sábado, 11 de enero de 2014

Capitulo 17

Nicole

Contraseñas. 

Odiaba las contraseñas. 

Y resultaba que el celular de Peter las tenía. 

Ya iba por el tercer intento y, si continuaba así, el teléfono se iba a bloquear por completo. 

Mierda. 

Lo único que podía hacer era contestar llamadas. Así que cuando Gas llamó para saber en dónde estaba, fue una sorpresa que pudiera responderle. 

Gas manejaba una camioneta blanca tamaño gigante que contaba únicamente con sólo un asiento para pasajeros. Una gran antena sobresalía desde la cabina, y en su parachoques tenía pegada una calcomanía que decía: "Los vaqueros sabemos usar la lengua mejor que los franceses". 

Mientras subía al vehículo no pude evitar darle una segunda mirada al chico. Era apuesto, atlético y tenía una piel bronceada seguramente de trabajar bajo el sol. Para mí era un completo desconocido pero si Peter confiaba en él para llevarme hasta su departamento... pues yo también tenía que confiar. 

Gas me sonrió inmediatamente y me sentí cómoda con su presencia. 

—Entonces... ¿qué estupidez cometió Peter esta vez? —me preguntó—. Que agradezca que estaba a mitad de camino cuando me llamó o sino estarías esperándome durante horas. 

—Creo que la que hizo algo estúpido en esta ocasión fui yo —murmuré. 

Gas movilizó la camioneta por la carretera y pronto comenzamos a pasar a gran velocidad las casas a nuestro alrededor. 

—¿Qué hiciste? —preguntó mientras le subía al aire acondicionado. 

—Creo que me enamoré de él. 

Me dedicó una sonrisa ladeada. 

—Sí, eso fue algo estúpido de hacer. Aunque para que te consueles: no eres la única que ha estado en esa situación antes. Por ejemplo Elena. 

Lo miré atentamente. Era imposible tratar de olvidarme de ella. Todavía tenía su rostro rondándome por la cabeza.
 
—¿A Elena le gusta Peter? —pregunté escéptica.

—No solo le gusta; está loca por él. Literalmente. Lanzani tiene ese efecto entre las mujeres, especialmente sus novias o ligues de una sola noche... —se detuvo y me miró por una fracción de segundo. Parecía avergonzado—, lo siento. Olvida que dije "ligues de una sola noche" en la misma frase. 

Me quedé en silencio por un momento. Gas aprovechó para subir el volumen de la radio, y la voz de un cantante de música Country nos acompañó por los próximos cinco minutos. 

—Entonces... ¿cómo es que él las vuelve locas? —pregunté, muy en el fondo no quería saber la respuesta—. ¿Les suministra algún tipo de gas? ¿Corro peligro? 

Gas se rió de mi ocurrencia. Yo en cambio hacía trabajo de investigación. 

—No. Sinceramente nunca he podido sacarle el secreto. Es un cretino bastardo — dijo bromeando. 

—Por casualidad... ¿tú sabes de qué trabaja Peter? —tenía que preguntar. Era ahora o nunca. Personalmente me estaba volviendo loca por recibir respuestas. Sí, Peter Lanzani las volvía locas... a todas. Incluyéndome. 

—Hmmm. Bien, él es algo así como nuestro manager —respondió. 

Lo miré, atónita. ¿Qué? ¿Ese era el gran misterio que tenía que esconder Peter? ¿Estaba hablando jodidamente en serio? Gas debió ver la cara que hice porque al instante sintió la necesidad de explicarse. 

—Bueno... él nos consigue lugares en los que tocar y administra lo que ganamos. Elena le cobra, se siente con derechos solo porque Brandon, el vocalista, es su hermano. Pero... sí. Básicamente ese es uno de los trabajos de Peter. 

—¿Y los otros?

Gas frunció el ceño. 

—Creo que uno de ellos es en un concesionario de autos de lujo. Básicamente solo tiene que probarlos. Es un idiota suertudo. 

¿Un concesionario? Nada de esto me sonaba fuera de lo común. Y Peter no parecía la clase de chico que se conformaba con un trabajo común. Me costaba imaginarlo en algo normal como ser cajero o un vendedor en una farmacia. 

El tipo de trabajo ideal para Peter sería uno que llevara la palabra ilegal tatuada por todos lados. Además, ¿cuántas horas laboraba? ¿Una? ¿Tres? Porque, seriamente, yo jamás lo miraba trabajando. ¿Por qué, entonces, se tomaría la molestia de querer enseñarme anteriormente su lugar de trabajo? Bien pudo decírmelo sin hacerme pasar tanto misterio. 

—¿Por qué me preguntas esto? ¿No te lo ha dicho él? —preguntó Gas mientras le pasaba a un auto que conducía a menor velocidad. 

—Simplemente tenía curiosidad —respondí. Después de diez minutos Gas introdujo el vehículo en el sótano de un edificio de apartamentos.
 
—¿Aquí vive Peter? —pregunté con asombro.

El lugar era enorme y lujoso; una gran parte estaba recubierta de paredes de cristal y el edificio lucía imponente en el grueso concreto que emplearon para el resto de la fachada. Eso era sólo lo que podía ver desde el exterior del edificio. No me podía ni imaginar cómo sería en su interior. 

—Claro. ¿No conocías? —Escuchar la voz de Gas me trajo de vuelta hacia el interior del auto en donde una canción de Tom Maxwell sonaba. 

—No. Jamás me ha traído por estos lados —o a Jenny, o por lo menos eso era lo que yo creía. 

Hubo varias noches en las que ella no llegaba a casa y Peter terminaba acompañándola a su habitación. Pensar en eso me trajo escalofríos. No quería pensar tampoco en lo que estaría haciendo Peter con Jenny en estos momentos. Algunas cosas eran mejor ignorarlas. 

—Dime una cosa —habló Gas sonando perplejo—: ¿Peter jamás te enseñó dónde vivía, y aun así logró embarazarte? 

Mi rostro se puso rojo como un tomate. 

—No.estoy.embarazada —dije arrastrando las palabras. 

—¿Ah, no? 

Suspiré por lo bajo. Peter me las iba a pagar por esto. 

—Peter se puso celoso y se inventó todo el asunto del embarazo para ahuyentar a cualquier chico que se me quisiera insinuar. 

Comenzaba a creer que él estaría dispuesto a ponerme una etiqueta en la frente que dijera: "Ocupada por Peter Lanzani... No tocar, ni mirar, ni respirarle en la nuca o te pateo en las bolas". 

—¿Entonces no estás embarazada? 

—No. 

—Oh. 

—¿Oh? 

Gas se mostró incómodo por un momento. 

Entonces, siempre con sus ojos fijos en el camino a través del sótano, extendió una de sus manos hacia la parte trasera de su asiento y sostuvo rápidamente frente a mí una bolsa de papel con decorados en azul celeste y la cara de un bebé chupando un biberón que en letras grandes ponía: ¡Felicidades a la nueva mamá! 

Tiene que ser una broma. 

—Lo siento —se encogió de hombros y me entregó la bolsa de papel—. Pasé por una tienda de bebés antes de recogerte. Mi mamá me enseñó a no ser grosero y presentarme ante alguien con las manos vacías. 

—No estoy embarazada —volví a repetir para tratar de convencerme más a mí que a él. 

Juro que sentí una patadita en mi vientre… ¿o eran gases? 

¡Agggh! No, Lali, nadie se embaraza solo por repetir cien mil veces al día que está embarazada. Sino ya existirían demasiadas madres habitando el país. 

Mi rostro seguía calentándose con cada segundo que pasaba y ni  Gas o yo decíamos algo.

Finalmente él estacionó el auto en uno de los puestos vacíos más cercanos a una de las entradas del edificio. 

—Es un trajecito con un mensaje —tomó la bolsa de papel de mi regazo y metió la mano en el interior. 

Sacó un traje para bebé recién nacido, en donde se leía: “Si piensas que soy lindo… deberías ver a mi mamá”. 

Sinceramente era la cosa más bella y celeste que haya visto. Parte de mi iceberg interior se derritió al ver el pequeño conjunto. Pero sólo una parte pequeñísima, eh. 

—De nuevo, lo siento —dijo Gas poniendo el trajecito en su lugar—. Igual es tuyo. Digo, por si conoces a alguien que lo pueda usar. 

Hice una mueca. ¿Acaso me miraba gorda para que todos creyeran que de verdad estaba embarazada? 

—¿Gracias? —dije sin saber qué más decir. Abrí la puerta del auto y cargué con la bolsa 

—Oh, casi lo olvidaba —me detuvo antes de que me perdiera en el interior del elegante edificio—. El apartamento de Peter es el 6B. Él guarda un repuesto de la llave en una lámpara que cuelga cerca de la puerta. 

Asentí con la cabeza. 

—Y trata de no enfadarte con Elena. Peter la dejó en la misma semana que comenzaron a andar. Es por eso que ella se comporta como una perra, no creas que su cara de acidez es permanente... se le pasará. 

Gas me sonrió por una última vez, y puso el motor del auto a trabajar nuevamente. 

—Encantado de conocerte, Lali —me dijo y se marchó, dejándome sola con mis dudas y preguntas empujando por salir a la superficie. 

No quería pensar en Elena y Peter como pareja. El solo imaginármelo me daban arcadas. Era eso o de verdad mi cerebro estaba atravesado pensando que lo del embarazo era real. 

Me moví hacia el interior del edificio con una sola misión: recolectar información en el departamento de Peter. Si él no me daba respuestas, entonces iba a buscarlas hasta por debajo de su cama, y más le valía darme explicaciones pronto porque nada de lo que nos estaba pasando tenía sentido.

***

El celular de Peter vibró y comenzó a reproducir Clocks así como lo había hecho una media hora antes, cuando Gas llamó. 

La pantalla se iluminó con el nombre de “Desconocido”. 

No sabía si debía contestar, pero a estas alturas era capaz de hacer todo con tal de saber más sobre el misterio que envolvía a Peter Lanzani.
 
Iba a responder, cuando la llamada se cortó repentinamente.

Intenté deslizar mis dedos por la pantalla para ver si el teléfono se desbloqueaba pero seguía igual de bloqueado. 

Entonces, volvieron a llamar nuevamente, el mismo número desconocido, pero colgó antes de que pudiera responder. 

Dejé mi dedo preparado por si volvía a llamar el sujeto cuyo nombre Peter no tenía registrado en su lista de contactos, cuando, timbró de nuevo. Esta vez fui rápida en responder. 

—¿Hola? —pregunté. 

—Nena… ¿llegaste bien? —Era Peter. Me estaba poniendo paranoica de puro gusto. 

—Sí. Sin embargo sucedió algo interesante —le dije mientras hacía mi recorrido por el lobby del edificio. 

Mi rodilla seguía doliendo y eso me volvía lenta para caminar, tenía que andar cojeando y haciendo muecas cada vez que mi pie pisaba el suelo. 

—¿Algo interesante? ¿qué ocurrió? —su voz se puso de repente grave y preocupada. 

—Recibimos nuestro primer regalo para el bebé —dije sin entender por qué se puso de repente tan serio. Hablando de paranoicos. Hubo un segundo de silencio antes de que Peter se echara a reír fuertemente. 

—Definitivamente Gas —dijo él aún riendo ya más relajado—, ¿y qué le obsequiaron a nuestro primogénito no nacido? 

Rodé los ojos y le describí el pequeño traje azul celeste. Era encantador ¡y tenía unas huellitas en los pies! Simplemente adorable. Me dieron ganas de tener un bebé solo por el hecho de vestirlo con ropa tan linda. 

—¿Y… cómo sigue Jenny? —pregunté finalmente, sin en realidad querer saberlo. Sólo deseaba que Peter llegara pronto para estar más segura de que Jenny no le fuera a caer encima. 

—Precisamente la acabo de dejar durmiendo. Me costó mucho, sin embargo. 

Fruncí el ceño. 

—¿Qué tuviste que hacer entonces? 

—¿Eso que detecto son celos? —preguntó divertido. 

¡Pues claro que sí! ¿Cómo quería que no me sintiera celosa si en los pasados cinco meses cada vez que él podía besaba a Jenny o se acostaba con ella? Odiaba sentirme celosa pero el pensamiento de que ella estuvo primero en la boca de Peter era repugnante. 

A estas alturas todavía me seguía cuestionando si era buena idea continuar con lo nuestro. Pero, ¿era yo capaz de dejar a Peter? 

—Lamento haberte dejado ir sola —habló su suave voz—, pero es que quería dejarle un par de cosas claras a Jenny. En primer lugar, nadie, y mucho menos ella, tiene por qué hablarte de esa manera. Si ella no fuera mujer, estaría quebrándole los dientes, y lo sabes Lali —hizo una pausa para tragar saliva—. En segundo lugar, no pude dejarla continuar regando ese chisme de que soy un ladrón. Tú no confías lo suficiente en mí todavía como para no creer lo que sea que salga de la boca de Jenny…

Me detuve abruptamente antes de continuar mi camino hacia el elevador. 

—¿Puedes culparme por eso? Peter, tú no me has dado motivos suficientes para confiar en ti. —Estaba enojada. Quería respuestas y no más dudas; yo solo anhelaba una relación normal y no una tan jodidamente misteriosa—. Te pido respuestas y solo me lanzas más preguntas. Perdóname si no confío ciegamente pero es que no quiero salir lastimada. Además, ¿cómo crees que me siento cuando sé que estás con Jenny en estos momentos? Hasta Gas me dijo que saliste con Elena pero que le diste “corte” en su primera semana de andar. ¿Cómo sé que no me harás lo mismo a mí también? 

Mis ojos se humedecieron repentinamente. 

Nada de lágrimas. 

Nada de lágrimas, Lali. 

El otro lado de la línea telefónica se quedó en silencio. Por un momento pensé que Peter había colgado pero una larga respiración se escuchó antes de oírlo hablar. 

—Lo siento. Te dije que yo era tóxico y dañino —suspiró nuevamente—. Lali, lo mío con Elena sucedió hace dos años. Y sí, la dejé porque se puso rara y comenzó a coleccionar artículos de mis cosas personales. ¿Crees que es normal andar con alguien que se robaba mis calzoncillos? Es lo más retorcido que he visto hacer a alguien. 

Traté de no reírme. ¡Esto era serio! 

—¿Por qué, en la vida, ella querría robar tus calzoncillos? —pregunté con voz estrangulada. 

—¡No lo sé! Y probablemente no me creas pero de verdad lo mío con Elena sucedió hace ya mucho tiempo. Ella está enojada desde entonces conmigo, y su hermano realmente me odia. Pero Lali, tienes que confiar en mí cuando te digo que no hay absolutamente nadie con quien quiera pasar en estos momentos que contigo. Y sé que estoy siendo egoísta porque no debería retenerte a mi lado, pero quiero aprovechar que todavía te tengo antes de que sepas en lo que en realidad te estás metiendo. 

—Y dime, ¿en qué exactamente me estoy metiendo?

Él suspiró en su lado de la línea telefónica y aunque no podía verlo a la cara, sabía que se estaba pasando las manos por su cabello oscuro y espeso. 

—Quiero decírtelo en persona —fue su simple respuesta. 

Esto ya me estaba sonando a Cincuenta Sombras de Grey. Cincuenta Sombras de Lanzani. No, sombras no. Misterios, y no cincuenta. Ciento cincuenta misterios de Lanzani. Sí, en otra vida, cuando sea escritora en alguna realidad alternativa, así titularé mi relación con Peter. 

—Por favor no vayas a decir que tienes raras aficiones y escondes látigos en tu armario —dije algo preocupada. 

Peter se rió fuerte y claro en mi oído.
 
—Para nada. Soy un chico completamente regular.

Sí, un chico regular que vivía en un edificio cuyos pisos eran alfombrados en su mayoría y el mármol pulido del suelo hacía resbalar las suelas gastadas de mis zapatos. 

Ajá. 

Chico regular. 

—¿Por qué no me dijiste que representabas a la banda? —lo interrogué, recordando lo que me había dicho Gas— ¿Por qué eres tan misterioso en cuanto a tu trabajo? No tiene sentido —retomé mi camino y me subí a un vacío elevador. 

Las puertas tardaron en cerrar y pronto la música típica de un ascensor comenzó a sonar… aunque ni tan típica. Eran canciones de… ¿Selena Gómez? 

—Ahora sabes por qué es que mes las sé; eso y que a Nicole le gusta oír esa música… —se detuvo de hablar. 

Mis cejas se elevaron en lo alto. 

—¿Nicole? ¿Finalmente me vas a decir quién putas es? —yo no solía maldecir mucho pero me estaba hartando de toda la situación. No estaba dispuesta a salir con un mujeriego que solo jugara conmigo. 

No estaba dispuesta a tener una relación abierta con otras chicas… la poligamia no iba conmigo. Y definitivamente no estaba dispuesta a compartir a Peter Lanzani. 

—Woa, Lali. Relájate. Nicole es…

¡¡¡Fin de la Maraton!!!
Si quieres que te avise cuando suba nuevo capitulo dejame tu Twitter.

12 comentarios :

  1. nooooooooooo masssssssssss
    yo creo q nicole es la hermana

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  2. Ooooo uno más por Dios quien es su hermana prima sobrina me e mordió todas las uñas

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  3. Estoy segura que Nicole es su hermana o su prima y Lali se hace demasido la cabeza jajajajaja MASMASMASMAS

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  4. Hermana pequeña??? Más me encanta!

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  5. Holaaaaaaaaa!!!!!!Llegue tarde pero llegue jaja me encanto la maraton, Jenny perra y elena perra :DD Lali estaba celosita que ternura :3 Sobretodo moriii con lo del embarazo ajjjaajaja menos mal peter no es un ladron yo sabia que ese chico sexy no podia serlo jajaja, bueno ehh yo creo nicole puede ser su hermana pienso yo, dios bueno sube mas me encanto la maraton

    Att: Andrea antequera

    Pd: Me hice otro twitter si no estoy en uno estoy en el otrp me gustaria que porfavor me avizaras a los dos twitter osea @AntequeraCruz y @Fan_happiness.

    Besos!!

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  6. me encanto la maratón Gracias! Me cler saber que no es un ladrón pero estoy segura que Jenny va a planear algo en contra de ellos dos es una perra! Besos Naara

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  7. porque se tuvo que quedar con Jenny no me gusta para nada ahora ella va a usar eso para torturar a lali encima seguro que hacen que la despdan del trabajo

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  8. Para mi nicole es la hna de Peter estoy casi segura!! Mas nove ayer no pude participar de la maratón xq no tenia interne, pero me encataron los cap!! Sos una genia :) Maass

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  9. Uhh antes de empezar nada tiene q dejar bn en claro las cosas
    Maass

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  10. Já me encanta!! para mi que Nicole es su hermana:3

    Atte: Ludmi:3 sigue sigue sigue!!

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