miércoles, 27 de noviembre de 2013

Capitulo 1

Capitulo 1

Abro mi casillero y meto mis libros en el estante superior. Mi mirada cae sobre el espejo que mi mamá me compró. Sí, lindo regalo mamá, odio mirarme. Mi cabello es rebelde, rizado, y de un castaño oscuro y mis ojos son de un marron apagado. No soy atractiva en lo más mínimo. Mi mamá dice, “Eres hermosa”, yo digo que es una mentirosa. Ella podría estar en lo cierto, pero no tengo autoestima, cero, nada. Golpeo la puerta de mi casillero al cerrarlo, y gruño con frustración.

Es entonces cuando veo la cara detrás de mi casillero. Los ojos de Pablo me miran sin comprender. Mientras su ceja se levanta, mi cara se pone roja. Genial, absolutamente genial, así que así es como mi día va a ir.
 
—Hola —murmuro.
 
Pablo simplemente sacude la cabeza y abre su casillero. Vaya, está ignorándome. ¡Qué sorpresa! Sólo suspiro y me alejo. Mi siguiente clase es arte. Probablemente la única cosa en la que soy buena. Tomo mi asiento habitual en la esquina, lejos de todos. Deseo que este día termine, como cualquier otro día de la escuela secundaria. Miro por la ventana, mientras espero que suene el timbre.
 
Cuando un coro de voces burbujeantes entra en la habitación, se me revuelve el estómago. Grandioso, están aquí. Mis ojos se vuelven hacia las chicas que hacen de mi vida un infierno. Melody, la rubia animadora es la atípica niña bonita, Belen, es la más baja con el cabello corto de color negro, pero la líder es Paula. Es la inmaculada y perfecta morena. Creo que se ha hecho cirugías. Su papá seguramente le da todo lo que quiere, así que no me sorprendería.
 
Por supuesto, toman los asientos en el pasillo opuesto a mí. Dispárenme ahora, por favor. Mientras, Paula se sienta, sus ojos rapaces miran directamente hacia mí. Elijo ignorarla.
 
—Mi, mi, mi, Mariana —dice riendo—. No estamos… bonitas… singulares hoy. Qué buen conjunto.
 
Mi mente se desplaza instantáneamente a lo que llevo puesto. Bueno, sí, no tengo absolutamente ningún sentido de la moda y Paula se asegura de que lo sepa casi todos los días. Tengo un pantalón capri azul y una camisa a rayas de color púrpura. Ahora, pensando en ello, no coinciden en absoluto. Es otro fracaso épico de mi parte, pero por desgracia, es uno de muchos. Saco mi cuaderno de dibujo y sigo ignorando a Paula.
 
—Mira Paula, está garabateando otra vez —se ríe Belen—. Dibujando a su chico soñado.

—¿Te refieres a Pablo? —pregunta Paula sarcásticamente. El lápiz que acabo de tomar se rompe en mi mano—. Ooohh, me parece haber tocado una fibra sensible —se inclina—. Está bien, todos sabemos acerca de tu enamoramiento. Te prometo que no lo diré.
 
Después de todo este tiempo, se podría pensar que ya no me molesta, pero todavía lo hace. Mi pecho se aprieta y tengo que mirar hacia otro lado. Las chicas sólo se ríen. De repente, suena el timbre y tomo una respiración profunda. El maestro empieza a hablar en la parte de adelante lo que significa que la atención se aleja de mí, por ahora.
 
Encuentro un respiro cuando puedo dibujar. Sí, no voy a mentir, he esbozado a Pablo un millón de veces, pero NUNCA en la escuela. No soy tan estúpida. Hoy, se supone que debemos dibujar una de esas figuras de madera que están puestas en el escritorio. Es fácil y me lleva muy poco tiempo, así que cuando termino, saco mi libro de dibujo. Me encantan los lápices de carbón. Son las mejores cosas para dibujar. La mayor parte del tiempo dejo que mi imaginación me lleve, pero hoy, bueno, hoy estoy un poco vengativa. Esbozo una guillotina, con la cabeza de Paula en ella. Nunca dije que era súper madura.
 
Al menos es mi último año y pronto ya no tendré que lidiar con este lugar nunca más. Cuando suena el timbre para terminar el día, agarro mis cosas y casi salgo corriendo del salón. Lo bueno es que hoy no tengo que parar en mi casillero. No creo que pueda soportar ver a Pablo, de nuevo. ¿Quién sabe lo que Paula le ha dicho? Tal vez me olvidaré de todo esto mañana, probablemente no, pero aquí está la esperanza.
 
Nuestra secundaria es bastante grande, así que me pierdo en la multitud dejando la escuela. A diferencia de todos los demás de mi edad, no tengo una licencia de conducir, podría ser, porque no le importo a mi mamá. Es alcohólica. Mamá tiene un gran trabajo, pero toma como un pez. La mayoría de las veces, soy más feliz cuando no está en casa. Me dirijo por una calle que nadie más toma. De esta manera, no me encuentro con nadie.
 
Realmente me gustaría que fuera diferente, pero no he tenido ninguna ayuda en casa. No creo que mi mamá alguna vez quisiera tener hijos. Decir que fui un accidente es un eufemismo. Mi mamá nunca me ha dicho quién es mi papá. No hay un nombre en mi certificado de nacimiento, por lo que no tengo ni idea. Tal vez, no lo sabe. No me sorprendería.
 
Miro mi reloj. Hmm, mamá va a estar en casa pronto, y hoy en particular no quiero tratar con ella. Voy a la cafetería. Cuando llego allí, la chica detrás del mostrador sonríe.
 
—Hola, Mariana, ¿lo de siempre?

—Sí, gracias Merrisa —respondo. Se da la vuelta y me hace mi bebida. Tomo dinero de mi bolsillo. Eso es algo que mi mamá siempre me da, dinero. Oye, eso me permite tomar café y escapar por unas pocas horas. Rozo mi zapatilla contra el suelo, mientras espero. Finalmente, deja mi café con leche en el mostrador—. Gracias —digo, mientras le pago y dejo una gran propina. Me gusta Merrisa. Me habla como un ser humano.
 
Hoy el clima está agradable, y creo que me sentaré afuera. El sol se siente bien en mi piel. Me gusta el clima cálido. No me iría bien en Alaska. Saco los auriculares y los pongo en mis oídos, encendiendo mi música bastante alta. Dejo mi cuaderno de dibujo en la mesa, y me pongo a trabajar. Estoy tratando de trabajar más en los paisajes. Las caras y las personas son mis puntos fuertes, así que estoy tratando de ampliar mis horizontes.
 
Cuando bajo mi café vacío, suspiro. Quiero otro. Sacándome mis auriculares, presiono detener. Es entonces cuando noto la sombra sobre la mesa. Miro hacia arriba y mi corazón cae. ¿Qué diablos, acaso no puedo tomar un descanso?
 
—¿Qué quieres? —gimo.
 
Paula cambia su peso a su otra pierna.
 
—Queremos esta mesa.
 
Mi atención se dirige a la zona alrededor de mí.
 
—Hay otras cinco mesas disponibles.
 
—Sí, pero nosotros queremos ésta —responde.
 
—¿Cuál es tu problema? —espeto—. ¿No puedes dejarme en paz?
 
Riendo como una bruja, Paula dice.
 
—¿Por qué lo haríamos? Eres un blanco fácil, tan divertido. Mírate. Eres ridícula.
 
¿Puedo sólo morir? Uno de estos días, ¿por favor?
 
—Gracias, ve y siéntate en otro lugar.
 
Se inclina sobre la mesa.
 
—Mueve tu patético trasero.
 
—En realidad estábamos a punto de irnos —dice una voz.
 
La mirada de todo el mundo se mueve hacia la figura que se desliza en el asiento junto a mí. Um, hola. ¿Quién en el mundo eres?
 
Los ojos de la chica se ensanchan, al igual que los míos. Hay un chico increíblemente caliente sentado a mi lado. Él le da una sonrisa resplandeciente a Paula.

—Sigo pidiéndole que me deje llevarla al paseo de su vida y finalmente ha cedido y dijo que sí. —¿Eh? Creo que mi boca está en realidad abierta. Sus ojos de un color verde esmeralda están en mí—. ¿Verdad, cariño?
 
—¿Qué? —susurro.
 
—Tienes que estar bromeando —se burla Paula.
 
Dándole una sonrisa aún más grande, dice.
 
—Oh, nunca bromeo sobre mi motocicleta. —¿Motocicleta? Mis ojos, junto con los de las chicas, van a la calle. Hay una motocicleta negra apoyado en su soporte. Es una preciosidad. Niego con la cabeza en un tonto estupor. Me doy la vuelta de nuevo hacia al chico a mi lado. La expresión de mi cara tiene que ser invaluable. Recoge su casco y lo empuja hacia mí—. Exijo que uses esto, sin embargo.
 
Incapaz de controlar mi propio impulso, veo como mi mano se extiende y lo toma.
 
—Está bien. —Es la única respuesta que puedo reunir.
 
—Ésta… ¿ésta es tu novia? —tartamudea Paula.
 
—Qué grosero de mi parte. —El chico se levanta y extiende su mano—. Mi nombre es Peter.
 
Paula vacila y la sacude.
 
—Hola.
 
Entonces Peter se vuelve hacia mí.
 
—Empaca tus cosas para que podamos irnos. —Me siento y lo miro fijamente. Me da una mirada insistente. No sé por qué, pero empiezo a poner mis cosas en mi mochila.
 
De repente, alguien se acerca. Mierda, es Pablo. Camina tranquilamente y mira a Peter y luego a mí.
 
—Hola —dice lentamente. Se da la vuelta hacia Paula y dice—. ¿Qué está pasando?
 
—Éste es Peter. Supuestamente, es el novio de este fenómeno —responde, señalándome.
 
—Oye —espeto—. ¡Tengo un nombre, es Mariana y muy bien que lo sabes!
 
Levantando sus manos, Peter exclama.
 
—¡Esperen! Técnicamente no soy su novio.
 
Esto es simplemente genial. No tengo idea de quién es este tipo, pero acaba de hacer mi vida peor.

—No, no lo eres —enfatizo. Por favor, haz que esto acabe.
 
—Sigo invitándola a salir, una y otra vez y sigue negándose, pero creo que mi persistencia funcionará pronto, y es exactamente por eso que voy a darle el… paseo… de su vida —agarra mi mano y dice—. Vamos. Tengo planes para nosotros.
 
Sin estar segura de qué hacer, le susurro.
 
—Está bien. —Cuando miro hacia arriba, mi corazón se hincha. Todo el mundo se ha conmocionado, se ve en sus rostros. Este tipo es más que hermoso y está haciendo un espectáculo ayudándome. No puedo evitar sonreír. Dulce, dulce, reivindicación. Viviré esto, hasta que se acabe. Si no explota en mi cara en un segundo, resultaría ser una horrible broma de mal gusto.
 
—Vamos Lali —dice Peter, dando una impecable sonrisa de dientes blancos—. Quiero llevarte a dar un paseo. —Levanta las cejas de arriba hacia abajo. Eso sólo me hace reír y se necesita mucho para hacerme reír. Se vuelve de nuevo a mis torturadores—. Pueden tener la mesa ahora. Vamos cariño. —Peter empieza a sacarme a la calle. Lo sigo con vacilación.
 
Cuando llegamos a la motocicleta, se sube. En cuanto a mí, dice sonriendo.
 
—¿No vienes?
 
Inclinándome, susurro.
 
—¿Vas a matarme?
 
Se echa a reír y responde.
 
—No dejaría tantos testigos. Vamos, sólo sube a la motocicleta. —¿Qué estoy haciendo? Me pongo el casco de la motocicleta y me acomodo la mochila en los hombros. Peter golpea suavemente el asiento detrás de él. Me subo y me siento allí. Coge mis manos y las pone a su alrededor. Sonriendo, pregunta.
 
—¿Quieres despedirte de tus amigos?
 
—¿Puedes sólo salir de aquí? —replico.
 
—Claro —dice Peter, girando y mostrándoles el dedo medio. Agarro su mano, empujándola de nuevo hacia abajo. Siento su cuerpo temblar con risa. Enciende la motocicleta y acelera el motor.
 
Mi cabeza se da vuelta y miro a Paula. Tiene sus brazos cruzados, con sus ojos mirándome fijamente. Oh, chico, voy a pagarlo mañana. Al menos esto me hará sonreír por esta noche. De repente, la motocicleta salta hacia delante y arrancamos. Me aferro firmemente. Esto es una locura. Me voy a morir. Va a hacerme algo horrible, ocultar mi cuerpo en un tronco y empujarlo en el lago. ¿Valió la pena? Totalmente, la expresión de su rostro es suficiente pago.
 
Vamos por las calles del centro. Al llegar a un semáforo en rojo, me inclino hacia delante.
 
—Ahora puedes dejarme bajar en cualquier momento.
 
Volviendo la cabeza, Peter sonríe.
 
—Vamos a ir a tomarnos algo.
 
—Sólo tengo 18 años —le grito, cuando arrancamos de nuevo.
 
Se encoge de hombros. Nos dirigimos a un parque y se detiene en un punto. Soy rápida para saltar y retroceder.
 
—¿Quién eres? —pregunto.
 
—Mi nombre es Peter, Peter Lanzani, para ser exactos y tu nombre es Mariana, te escuché gritárselos a esas personas.
 
Puedo sentir mis mejillas ruborizarse.
 
—Sí, lo siento por eso. Ésa era Paula. Ella me trata como…
 
—Basura. —Peter acaba por mí.
 
Asintiendo, suspiro.
 
—Sí. Gracias por eso. No tengo idea de por qué lo hiciste, pero gracias. —Me quito el casco y se lo devuelvo—. Aquí.
 
Lo toma y lo pone frente a sí mismo.
 
—¿Cuál es su problema contigo?
 
—¿Los viste?
 
—Por supuesto —responde.
 
Hago un chasquido con mi lengua y digo.
 
—Míralos y luego mírame. Soy un blanco muy fácil.
 
—¿Por qué dices eso?
 
Ahora, ruedo los ojos.
 
—Soy una tonta si no lo has visto ya. No puedo vestirme bien. Parezco loca. No tengo muchos amigos, si es que los tengo. Sólo soy una tonta.
 
Peter frunce el ceño.
 
—No veo a una tonta.
 
—Eso es muy amable de tu parte —contesto, un poco molesta—. ¿Por qué hiciste lo que hiciste de todos modos?
 
—Me recordaste a alguien y no podía soportar la forma en que te estaba hablando. ¿Por qué la dejas hacer eso?

Cruzo los brazos y miro hacia abajo.
 
—No lo sé. Sólo lo hago. No puedo ser otra cosa que lo que soy. Por lo tanto, sólo lo tomo.
 
—Supongo que todavía estás en la escuela secundaria —pregunta Peter.
 
Asintiendo, respondo.
 
—Sí, ¿por qué, tú no?
 
Con una sonrisa diabólica, Peter responde.
 
—No, fui expulsado. —Mis cejas se levantan y empieza a reírse—. No, estoy bromeando. Tengo 21 años. Me gradué hace unos años, en realidad de una ciudad en Texas.
 
—¿Qué te trajo aquí? —pregunto.
 
Su sonrisa flaquea un poco.
 
—Necesitaba un cambio, así que tomé un dardo, lo tiré a un mapa, y aterricé aquí.
 
—¿De verdad hiciste eso? —suspiro.
 
—Sí —responde—. ¿Quieres que te lleve a tu casa?
 
Mis ojos sólo lo miran.
 
—¿No crees que sería raro, si realmente te mostrara dónde vivo?
 
—No voy a matarte —Peter se ríe. Inclinándose hacia adelante, susurra—. Todavía.
 
La esquina de mi boca tiembla.
 
—Está bien, llévame a casa. Me limitaré a asegurarme de bloquear las puertas por la noche.
 
—Debes hacerlo de todos modos —responde, entregándome el casco de nuevo—. ¿Cuál es tu dirección?
 
—1552 Avenida Harmony, si tomas la carretera J y das vuelta por la ciudad, está justo después de las vías del tren.
 
Con un gesto brusco, Peter dice.
 
—Sube entonces.
 
Mis manos tiemblan un poco. Me pongo el casco de nuevo y subo en la parte trasera.
 
—Agárrate fuerte —grita por el ruido de la motocicleta. Wow, ¿de verdad? Aferrarse a un chico caliente que me está dando un paseo a casa en su motocicleta, aquí hay una decisión difícil.

Hacemos nuestro camino de vuelta por la ciudad. Mi mamá va a enojarse cuando llegue a casa y me vea en esta motocicleta. Cuando finalmente llegamos a mi casa, doy un suspiro de alivio. No está en casa. Peter se estaciona en la parte delantera y detiene la motocicleta, apagándola. De repente estoy muy nerviosa. Le entrego el casco, y digo.
 
—Gracias, gracias por todo.
 
—No hay problema —responde. Peter me mira pensativo—. No dejes que te afecten tanto.
 
—Es más fácil decirlo que hacerlo.
 
Peter suspira.
 
—No pareces ser tan mala como chica. Date más crédito.
 
—Trato y fracaso cada vez. Realmente aprecio lo que hiciste. Voy a pagar por esto mañana, pero al menos fue algo de reivindicación —digo, en realidad sonriendo un poco.
 
—Tienes una bonita sonrisa —responde—. Deberías hacerlo más a menudo.
 
Nadie me había dicho eso antes. Me sonrojo, una vez más.
 
—Bueno, gracias por el viaje a casa y gracias por ser mi caballero al rescate.
 
—No hay problema, mi señora —replica Peter, inclinando la cabeza—. Ten una buena noche. Espera, ¿cuál es tu nombre completo?
 
—Mariana Esposito —respondo.
 
Guiñándome, dice.
 
—Fue un placer conocerte Mariana Esposito. Ten una buena noche. —Con eso, enciende su motocicleta y se va.
 
Me quedo ahí por un tiempo, mirando por la calle. ¿Realmente esto sucedió? Quiero decir, cosas como éstas en realidad no ocurren, ¿cierto? En las nubes, camino a mi casa. Pongo a preparar la cena y me siento en la mesa. Agarro mi cuaderno de bocetos y empiezo a dibujar a Peter, con sus grandes ojos verdes, con sus largas pestañas, su gran sonrisa y su cabello perfecto. Eh, bueno, al menos voy a tener esto como un recuerdo de que todo puede haber sido real.
 
De repente, la puerta principal se cierra de golpe. Oh, bien, aquí vamos. Mi mamá viene entrando en la habitación y tira su bolso en la mesa a mi lado.
 
—¿Un día duro? —pregunto.

—No tienes ni idea —responde mi mamá. Sí, claro, apuesto a que tuvo un día muy duro, y mira, va directamente al whisky. Oh bien, ella es una maravilla bajo la influencia de esas cosas—. ¿Qué hay para la cena?
 
—Ravioli —suspiro—. Es todo lo que tenemos para hacer.
 
Dándose la vuelta me mira.
 
—¿Estás diciendo que soy una mala madre? ¿Que no tengo comida en la casa y estás pasando hambre?
 
—¿Ésas palabras salieron de mi boca? —espeté—. No, sólo tenemos que ir al supermercado.
 
Mi mamá se da la vuelta y empieza a escarbar en su bolso. Saca un montón de dinero en efectivo y lo tira sobre la mesa.
 
—Ahí tienes, ve al supermercado. No puedo esperar hasta que tengas 21, entonces también podrás ir a comprarle algunas bebidas líquidas a mami.
 
—Oh sí —me quejo conmigo misma.
 
—¿Qué? —gruñe mi mamá.
 
Respirando profundamente digo.
 
—Nada. —Se da vuelta y sale enfurecida de la habitación. Cuando la cena está lista, tomo la mía y como arriba. Mi habitación tiene un cerrojo. Gracias a Dios.
 
Para el momento en que en realidad quiero aventurarme a bajar me encuentro a mi mamá desmayada en el sofá. Suspirando, le sacó los zapatos y subo sus piernas, como siempre hago. Tomando la pequeña manta, la cubro. Esto es ridículo. Debería haber sido trasladada y puesta en un hogar de acogida hace mucho tiempo, pero creo que sería mucho peor que esto. Una vez que me gradúe de la escuela secundaria, conseguiré un trabajo de verdad y saldré de aquí. La universidad está fuera de cuestión por el momento. Tengo la intención de ir, pero salir de aquí tiene prioridad. Quiero ver lo bien que lo hará, cuando esté sola y no pueda usarme para cocinar, limpiar y lavar la ropa
 
A las diez, me tiro en mi cama. Los acontecimientos de hoy siguen corriendo por mi cabeza. Fue impresionante, pero mañana será eclipsado todo. Va a ser un infierno. Tal vez debería faltar a la escuela. Sin embargo, eso no va a resolver nada, se burlarán más de mí al día siguiente. Genial, amo mi vida.

7 comentarios :

  1. pobre lalii :/ muy tierno peter, maas geniaa

    ResponderEliminar
  2. Holaa me encanta la novela :D empezo con todo jajaja me encanta lo que hizo Peter por ella quiero maas :D que bueno seria comenzar con maraton no? ES SOLO UNA SUPOSICION PEEEROOO PODRIAS HACERLO :D jajajaja en serio quiero mas pasate:
    http://casijuegosca.blogspot.com.ar/
    http://amorencopos.blogspot.com.ar/

    ResponderEliminar
  3. Espero k su caballero ,vaya a recogerla al día siguiente.

    ResponderEliminar
  4. Guau todo rápido ya en el primer capítulo sabemos mucho de lali vamos a ver que onda con peter besos Naara

    ResponderEliminar
  5. que pesadas Paula y su grupito en muy buen momentos apareció peter pero pobre lali mañana
    Ay ya quiero otro encuentro laliter subí más noveeeee me encanta

    ATTE: Valeria : )

    ResponderEliminar
  6. El caballero de armadura viene a salvar a su reina!! Me encanta más!!

    ResponderEliminar