir los ojos de Cande en mí, para que la mirara, ella me sonreía de oreja a oreja. Puse los ojos en blanco, riendo entre dientes.

—No ha dormido con ella, ella no cree en el sexo antes del matrimonio —terció Nico, sonriendo. Me tragué una risa. ¿Le había realmente creído Nico cuando le dijo eso esta mañana? Todos jadearon y miraron a Peter, quien estaba sonriendo como loco.
—¡No me digas! ¿No te has acostado con ella? —preguntó Pablo escéptico.
—No, no lo he hecho, pero eso en realidad no es de su incumbencia, chicos —Peter sacudió su cabeza, sonriendo—. Me tengo que ir. Tengo que hablar con el entrenador acerca de la práctica —se encogió de hombros, poniéndose de pie. La mitad de los chicos también se levantaron, después a seguirlo.
Tan pronto como se marcharon, todas las chicas empezaron a planear y conspirar. Querían saber quién era la chica secreta, y no se detendrían ante nada para descubrirlo, a continuación, cada una de ellas sacó veinte dólares y los puso en el centro de la mesa. Las miré, confundida.
—Entonces, la próxima chica que se acueste con él, se lleva la apuesta —dijo Mery, con una sonrisa.
Di un grito ahogado.
—¿En serio? Acaba de decir que tiene una novia y no está interesado, ¿y están apostando a quién va a dormir ahora? ¿Qué pasa si su novia es la próxima en dormir con él? —pregunté, sorprendida. ¡No podía creer que estas chicas estuvieran apostando por tener sexo con alguien! ¡Es una competición maldita sea!
—Bueno si ella pone su dinero, entonces va a ganar, pero obviamente ella no le esta dando lo que él necesita. Se alejará con el tiempo. La próxima en engancharlo gana, pero te garantizo que no será su novia. Él no puede esperar. Sin sexo antes del matrimonio. ¡Sí, claro! Es de Peter Lanzani de quien estamos hablando —rodó sus ojos riendo. Era obvio que ella tenía muy claro que ganaría. Entonces tuve una idea, saque uno de veinte y lo puse en su montón.

—La próxima en engancharlo, ¿no? —pregunté, apenas siendo capaz de contener mi sonrisa.
—Sí ¡Claro! Como si tuvieras una oportunidad, emo —me soltó Mery, desagradablemente.
—Entonces, ¿qué obtiene el ganador? —pregunté emocionada, ignorando su burla.
Contó el dinero que había en el montón.
—Bien, hay doscientos cuarenta dólares ahora mismo, pero una vez que la gente se entere… bueno, no lo sé… la última vez que hicimos esto fue por Agustin. Tuvimos seiscientos veinte, pero Peter es más caliente, y por su aspecto de intocable, bueno, por ahora de todos modos —Mery se rió, doblando el dinero y poniéndoselo en su bolsillo, apuntando los nombres en un trozo de papel. Me reí, wow, esto iba a ser dinero fácil. Cande se reía como una loca.
—¿Van a entrar también? —preguntó Mery a Cande y a Rochi, cortésmente.
—No, yo no. No tengo ninguna oportunidad —Cande se encogió de hombros, aun riendo.
Rochi le pasó a Mery su dinero.
—Estoy dentro. Quien podría decir que no a la oportunidad de ganar todo ese dinero y de dormir con Peter Lanzani —dijo Rochi, de manera soñadora. Cogí a mis dos amigas por el brazo y las arrastré fuera de la sala del almuerzo hacia nuestra siguiente clase.

10 comentarios :