martes, 12 de noviembre de 2013

Capitulo 31

17 horas desde que la energía se fue
11 semanas para el cumpleaños de Lali

—¡Oh, Dios mío! —gritó alguien de repente. Me desperté de un salto para ver a mamá protegiéndose los ojos y dando un paso atrás hacia la puerta. Lali saltó repentinamente, con los ojos abiertos y aterrorizados.

—Peter. —Mamá estaba se estaba esforzando mucho para mantener su voz bajo control—. ¿Qué está haciendo Mariana en tu cama? 

—Oh mier... —dijo Lali, saliendo de la cama. Parpadeé con fuerza, tratando de borrar el sueño de mi cabeza—. Señora Lanzani, lo siento mucho. —La explicación de Lali comenzó apresuradamente—. Mi mamá está fuera de la ciudad de nuevo, y la energía se fue, y no tenemos una estufa de leña en nuestra casa. Hacía mucho frío y tenía miedo de estar en casa sola anoche. Lo siento mucho.
 
Quería levantarme y dar una explicación también, pero bueno, no podía... Así que tomé el cuaderno y la pluma más cercana.
 
¡LO SIENTO!, escribí en letras grandes, destacándolas. Pasé la página. ¡No quería que se congelara hasta la muerte!
 
Mamá se limitó a sacudir la cabeza, apretando la mandíbula con fuerza. Pude ver las ruedas girando en su mente, debatiéndose entre la posibilidad de ser una buena samaritana o darle a Lali una patada en ese mismo momento.
 
—El desayuno está listo —dijo finalmente. Sin más, se dio la vuelta y salió por la puerta, cerrándola detrás de ella.  

Lali me miró, casi en cámara lenta. Tenía los ojos cómicamente anchos, y su cara completamente roja. De inmediato, estallé en una risa silenciosa.

—Peter Lanzani —casi me gritó—. ¡Esto no es nada divertido!
 
Lo que sólo me hizo reír más fuerte.
 
—¡Basta! —gritó, una risa burbujeando en sus labios mientras se lanzaba hacia mí. Comenzó a golpearme con almohadas y a tratar de sofocarme con una manta.
 
Mariana estaba más que avergonzada de salir al comedor y sentarse a comer croquetas de patata, huevos y tocino, todo cocinado en el horno a leña. Pero casi ninguno de la familia parecía darse cuenta de que era algo fuera de lo habitual, excepto por Euge, quien acaba de dedicarle a Lali una sonrisita socarrona de esas que las niñas suelen darse entre sí.
 
Sin indicadores de que la electricidad fuera a volver a corto plazo, y con los vientos canadienses haciendo furor, todos estuvimos en casa, bebiendo chocolate caliente otra vez, almacenando el fuego, jugando juegos, leyendo, relajándonos.
 
Besé a Lali en la parte inferior de las escaleras esa noche, justo antes de que ella subiera con Euge para irse a la cama.
 
Sonreí para mis adentros mientras yacía solo en mi cama más tarde, sintiendo como si tal vez hubiera alguien mirándome.
 
Mi jodida vida se sentía bastante perfecta.

11 semanas hasta el cumpleaños de Lali

La escuela reanudo al día siguiente, cuando la energía por fin volvió a funcionar. Lo había estado temiendo como ninguna otra cosa. Fue agradable tener Lali viviendo bajo el mismo techo durante un tiempo.
 
Misteriosamente, después de que Lali volvió a su casa, encontré que otra página había sido arrancada de nuestro cuaderno.
 
¿Qué había escrito Lali que no quería que vea?
 
Unos pocos días de empezar clases de nuevo, me senté en Cálculo para el primer período y saqué mi libro y un cuaderno. No me había dado cuenta de que nadie se había sentado a mi lado hasta que de repente una mano me tocó el brazo.
 
—¿Cómo te va, Peter? —Una voz prácticamente goteando insinuaciones sexuales, dijo. Miré para ver a Paula sentada en la mesa de al lado. No pude evitar que mis ojos saltaran a sus largas piernas kilométricas que sobresalían de debajo de una falda que no era más que un trozo de tela. La blusa que llevaba bajo la chaqueta caía lo suficientemente bajo en su pecho como para que pudiera ver la mitad de su sostén de encaje color rosa.
 
Trago duro, mis ojos rápidamente saltan lejos de ella. Esperaba que mi cara no se pusiera roja.
 
Así que parecía que los rumores de que ella y Blake habían roto eran ciertos.
 
Bien, me las arreglé para garabatear. ¿Y tú?
 
—Oh —dijo ella con un suspiro dramático, sacudiendo su pelo sobre un hombro—. Bien. Solitaria.
 
Di un pequeño asentimiento, intentando lo mejor posible no mirarla sin ser grosero.

—Entonces, ¿cómo esta... Lali... haciéndolo? —dijo. Por la forma en que pronunció el nombre de Lali se podría pensar que era una cáscara de plátano podrido en el fondo del cubo de la basura. Al instante sentí endurecerse mi interior.
 
Genial, escribí. Se ha estado quedando en mi casa, mientras no había energía. Ya está. Eso debe poner un freno a lo ardiente de Paula.
 
—Es una lástima —dijo, su voz volviéndose aburrida mientras sacaba un cuaderno—. No puedo imaginar que sea divertida. Todo lo que alguna vez hace es estudiar.
 
Mi mandíbula se apretó y lo mismo hicieron mis puños.
 
Agradecí que la Señora Sue apareciera entonces y comenzó la clase.
 
No pude concentrarme cuando la lección inició. Paula siguió dándome todas esas miradas seductoras de lado. Luego se dio la vuelta hacia mí, cruzando sus piernas desnudas así estaba prácticamente tocando mi pierna con la punta de sus zapatos de tacón alto.
 
Si hubiera hecho esto el año pasado, podría haberme conseguido un poco excitado. A pesar de que había estado enamorado de Lali desde siempre, cualquier hombre se emocionaba cuando llamaba la atención de Paula. Incluso si había sido llamada Paula la Puta.
 
Prácticamente corrí hacia la puerta cuando sonó el timbre, y no mire hacia atrás.
 
Había visto los ojos de Paula acechándome de vez en cuando las últimas semanas. Era sorprendente que todo mi accidente y las cicatrices no la apagarán. ¿Era eso admirable? Pero sabía que esto era un juego para ella. Estaba tratando con todas sus fuerzas de poner celoso a Blake, y ¿qué mejor manera de darle celos que coquetear con el lisiado ciudad?
 
Suspiré de alivio cuando llegué a física y vi a Lali sentada en su escritorio habitual. Me dirigí directamente hacia ella y le dio un beso en los labios, justo en frente de la clase.
 
—Bueno, hola —dijo Lali con una sonrisa mientras me hundía en el asiento a su lado—. Estás de muy buen humor hoy.
 
Rodé los ojos mientras sacaba nuestro cuaderno y hacia clic al bolígrafo para abrirlo.
 
Paula, simplemente escribí, mostrándolo en su dirección.
 
—Oh—dijo Lali, con los ojos cayendo ligeramente—. Paula.

¿Estás bien? Escribí, tocando su brazo para llamar su atención de nuevo. Me dio una mirada un poco triste, justo mientras el Sr. Roy comenzaba la clase. Alcanzando nuestro cuaderno, Lali se puso a escribir.
 
No me gustaba el aspecto que de repente llenó la perfecta cara de Lali. Sabía que Lali y Paula nunca habían sido amigas, pero ¿había algo más pasando entre ellas?
 
Cuando el Sr. Roy estaba de espaldas a la clase, Lali deslizó el cuaderno de nuevo en mi escritorio. Metiéndolo junto a mis notas, leí la caligrafía de Lali.
 
Paula nunca ha sido exactamente amable conmigo, pero ha sido una bruja total últimamente. Siempre haciendo comentarios sobre mis ropas desgastadas y cómo me veo. Ha estado difundiendo rumores de que tengo un desorden alimenticio.
 
Sin embargo es un vagabunda. Sólo trato de ignorarla. Se aburrirá con el tiempo. Aunque si sigue mirándote como si fueras una maldita paleta puedo terminar arañando sus ojos...
 
Me reí al leer las palabras de Lali. Al instante me sentí mejor.
 
No te preocupes, le escribí de regreso. Paula la Puta no tiene nada de ti.
 
Lali sólo miró el cuaderno para leer mi respuesta. Una pequeña sonrisa se abrió camino de vuelta en su cara. Mientras que el Sr. Roy escribía en la pizarra, tomó mi mano y le dio un rápido apretón.



Los acercamientos de Paula se hicieron más y más agresivos durante las siguientes semanas. Y su ropa se puso más y más pequeña. Llegó a un punto en que ya no era atractivo. No entendía cómo pensaba dejaría a Lali por eso. Parecía una maldita prostituta. Un día incluso, fue enviada a casa porque el Director Dalmau consideraba que vestía muy poco. Su posición como presidente del cuerpo estudiantil estaba en grave peligro.

Y sus pinchazos a Lali se pusieron peor. Toda la escuela pronto creyó que Lali tenía un trastorno importante de alimentación y Lali habían sido incluso llamada a la oficina del consejero de orientación de la escuela. Casi había tenido un ataque de pánico cuando el consejero quiso reunirse con su madre. Mariana hizo lo único que podía: mintió y dijo que su mamá estaríafuera de la ciudad de nuevo durante tres semanas.

Empecé a robar más comida para llevarle a Lali. Tenía la esperanza de que mamá solo sospechara que era de Kali o Joaquin, ganando algo de peso de invierno.

A finales de enero, Lali no podía ni caminar por los pasillos sin oír a la gente susurrar sobre cuán harapienta estaba luciendo, acerca de cómo se estaba matando de hambre a sí misma.

Eso me molestó. Quería golpear todos y cada uno de ellos en la cara para decir algo malo de Lali. Si supieran lo que realmente estaba pasando. 

Merecían sentirse muy mal por lo que decían, por ayudar a difundir los rumores tóxicos. Quería decirles la verdad, para que se sintieran culpables. Pero nunca podría traicionar el secreto de Lali. Y tan pronto como alguien se enterara, Lali se iría.

7 comentarios :

  1. Ay esa Paula que pesada
    Pobre lali lo bueno que ya faltan
    Pocas semanas para ser mayor de edad
    Subí más noveeeee me encanta

    ATTE. : Valeria : )

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  2. Espero que no descubran a lali antes de que sea mayor de edad

    ATTE: Valeria : )

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  3. 

VOTEN POR LALITER DONDE DICE QUE PAREJA PREFIEREN:
http://www.mundotkm.com/encuestas


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  4. Paula la Puta -te odio-
    Al principio de la nove parecia que el que más iba a sufrir era Peter, pero ahora me doy cuenta por todo lo que tiene que pasar Lali!
    te pasas por mi blog? gracias, besos
    esencialaliter.blogspot.com - @rochi16ta

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  5. Hola encontré tú blog hace poco y termine de leer las noves ya llegué a está =) me encantarOn todas las que subiste besos Naara

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