viernes, 15 de marzo de 2013

Capitulo 3


 Capitulo 3

—¿Qué estás haciendo aquí, Peter? —susurré, limpiándome la cara, pero las lágrimas siguieron cayendo. Me tiró sobre la cama, meciéndome suavemente, igual que Nico siempre hacia cuando lloraba.

Miré su pecho y me di cuenta que estaba usando shorts y camiseta de los Power Rangers. Fruncí el ceño, un poco confundida en cuanto ha por qué tendría puesto eso, hacía mucho frío fuera. Entonces me di cuenta de que estaba usando su pijama. Miré al reloj para ver que eran casi las ocho y media. Había estado llorando durante más de una hora.

—Te vi a través de la ventana. Solo quería venir y asegurarme de que estabas bien
—susurró a su vez, todavía abrazándome con fuerza.Volvía mirar a la ventana. La habitación de Liam estaba directamente en frente de la mía y podía ver en su habitación, lo que significaba que él podía ver en la mía.
Me mordí el labio, oh Dios me había visto llorando, tengo que verme tan débil para él. Las únicas personas ante las que alguna vez había llorado eran mi madre y Jake.
—Estoy bien. Tienes que irte —susurré empujándole otra vez, tratando de sacarlo de la cama. Se limitó a negar con su cabeza.
—No me voy hasta que dejes de llorar —declaró, tirándome hacia abajo de manera que ahora estábamos tumbados en mi cama, uno enfrente del otro. Tenía sus brazos envueltos alrededor mío tan fuerte que ni siquiera podía retorcerme. Me sentí segura y caliente. Me deslicé aún más cerca de él, presionando todo mi
cuerpo con el suyo y sollocé en su pecho.


Me desperté a la mañana, todavía fuertemente envuelta en sus brazos; di un grito ahogado y miré al reloj 6:20 a.m.
—¡Peter! —susurré, sacudiéndolo.
—Ahh, ¿qué, Mamá? —preguntó con sus ojos cerrados.
—¡Shhh! —siseé, rápidamente cubriendo su boca antes de que hablase otra vez. No puedo creer que nos quedásemos dormidos, esto está tan mal. Sus ojos se abrieron de golpe y me miró, sorprendido, luego miró alrededor de mi habitación.
—Oh no, ¿me quedé dormido? —susurró, sentándose y pasándose la mano por su pelo, que estaba levantado por todas partes pero en realidad se veía mejor que cuando tenía ese asqueroso gel en él.
—Tienes que ir a casa, Peter. ¡Rápido! —siseé, empujándolo hacía la ventana. La abrió y empezó a trepar fuera pero agarré su mano haciendo que se detuviera. Levantó la vista hacia mí una expresión confundida en su cara.
—Gracias —susurré, sonriéndole agradecidamente. Realmente necesitaba ese abrazo la otra noche, esa fue probablemente la cosa más bonita que Peter alguna vez había hecho por mí. Él me devolvió la sonrisa.
—De nada, Ángel —respondió, sonriendo y saliendo. Vi como pasaba por el agujero en la valla y volvió a subir a su propia ventana. La cerró y me saludó, le devolví el saludo y luego fui a vestirme. El pensamiento de Peter viniendo a escondidas aquí y estando en la casa sin permiso, hizo que mi estómago doliera. Tuvimos mucha suerte de no ser atrapados. Me aterraba pensar que habría sucedido si sus padres hubieran ido a su habitación a la noche y hubieran visto su cama vacía, o que habría pasado si no me hubiera despertado temprano. Me estremecí al pensar en lo que mi padre haría si hubiera entrado aquípara encontrar a Liam en la casa durante la noche.

1 comentario :

  1. esta muy buena, pero...¿por qué le decis liam a peter??

    ResponderEliminar